image


La URSS y el Bloque del Este a través del NO-DO (1943-1975) The USSR and the Eastern Bloc through NO-DO (1943-1975)


Daniel Roig Sanz Universitat de Barcelona danielroig@ub.edu

image https://orcid.org/0000-0003-4905-6833


Resumen


Este artículo analiza el tratamiento informativo que realizó el NO-DO sobre la URSS y el llamado Bloque del Este, desde su aparición como noticiario, el 4 de enero de 1943, hasta el final del franquismo en 1975. Con ello, también se pretende destacar cuáles fueron los elementos principales que caracterizarían a la propaganda franquista durante la Guerra Fría, y cómo evolucionaría su retórica anticomunista respecto a las democracias populares de la Europa centro-oriental a través de su noticiario oficial. Por consiguiente, el presente texto parte de la revisión y evaluación de las más de 600 noticias localizadas a lo largo del periodo estudiado, no solo en las diferentes ediciones semanales del noticiario, sino también mediante algunos de los productos audiovisuales más importantes que produciría el NO-DO: Documentales Blanco/Negro (1943-1977), Revista Imágenes (1945-1968) y Documentales Color (1954-1981). En suma, un compendio de fuentes primarias audiovisuales que también muestran cómo los contenidos del NO-DO fueron, en realidad, un reflejo parcial y sesgado de las relaciones entre la España franquista y los países del Bloque del Este.


image

Abstract


This article analyses the media coverage provided by the NO-DO on the USSR and the so-called Eastern Bloc, from its debut as a news programme on January 4, 1943, until the end of Franco's regime in 1975. It also aims to highlight the key elements that characterised Franco's propaganda during the Cold War and how its anti-communist rhetoric toward the People’s democracies of Central and Eastern Europe evolved through its official news programme. Consequently, this article is based on the review and evaluation of over 600 news items from the period studied, not only in the various weekly editions of NO-DO’s news programme but also through some of its most significant audiovisual products: Documentales Blanco/Negro (1943–1977), Revista Imágenes (1945–1968), and Documentales Color (1954–1981). In short, this is a compendium of primary audiovisual sources that demonstrates how the content of NO-DO was, in reality, a partial and biased reflection of the relations between Franco's Spain and the countries of the Eastern Bloc.


Palabras clave


NO-DO; Franquismo; anticomunismo; propaganda; URSS; Bloque del Este; Guerra Fría.


Keywords


NO-DO; Francoism; Anti-communism; propaganda; USSR; Eastern Bloc; Cold War.


  1. Introducción

    Si bien la victoria de las tropas franquistas en 1939 supuso la ruptura de toda relación diplomática con la Unión Soviética, durante la segunda mitad de los años cuarenta España también acabaría rompiendo relaciones con buena parte de los países de la Europa centro-oriental, a medida que se fueron imponiendo las nuevas democracias populares. Esta situación se mantendría, en realidad, hasta la misma muerte de Franco en noviembre de 1975. Aunque los mismos vaivenes de la Guerra Fría, así como las necesidades cambiantes del régimen y de sus enemigos, también permitiesen que en muchos momentos se flexibilizasen posturas, se abriera algún tipo de relación e intercambio, o incluso se llegase al reconocimiento parcial. Ante esta compleja evolución, ¿cómo trataría informativamente la empresa estatal española Noticiarios y Documentales -más conocida por su acrónimo NO-DO- las relaciones entre España y el Bloque del Este? Y, lo que es más importante, ¿qué interpretación y mensaje quiso transmitir el NO-DO al público español sobre lo que sucedía más allá del telón de acero?

    En efecto, el principal objetivo del presente trabajo es analizar cómo retrató y qué imagen divulgó el NO-DO sobre el llamado Bloque del Este en España. Y, al mismo tiempo, examinar cómo evolucionó el tratamiento informativo que realizaría la empresa sobre la URSS y el resto de los regímenes comunistas de la Europa centro-oriental, desde su primer noticiario, el 4 de enero de 1943, hasta el final del franquismo en 1975. Con ello, también se pretende destacar cuáles fueron los elementos principales que caracterizarían a la propaganda franquista durante el periodo estudiado. No solo a través de las diferentes ediciones semanales de sus noticiarios -de visualización obligatoria hasta septiembre de 1975-, sino también mediante algunos de los productos audiovisuales más importantes que produciría el NO-DO a lo largo de su historia: Documentales Blanco/Negro (1943-1977), Revista Imágenes (1945-1968), y Documentales Color (1954-1981). Una cuestión que, si bien ha sido estudiada de forma parcial -con estudios monográficos sobre acontecimientos o periodos concretos-, nunca ha sido abordada de forma amplia, a pesar de la extensa producción científica que se ha ido publicando sobre el NO-DO, especialmente durante los últimos


    quince años1. De hecho, este relativo desinterés también responde, en un plano más general, a la escasez de estudios sobre las relaciones entre España y los países del Bloque del Este. Una temática que todavía suscita numerosos interrogantes y lagunas a nivel historiográfico, aunque, ciertamente, también se hayan realizado en este sentido importantes avances durante los últimos años2.

    Con todo, en lo que concierne a cuestiones metodológicas, se ha optado por estructurar el trabajo siguiendo a grandes rasgos la periodización clásica de la dictadura franquista, y por un acercamiento panorámico al objeto de estudio, tanto por la extensión del periodo tratado, como sobre todo por los límites de espacio del propio texto. Aun así, si bien este ha sido el planteamiento central, no cabe duda de que la investigación se ha apoyado en un exhaustivo vaciado de las fuentes primarias audiovisuales que aportará el NO-DO sobre los países del Bloque del Este a través de los diferentes productos audiovisuales mencionados anteriormente, con más de 600 referencias localizadas entre 1943 y 19753.

    En suma, es por medio de todo este material audiovisual de archivo que, efectivamente, el público español conocería qué es lo que pasaba en la Europa comunista. Un conocimiento que, en todo momento, y por razones obvias, sería sumamente limitado y totalmente sesgado. Pero que, en cierto modo, como se pretende demostrar, también sería un reflejo parcial de las relaciones entre la España franquista y los países del Bloque del Este.


    image

    1 La mayoría de los estudios temáticos, relacionados con el presente objeto de investigación, han sido en efecto sobre el periodo de la II Guerra Mundial (Alegre, 1991; Garrido, 1993; Tranche y Sánchez-Biosca, 1994; Hernández Robledo, 2008), mientras que tan solo uno ha abordado la cuestión del anticomunismo de forma panorámica (Barranquero Texeira, 2018). De otro lado, para una compilación exhaustiva sobre la producción científica que ha abordado el NO-DO valga de ejemplo el último número de la revista Filmhistoria online (Rosich Argelich y Crusells Valeta, 2023). Para una panorámica sobre el NO-DO: Abella y Cardona (2008), y Rosich Argelich (2023).

    2 Si bien este no es el principal objetivo del presente estudio, parece oportuno igualmente mencionar algunas obras de carácter general (Eiroa, 2001). Y, naturalmente, el dossier de la revista Ayer, publicado en el año 2007 en su número 67, y editado por Matilde Eiroa y María Dolores Ferrero Blanco, Las relaciones de España con Europa centro-oriental (1939-1975). Aun así, la mayoría de los trabajos existentes hasta la fecha han sido sobre las relaciones entre España y la URSS (Suárez Fernández, 1987; Garrido Caballero, 2006; Chechkin, 2009; Volosyuk, 2019). Al mismo tiempo, para una historia del franquismo con un exhaustivo compendio bibliográfico destaca por su alto valor historiográfico la reciente obra de Nicolás Sesma (2024).

    3 Nota metodológica: el análisis se ha centrado sobre todo en el tratamiento informativo que realizaría el NO- DO, en los contenidos locutados, en el montaje de las imágenes, y, por supuesto, en los elementos político- ideológicos que destacó el propio noticiario durante el periodo estudiado. De otro lado, para facilitar la identificación del número de noticiario y la edición tratada, a lo largo del texto serán citados entre paréntesis. Asimismo, los fragmentos de narración aparecen entrecomillados, y han sido extraídos a partir del visionado de todos los productos audiovisuales del NO-DO que se encuentran en la Filmoteca Española a través del portal de RTVE https://www.rtve.es/filmoteca/no-do/. Para aquellos noticiarios que no se ha conservado el audio se han consultado los programas de mano que editó semanalmente el NO-DO.


  2. Las primeras visiones sobre la URSS y el naciente Bloque del Este: de la II Guerra Mundial a finales de los años cuarenta


    Cuando el NO-DO nació de iure el 17 de diciembre de 1942 por orden de la Vicesecretaría de Educación Popular, España todavía mantenía en el Frente del Este a miles de combatientes de la División Azul luchando contra el ejército rojo, integrados dentro de la 250.ª división de infantería de la Wehrmacht (Núñez Seixas, 2016). De hecho, en su primer noticiario, estrenado el 4 de enero de 1943, ya aparecen mujeres de la Sección Femenina de Falange confeccionando paquetes navideños para enviarlos «a los heroicos voluntarios de la División Azul» que, «en las heladas tierras de Rusia, conquistan nuevas glorias para la patria» (1 A) (Alegre, 1991)4. Desde entonces hasta el 31 de diciembre de 1945, el NO- DO produciría 156 noticiarios, de los cuales el frente del Este representaría el 14,5% sobre el total de noticias proyectadas sobre la II Guerra Mundial, y aproximadamente un 4,5% sobre el total de informaciones ofrecidas por los noticiarios durante este mismo periodo (Garrido, 1993: 327).


    image


    F1. Fotograma del primer noticiario del NO-DO, con una imagen de las latas de comida que formarían parte del aguinaldo de Navidad organizado por la Sección Femenina de Falange para los combatientes de la División Azul (1 A, 4 de enero de 1943).


    image

    4 Entre las imágenes de este primer noticiario, significativamente destacan, como muestra de la influencia del falangismo durante esta primera etapa del NO-DO, los primeros planos de la obra publicada en 1939 por Editora Nacional, Las ideas políticas modernas: el liberalismo, del neofalangista Gonzalo Torrente Ballester, e incluida dentro del aguinaldo navideño mencionado.


