Traducción en contextos especializados (DE-ES): olivicultura 9
Estudios Franco-Alemanes 8 (2016), 3-45
partir de 1954 gracias a Keys y, posteriormente, a Anderson y Grande se
llevaron a cabo estudios que afirmaban que la muerte por enfermedades
cardiovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer como el de mama y el
de colon en los países mediterráneos era inferior en comparación con el resto
de los países occidentales. El motivo de que esto fuese así parecía apuntar al
tipo de alimentación con especial atención a la grasa consumida. Así surgió
lo que hoy conocemos como “dieta mediterránea”. Esta dieta se caracteriza
por el consumo de legumbres, cereales, hortalizas, verduras, productos
lácteos, fruta, pescado, vino y aceite de oliva. La dieta mediterránea ayuda a
disminuir los niveles de colesterol en sangre y a reducir la presión arterial.
Podemos afirmar que es indiscutible la importancia del aceite de oliva
gracias a sus muchas virtudes, tanto gastronómicas como saludables. Es el
alimento que aporta más calorías a nuestra dieta y un elemento clave de
nuestra dieta mediterránea.
2. El lenguaje de la olivicultura, lenguaje de especialidad
2.1. Lenguajes especializados
Durante las últimas décadas han aumentado los estudios relacionados
con el lenguaje especializado dentro del cual podemos incluir el lenguaje
agroalimentario. Sin embargo, se trata de un término difuso tanto
conceptual como nominalmente. De hecho, existen distintas denominaciones
que varían según los autores para designar esta realidad o realidades
similares como: “lenguaje de especialidad”, “lenguaje para fines especficos”
o “lenguas especiales”. Se trata de un estudio del que se han ido haciendo
eco los distintos autores a lo largo de los años. De hecho, Saussure (1945: 68)
ya habló de las “lenguas especiales” las cuales “son fomentadas por un
avanzado grado de civilización”. Dentro del estudio de los lenguajes
especializados podemos destacar tres posturas según los distintos autores.
Para Hoffman (1998) los lenguajes especializados son códigos de carácter
lingüístico pero con unas reglas y unidades específicas que lo diferencian de
la lengua general. Por otro lado, Rondeau (1983) y Quemada (1978) afirman
que los lenguajes especializados son simples variantes léxicas del lenguaje
general. Por último, Lehrberger (1982), Varantola (1986), Sager (1980), Pitch
y Draskau (1985), y Cabré (1993) coinciden en que los Lenguajes
especializados son subconjuntos fundamentalmente pragmáticos del
lenguaje general.