ISSN: 2171-6633
Estudios Franco-Alemanes 12 (2020), 123-136
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y EL TERRORISMO
YIHADISTA: ANÁLISIS TERMINOLÓGICO APLICADO A
A LA TRADUCIÓN (DE-ES)
ALBA MONTES SÁNCHEZ
Universidad de Córdoba
l32mosaa@uco.es
Fecha de recepción: 15.05.2020
Fecha de aceptación: 05.07.2020
Resumen: El terrorismo se contempla como un factor complejo que se ha abordado
desde numerosos ámbitos de estudio, destacando trabajos sobre el concepto de
terrorismo global y yihadismo. No obstante, los trabajos relacionados con la
terminología, la traducción o la lingüística aplicada son escasos en esta área.
Asimismo, el léxico empleado por los medios de comunicación al abordar contenido
relacionado con el terrorismo ha suscitado un gran interés en las investigaciones que
hemos desarrollado recientemente. El presente estudio aborda el léxico y la
terminología del ámbito del terrorismo desde un enfoque traductológico. Para ello,
partimos de un breve análisis sobre el tratamiento que hacen los medios de
comunicación de este léxico. En esta comunicación se pretende analizar y resolver las
cuestiones lingüísticas que se originan en alemán y español desde una perspectiva
traductológica, con el objetivo fundamental de evidenciar el volumen de términos,
abreviaturas, siglas y acrónimos que emplea la prensa alemana y española en este
campo de especialidad.
Palabras clave: Medios de comunicación, terminología, terrorismo, traducción,
transferencia de la información.
Abstract: Terrorism is considered a complex factor that has been approached from
numerous fields of study, specially works on the concept of global terrorism and
jihadism. However, researches related to terminology, translation or applied
linguistics are scarce in this area. Also, the lexicon used by the media when dealing
with terrorism-related content has aroused great interest in the research we have
recently developed. This research addresses the lexicon and terminology of the field
of terrorism from a translational approach. To do this, first, it is presented a brief
analysis about the treatment of this lexicon by the media. This study aims to analyze
and solve the rising linguistic questions in German and Spanish from a translation
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perspective, with the main objective of evincing the volume of terms, abbreviations
and acronyms used by the German and Spanish press in this field of expertise.
Keywords: Media, terminology, terrorism, translation, information transfer.
1. Introducción
Han quedado grabados en nuestra retina aquellos momentos en que los
medios de comunicación se hicieron eco de atentados como los del 11 de
septiembre de 2001 en Nueva York o el 17 de agosto de 2017 en las Ramblas
de Barcelona, algunos de los cuales condujeron a una nueva forma de
practicar el terrorismo. Por tanto, en cierto modo, el tipo de terrorismo
perpetrado en la actualidad logra sus objetivos gracias, en gran parte, a la
información facilitada a través de los medios de comunicación, pues otorgan
cobertura inmediata sobre sus actuaciones a nivel planetario, lo que da a
entender que la relación entre el terrorismo y los medios de comunicación
está cada vez más reforzada, puesto que, si cierta información no resulta
publicada, los actos terroristas parecer no ser noticia.
Igualmente, estos ataques evidenciaron la relevancia de la traducción en
las investigaciones llevadas a cabo por los servicios de inteligencia y la
importancia del intérprete en juicios, interrogatorios e investigaciones. La
consecuente cobertura periodística de atentados como los mencionados ha
llamado la atención sobre la figura de los traductores e intérpretes en la
resolución de conflictos a escala internacional. El presente estudio tiene
como finalidad, por una parte, presentar la relación existente entre los
medios de comunicación y el fenómeno terrorista a través de cuestiones
lingüísticas y, por otro, destacar el rol del traductor en este contexto. Por
ello, para la realización de nuestro estudio partimos de la siguiente
hipótesis: el conocimiento terminológico y la competencia traductora
influyen de forma directa en la transferencia de la información a través de
los medios de comunicación.