    Naturalmente, la principal característica del tratamiento que hizo el noticiario sobre la guerra, tal como han subrayado diferentes estudios, fue tratar los acontecimientos bélicos desde la perspectiva de las potencias del Eje, al menos en lo que concierne al frente del Este. De este modo, mientras que el ejército alemán liberaba poblaciones -siguiendo la misma terminología que había usado el bando insurrecto durante la Guerra Civil-, cualquier avance soviético era omitido.

    Esta retórica se mantendría hasta el final de la guerra, aunque en realidad el frente del Este fuese perdiendo importancia. Sobre todo, a partir de 1944, cuando los combates en el frente del Pacífico, y especialmente en el resto de Europa, empezaron a tomar relevancia. No en vano, fue entonces cuando se consolidaría la teoría de los tres frentes: en la guerra contra la URSS, España adoptaba una posición pro-Eje; en la guerra entre los países del Eje y los aliados, España mantenía la neutralidad; y en la guerra contra el Japón, se adoptaba una posición nítidamente proaliada. Este ambiguo y contradictorio equilibrio quedaría reflejado de forma tácita en los noticiarios, aunque a decir verdad el único frente donde no hubo vacilaciones interpretativas sería, efectivamente, en el frente del Este (Tranche y Sánchez-Biosca, 1994: 138).

    Esto no excluyó, por supuesto, que el NO-DO no omitiese, de nuevo, aspectos importantes como la existencia de la llamada Legión Azul -oficialmente, Legión Española de Voluntarios-, que, substituyendo a la División Azul después de ser esta disuelta en septiembre de 1943, lucharía en el frente del Este hasta abril de 1944, cuando Madrid ya no pudo resistir más las presiones aliadas para que desmantelase de una vez por todas toda ayuda militar a la Alemania nazi. Es más, todavía el 2 de abril de 1945, cuando el ejército rojo ya se encontraba a las puertas de Berlín, el NO-DO aun insistía en el mantenimiento de la lucha alemana en el frente soviético, obviando totalmente cualquier dato objetivo sobre la situación real en que se encontraba el ejército alemán (118 B).

    Así las cosas, cuando el 14 de mayo de 1945 el NO-DO lanzó el primer noticiario después de la derrota alemana, con una retrospectiva completa de la guerra, e intitulado La paz vuelve a Europa, paradójicamente ya no aparecería ninguna referencia a la URSS, ni por supuesto a la División Azul. Sino que meramente se señalaba la destrucción generalizada del continente, y la neutralidad que

    había mantenido «el gobierno del generalísimo Franco», bajo el cual España


    había contribuido «a tareas humanitarias como la de los canjes de prisioneros», según se desprendía de la locución del reportaje. Pero lo más llamativo era la mención que hacía de «las figuras descollantes de la actualidad del mundo», aludiendo a Roosevelt, Truman, Eisenhower o a Winston Churchill, pero obviando a Stalin (124 A). En suma, a tenor de la crónica, parecía que la URSS ni tan solo había participado en la guerra.

    Evidentemente, estas omisiones no eran casuales. Formaron parte de la nueva retórica del régimen para sobrevivir en un clima internacional hostil, así que, consecuentemente, el NO-DO también reorientaría sus contenidos, haciendo desaparecer la URSS de las pantallas españolas durante un largo periodo. Es más, exceptuando las conmemoraciones relacionadas con la guerra de España, como, por ejemplo, las de abril de 1946 -con imágenes de la hoz y el martillo, retratos de Stalin, y pancartas con un Viva la URSS (170 A)- durante todo ese año solamente aparecerían dos menciones directas a la Unión Soviética, y ambas en el contexto de las reuniones celebradas en las Naciones Unidas (194 A y 204 A).

    Por otra parte, si bien entre 1947 y 1948 aparecerán numerosas referencias sobre incidentes entre comunistas y anticomunistas en diferentes partes del mundo, curiosamente tampoco se ofreció ningún reportaje sobre la expansión de los nuevos regímenes comunistas en la Europa centro-oriental (Barranquero Texeira, 2018: 106-110). Como tampoco se divulgó ninguna información sobre las relaciones de España con los países del Este, o hechos relevantes como el reconocimiento que haría el gobierno rumano de Petru Groza el 22 de mayo de 1946 del gobierno español al exilio. Sea como fuere, para informarse sobre lo que sucedía más allá del telón de acero -en el NO-DO este concepto no se usaría hasta principios de la década siguiente-, el público español tendría que hacerlo por medio de otros canales de información, en la mayoría de los casos igual de parciales y con un claro sesgo ideológico5.


    image

    5 Naturalmente, nos referimos a la prensa y a las múltiples obras de carácter anticomunista que se publicaron a lo largo del periodo, de la mano de propagandistas como Eduardo Comín Colomer, Teodoro Toni Ruiz, Federico García Sánchez, Agustín del Río Cisneros, o el mismo Luis Carrero Blanco, bajo el seudónimo de Juan de la Cosa (Garrido Caballero, 2006: 333-410). De otro lado, sobre el papel de Carrero Blanco es útil el trabajo de Valdera Gil y Barros García (2020).


    Con todo, la gran excepción, sin lugar a duda, sería el Bloqueo de Berlín, el primer gran conflicto de la Guerra Fría. Hasta en diez ocasiones aparecía esta cuestión entre 1948 y 1949, si bien solamente en tres se ha conservado el audio con la narración original para el público español.6 No obstante, no cabe duda de que el marco interpretativo que adoptaría el NO-DO sobre el asunto sería el anglosajón, tanto por la posición que tomaría el régimen, como por quien suministraba las imágenes, Universal News o Gaumont British Picture Corporation. Así pues, al anticomunismo consubstancial, se le sumó la interpretación jurídica de las potencias occidentales presentes en Alemania sobre la ilegalidad del bloqueo soviético (300 B). Para el NO-DO, era evidente que la «intransigencia soviética» era «un foco de peligro para la paz mundial» (301 A). Y, de hecho, así lo continuaría siendo para los noticiarios del régimen hasta mediados de los años sesenta.


  3. Los años 50: entre el mantenimiento de la retórica anticomunista y los primeros síntomas de cambio


    Hacia 1950, la atención mediática del NO-DO hacia el Bloque del Este siguió siendo prácticamente inexistente. De hecho, solo la situación en Berlín -ahora ya dividida de iure en dos estados- siguió apareciendo periódicamente en los noticiarios. Sin embargo, más allá de la cuestión alemana, donde realmente el NO-DO pondría el foco, fue en la Guerra de Corea. Solo en julio de 1950 dedicaría hasta cuatro reportajes a la cuestión. Y ya en el quinto noticiario sobre el conflicto, lanzado el 7 de agosto de 1950, explícitamente clamaba «contra el invasor instigado por Moscú».7 A ojos del régimen, pues, la URSS seguía siendo la culpable de cualquier suceso negativo que tuviese lugar en el mundo. El escenario internacional había cambiado, pero el viejo lema ¡Rusia es culpable! que algunas figuras como Ramón Serrano Suñer habían lanzado en junio de 1941, seguía vigente.


    image

    6 Concretamente, los noticiarios que conservan íntegramente el audio son el 290 A, el 300 B y el 301 A. Mientras que el resto o bien están sin audio o solo se conserva la música, o la narración en inglés.

    7 Los noticiarios mencionados corresponden a los números 392 B, 394 A, 395 A y 395 B. Ninguno de ellos conserva el audio, así que la mención en cuestión se ha documentado a partir del programa de mano del número 396 A.


    Fue en este contexto que el 1 de enero de 1951 el NO-DO llevaría a las pantallas la entrevista que Franco había concedido a la cadena norteamericana CBS8. Y la selección que hizo de las «trascendentales declaraciones» a través de sus dos ediciones semanales no era casual: «España hubiera deseado que en su experiencia y sacrificios hubiera aprendido el mundo. Y se hubiese evitado esta hora de angustia en la que se nos ha dificultado con el aislacionismo» (417 B). Se trataba de un mensaje de tono pedagógico y justificativo de la situación internacional en que se encontraba España, dirigido a la población española, pero sobre todo a la opinión pública norteamericana. Y es que, después de haber mantenido contactos discretos con Washington desde al menos 1948, todo parecía apuntar a que la nueva coyuntura internacional abierta con la Guerra de Corea también podía conllevar consecuencias positivas para España, y así poner fin al aislacionismo (Liedtke, 1998; Martínez Álvarez, 2023: 393- 410). Franco se erigía en el adalid del anticomunismo. Y lo que es más importante para el presente objeto de estudio: por primera vez, el NO-DO también divulgaba cuál era la interpretación del régimen sobre lo que sucedía al otro lado del telón de acero: todos los pueblos se habían visto «sumidos a la servidumbre o amenazados por el comunismo en su existencia», debido a la

    «propagación del mal», que, como no podía ser de otra manera, venía de la Unión Soviética (417 A y B).

    En suma, la tesis conectaba plenamente con las ideas del macartismo político y cultural norteamericano9. Así que, por consiguiente, el régimen seguiría explotando esta narrativa a lo largo de la siguiente década, tal como se verá más adelante.

    A este respecto, unos meses después de esta entrevista, y de que Franco hubiese introducido en julio de 1951 una nueva remodelación gubernamental

    -con la inserción del antiguo comandante de la División Azul, Agustín Muñoz- Grandes, al frente del ministerio del Ejército-, el NO-DO también empezaría a interesarse por la cuestión de los refugiados germanoorientales. La primera


    image

    8 Dentro de la notable producción académica sobre las relaciones del régimen franquista con la prensa y los corresponsales extranjeros destaca por su sistematización y visión panorámica la obra de Reckling (2016). Al mismo tiempo, entre una selección mínima de estudios más periodizados sobre la cuestión resaltan los trabajos de Fernández Fernández-Cuesta (2013), Muñoz Soro (2014), o el más reciente de De Diego González (2022).

