Carmen Cuéllar Lázaro 299
Hikma 23(1) (2024), 289 - 314
publicarse en formato papel tres diccionarios: el Medizinisches Wörterbuch
Deutsch-Spanisch de Tamayo (1999)
, el Medizinisches Wörterbuch Deutsch-
Spanisch-Portugiesisch de Nolte-Schlegel y González (2001, si bien en 2004
se publica la segunda edición y, en 2013, la tercera) y el Diccionario de
medicina alemán-español de Ruiz y Ruiz (2001). Una década después, en
2011, Tamayo publica además el Diccionario médico español-alemán,
Medizinisches Wörterbuch Spanisch-Deutsch
. En adelante, nos referiremos
a estos diccionarios abreviándolos como Tamayo1999, Nolte, Ruiz y
Tamayo2011,
respectivamente.
Desde la perspectiva del traductor médico, Navarro nos presenta, en
2003, con el sugerente título Diccionarios médicos alemán-español ¿cuál me
compro?, un estudio comparativo de los diccionarios Tamayo (1999), Nolte y
Ruiz al que añade un cuarto, el Diccionario médico Roche (1993), coordinado
por el Dr. Boss, mencionado como Roche en este estudio. En el caso de este
último, se trata de un diccionario enciclopédico monolingüe en español que
incorpora en anexo un glosario alemán-español (pp. 1937-2178)
8
. Tras un
interesante análisis, Navarro concluye que el diccionario Ruiz (con unas
30 000 entradas en la sección alemán-español) es el único verdaderamente
pensado desde un principio para traductores médicos profesionales, es decir,
para traductores que conozcan bien el lenguaje médico alemán y español.
Este diccionario es, con diferencia, el más completo de los diccionarios
comparados
9
. En el otro extremo se halla Nolte (con 4 000 entradas), que va
dirigido a los médicos que trabajan en extranjero y su finalidad es facilitar la
comunicación básica; sin embargo, este resulta de poca utilidad para el
traductor profesional. A medio camino están los diccionarios Roche y
Tamayo1999, que pueden considerarse obras lexicográficas de tamaño
medio. El diccionario enciclopédico Roche (con unas 36 000 entradas)
consiste en el más especializado de los tres y va dirigido a un lector con
amplios conocimientos de medicina, pero no está pensado como diccionario
bilingüe
10
. Por último, el diccionario Tamayo1999 (con más de 20 000
8
Roche proporciona, asimismo, un glosario inglés-español al final del diccionario (pp. 2179-
2362).
9
La sobreabundancia de sinónimos que ofrece, sin embargo, puede llegar a ser una desventaja
para el traductor, pues registra incluso aquellos que están en desuso. Además, como veremos
más adelante en los ejemplos, el orden de los sinónimos en una entrada viene marcado de
manera alfabética y no por la frecuencia de uso, lo que dificulta la tarea del traductor, quien tiene
que conocer muy bien de antemano el lenguaje de la medicina en el idioma de llegada (Navarro,
2003, p. 95).
10
Navarro (2003) considera que, dada la abundancia de germanismos léxicos y conceptuales,
Roche
parece más útil como diccionario bilingüe para quienes traduzcan del inglés o del francés,
«pues el riesgo de incurrir en germanismos médicos es prácticamente nulo para quienes
traducen desde esas lenguas, por mucho que se sirvan de un diccionario médico traducido del
alemán» (p. 116).