2. La traducción y el terrorismo yihadista. el rol del traductor
El cambio de siglo ha marcada un antes y un después en la dilatada
historia de los actos de terror. Los atentados terroristas del 11 de septiembre
de 2001 en Nueva York, así como los del 11 de marzo de 2004 en Madrid o
los del 7 de julio de 2005 en Londres obligaron a los estados democráticos
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occidentales a adoptar medidas legislativas contra el fenómeno terrorista
para endurecer las penas aplicadas a este tipo de delitos. Estas medidas han
sido reforzadas tras los ataques perpetrados recientemente en París, como el
del Charlie Hebdo el 7 de enero de 2015 o los simultáneos del 13 de
noviembre de 2015, el atentado al Mercado de Navidad de Berlín el 19 de
diciembre de 2016 o el de las Ramblas de Barcelona el 17 de agosto de 2017,
entre otros. No obstante, los objetivos occidentales no son los únicos
firmados por el grupo terrorista yihadista Dáesh, pues existe un alto número
de atentados en África y Asia reivindicados por dicha organización.
Igualmente, estos ataques evidenciaron la relevancia de la traducción
en las investigaciones llevadas a cabo por los servicios de inteligencia
y la importancia del intérprete en juicios, interrogatorios e
investigaciones.
Podemos sugerir que la ingente cobertura periodística de los grandes
atentados del 11-S y 11-M ha servido, de forma indirecta, para llamar
la atención sobre el papel destacado que cumplen los traductores y los
intérpretes en la resolución de conflictos y también de su capacidad
para evitarlos. […] Es importante destacar en este contexto el interés
que en los últimos años ha despertado en los Estudios de Traducción la
figura del traductor como agente de intervención social en contextos
geopolíticos. Conforme la globalización y los conflictos bélicos superan
las fronteras lingüísticas, culturales y nacionales, resulta sintomático
el desarrollo cada vez más frecuente de estudios sobre sociología de la
traducción y la atención a los aspectos éticos de su actividad
(Pegenaute 2012: 405).
Pegenaute ha sido uno de los pocos autores que ha centrado su
investigación en la relación o vinculo existente entre los profesionales de la
traducción y la interpretación y el terrorismo. El autor sitúa como punto de
partida la globalización (2012: 398), la cual ha aportado numerosos avances
positivos con respecto a cuestiones sociales, políticas, tecnológicas y
económicas. No obstante, desde una perspectiva muy poco optimista, este
autor expone que la globalización ha traído “consecuencias colaterales
negativas”, ya que ha favorecido la perdida de la identidad cultural local (o
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la creación de una identidad más internacional) y el desarrollo del
terrorismo internacional, definido por Calduch (1993: 343) como “aquella
forma de terrorismo que de un modo directo se desarrolla en o afecta a
diversos países, sus ciudadanos y/o territorios, o a los representantes de
organizaciones intergubernamentales”.
Por su parte, Robles (2007: 33), quien asegura que los traductores se
responsabilizan de actuar como “fuerza de choque” de las investigaciones en
esta materia, además de constituir un elemento indispensable y crucial en
determinadas situaciones en las que se requieren sus servicios con inminente
urgencia: interpretaciones telefónicas, traducción de material
propagandístico destinado a la radicalización o actuar como agente de
intervención social. En este sentido, podríamos afirmar que la figura del
traductor-interprete resulta crucial para lograr que el análisis, la consulta, la
transmisión y la verificación de la información sea correcta y veraz. El autor
coincide con Brooks (2016), quien sostiene que el rol de estos profesionales
se ha ido moldeando con el paso de los años hasta la actualidad, en la que
los consideramos de necesaria relevancia para hacer frente al terrorismo y
poder mantener las relaciones políticas de carácter internacional: “hoy,
necesitamos la práctica traductológica más que nunca”.
3. Lenguaje, terrorismo y medios de comunicación: una aproximación
teórica
Con el fin de establecer un vínculo entre la acción terrorista y los
principales canales de difusión de la información, partimos de la publicación
de Veres (2006), El signo perverso: sobre lenguaje, terrorismo y práctica
periodística¸ para destacar como aspecto primordial la adherencia y atracción
que los terroristas sienten hacia los medios de comunicación.