    9 No es baladí que, según Ángel Viñas, existiese un lobby español en Estados Unidos, integrado por los senadores Arthur Vandenberg, James E. Murphy, Joseph McCarthy o, entre otros, Patrick McCarran, el cual sería condecorado por la embajada española de José Félix de Lequerica «por su excepcional devoción a España» (Viñas, 2003: 57-61).


    noticia aparecería el 15 de octubre de 1951, y hacía referencia -sin mencionar ninguna fuente- a los supuestamente «200.000 exiliados de Silesia» llegados a Múnich (458 A). Desde entonces y hasta noviembre de 1956, cuando aparecería la primera noticia sobre los sucesos de Hungría, esta cuestión monopolizaría la -siempre escasa- información del NO-DO sobre los países del Bloque del Este. De hecho, a lo largo de este periodo la cuestión alemana con epicentro en Berlín aparecería en una quincena de veces, fuese para informar sobre los refugiados y exiliados -en la mayoría de las ocasiones sin ningún dato que ayudase a situar cronológicamente los hechos-; fuese por la «obstinada oposición soviética» (578 A); por problemas de paso entre una parte y la otra (641 A); o por disturbios de carácter político en la ciudad (650 B). En suma, fuese por la razón que fuese, había una idea reiterativa: los ciudadanos huían del

    «terror soviético». Un terror que, como se decía en marzo de 1953, «cada vez se extiende más detrás del telón de acero» (531 B).

    Pero si hubo un hecho del que se informaría de forma relativamente puntual, este sería la revuelta que se produjo en el Berlín oriental en junio de 1953, con dos breves reportajes que saldrían a la luz en julio y agosto de ese mismo año (respectivamente, 548 B y 554 A). Este conflicto no solo aparecería también al año siguiente, con motivo del primer aniversario de la revuelta (599 A), sino que algunas de las imágenes exhibidas volverían a reaparecer en numerosas ocasiones, fuese a la hora de analizar los hechos de Budapest de 1956, o para explicar la construcción del muro de Berlín, ya a principios de la siguiente década.

    Sin embargo, esta encendida retórica contra el «terror soviético», no fue óbice para que ambos países iniciasen un progresivo acercamiento en forma de tanteos secretos, y siempre a través de terceros países (Suárez Fernández, 1987: 131-132). Ni Madrid ni Moscú buscaban ningún reconocimiento por parte del otro. Pero había ciertas cuestiones pendientes que todavía se arrastraban desde la Guerra Civil: desde el famoso oro de Moscú hasta el anhelado retorno de los antiguos veteranos de la División Azul, por aquellas fechas todavía en suelo soviético, y sin que los servicios de inteligencia del régimen conociesen con exactitud cuál era su paradero (Chechkin, 2009). Abordar estas cuestiones, pues, no era tarea fácil. Pero si un hecho ayudó a desatascarlos, éste fue la


    muerte de Stalin en marzo de 1953, y por supuesto la salida progresiva de España de su aislamiento internacional.

    En efecto, el primer hito importante nacido de estos primeros contactos se produciría el viernes 2 de abril de 1954, con la llegada al puerto de Barcelona de 286 veteranos de la División Azul a bordo del Semíramis, que había sido fletado en Odesa por la Cruz Roja francesa. La noticia no aparecería en ninguno de los noticiarios semanales del NO-DO. Pero la empresa sí que produciría un reportaje para Documentales Blanco y Negro con una edición especial: Regreso a la Patria. Un reportaje que, como cabía esperar, no solo mostraba la solemnidad de la efeméride con imágenes del ministro secretario general del Movimiento Raimundo Fernández Cuesta, del ministro del Ejército teniente general Muñoz-Grandes, o del delegado nacional de Sanidad Agustín Aznar, recibiendo a los antiguos combatientes, sino que también serviría para exaltar las virtudes del régimen. Al fin y al cabo, la repatriación se había producido

    «merced a los desvelos de Franco y de su gobierno»10. Y, naturalmente, más allá de mencionar «las penalidades del cautiverio» el documental obviaba, esta vez, toda otra referencia que pudiese enfurecer a los nuevos dirigentes soviéticos.

    De hecho, este tácito acuerdo entre bambalinas -que el NO-DO jamás explicaría en sus noticiarios- continuaría a lo largo de los dos siguientes años: en 1955, por ejemplo, España entraría en la ONU sin el veto de la URSS. Mientras que en septiembre de 1956 eran repatriados, de nuevo, 532 españoles «después de veinte años de ausencia», como relataría el noticiario que aparecería el 8 de octubre, esta vez desplazando al equipo de operadores al puerto de Valencia (718 A). Aun así, si bien el asunto de las repatriaciones tendría un fuerte eco en la prensa, sorprendentemente el NO-DO no volvería a tratar la cuestión (Young, 2014; Elpatevskii, 2002).

    Por otra parte, a la semana siguiente de informar sobre esta nueva repatriación, un nuevo hecho volvería a aparecer en los noticiarios del NO-DO. Y esta vez no era Berlín, sino Polonia y la revuelta que se había producido en junio de 1956 en


    image

    10 En este sentido, para algunas autoras como Magdalena Garrido, si bien la dictadura instrumentalizaría a los ex divisionarios «en aras de la propaganda del Régimen contra el comunismo en el exterior (…), lo cierto es que el interés de la dictadura estuvo más en repatriar a los divisionarios que en preocuparse por el destino de otros colectivos de españoles que podrían acarrear recelos de filocomunismo» (Garrido Caballero, 2006: 363- 364). De otro lado, para un análisis más fílmico que histórico de las imágenes, el montaje, los comentarios, y el sonido y la música utilizados en el documental Regreso a la Patria la referencia continúa siendo el trabajo de Sergio Alegre (1991).


    la ciudad de Poznan. Para el NO-DO las imágenes que llegaban del juicio contra los protagonistas que se habían lanzado a la calle «al grito de pan y libertad contra el yugo de la ocupación bolchevique», revelaban «el grado de fermentación antisoviética existente en los países situados tras el telón de acero» (719 A). Por todo ello, «España, vanguardia del anticomunismo, comprueba ahora cómo los acontecimientos políticos internacionales demuestran la verdad y la fuerza de nuestros asertos» (722 B).

    Al fin y al cabo, este hilo argumental era el que había ido exponiendo insistentemente desde los inicios de la Guerra Fría para salir de su aislacionismo. El otro hecho importante que trataría el NO-DO inmediatamente después de informar sobre Poznan, sería la revuelta de Budapest. Y en este último caso lo haría de forma abundante: desde la primera noticia aparecida el 12 de noviembre, justo un día después de que terminasen propiamente los hechos bélicos en toda Hungría, hasta mediados de diciembre, la cuestión húngara saldría en todos los noticiarios y prácticamente en todas las ediciones semanales. Inclusive, el 17 de diciembre de 1956, el NO-DO informaba de un festival cinematográfico en Madrid a favor de las víctimas de Hungría, y donde como estrella del acto destacaba el joven actor Pablito Calvo (728 A), el cual precisamente había protagonizado diferentes películas del cineasta húngaro afincado en España Ladislao Vajda.


    image

    F2. Fotograma del NO-DO con una imagen del Festival cinematográfico a favor de las víctimas de Hungría que se organizaría en Madrid en diciembre de 1956 (728 A, 17 de diciembre de 1956).


    Con todo, la temática más recurrente en el tratamiento que haría el NO-DO sobre la revuelta húngara fue la de los refugiados, con el claro objetivo de conmover al público español y, al mismo tiempo, deshumanizar a los comunistas y a la URSS (Gergő Patkós, 2023). Aunque, como han analizado ya algunos estudios, lo más llamativo del enfoque que plantearía el NO-DO es la transfusión en clave propagandística de los hechos de Hungría con la historia española: la cruzada húngara era, en definitiva, la misma cruzada que había protagonizado la España nacional durante la guerra civil (Lénárt, 2018: 36-40).

    Un paralelismo que servía, sin lugar a duda, para acercar la lucha de Hungría a los espectadores españoles, y también para contraponer la tiranía comunista a lo que representaba el mundo occidental al que pertenecía España. De este modo, donde mejor quedó reflejada esta transfusión entre noticia, emisor y receptor fue en el documental número 618 que produciría NO-DO para Revista Imágenes a finales de 1956, con el título Ahora y siempre: el comunismo agresor. Y que significativamente empezaba con una imagen de la matanza que se produjo en el Cuartel de la montaña de Madrid en julio de 1936, e imágenes de Stalin y Durruti, los cuales habían pretendido destruir España «para siempre como nación culta y civilizada y avanzada de Occidente». Así que «contra todo ello» se habían alzado «las tropas liberadoras, al mando del generalísimo Franco, escribiendo sus páginas de gloria y heroísmo junto a los mártires sacrificados por Dios y por España». Ahora había sido el turno de los «patriotas húngaros» que se habían levantado en Budapest, «la ciudad mártir».

    Más allá de los acontecimientos de Hungría -cuestión que todavía aparecería en el NO-DO hasta febrero de 1957, cuando España jugaría un partido de fútbol contra Holanda «a beneficio de los exiliados húngaros» (735 A)-, lo cierto es que a lo largo de ese año y durante buena parte de 1958, el Bloque del Este prácticamente desaparecería de nuevo de los noticiarios del régimen. Aun así, dentro de esta escasez informativa, durante este mismo periodo también se aprecia un primer síntoma de cambio respecto al país de los soviets. Particularmente, en noviembre de 1957, cuando el NO-DO hablaría por primera vez sobre política interior en la URSS, para informar sobre la destitución de Gueorgui Zhúkov como ministro de Defensa (775 A). Así como también se informaría del viaje espacial de la perra Laika, como un «avance de la ciencia y la técnica» (776 B). De hecho, esa fue sin lugar a duda la primera noticia sobre


    la URSS en términos implícitamente elogiosos que aparecía en el NO-DO desde su creación.

