4 Análisis y traducción de los convenios reguladores de divorcio […]
Hikma 24(2) (2025), 1 - 29
1. LA TRADUCCIÓN JURÍDICA Y EL ANÁLISIS TEXTUAL CONTRASTIVO
Uno de los principales desafíos de la traducción de textos jurídicos
deriva de la falta de un sistema de referencia común (Gémar, 2002; Terral,
2004; Holl, 2012). Cada sistema jurídico tiene sus propios conceptos,
profundamente arraigados en un contexto cultural específico, por lo que no
siempre existen equivalentes nocionales en otros sistemas jurídicos
(Franzoni de Moldavsky, 1996; Harvey, 2002). A este desafío, se suma la
complejidad estilística de los textos jurídicos, redactados en un lenguaje de
especialidad hermético y opaco (Alcaraz y Hughes, 2002). Respecto a este
punto, como ya hemos anunciado, el análisis descriptivo textual de corte
contrastivo ha demostrado ser una etapa pretraslativa útil, con implicaciones
positivas para la reformulación del texto de llegada (Holl, 2011; Vigier Moreno,
2020).
La mayoría de los modelos de análisis, pese a haber acuñado distintas
nomenclaturas y definiciones, coinciden en contemplar diversos niveles o
parámetros de análisis. Por ejemplo, el modelo de análisis «multinivel» de
Valderrey Reñones (2006, 2017) distingue entre el nivel situacional, el
funcional, el de contenido semántico y el formal-gramatical (2017, pp. 59-60).
Vigier Moreno (2020), por su parte, en línea con este modelo, destaca tres
niveles textuales: el extratextual, el macrotextual y el microtextual. El nivel
extratextual se refiere a «la situación comunicativa del texto origen y del texto
meta y a la contextualización conceptual del género» (Vigier Moreno, 2020,
p. 40). El nivel macrotextual «guarda relación con la identificación textual, la
función textual y la disposición textual o macroestructura» (Vigier Moreno,
2020, p. 40). El nivel microtextual comprende los «aspectos lingüísticos, ya
sean léxico-terminológicos, discursivo-fraseológicos o sintáctico-
gramaticales» (Vigier Moreno, 2020, p. 40). Este tipo de análisis permite
familiarizarse con la estructura y el contenido de los textos que se han de
traducir, no para adaptarlos, sino para conocer sus coincidencias y contrastes
y así prever posibles problemas de traducción (Borja Albi, 2005; Mayoral
Asensio, 2007; Holl, 2012).
Para resolver los problemas de traducción que plantea un texto, existen
diversas técnicas traductoras, cuya adecuación cabe valorar en cada caso
concreto. Según Hurtado Albir (2001/ 2008), la técnica de traducción es «el
procedimiento verbal concreto, visible en el resultado de la traducción, para
conseguir equivalencias traductoras» de «zonas menores del texto» (pp.
256-257). En el caso de la traducción jurídica, se han propuesto diversas
técnicas traductoras en función del elemento textual que se ha de traducir y
el encargo de traducción (Borja Albi, 2005; Orozco, 2014). Así, por ejemplo,
para la terminología, se proponen técnicas como la transcripción, el
equivalente literal o palabra por palabra, el equivalente funcional, el préstamo,