Autores como Eco (1978) señalan que el terrorismo es un fenómeno de
nuestra época, de la época de los medios de comunicación de masas”, hasta
el punto de afirmar que “si no hubiera medios masivos, no se producirían
estos aspectos destinados a ser noticias”. El hecho de asegurar que sin los
medios de comunicación o mass media no existiría el terrorismo, o, como
indica Rodrigo (1991: 27), que “el terrorismo es rehén de los media y estos lo
son de él”, hace cuestionar la delimitación del concepto ‘terrorismo’ y de los
diferentes tipos de terrorismo que existen. En cierto modo, el tipo de
terrorismo en concreto el yihadismo que nos azota en la actualidad logra
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sus objetivos gracias, en gran parte, a la información facilitada a través de los
medios de comunicación, pues otorgan cobertura inmediata sobre sus
actuaciones a nivel planetario, lo que da a entender, en palabras de Veres
(2006: 290) que “resulta bastante cierta esa relación entre medios y
terrorismo, ya que mientras esa información no resulta publicada, los
atentados terroristas no son noticia”.
Los medios de comunicación y su manera de informar sobre el
terrorismo han contribuido de forma muy significativa a paralizar y
ofuscar todavía más la eterna política de definir al autor de los actos de
violencia como terrorista o como combatiente por la libertad
(Hoffmann, 1990: 41).
Aquí hacemos hincapié en que el fenómeno terrorista presenta
numerosos problemas de tipo lingüístico en relación con los medios de
comunicación. El lenguaje, así como la terminología que se emplea en este
tipo de discursos, debe ser tratado con especial tiento y cuidado, puesto que,
como menciona Veres (2006: 292), la emisión de una noticia en cualquier
soporte supone un acto semejante a cualquier otra acción humana, pero en el
caso de tratarse de una noticia sobre contenido terrorista, el riesgo aumenta
respecto a otras noticias informativas. Debemos tener en cuenta que, en esta
materia en concreto, reproducir de forma exacta los vocablos empleados por
los terroristas sería sinónimo de legitimar sus actos; es decir, en múltiples
casos estos grupos y organizaciones terroristas se sirven de un léxico con
connotaciones bélicas para justificar sus acciones, por lo que al transmitir
esta información empleando esa terminología se denota parcialidad, en
lugar de objetividad. De hecho, a menudo profesionales de la esfera política
y periodística hacen uso de los eufemismos en temas que, según
Kalounerová (2015), son considerados tabúes culturales, como por ejemplo
para hacer referencia al origen étnico, cuestiones bélicas o políticas o
sustancias narcóticas.
En cuanto al terrorismo se refiere, es común observar cómo los
profesionales de la información sustituyen las T-words o “palabras-T” por un
lenguaje decoroso en el que reinan los eufemismos. Según argumenta Veres
(2006, p.296), “los terroristas, y los mismos periodistas, traductores o
profesionales que inconscientemente tratan este tipo de vocablos, además de
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alejar del ámbito los aspectos ajenos a los intereses del terror, consiguen un
objetivo todavía más ambicioso […] la legitimación de su empresa”. Por
consiguiente, tanto el tratamiento de esta terminología como su traducción
son cuestiones que no deben atender solo a la objetividad, sino también al
emisor y al contexto político, social y cultural en el que se enmarcan.
4. Presentación del corpus y metodología
En primer lugar, a fin de contrastar el empleo de léxico relacionado con el
terrorismo en contextos periodísticos redactados en alemán y español,
hemos decidido limitar la compilación de textos a un determinado grupo u
organización terrorista: el Dáesh o Estado Islámico. Consideramos que de
esta forma el análisis podrá concluir unos resultados más contrastados,
minuciosos y detallados. Por consiguiente, hemos consultado varios
periódicos alemanes y españoles que han publicado información relativa a la
actualidad del autodenominado Estado Islámico.
El corpus comparable (alemán-español) se compone de una compilación
de noticias relativas al concepto ‘Estado Islámico’ desde el 1 de enero de
2017 hasta el 31 de diciembre de 2019, con el propósito de obtener una
muestra informativa equilibrada y relativamente actualizada que evidencie
las variaciones terminológicas relativas a estos conceptos en un período de
tiempo relativamente breve. La prensa consultada es de ámbito nacional, a
excepción de algún periódico regional, contando generalmente con un gran
impacto mediático en ambos países y creando un amplio abanico de
ideologías políticas hacia las que pueden estar orientados. Para compilar el
corpus en alemán, hemos recogido textos de los diferentes periódicos:
Sächsische Zeitung, Die Welt y Süddeutsche Zeitung. En cuanto a la prensa
española, destacamos los siguientes: ABC, El País y El Mundo. En suma, la
recolección de datos nos ha permitido compilar un total de 15 textos en
alemán y 15 en español, con 25 y 29 referencias al concepto estudiado
respectivamente.