    Estos cambios implícitos de tono coincidieron con la modificación ministerial más importante que realizaría Franco durante toda la dictadura. Concretamente, el cambio había tenido lugar el 25 de febrero de 1957, y lo más importante -aparte de la entrada de miembros del Opus Dei al gobierno- quizás fue el nombramiento del diplomático bilbaíno Fernando María de Castiella y Maíz como nuevo ministro de exteriores, en sustitución de Martín Artajo. Sería bajo su ministerio que, por vez primera, España empezaría a cambiar su enfoque sobre el Bloque del Este. Por supuesto, esta apertura sería muy progresiva, y no estuvo exenta de retrocesos y contradicciones (Pereira Castañera, 1993: 194; Oreja Aguirre y Sánchez Mantero, 2007).

    Así las cosas, a finales de los años 50, el tratamiento informativo sobre los países del Bloque del Este entraría en una etapa de transición, donde, en función de los vaivenes internacionales y de la información que quiso transmitir el régimen a los españoles, el NO-DO alternaría el anticomunismo de siempre con unas primeras dosis de moderación. Por supuesto, esta tendencia también respondía a lo que, al menos en 1959, parecía un momento de distensión, con la visita de Jrushchov a los Estados Unidos en septiembre de aquel mismo año. No en vano, ya el 17 de agosto el NO-DO había anunciado la futura visita que haría el mandatario soviético al presidente Eisenhower, en un noticiario donde, por otra parte, aparecían por primera vez imágenes del Kremlin (867 A). Mientras que, en la otra edición del noticiario, se recogían las imágenes de la llegada del vicepresidente Richard Nixon a Varsovia, sin hacer ya ninguna referencia al régimen comunista polaco. Sea como fuere, en los tres noticiarios que el NO-DO dedicaría a la visita de Jrushchov a partir del 28 de septiembre -en realidad, el día después que hubiese terminado su gira por los Estados Unidos-, el tono volvía a endurecerse, acentuando el carácter amenazante y peligroso del «dictador soviético», y calificando su gira de «turismo y propaganda» (873 A).

    Por lo demás, esta narrativa sobre el mandatario soviético se mantendría a partir de entonces. Muy especialmente a lo largo de 1960, cuando el NO-DO abordó cuestiones como la del avión U2, aportando nuevas imágenes de Moscú y, en concreto, de la Casa de los Sindicatos y de su emblemática Sala de las

    Columnas, donde se celebraría el juicio contra el piloto norteamericano Francis


    Gary Powers (921 A). O cuando los noticiarios también trataron las tensiones que se generarían en la ONU en octubre de ese año, tildando de nuevo a Jrushchov de «dictador» (926 C), y estableciendo una clara divisoria entre «los países que sinceramente desean la paz y los que, obedientes a la campaña de agitación y propaganda soviética, oponen los mayores obstáculos y dificultades» (927 B). En cualquier caso, el punto en común de todos estos contenidos, lógicamente, era el sesgo informativo, acompañado de imágenes con hilos musicales que ponían tensión y dramatizaban la información, con el objetivo de orientar al público en una determinada dirección.

    En suma, este endurecimiento del NO-DO hacia el Bloque del Este y, en particular, hacia la URSS, también puede reseguirse a través de los mensajes navideños de Franco, que durante estos años Documentales Blanco y Negro emitió íntegramente. A modo de ejemplo, es bien ilustrativo de esta renovada hostilidad hacia Moscú el mensaje que realizaría Franco para el fin de año de 1959, pocos días después de haber recibido en Madrid al presidente Eisenhower. En el mensaje, caracterizado nuevamente por utilizar referencias e imágenes de la propia historia reciente, Franco no dudaba en identificar el momento actual con el periodo republicano, y más concretamente con la «revolución comunista y separatista de Asturias y Cataluña» de 1934. Según su punto de vista, es donde se había fraguado el clima «para el asalto a nuestra soberanía, preparado y realizado por el comunismo internacional». Por todo ello hacía un llamamiento a no creerse todas las «palabras de paz, coexistencia pacífica y demás cantinelas con que periódicamente busca adormecer la capacidad de resistencia de los países de más acá del telón de acero». En resumidas cuentas, esta retórica continuaría en los discursos de Franco y la narrativa del NO-DO hasta como mínimo la crisis de los misiles de Cuba en otoño de 1962, para a continuación -y tal como se verá en el siguiente apartado- atenuarse de nuevo a partir de 1964.


  4. Los años 60: la apertura hacia el Bloque del Este

    El 3 de junio de 1961, Franco abrió las Cortes de la llamada VII legislatura con un discurso que sería recogido -de forma muy parcial- nueve días después en un noticiario del NO-DO: «Sin nuestra victoria, España entera sería comunista y la Península Ibérica hubiera constituido el factor más eficaz para la proyección del


    bolchevismo sobre Hispanoamérica y la base del lanzamiento sobre el continente africano» (962 C). Por supuesto, en las palabras del dictador había una velada referencia al cáliz que estaba tomando la revolución cubana. Pero también mostraba su claro alineamiento atlantista en un momento de acelerado deterioro de las relaciones entre los dos bloques. Más cuando al mes siguiente se había de celebrar con toda la pompa el XXV aniversario del Alzamiento Nacional. Así que, de nuevo, la propaganda del régimen no quería dejar de recordar a la opinión pública e internacional su papel precoz de baluarte en la lucha contra el comunismo.

    Consecuentemente, la retórica ferozmente anticomunista y antisoviética se mantendría inalterable a principios de los años sesenta. Y de nuevo, tal como había sucedido en 1948-1949, y en 1953, el foco volvía a ponerse sobre Alemania. En este sentido, si ya el 7 de agosto de 1961 el NO-DO había recogido las declaraciones del nuevo presidente norteamericano John F. Kennedy sobre la situación en Berlín -contraponiéndolo a «la agresiva actitud de Jrushchov» (970 A)-, a partir del día 28 de ese mismo mes hasta el 18 de diciembre, el cierre de la frontera y el levantamiento del muro monopolizó la información internacional del NO-DO en hasta catorce ocasiones. De este modo, como se decía a mediados de septiembre en un noticiario, mientras se mostraban imágenes de operarios y soldados construyendo el muro: «este es el llamado paraíso soviético, en el que solo se puede permanecer bajo la coacción y la fuerza, y donde la voluntad humana se halla en secuestro y clausura permanentes» (975 A). Una semana después, el NO-DO volvía a poner el acento en los contrastes entre las dos zonas. Si bien en el Berlín-Oeste la vida discurría

    «con arreglo a las normas occidentales y con claro signo europeo», en la parte oriental, «tras el muro levantado por los soviets», la zona se encontraba «en lamentable aspecto». Y lo que era más importante, aparte de responsabilizar al Kremlin, el NO-DO también personificaba la «siniestra labor comunista» en el dirigente germanooriental Walter Ulbricht, el cual «dirige sus esfuerzos a fanatizar a la juventud, inculcando el odio en sus corazones» (976 C).

    Así las cosas, la cuestión del «muro Ulbricht», como inicialmente llamaría el NO- DO al muro de Berlín, seguiría apareciendo periódicamente en los noticiarios. Aunque, a decir verdad, a lo largo de 1962 la atención mediática empezase ya a disminuir. De hecho, a lo largo de todo ese año tan solo aparecería en nueve


    noticiarios, entre ellos cabe destacar la noticia sobre la muerte del joven Peter Fechter (1026 C). Pese a todo, fue durante este mismo periodo -siguiendo la línea iniciada a finales de la década anterior- que el NO-DO iría introduciendo paulatinamente noticias variadas sobre el Bloque del Este, sin mencionar en ningún momento la naturaleza de sus regímenes. Y en este caso, los países a los que más atención dedicaría -aun siendo escasa- serían precisamente aquellos que habían visto tenazada en algún momento su «libertad» ante el expansionismo soviético: Hungría y Polonia.

    A su vez, ya en 1963, el interés por el muro de Berlín continuaría ocupando una parte substancial de la información. Pero a lo largo de ese año solo aparecería ya en cinco ocasiones. La más destacable, sin lugar a duda, sería la llegada del mandatario soviético a Berlín, donde visitaría «la famosa muralla de la vergüenza, su obra maestra». Más aún, sobre el Berlín oriental el noticiario añadía: «dos gestos inconfundibles delatan el clima espiritual de la zona del este, la mirada fría y el gesto agrio» (1048 C). Mientras que el otro noticiario relevante de ese 1963 sería la visita de Kennedy a Berlín (1070 B), que el NO-DO trataría con clara simpatía en contraposición con la información que se daba sobre la Alemania Oriental.

    Pese a todo, a partir de 1964 es cuando el NO-DO no solo volverá a modular sus críticas a la URSS, sino que también empezará a ampliar notablemente su información sobre los países del Bloque del Este, dejando aparte cuestiones de índole política. La información de países como Hungría o Polonia seguiría encabezando el interés del NO-DO, pero también se empezará a ofrecer información de otros países del Este como Checoslovaquia y Rumanía. Aunque, evidentemente, Berlín y la cuestión alemana continuarán copando una parte importante de las noticias, esta vez aportando nuevos detalles. En el primer noticiario de 1964, por ejemplo, aprovechando las fechas navideñas, aparecerían por primera vez imágenes del Berlín-Este, con edificios todavía en ruina. «La ciudad roja», se decía, «antes bulliciosa, ahora triste y monótona». Para añadir que «la baja temperatura aumenta el aspecto de desolación», e incluso que «los juguetes inculcan a los niños el espíritu belicoso» (1096 C). Sin embargo, la noticia más relevante sobre la cuestión del muro sería la visita oficial que realizarían al país germano el ministro subsecretario de la presidencia, Luis Carrero Blanco, y el comisario del plan de desarrollo, Laureano López Rodó, en


    junio de 1964. Por supuesto, la visita iba dirigida a las autoridades de la República Federal alemana. Pero ambos visitarían la Puerta de Brandeburgo y otros lugares de la línea divisoria entre los dos berlines, tal como reflejaría el NO-DO. Y el montaje de las imágenes no dejaba dudas al espectador sobre las grandes diferencias entre una zona y la otra, con una alternancia de imágenes de los dos dirigentes españoles junto a otras de edificios tapiados, detrás del «muro de la vergüenza». En pocas palabras, la parte Este de la ciudad era «la gran cárcel de la zona soviética en su descarnada soledad y hermetismo» (1120 B).

