60 JOSÉ MARÍA CASTELLANO MARTÍNEZ
Estudios Franco-Alemanes 11 (2019), 49-62
Conclusiones
La obra aquí referida refleja el espíritu romántico con el que Balzac narra
una historia sentimental escondida entre arboledas, montañas y, más
visiblemente, un conflicto bélico entre los dos mundos del momento: el
Antiguo Régimen y la joven República resultante de la Revolución de 1789.
En esta novela, el autor aprovecha la lucha de los chouanes contra el nuevo
régimen como conflicto de ideas confrontadas, al igual que los son los
sentimientos entre personajes. A mi juicio, la cuestión histórica es una excusa
narrativa, no por ello innecesaria o secundaria, pero no definitiva o
principal. Se presenta como el marco primero o introductorio para el
conjunto de toda la obra.
En este, los elementos naturales que integran el paisaje romántico de la
novela cohesionan los diversos universos narrativos propuestos por Balzac:
la transición entre el conflicto y la intimidad de los personajes, el inicio de
los diferentes episodios o las diferentes pausas descriptivas. Frente al
constante cambio social, los vaivenes sentimentales, o la frugalidad y
brevedad humana, la Naturaleza se muestra inmutable e infinita. Se aprecia
cierta fascinación por parte del autor hacia estos espacios puros, anteriores y
posteriores al conflicto en sí, como si de una pausa temporal y contemplativa
se tratase.
Se podría concluir que, en lo que concierne a la representación del paisaje
natural en la obra, Balzac recurre a la máxima latina ad fontes, esto es, un
retorno a los orígenes, a las fuentes originarias del todo. Con ello, el autor
encuentra el marco de quietud necesario para conectar las diferentes piezas
de la obra: conflicto, sentimientos, personajes, lugares, conversaciones, etc.
El paisaje descrito, al mismo tiempo, deviene romántico en tanto que se
impregna del simbolismo que les es propio, pues Balzac no se limita sólo a
describir, sino a enriquecer su relato con el significado de estos elementos.
Los bosques y las arboledas, los cielos soleados o las noches con Luna, el
agua y la montaña o la roca en sus diferentes formas (de brumas a ríos, de
castillos a ruinas) romantizan la obra e invitan al lector a la reflexión, a
integrarse en dicho paisaje e imaginarlo con sus colores. Asimismo, la
propuesta de clasificación que aquí se recoge puede comprenderse desde
una degradación cromática según las imágenes descritas, por ejemplo: 3.1.)
colores tierra y verdes, 3.2.) colores cálidos o luminosos, 3.3) colores fríos y
oscuros, 3.4) colores tierra, grises y fríos; y 3.5) colores fríos y suaves. A