La metodología seguida para el análisis de los términos se divide en
varios pasos. En primer lugar se ha seleccionado la información en ambas
lenguas que son objeto de estudio, para lo que se ha recurrido a la búsqueda
avanzada en los citados periódicos, dentro de la fecha estipulada.
Posteriormente, con el propósito de clasificar los datos que eran de interés
para el presente estudio, establecimos unas categorías en las que diferenciar
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los vocablos que considerábamos relevantes para abordar el análisis; es
decir, los diferentes nombres que hacen referencia a la organización (Estado
Islámico de Irak y el Levante, Estado Islámico de Irak y Siria, Califato Islámico o
Estado Islámico), así como sus acrónimos (Daish, Daesh, Dáesh o DAESH), sus
siglas (EIIL, EIIS, ISIS, ISIL) o sus acortamientos (EI o IS). Por tanto, en aras
de acotar nuestra investigación, hemos compilado textos atendiendo a
términos, acrónimos, siglas y acortamientos que pueden ser empleados para
referirse a dicha organización con fines terroristas. Finalmente, se ha
procedido a presentar una serie de deducciones basadas en datos objetivos
pero que contarán con generalizaciones y cierta subjetividad. Nuestro
objetivo es dar cuenta del correcto empleo y verdadero significado del
término en cuestión, analizando y comparando los diversos usos en el
contexto del terrorismo dentro del contexto periodístico con el fin de
proponer una alternativa correcta según la norma. Por tanto, pese a ser un
corpus representativo, las conclusiones obtenidas de este análisis cualitativo
carecen de fuerza a nivel cuantitativo.
5. Análisis contrastivo alemán-español
El Estado Islámico (EI) nació en el o 2006 como una organización
terrorista derivada de Al Qaeda, cuya naturaleza es yihadista suni. Según
Albert (2015: 47-48), el propósito inmediato del EI era conquistar nuevos
territorios en Irak y Siria, motivados por la ambición fundamental de
conformar un estado musulmán proselitista, es decir, gestar el Estado
Islámico y del Califato en el ámbito regional, lo que finalmente se ampliaría
a nivel internacional. Esta creación pretendía desestabilizar la paz mundial,
lo que supuso una amenaza global para nuestra realidad geopolítica.
Según Albert (2015: 52), a pesar de que ambas organizaciones parecen
fundamentarse en bases similares, los integrantes de Al Qaeda son
partidarios de lograr sus propósitos de forma s gradual, actuando a
través de múltiples y variados frentes locales, dejando en un segundo plano
la construcción califal. No obstante, el Estado Islámico es una organización
totalmente independiente pese a compartir objetivos idénticos a corto y
largo plazo con Al Qaeda. El EI se inclina por “instituir una entidad política
en la que se aplique y se eliminen todas las actividades que difieran de su
visión”, tratando de concentrarse en un único Estado con capacidad de
expansión. Afue como en el año 2013 Abu Mohamed al Adami creó un
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califato denominado ‘Estado Islámico’ (sin mención a Irak o Siria),
nombrando a Abu Bakr al Baghdadi como su máxima autoridad. Este a su
vez se autoproclamó imán y califa de todos los musulmanes, de acuerdo con
la ley islámica o ‘sharia’, pretendiendo de este modo contar con el apoyo del
mundo musulmán (2015: 47).
Ejemplo 1
Durante los primeros días de julio del año 2017 se comunicó una de las
noticias más esperadas de los últimos años: la liberación de la ciudad de
Mosul, en Siria, del principal grupo terrorista Dáesh.
El término Dáesh” es una creación occidental que proviene del árabe y
cuyo significado es totalmente desconocido para el lector no especializado.