    Por último, seis meses después de esta visita, el NO-DO dedicaría por primera vez una retrospectiva con diversas imágenes provenientes de agencias internacionales occidentales sobre algunos intentos de escapatoria que se habían ido produciendo en el Berlín-Este durante los tres años de existencia del muro. El mismo montaje de imágenes, con una musicalidad dramática, y la reflexión que introducía la locución del noticiario, mostraban claramente el hilo conductor del tratamiento que habían ido haciendo los noticiarios sobre la cuestión: «por mucho que se esfuercen sus constructores, nunca podrán frenar la audacia de los berlineses orientales dispuestos a jugarse la vida para encontrar la libertad, aunque tengan que intentarlo a cuerpo limpio para alcanzar las alambradas» (1146 C). Libertad, ese era el concepto clave que el principal servicio de noticiarios del Estado usaría para referirse a los que huían del164omúnismo, siguiendo la lógica occidental, y a pesar de no contar tampoco con una democracia parlamentaria y multipartidista.


    1. Hacia un cambio de paradigma: de la final de la Eurocopa del 64 a la Primavera de Praga

      Como se mencionaba anteriormente, más allá de la cuestión berlinesa, a partir de 1964 el tono que imprimiría el NO-DO sobre el Bloque del Este empezaría ya a mutar. Y en este sentido, la Eurocopa del 64 marcaría un hito importante. Sobre todo, porque las cuatro selecciones semifinalistas jugarían la fase final en España, y dos de ellas eran precisamente regímenes comunistas. Así las cosas, el 22 de junio de 1964, el NO-DO dedicaría un breve reportaje a la segunda semifinal, jugada cinco días antes, con imágenes de la victoria española contra la selección húngara por 2 a 1 (1120 B). Mientras que la final, que se jugaría en el estadio Santiago Bernabéu la noche del 21 de junio, enfrentaría en este caso


      a España con el otro combinado finalista y, al mismo tiempo, vigente campeón del torneo, la Unión Soviética. De hecho, en esta ocasión quedaba ya lejos la renuncia que había hecho la selección española en la primera edición de 1960 de jugar los cuartos de final en la URSS. Así que, ahora, jugar la final contra el enemigo histórico, y más en Madrid, era un claro síntoma de que, efectivamente, los tiempos estaban cambiando. Con todo, la final sería extensamente cubierta por el NO-DO a través de Revista Imágenes, con un reportaje que recogería las opiniones mutuamente elogiosas del seleccionador español, José Villalonga, y del portero soviético Lev Yashin.

      Pero lo más relevante de la narración que ofrecería el NO-DO es que por primera vez se eliminaba toda demonización contra el país de los soviets. Y es que, además de poder escucharse brevemente el himno soviético, como se argüiría de inicio, «los dos equipos son recibidos con idéntica cortesía». Tan solo una mención al principio de la locución daba fe subtilmente de la disparidad entre ambos regímenes: «es un comienzo en que las dos fuerzas antagónicas se observan mutuamente dispuestas al asalto». Pero más allá de esta velada referencia, el resto de la narración ya se encontraba muy alejada de los exabruptos que habían caracterizado al NO-DO cada vez que hablaba de la URSS o del Bloque del Este.


      image


      F3. Fotograma correspondiente a la final de la Eurocopa del 64 (Revista Imágenes, junio de 1964).


      De cualquier modo, pasada la Eurocopa es cuando, en efecto, todos estos cambios se empezarán a consolidar en el NO-DO. Dos ejemplos ilustran este cambio de rasante: desde el mensaje navideño de Franco de finales de 1964

      -que el NO-DO recogería en el primer noticiario emitido de 1965-, las referencias al comunismo o al enemigo soviético desaparecerían prácticamente del todo, para centrarse en este caso en los logros del régimen con motivo de los llamados XXV años de paz (1148 A). Y, en cierto modo, este continuaría siendo el hilo conductor de los mensajes navideños que se emitieron a lo largo de los siguientes años. Y un segundo ejemplo: si bien hasta 1964 el muro de Berlín había despuntado como una de las temáticas más recurrentes de los noticiarios del régimen -no hay que olvidar la visita a Berlín de Carrero Blanco y López Rodó durante la misma celebración de la Eurocopa del 64-, a partir de 1965 hasta finales de 1968 solo aparecería ya en siete ocasiones. Y aunque las críticas al llamado «muro de la vergüenza» continuarían apareciendo, esta drástica disminución ilustra muchos de los cambios que se estaban produciendo en el plano informativo.

      En este sentido, para entender esta transformación bien apreciable en las fuentes audiovisuales que aquí se analizan, es fundamental poner el foco, aunque sea brevemente, en las relaciones hispano-soviéticas. No en vano, durante el segundo semestre de 1964 es cuando se producirían las primeras conversaciones oficiales, dejando atrás la «práctica de los contactos secretos», tal como han señalado algunos autores (Suárez Fernández, 1987: 261-262). Y es que, si bien se excluía el pleno reconocimiento -por aquellas fechas, todavía difícilmente asumible-, sí se apostaba por establecer intercambios comerciales y cooperar en aquello que no supusiese entrar en cuestiones conflictivas. De aquí a que, ese mismo año y en los sucesivos, se firmasen los primeros acuerdos sobre transporte marítimo -incluyendo viajes turísticos-, así como propuestas de intercambio en el terreno cultural y artístico (Filatov, 2019). Esta tendencia haría que, entre 1966 y 1970, países como Polonia, Hungría, Checoslovaquia o Bulgaria hubiesen abierto ya legaciones comerciales en Madrid. Y a que el 5 de enero de 1967, por ejemplo, se firmase en París un acuerdo con Rumanía, a partir del cual se establecían representaciones consulares y comerciales en ambas capitales.


      Aun así, los noticiarios del régimen seguirían omitiendo toda información tendente a publicitar estos acuerdos, y cuando lo hicieron sería de forma sumamente ambigua, algo que, lógicamente, no sucedía cuando se trataba de otros países no comunistas. En el NO-DO, pues, estos cambios se tradujeron en un notable incremento de noticias sobre el Bloque del Este, en el lenguaje usado, y en la desaparición de las transfusiones relacionadas con el pasado de España. Aunque a decir verdad lo noticiable solamente fuese aquello que la diplomacia había puesto, en efecto, sobre la mesa: intercambios comerciales, culturales y artísticos, y por supuesto encuentros deportivos.

      De hecho, son numerosos los ejemplos, pero para ofrecer una breve panorámica podemos destacar los siguientes. En junio de 1965, el NO-DO lanzaba un breve reportaje sobre la Feria de Muestras de Barcelona, donde entre las imágenes sobresalían las del estand de Checoslovaquia, en un claro signo de la apertura de relaciones comerciales entre ambos países (1171 C). En septiembre de ese mismo año, el largometraje de 1962 Los ladrones de la luna del polaco Jan Batory, era premiado en el III Certamen Internacional de Cine y Televisión para niños, celebrado en Gijón bajo la presidencia -en su comisión de honor- del ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne (1188 A)11. En mayo de 1966, los noticiarios del NO-DO recogían una de las primeras giras de artistas españoles por los países del Bloque del Este, con imágenes del concierto que realizaría Sara Montiel en Bucarest (1219 C). En el mes de junio se autorizaba por primera vez desde la Guerra Civil una película soviética, El Quijote (Дон Кихот, Grigori Kósintzev, 1957)12. Y ya en septiembre de ese mismo año tendría lugar lo que sin lugar a dudas marcaría la culminación de esta apertura hacia el Este: la visita del Ballet Moiseyev a España, acontecimiento que sería ampliamente tratado por el NO-DO, con conciertos en el Teatro del Liceo de Barcelona o, por ejemplo, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, donde actuarían en presencia de Fraga Iribarne (1238 A y 1239 A).


      image

      11 Como curiosidad, los dos protagonistas de la película, los gemelos Jacek y Placek, serán en la vida real los hermanos Lech Kaczyński, expresidente de Polonia de 2005 a 2010, fallecido en un accidente aéreo este último año, y Jaroslaw Kaczyński, exprimer ministro de Polonia de 2006 a 2007.

      12 La película sería estrenada en el cine Palafox de Madrid, en una velada organizada por la Asociación de Prensa, y aunque no se publicitaría en el NO-DO, el estreno ilustra un punto de inflexión respecto a la importación de producciones soviéticas a partir de entonces (Latorre Izquierdo, Llano Sánchez y Martínez Illán, 2010: 95). De otro lado, según el semanario editado por la misma asociación, Hoja del Lunes, la película se mantendría en cartelera desde la primera semana de junio a finales de agosto de 1966.


      Durante la gira, los 115 miembros de la compañía también visitarían al bailador Antonio Ruiz Soler, quien había actuado ya en Moscú, y que, según el NO-DO,

      «había despertado en el pueblo ruso el entusiasmo por los bailes españoles». Por último, el mismo noticiario también retrataba «la fiesta campera en la que no faltó ningún ingrediente typical spanish»: un baile de flamenco en una pequeña y destartalada plaza de toros, y una «saborosa paella» completaban las imágenes en un claro retrato costumbrista y folklórico de lo español (1239 C)13. Pero la importancia de la llegada de la compañía soviética no solo radicó en estos cuatro noticiarios: NO-DO también realizaría un reportaje de más de once minutos dirigido por José M. Lara para Revista Imágenes, con más detalles sobre la gira, y que incluía actuaciones en Santander y visitas turísticas y culturales a Santillana del Mar o a las Cuevas de Altamira. En suma, no cabe duda de que tanto el tono utilizado como el montaje del documental -con imágenes graciosas y entretenidas- pretendían aproximar de una forma alegre y simpática la producción cultural ruso-soviética al público español.

