Tomás Martín Hernández Investigador independiente filocf67@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-0617-3933
Creaciones (in)humanas es un riguroso estudio de cómo la ficción ha tratado la aplicación de la tecnología al propio ser humano, así como de las consecuencias de tal propósito. A pesar de la habitual defensa de lo que se
viene denominando «naturaleza humana», el intento de alterarla y suplantarla ha sido una constante en nuestra historia. Para ello, hemos utilizados diversas técnicas con el objetivo de mejorar tanto la adaptación a diferentes entornos como la apariencia estética de los seres humanos. La ciencia ficción ha sido una de las manifestaciones artísticas que se ha encargado de expresar estas transformaciones y cambios que el ser humano se ha aplicado a sí mismo. Interpretar estas como «logros humanos» o, por el
contrario, como «aberraciones inhumanas», es lo que se ha propuesto Débora Madrid en su ensayo. Pero, además de acometer tan controvertida problemática, lo hace desde el casi inexplorado terreno del análisis del cine de ciencia ficción español.
Con mucha frecuencia, la ciencia ficción en general se ha interpretado como una fórmula más de lo fantástico, con la única pretensión del entretenimiento. Incluso en la mayoría de ocasiones este género artístico, para el que el cine se ha convertido en su mejor forma de difusión, ha sido tratado como «de segunda categoría». Sin embargo, desde análisis alternativos, la ciencia ficción surge de la ciencia real para modificarla, introducirla en estructuras narrativas y problematizarla. Desde esta interpretación «prospectiva» la ciencia ficción, muy lejos de ser sólo especulativa, es un reflejo del desarrollo científico y, sobre todo, de sus posibles riesgos. Es muy habitual que este género se asocie a desastres causados por la ciencia, al poder destructivo de algunas tecnologías o a los efectos imprevistos que puede generar. Lo que, en la mayoría de los casos, nos introduce en diversos ambientes distópicos con un claro significado crítico. No es, por lo tanto, casual que este género se haya originado y desarrollado en culturas con una destacada evolución científica y tecnológica, generadoras de sueños y pesadillas, como la de los países anglosajones.
Es este el escenario del que parte Débora Madrid para analizar la relación de la ciencia ficción con el cine español en lo que a la aplicación de tecnologías al ser humano se refiere. Y con este propósito elabora una obra de investigación cuya estructura consta de un prólogo en el que se defiende a la ciencia ficción como forma de arte; una exhaustiva introducción en el que despliegan los problemas fundamentales que pretende acometer; el detallado análisis de cinco películas, especialmente representativas de la producción cinematográfica española, dedicadas a la temática objeto de estudio; una serie de conclusiones teóricas obtenidas como resultado del proceso de investigación a modo de epílogo y, finalmente, una filmografía en la que se citan más de 140 películas.
Es en la introducción donde se aborda de manera especialmente detallada el panorama de desencuentros, pero también de encuentros, entre la ciencia ficción y el cine español. Que esta conexión haya sido especialmente compleja, aunque en absoluto inexistente, como se esfuerza en repetir la investigadora, se ha debido a múltiples causas. Estás han ido desde la situación de España como país con otras prioridades culturales por encima de la ciencia hasta la preferencia de nuestro cine por el realismo, pasando por la influencia de la Iglesia católica y la escasez, o el desconocimiento, de referencias culturales
nacionales vinculadas al género. A lo que habría que sumar, por un lado, la defensa de la identidad cultural y nacional frente a un género que acomete temáticas de carácter universal, y, por otro, el reducido interés académico demostrado hacia el mismo. Aun así, tales dificultades no han impedido una profusa producción de películas pertenecientes al género, que la autora pretende en este trabajo rescatar del olvido y analizar cuidadosamente.
Tras esta ardua labor de situar los problemas de la ciencia ficción en un país de coordenadas culturales y de producción cinematográfica tan peculiar como el nuestro, Débora Madrid acomete el detallado análisis de cinco títulos especialmente significativos. La relevancia tanto de sus logros estéticos como argumentales las convierten en las cotas más altas de una producción cinematográfica mucho más amplia y siempre, como no podría ser de otra manera, bajo el influjo de las tendencias internacionales En estas cinco películas abundan temáticas como la criogenización, la realidad virtual, la transgénesis humana, el transhumanismo, la resurrección mediante distintas tecnologías, la replicación de la memoria, la inteligencia artificial o la llegada de la singularidad tecnológica. Todas ellas situadas bajo el denominador común de las alteraciones y suplantaciones sufridas cuando el ser humano se aplica la tecnología a sí mismo.
Como resultado de su estudio Débora Madrid propone una serie de conclusiones que, necesariamente, tendrán que tener en cuenta todos los posteriores investigadores interesados en el cruce entre ciencia ficción y cine español. Entre todas ellas destacan, a pesar de ser problemáticas presentes en gran parte de la ciencia-ficción en general, la diferencia entre lo natural y lo monstruoso, la reflexión ética y política del complejo científico-tecnológico, la responsabilidad moral de los científicos o, desde una perspectiva global, la siempre ambigua relación del ser humano con sus creaciones tecnológicas.
Con todo ello, en Creaciones (in)humanas no sólo se consigue completar un histórico vacío académico partiendo de pioneros e interesantes acercamientos previos, sino que se acomete la resolución de cuatro aparentes contradicciones. En primer lugar, son muchos los argumentos utilizados por su autora para reforzar la idea de que lo real y lo imaginario, mundos aparentemente separados, se retroalimentan continuamente. En segundo lugar, al buscar el punto de partida de la «ciencia-ficción», expresión en
principio paradójica, la ciencia real que se realiza en universidades y laboratorios de todo el mundo aparece como uno de sus más importantes protagonistas. En tercer lugar, en el caso concreto de la aplicación que el ser humano ha hecho de la tecnología para transformarse a sí mismo, en el que surgen los inevitables riesgos y necesidades de regulación, surgen, asimismo, toda una serie de posibilidades y resoluciones de problemas Y, por último, a partir de la investigación emprendida por Débora Madrid, que el lector puede disfrutar leyendo su libro, hablar de «ciencia-ficción en el cine español» no causará ya extrañeza, como si estuviéramos refiriéndonos a algo raro o inexistente.