Este término combina un acrónimo, a partir del nombre árabe del Estado
Islámico de Irak y Levante, y una palabra muy parecida en esta lengua que
significa “algo que aplasta o pisotea”. De hecho, este acrónimo tiene un
sentido despectivo para la propia organización debido a su significado en
árabe, por lo que así se refieren a ellos la población contraria en Siria e Irak y
Occidente. Esta cuestión ha sido abordada también por personalidades
políticas de diferentes países como Estados Unidos, Reino Unido o Francia.
Con el fin de mostrar su rechazo a este grupo terrorista, estos gobiernos
defienden el uso del acrónimo “Dáesh” o sus transcripciones en cada idioma
(Daish en inglés y Daech en francés) puesto que como indica Laurent Fabius,
ministro de Exteriores de Francia “este es un grupo terrorista y no un Estado
[…]. No recomiendo usar el término Estado Islámico porque difumina la
línea entre islam, musulmanes e islamistas”.
En el ejemplo que ofrecemos a continuación se puede observar una
noticia publicada en el Sächsische Zeitung el 10 de julio de 2017, en la cual se
hace referencia al grupo terrorista como “Daesch”.
(DE) Auch der französische Präsident Emmanuel Macron twitterte:
„Mossul von Daesch befreit: Hommage Frankreichs an alle, die mit
unseren Truppen zu diesem Sieg beigetragen haben“
1
.
1
Fuente: https://www.saechsische.de/is-hochburg-mossul-kurz-vor-dem-fall-3723244.html.
[Consultado el 25 de junio de 2019].
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En cuanto a la prensa española, se refieren a la organización terrorista
empleando el acrónimo en forma de siglas, es decir, con todas las letras que
lo conforman en mayúscula. Es un hecho que en español existe controversia
con respecto a la escritura de este término, tanta que ha aparecido escrito
con diversas variaciones, principalmente en mayúsculas (como es el caso del
ejemplo). La Fundación del Español Urgente (en adelante, la Fundéu)
recomienda, al igual que otros acrónimos extranjeros, escribirlo en
minúscula a excepción de la letra inicial, ya que se trata de un nombre
propio de más de cuatro letras y, además, no emplear ni comillas ni cursiva.
(ES) El primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, ha declarado la
victoria en Mosul de las tropas iraquíes sobre el DAESH y la bandera
del país ya ondea en todos los barrios
2
.
De igual modo, han surgido dos cuestiones con respecto a su correcta
grafía: Daish (la i corresponde a Irak) que se ajusta mejor a la pronunciación
y al desarrollo original, y Dáesh, que sustituye en su grafía la letra i por la e,
cuya correcta adaptación al español sería Dáesh. Igualmente, en relación con
la terminación “sh” o “ch”, la Real Academia Española recomienda, a
diferencia de la grafía alemana, no emplear la terminación “sh” frente a la
alternativa “ch” en español, aunque no la prohíbe. Por tanto, proponemos
mantener el término en alemán tal y como se ha empleado (Daesch) y
corregir su grafía en el texto en español: de DAESH a Dáesh.
Ejemplo 2
En este ejemplo contrastamos y analizamos el empleo de las siglas ISIS
tanto en alemán como en español. Las noticias abordadas, publicadas en
octubre de 2019, tienen como principal protagonista al presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, y a la organización que sometemos a análisis:
Estado Islámico de Irak y el Levante.
El autodenominado “Al Dawla al Islamiya al-Iraq al Sham” ha sido
reconocido por las Naciones Unidas como “una organización terrorista con
naturaleza yihadista”, escindida de Al-Qaeda. Creemos pertinente destacar,
en primer lugar, la traducción de este término al inglés: “Islamic State of Iraq
2
Fuente: https://www.abc.es/internacional/abci-ejercito-iraqui-libera-mosul-5498914557001-
20170709022005_video.html [Consultado el 28 de junio de 2019].
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and Syria” o “Islamic State of Iraq and the Levant”, así como las siglas
acuñadas en esta lengua ISIS e ISIL, pues presentan un peso verdaderamente
influyente tanto en alemán como en español.