      Asimismo, siguiendo la estela de estos intercambios, al mes siguiente de la gira realizada en España por la compañía Moiseyev, el NO-DO también resaltaría la presencia del físico y matemático soviético Leonid Sedov en el XVII Congreso de la Federación Internacional de Astronáutica, celebrado en Madrid (1241 A). Mientras que, en el ámbito comercial, en marzo de 1967 el noticiario también proyectaba por vez primera y al compás de notas jazzísticas, imágenes de Leningrado, concretamente sobre la fabricación de «pieles rusas para la exportación», donde «las transacciones, como en cualquier país occidental, se hacen en subasta pública» (1263 B). Durante el mes de abril, de nuevo una artista española, la bailadora de flamenco Lucero de Tena, realizaba una gira en la URSS, donde, según el NO-DO, «después de la gira triunfal de Antonio», era ahora la bailadora la que llevaba «a Rusia el mensaje de la música y las danzas populares españolas» (1269 A). Y ya a principios de verano de ese 1967, el noticiario volvía a informar sobre la gira artística que haría la bailadora jienense María Rosa Orad en la URSS (1279 B).


      image

      13 Aunque los estudios relacionados con la construcción y caracterización de lo español durante la dictadura franquista son abundantes, vale la pena destacar los estudios sobre nacionalismo banal y NO-DO de Sánchez- Biosca (2014), o, a modo de ejemplo, el sugerente estudio de caso sobre la identidad regional catalana en NO-DO como «regionalismo bien entendido» de Carles Santacana (2021). Para una visión más general sobre el proceso de construcción nacional en las producciones cinematográficas del periodo franquista la referencia continúa siendo el estudio de Gabriela Viadero Carral (2016).


      De otro lado, al mismo tiempo que proliferaban este tipo de noticias, el 17 de mayo de 1967 llegaba a la capital catalana, procedente de Cádiz, el primer transatlántico soviético con turistas. Su llegada sería extensamente difundida por la prensa barcelonesa, pero naturalmente también por el NO-DO, que lanzaría un reportaje sobre este nuevo hito de las relaciones hispano-soviéticas doce días después (1273 A)14. En esta ocasión, la gran novedad residía en que a bordo del llamado Ivan Franko -fletado por la agencia italiana de viajes Grandi Viaggi- por primera vez llegaban, efectivamente, unos 350 turistas de nacionalidad soviética, junto a más de tres centenares de turistas italianos. El buque permanecería en el puerto de Barcelona prácticamente un día entero, durante el cual los turistas realizarían, a cargo de la agencia local Internacional Saeta, un tour turístico por la ciudad y también al monasterio de Montserrat. Mientras que por la noche -dando testigo de la importancia del viaje- el buque ofrecería una recepción a bordo a la que asistirían diferentes autoridades15. En definitiva, la misma alternancia de imágenes con la bandera española que ondeaba en lo alto del mástil, y la hoz y el martillo que aparecían en la chimenea del barco, para a continuación mostrar la visita turística al parque de Montjuic y al Pueblo Español, parecían testimoniar el fin de los viejos antagonismos.


      image

      14 De hecho, según reportó la prensa barcelonesa, hacía tan solo unas semanas que había atracado en el puerto de Barcelona «el primer buque soviético desde los tiempos de nuestra guerra civil», concretamente el carguero Biyursa, y que según parece había descargado varias partidas de mercancías provenientes del Canadá. Ver: REDACCIÓN (1967), «Actividad portuaria. Mañana llegará el transatlántico soviético Ivan Franko», La Vanguardia Española, 16 de mayo, p. 28.

      15 Es bien significativo que en la imagen de portada de La Vanguardia apareciese también un primer plano de la chimenea del buque con la hoz y el martillo. Con todo, en la velada participarían, según reportaría la prensa, diferentes autoridades de la ciudad, del gobierno español, de la Cámara de Comercio, y de entidades vinculadas al turismo y a la navegación: REDACCIÓN (1967), «Actividad portuaria. Paso del transatlántico soviético Ivan Franko», La Vanguardia Española, 18 de mayo, p. 28. Por otra parte, y aunque en este caso el NO-DO no trataría el asunto, en enero de 1969 otro grupo de turistas soviéticos visitaría España, los cuales establecerían contactos no solo con autoridades soviéticas sino también con miembros clandestinos del Partido Comunista de España (Filatov, 2016).


      image


      F4. Fotograma del reportaje sobre la llegada del Ivan Franko al puerto de Barcelona (1273 A, 29 de mayo de 1967).

      Pese a todo, es en este contexto que hay que situar el estallido de la Primavera de Praga. Aunque el NO-DO no informaría sobre este aspecto hasta septiembre de 1968. Y en este caso el gran cambio que se produciría sería un cierto retorno a la retórica anticomunista de años anteriores, si bien en esta ocasión la crítica hacia la acción de la URSS y el Pacto de Varsovia ya se haría desde una lógica mucho más acorde a los nuevos tiempos, lejos del tratamiento que habían realizado los noticiarios del régimen sobre cuestiones como Berlín o mismamente sobre la revuelta de Budapest de 1956.

      Así las cosas, en el primer reportaje que dedicaría el NO-DO a la cuestión, la crónica arranca con imágenes «donde aparecen reunidos todos los altos mandatarios del partido que gobierna Checoslovaquia desde la última guerra mundial», sin mencionar propiamente que se trata del partido comunista. Las imágenes corresponden concretamente al 30 de marzo de 1968, cuando el general Ludvík Svoboda sería escogido nuevo presidente de la República Socialista de Checoslovaquia. Pero, como narraba el NO-DO, aunque el viejo militar hubiese luchado en la guerra al lado de los rusos, éstos ahora:

      Se han convertido en invasores con la complicidad de sus satélites del Pacto de Varsovia. Antes había sofocado Moscú la insurrección de Berlín Oriental de 1953, y el alzamiento de los húngaros en 1956, cuya sangrienta represión nos recuerdan estas


      imágenes. Y ahora los proyectos liberalizantes (sic) del gobierno de Dubcek quedan también secados en flor por la brutal intervención de los tanques y las tropas rusas, que, después de adueñarse de Checoslovaquia, la han obligado a claudicar en una conferencia impuesta, pretendiendo que los checos continúen reducidos a la condición de servidumbre (1339 A).

      Más allá de reproducir de nuevo algunas imágenes de la revuelta de Budapest de 1956, la locución iba acompañada tan solo de secuencias filmadas sobre lo acontecido en Praga. Al mismo tiempo, en la edición B del mismo noticiario, el NO-DO ampliaba la información con diversas imágenes de agencias internacionales de una zona fronteriza no especificada entre Checoslovaquia y la Alemania Occidental, «donde se ponían a salvo los fugitivos» (1339 B). Estas son, pues, las únicas referencias que aparecerían sobre la llamada Primavera de Praga. Pero lo relevante no es que el NO-DO dedicase tan solo dos breves reportajes a la cuestión checoslovaca -de poco más de cuatro minutos y medio en conjunto-, sino que, a diferencia de los hechos de Hungría, y a la siempre recurrente cuestión berlinesa, en el caso de Checoslovaquia ya había mucha más complejidad argumental en la crónica. Y sobre todo lo más llamativo era que, también por vez primera, se mostrase ante el expansionismo soviético una tácita simpatía hacia los dirigentes checoslovacos, independientemente de que también fuesen comunistas.

      Por lo demás, los acontecimientos de Praga en ningún momento eclipsaron la atención mediática creciente del NO-DO hacia los países del Este, tal como demostrarían los reportajes aparecidos una semana después, dando noticia de la presencia del cantante catalán Peret, y de la también catalana Salomé en el festival de música celebrado en la ciudad polaca de Sopot (1341 A y B). Es más, entrados ya en 1969, ni tan solo en el mensaje navideño de Franco, que por primera vez NO-DO dejó de reproducir sus palabras para ser reproducidas por el locutor, se haría referencia alguna a lo acontecido en Checoslovaquia.


  5. La consolidación del Bloque del Este en el NO-DO durante el Tardofranquismo

    Desde 1969 hasta la muerte de Franco, desaparecería de forma definitiva toda crítica política a los países del Bloque del Este, tanto en los noticiarios semanales como en todos los productos audiovisuales que produciría el NO-DO a lo largo de este periodo. De hecho, la única referencia crítica que, aparentemente, se


    exhibiría a partir de entonces sería en el reportaje vanguardista Checoslovaquia, 1918-1968 (Czechoslovakia 1968, Denis Sanders y Robert M. Fresco, 1969): un excepcional cortometraje sin voz producido por la Agencia de Información de los Estados Unidos (USIA). El reportaje sería adquirido por NO-DO para Documentales Color, pero no hay constancia documental de que finalmente circulase por las salas de exhibición cinematográfica españolas.16 Así que, ante la escasa atención que tuvo la cuestión checoslovaca en los noticiarios, más allá de las crónicas y el debate que sí suscitó en prensa, y muy especialmente en el seno del Partido Comunista de España (Hermida de Blas, 2016; Treglia, 2010; Abad García, 2019), lo cierto es que el NO-DO mantuvo la misma línea informativa que ya había iniciado desde 1964.