En alemán, el equivalente de esta organización es ‘Islamischer Staat im
Irak und der Levante’. No obstante, en el siguiente caso podemos observar
que se emplea una sigla correspondiente a ‘Islamischer Staat im Irak und in
Syrien’. Esta sigla, que es idéntica a la acuñada en inglés (ISIS), emplea una
grafía incorrecta. Según la Fundéu, se recomienda ser especialmente cautos
en la traducción de los nombres de estas organizaciones, pues no debemos
olvidar que uno de los principales objetos de lucha de estos grupos se
fundamenta en cuestiones geográficas, por lo que al tratar determinadas
zonas debemos asegurarnos de que su equivalente español es correcto.
“Sham”, último vocablo de la autoproclamada organización terrorista “Al
Dawla al Islamiya al-Iraq al Sham”, no se refiere a la Siria actual, sino a su
región histórica que se conoce tradicionalmente como el Levante. Por tanto,
en lugar de emplear las siglas correspondientes al nombre que hace
referencia a la Siria actual (Islamischer Staat im Irak und in Syrien), se debe
optar por las siglas que hagan referencia a la región geográfica del Levante
(Islamischer Staat im Irak und der Levante).
(DE) Als ich in Washington angekommen bin, war ISIS in dem
Gebiet völlig ungezügelt. Wir haben schnell 100% des ISIS-Kalifats
besiegt, inklusive der Festnahme von Tausenden ISIS-Kämpfern,
zumeist aus Europa
3
.
Como hemos explicado anteriormente con el caso de ISIS e ISIL, las
situaciones geográficas de Siria y el Levante son cuestiones fundamentales
para hacer referencia a dicho grupo terrorista. El equivalente español de ISIS
se corresponde con las siglas EIIS, procedentes de “Estado Islámico de Irak y
Siria”, mientras que el equivalente de ISIL se corresponde con las siglas EIIL,
emanado de “Estado Islámico de Irak y Levante”. Además, como podemos
observar en el presente ejemplo, la prensa española se ha visto fuertemente
3
Fuente:
https://www.welt.de/newsticker/dpa_nt/afxline/topthemen/hintergruende/article201539630/Pra
esident-Trumps-Tweets-zur-neuen-Syrienpolitik-der-USA.html. [Consultado el 10 de octubre
de 2019].
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influenciada por la lengua anglosajona. Se ha realizado un calco del inglés
que evita así el equivalente acuñado ya anteriormente en español.
(ES) La decisión del presidente abandona a su suerte a las milicias
kurdas que han sido aliadas de Washington y claves en la derrota del
ISIS
4
.
En suma, la sigla adecuada para referirse al Estado Islámico de Irak y el
Levante en alemán es ISIL, mientras que en español es EIIL, a pesar de las
disparidades en las referencias a dicha organización que podemos observar
en los medios de comunicación a día de hoy.
Ejemplo 3
Los textos que presentamos pertenecen a una noticia publicada en
febrero de 2019 y cuya protagonista es una combatiente londinense que se
alistó a la organización terrorista y, por consiguiente, le ha sido retirada la
nacionalidad británica.
En la noticia publicada por la prensa alemana observamos que hacen
alusión al grupo terrorista a través del acortamiento del nombre completo,
así como mediante la abreviatura de la primera parte, es decir, de Islamischer
Staat y su acortamiento ‘IS’.
(DE) Aber 2015 reiste sie mit zwei Schulfreundinnen nach Syrien
und schloss sich der Terrormiliz Islamischer Staat (IS) an. Vorige
Woche gelang es der britischen Zeitung The Times , Begum in dem
Lager zu finden. Die Frau und ihre Londoner Familie bitten darum,
dass sie in ihre Heimat Großbritannien zurückkehren darf
5
.
La prensa española emplea la misma técnica con el fin de no recurrir al
empleo del nombre completo o de las siglas correspondientes a dicho
nombre. No obstante, de nuevo apreciamos que las siglas empleadas no son
las ya acuñadas en español, sino que se corresponden con el acortamiento en
4
Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/10/07/estados_unidos/1570467684_743851.html.
[Consultado el 12 de octubre de 2019].
5
Fuente: https://www.sueddeutsche.de/politik/grossbritannien-is-anhaengerin-shamima-
begum-1.4339856. [Consultado el 3 de agosto de 2019].
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inglés (Islamic State). Por consiguiente, proponemos el acortamiento EI
(Estado Islámico) como forma correcta para el siguiente titular.
(ES) La familia de la londinense que se unió al IS demandará al
Gobierno británico
6
.
Consideramos relevante destacar el repetido empleo de abreviaturas y
siglas que hacen referencia a grupos y organizaciones terroristas. En este
estudio nos hemos centrado en el análisis de acortamientos y siglas como IS,
EI, ISIL o ISIS debido a su constante aparición mediática. No obstante,
existen otros casos como AQUIM, ETA, Al Qaeda, MUJAO, Boko Haram,
IMU, AQSL o AQAP que también son o han sido tratados en los medios de
comunicación. De forma general, en estos casos los expertos en terrorismo
son los únicos que están familiarizados con el nombre completo de la
organización, pues la esfera comunicativa directamente hace uso de su
acortamiento o sus siglas. Al emplear estas formas abreviadas se demuestra
una especial preferencia por tomar prestadas las siglas inglesas ya acuñadas
en algunos casos, dejando entrever que no existe un equivalente en español.
Debemos tener en cuenta que, al igual que EIIL o EIIS, muchas de las
abreviaturas formadas por las letras iniciales de un sintagma proceden del
árabe y presentan una importante carga ideológica y cultural. Al establecer
un equivalente en inglés y usar este mismo en los medios de comunicación
españoles pueden difuminarse las connotaciones lingüísticas que hacen
referencia a dicha carga cultural, política, geográfica o ideológica. Quizás
esta predilección por las siglas inglesas se deba a que el inglés se ha
convertido en la lengua vehicular para tratar cuestiones relacionadas con el
terrorismo, bien sea por su alta influencia como lingua franca o porque los
servicios de investigación más avanzados en materia terrorista emplean este
idioma para comunicarse y transferir información.
Conclusiones
El estudio realizado en las páginas precedentes nos ha permitido extraer
una serie de conclusiones expuestas a continuación:
6
Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2019/02/22/5c6fda33fdddff00898b465d.html.
[Consultado el 8 de agosto de 2019].
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1. Como hemos mencionado anteriormente, la fuente de nuestro
material lingüístico son periódicos alemanes y españoles que
publicaron información relativa a la organización terrorista
autodenominada Estado Islámico. Estamos ante el análisis de un
léxico contextualizado en la principal amenaza a la paz
internacional, por tanto, estudiamos y analizamos el empleo de
nombres, siglas y acrónimos en el lenguaje periodístico centrado
en un campo de estudio en concreto: el yihadismo.
2. Consideramos conveniente mencionar que el uso del léxico es
directamente asociado a los conceptos y, por tanto, a los
estereotipos que se crean en la sociedad, lo que supone un
aliciente más para el correcto estudio y empleo de la
terminología relacionada con el terrorismo, así como con
cualquier tipo de violencia. En esta cuestión, la transmisión de la
información de forma objetiva, así como su correcta traducción a
otras lenguas son de vital importancia a nivel político o social,
pues está cargada de elementos ideológicos y culturales.
3. En cuanto a la variedad de fuentes bibliográficas que hemos
consultado y que han complementado notablemente nuestro
estudio, reiteramos, como hemos hecho al principio de esta
investigación, la carencia de estudios lingüísticos que reflexionen
sobre los dilemas emergentes en el léxico del terrorismo, así
como de recursos terminológicos monolingües, bilingües o
multilingües en este ámbito de estudio. Además, se echa en falta
disponer de una mayor accesibilidad a glosarios o diccionarios
etimológicos sobre este ámbito, especialmente disponibles en
alemán y español, con el mero fin de atender a cuestiones
terminológicas y traductológicas.
4. Finalmente, hemos confirmado la hipótesis inicial planteada. El
conocimiento terminológico, las tareas de documentación y la
resolución de determinados dilemas traductológicos son de vital
importancia para trasladar la información de forma adecuada.
Asimismo, se debe atender a la competencia lingüística de los
profesionales que tratan con el léxico relacionado con el
terrorismo, en particular, y con otras formas de violencia, en
general, pues como hemos evidenciado a lo largo del presente
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estudio, en el fenómeno del terrorismo están implicados no solo
factores sociales, jurídicos o políticos, sino también culturales.
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