    En este sentido, dentro de la variedad de noticias que ofrecería el NO-DO, seguiría despuntando la información dedicada a espectáculos, arte y cultura. A modo de ejemplo, destaca el «acontecimiento artístico del año» que, según la crónica del NO-DO, tendría lugar a principios de 1969 en Bucarest, con la organización de una exposición sobre Picasso (1362 B). La actuación que realizaría el Ballet Nacional polaco en el Pueblo Español de Barcelona durante el mes de mayo (1377 B), y la que efectuaría en julio el Ballet de los Cosacos ucranianos en Madrid (1387 B). O, ya a principios de 1970, la gira que realizaría por la URSS la cupletista sevillana Antoñita Moreno (1417 B), y la participación de Raphael en el III Festival de la Canción de Brasov, Rumanía, en marzo de ese mismo año (1424 A). Pero durante este periodo también proliferarían las noticias deportivas, fuese en los países del Bloque del Este, o en referencia a la participación de estos en España o en cualquier otro país. En este sentido, y también a título ilustrativo, destaca la cobertura que dio el NO-DO a las semifinales de la Copa Davis entre España y Bulgaria, jugadas en Barcelona en mayo de 1970 (1430 A). La participación en el mes de agosto del Dínamo de Moscú y el Újpest FC de Budapest en el V Trofeo Gamper organizado por el FC Barcelona (1443 B). O el partido de vuelta de la fase clasificatoria para la Eurocopa de 1972 que jugarían España y la URSS en el estadio Sánchez Pizjuán


    image

    16 El documental no aparece referenciado en la prensa. La única referencia de su visionado se ha encontrado en el 8º Certamen Internacional de Films Cortos Ciudad de Huesca, celebrado entre el 29 de septiembre y el 4 de octubre de 1980. Según parece, los representantes checoslovacos en el certamen pidieron que el documental fuese retirado (Garcés Constante, 2022: 39).


    de Sevilla, en octubre de 1971 (1505 B).17 Aunque, quizás, el evento deportivo que más tratamiento recibiría, de la mano de Documentales Blanco y Negro, sería el IX Campeonato de Europa de Gimnasia masculina, que se celebraría en Madrid durante la primavera de 1971, y que contaría con la participación de países como Hungría, Bulgaria o la URSS.

    Pese a todo, si bien hubo una clara progresión de reportajes y noticias sobre los países del Bloque del Este -cerca de unas 160 entre enero de 1970 y diciembre de 1975, o lo que es lo mismo alrededor de un 25% sobre el total de las noticias que dedicaría el NO-DO a los países comunistas de la Europa centro-oriental entre 1943 y 1975-, esto no conllevó en ningún momento que el tratamiento informativo cambiase. No solo no volverían a aparecer críticas de cáliz anticomunista, como se mencionaba anteriormente, sino que, en ningún momento, ni de forma velada, el NO-DO volvería a (des)informar sobre los países del Este en clave política. Dos elementos de contexto explican la consolidación de esta tendencia: el primero es una coyuntura internacional favorable, que se evidenció no solo con el acercamiento progresivo entre el Kremlin y la Casa Blanca, sino también con la ambiciosa agenda del canciller alemán Willy Brandt y su Ostpolitik.18 Y, en segundo lugar, los intereses del régimen franquista. No en vano, si ya desde mediados de la década anterior, tal como diferentes fuentes diplomáticas apuntan, se había pasado a dar rango oficial a las conversaciones entre España y los países de la Europa centro-oriental, los encuentros y acuerdos bilaterales continuarían durante la primera mitad de los años setenta.19 Sin embargo, ni la famosa escala técnica del ministro de exteriores español Gregorio López Bravo en la capital soviética a finales de diciembre de 1969. Ni el importante paso que se produjo en septiembre de 1970, con la apertura de sendas delegaciones por parte de las agencias TASS y EFE en Madrid y Moscú, respectivamente.20 Ni, entre otros, el protocolo sobre el establecimiento de


    image

    17 El partido de ida se había jugado en el estadio Lenin de Moscú el 30 de mayo de 1971, y fue el único partido oficial que jugaría la selección española en la URSS, perdiendo contra esta por 2 a 1. El partido sería uno de los primeros encuentros internacionales transmitidos por TVE, y fue calificado como «el partido del siglo» (Segura, 2018).

    18 Como han señalado algunos estudios, y a tenor de la documentación diplomática, paradójicamente la apertura hacia el Este fue más comedida en el caso de la RDA, con el objetivo que no fuese interpretada por Bonn como un atisbo de reconocimiento formal, a pesar de las crecientes exportaciones germanoorientales a España (Sanz Díaz, 2007: 147-148).

    19 De estos encuentros, quizás el más citado por parte soviética hayan sido las memorias del diplomático Yuri Dubinin (2004), que, a su vez, sería nombrado primer embajador soviético en España a partir del restablecimiento de relaciones en 1977.

    20 Aunque no existe todavía ningún trabajo monográfico sobre la cuestión, salvo los datos aportados en este sentido por Reckling (2016: 144-145), la apertura de EFE hacia los países del Bloque del Este se realizaría durante


    delegaciones comerciales firmado el 15 de septiembre de 1972 entre España y la URSS, sería divulgado por el NO-DO.

    Por último, cabría destacar un tercer elemento -también de contexto- para poder interpretar correctamente el impacto que, en términos informativos, tuvieron los contenidos del NO-DO durante estos últimos años. Y, en este sentido, cobra importancia el pujante fenómeno televisivo que representó TVE, bajo la tutela del ministerio de Información y Turismo: si hacia 1962, según datos oficiales, en España había 325.000 receptores, hacia 1970 esta cifra ya llegaba a los 4 millones. De hecho, como ya reflejarían en la época organismos como el Instituto de la Opinión Pública y otras encuestas sociológicas, desde la segunda mitad de los años 60 los informativos televisivos como el Telediario se situarían entre los más vistos y mejor valorados (Rueda Laffond, 2005: 65). Un factor que, necesariamente, obliga a relativizar la influencia que tuvo el NO-DO como medio de masas durante los últimos años de la dictadura, aunque en lo que información se refiere no distase mucho de la información que podía aportar, en este sentido, el medio televisivo (Rueda Laffond, 2014; Montero Díaz, 2018).

    Sea como fuere, con la salud de Franco ya muy deteriorada, y ante las nuevas tensiones diplomáticas acaecidas tras las ejecuciones de tres miembros del FRAP y 2 de ETA el 27 de septiembre de 1975, se convocaría para el día 1 de octubre una manifestación de adhesión al régimen, en lo que sería la última aparición pública -y en la gran pantalla- de Franco. El acto sería evidentemente cubierto por TVE y el NO-DO, y no es baladí que, ante «la intolerable injerencia extranjera en los asuntos internos de España», la cámara se centrase a filmar entre la multitud los eslóganes de algunas pancartas como Una vez más, no al comunismo. Es más, como el mismo Franco proclamaría en el discurso que recogió el NO-DO: «Todo obedece a una conspiración masónica izquierdista en la clase política en contubernio con la subversión comunista- terrorista en lo social, que, si a nosotros nos honra, a ellos les envilece» (1708 B).


    image

    la etapa de Alejandro Armesto, quien dirigiría la agencia española des de diciembre de 1969 hasta febrero de 1976. El primer corresponsal de EFE en Moscú sería Celso Collazo. Para una breve reseña ver: AGENCIA EFE,

    «Alejandro Armesto». En: https://agenciaefe.es/alejandro-armesto-1969/.


    image

    F5. Fotograma correspondiente a la manifestación de adhesión al régimen celebrada en Madrid el 1 de octubre de 1975 (1708 B, 6 de octubre de 1975)


    ¿Era aquel un retorno a la vieja retórica anticomunista y antisoviética de años anteriores? En cierto modo sí, pero solo de forma efímera. Porque, en realidad, la muerte de Franco solo vino a consolidar los cambios que ya se habían ido registrando durante los últimos años respecto al Bloque del Este.


  6. Conclusiones


Llegados a este punto, podemos exponer ya algunas conclusiones a modo de cierre. En primer lugar, el tratamiento que hizo el NO-DO sobre los países del Bloque del Este a lo largo de todo el periodo estudiado no fue unidireccional, sino que fue adaptándose a medida que la coyuntura internacional y española también cambiaba. En segundo lugar, si bien los contenidos que expuso el NO- DO sobre los regímenes comunistas de la Europa centro-oriental acompañaron en cierto modo la retórica que el régimen difundía de forma oficial y pública, nunca fueron un fiel reflejo de las relaciones que se establecieron entre España y estos mismos países. Es más, en realidad en ningún momento los noticiarios informarían acerca de los entresijos de unas relaciones ya de por sí discretas, cuando no directamente secretas.

En tercer lugar, a tenor de las fuentes audiovisuales analizadas, los noticiarios tampoco mantuvieron en modo alguno una información coherente ni sostenida


en el tiempo sobre lo que acontecía más allá del telón de acero. En este sentido, solo hubo tres momentos álgidos donde el NO-DO incrementaría de forma sensible sus reportajes y noticias, a saber, el Bloqueo de Berlín, la Revuelta de Budapest de 1956, y, sobre todo, la construcción del muro de Berlín a principios de los años 60. Los tres episodios serían utilizados de forma profusa para demonizar el comunismo y, especialmente, la URSS. Y en todos ellos se introducirían transfusiones de imágenes en clave propagandística, con el objetivo de establecer paralelismos con la propia cruzada que había protagonizado la España nacional durante la Guerra Civil, y justificar en definitiva la existencia del propio régimen y su lucha por la plena integración en el espacio atlantista.

En cuarto lugar, a partir de mediados de los años sesenta, la apertura progresiva hacia el Este por parte de la dictadura acabaría reflejándose también en los noticiarios del NO-DO, que a partir de entonces cambiaría nítidamente el tono, transitando hacia una nueva visión edulcorada sobre el Bloque del Este. Una renovada actitud que solo haría que consolidarse durante los últimos años del régimen, con un claro aumento de la atención prestada por el NO-DO. Y ya en quinto y último lugar, otro de los rasgos que caracterizarían el tratamiento que hizo el NO-DO sobre el Bloque del Este fue la disparidad geográfica. Mientras países como Hungría, Polonia o Checoslovaquia, y más tarde Rumanía o la misma URSS, monopolizaron buena parte de la información, la atención hacia países como Yugoslavia fue muy menor, y otros como Albania ni tan solo aparecerían en ningún momento.


Referencias bibliográficas


ABAD GARCÍA, Eduardo (2021), «Viento del Este. La URSS en la cultura militante de los comunistas españoles (1917-1968)», Hispania Nova. Revista de Historia Contemporánea, n.º 19, pp. 196-228. DOI. http://dx.doi.org/10.20318/hn.2021.5880

ABELLA, Rafael y CARDONA, Gabriel (2008), Los años del NO-DO. El mundo entero al alcance de todos los españoles, Barcelona: Destino.

AGENCIA EFE, «Alejandro Armesto». En: https://agenciaefe.es/alejandro- armesto-1969/.

ALEGRE, Sergio (1991), «La División Azul en la pantalla. El presente cambia la Historia», Filmhistoria, vol. 1, n.º 3, pp. 219-234.


ALEGRE, Sergio (1995), «Análisis del documental Regreso a la Patria (1954)». En: https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/analisis-del-documental- regreso-a-la-patria-1954--0/html/ffa5c624-82b1-11df-acc7- 002185ce6064_2.html

BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación (2018), «Anticomunismo en el NO-DO. La continua elaboración del enemigo», Antropología Experimental, n.º 18, pp. 103-117. DOI. https://doi.org/10.17561/rae.n18.m01.09

CHECHKIN, Dmitri A. (2009), «Франкистская Испания и Советский Союз: зарождение и эволюция двусторонних отношений», Национальные приоритеты России, n.º 1, pp. 52-63.

DE DIEGO GONZÁLEZ, Álvaro (2022), «El General Franco ante los reporteros extranjeros. La Oficina de Información Diplomática y las entrevistas al dictador (1958-1968)», Revista de Estudios Políticos, n.º 195, pp. 125-155. DOI. https://doi.org/10.18042/cepc/rep.195.05

DUBININ, Yuri (2004), ¡Embajador! ¡Embajador!, Collado Villalba (Madrid): Chisnau-Unión Fenosa.

EIROA, Matilde (2001), Las relaciones de Franco con Europa Centro-Oriental (1939-1955), Barcelona: Ariel.

EIROA, Matilde y FERRERO BLANCO, María Dolores (eds.) (2007), Las relaciones de España con Europa centro-oriental (1939-1975). Dossier Ayer, vol. 67, n.º 3, Madrid: Asociación de Historia Contemporánea-Marcial Pons.

ELPATEVSKII, Andrei V. (2002), Испанская эмиграция в СССР историография и источники, попытка интерпретации, Tver: GERS.

FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ-CUESTA, Juan Manuel (2013), «La información al servicio de la política exterior. La creación de la Oficina de Información Diplomática, respuesta del franquismo al aislamiento internacional (1945- 1950)», Revista Internacional de Historia de la Comunicación, n.º 1, pp. 132-

154. DOI. http://dx.doi.org/10.12795/RiHC.2013.i01.07

FILATOV, Georgy (2016), «La visita del grupo especial de ‘turistas soviéticos’ a España en el año 1969, en el contexto de las relaciones URSS-España durante el tardofranquismo», Cuadernos de Historia Contemporánea, vol. 38, pp. 161-183. DOI. https://doi.org/10.5209/CHCO.54295

FILATOV, Georgy (2019), «Las relaciones comerciales entre la España franquista y la URSS en los años 1960-1970», en CUADRADO, Jara (ed.), Las huellas del franquismo: pasado y presente, Argitalpena (Granada): Comares, pp. 1169-1188.

GARCÉS CONSTANTE, Ángel S. (2022), Huesca de Cine. Cincuenta años del Festival Internacional de Cine de Huesca (1973-2022), Huesca: Instituto de Estudios Altoaragoneses-Diputación de Huesca.

GARRIDO CABALLERO, Magdalena (2006), Las relaciones entre España y la Unión Soviética a través de las Asociaciones de Amistad en el siglo XX, Murcia: Universidad de Murcia, tesis doctoral.

GARRIDO, Francisca (1993), «El frente del Este en el NO-DO: desinformación y propaganda, 1943-1945», Filmhistoria, vol. 3, n.º 1-2, pp. 321-337.


GERGŐ PATKÓS, Bence (2023), «En la Hungría esclavizada. Los reportajes de NO- DO acerca de la Revolución de Hungría de 1956», Filmhistoria online, vol. 33, n.º 2, pp. 181-204. DOI. https://doi.org/10.1344/fh.2023.33.2.181-204

HERMIDA DE BLAS, Alejandro (2016), «Algunos reflejos literarios y periodísticos de la Primavera de Praga en España (1968-1978)», Revista de Filología Románica, vol. 33, n.º especial, pp. 125-132. DOI. https://doi.org/10.5209/RFRM.55841

HERNÁNDEZ ROBLEDO, Miguel Ángel (2008), «El noticiario NO-DO y el tratamiento de la información internacional durante la Segunda Guerra Mundial», Comunicación y pluralismo, n.º 6, pp. 71-114.

LATORRE IZQUIERDO, Jorge; MARTÍNEZ ILLÁN, Antonio y LLANO SÁNCHEZ, Rafael

(2010), «Recepción del cine soviético en España: una historia entre guerras, censuras y aperturas», Anagramas, 9, n.º 17, pp. 93-106. DOI. https://doi.org/10.22395/angr.v9n17a7

LÉNÁRT, András (2018), A spanyol film a Franco-diktatúrában. Ideológia, propaganda és filmpolitika. Szeged: JATEPress.

LIEDTKE, Boris N. (1998), Embracing a Dictatorship. US Relations with Spain, 1945- 53, Londres: Macmillan press LTD.

MARTÍNEZ ÁLVAREZ, Josefina (1994), «Información y desinformación: la II Guerra Mundial a través del NO-DO», Espacio, Tiempo y Forma. Serie V, Historia Contemporánea, n.º 7, pp. 295-312.

MARTÍNEZ ÁLVAREZ, Josefina (1997), «La Segunda Guerra Mundial a través del NO-DO», en YRAOLA, Aitor (coord.), Historia Contemporánea de España y Cine, Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, pp. 125-136.

MARTÍNEZ ÁLVAREZ, Josefina (2023), «El NO-DO como instrumento propagandístico del franquismo durante la guerra de Corea (1950-1953)», en GUERRERO MARTÍN, Alberto (ed.), Los relatos de la guerra, Madrid: Sílex,

pp. 393-410.

MONTERO DÍAZ, Julio (dir.) (2018), Una televisión con dos cadenas. La programación en España (1956-1990), Madrid: Cátedra.

MUÑOZ SORO, Javier (2014), «Política de información y contrainformación en el franquismo (1951-1973): ‘El Ministerio de Información es tan importante como el de la Guerra’», Revista de Estudios Políticos, n.º 163, pp. 233-263.

NÚÑEZ SEIXAS, Xosé M. (2016), Camarada invierno: experiencia y memoria de la División Azul (1941-1945), Barcelona: Crítica.

OREJA AGUIRRE, Marcelino y SÁNCHEZ MANTERO, Rafael (coords.) (2007), Entre la historia y la memoria: Fernando María Castiella y la política exterior de España (1957-1969), Madrid: Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

PEREIRA CASTAÑARES, Juan Carlos (1993), «España y la URSS en una Europa en transformación», Cuadernos de Historia Contemporánea, vol. 15, n.º 15, pp. 189-206.

RECKLING, Tobias (2016), Foreign correspondents in francoist Spain, 1945-1975, Portsmouth: University of Portsmouth.


REDACCIÓN (1967), «Actividad portuaria. Mañana llegará el transatlántico soviético Ivan Franko», La Vanguardia Española, 16 de mayo, p. 28.

REDACCIÓN (1967), «Actividad portuaria. Paso del transatlántico soviético Ivan Franko», La Vanguardia Española, 18 de mayo, p. 28.

ROSICH ARGELICH, Ricard (2023), «El Noticiario del NO-DO: un breve estudio radiográfico», Filmhistoria online, vol. 33, n.º 2, pp. 515-534. DOI. https://doi.org/10.1344/fh.2023.33.2.23-46

ROSICH ARGELICH, Ricard; CRUSELLS VALETA, Magí (2023), «Compendio

bibliográfico acerca de NO-DO», Filmhistoria online, vol. 33, n.º 2, pp. 515-

534. DOI. https://doi.org/10.1344/fh.2023.33.2.515-534

RUEDA LAFFOND, José Carlos (2005), «La televisión de España: expansión y consumo social, 1963-1969», Análisis, n.º 32, pp. 45-71.

SÁNCHEZ-BIOSCA, Vicente (2014), «El NO-DO y la eficacia del nacionalismo banal», en MICHONNEAU, Stéphane y NÚÑEZ SEIXAS, Xosé M. (eds.), Imaginarios y representaciones de España durante el franquismo, Madrid: Casa de Velázquez, pp. 177-195.

SÁNCHEZ-BIOSCA, Vicente (2014), «Franquismo banal: España como relato televisivo (1966-1975)», en ARCHILÉS, Ferran y SAZ, Ismael (eds.), Naciones y Estado. La cuestión española, València: Universitat de València, pp. 225- 244.

SANTACANA, Carles (2021), «Imágenes sobre Cataluña en el franquismo: el regionalismo bien entendido en las pantallas. El NO-DO (1960-1975)», Ayer, n.º 123, pp. 107-134. DOI. https://doi.org/10.55509/ayer/123-2021-05

SANZ DÍAZ, Carlos (2007), «España y la cuestión alemana bajo el franquismo, 1945-1973. Entre la doctrina Hallstein y el comienzo de la Ostpolitik», Iberoamericana, vol. 7, n.º 26, pp. 137-152. DOI. https://doi.org/10.18441/ibam.7.2007.26.137-152

SEGURA, Arnau (2018), «El partido del siglo». En: https://www.panenka.org/mundial-2018/partido-del-siglo/

SESMA, Nicolás (2024), Ni una, ni grande, ni libre. La dictadura franquista, Barcelona: Crítica.

SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luis (1987), Franco y la URSS: la diplomacia secreta (1946- 1970), Madrid: Rialp S.A.

TRANCHE, Rafael R. y SÁNCHEZ-BIOSCA, Vicente (1994), «NO-DO y la Segunda Guerra Mundial», Co-textes, n.º 27-28, pp. 129-158.

TREGLIA, Emanuele (2010), «La elección de la vía nacional. La Primavera de Praga y la evolución del PCE», Historia del Presente, n.º 16, pp. 83-96. DOI. https://doi.org/10.5944/hdp.16.2010.40870

VALDERA GIL, Juan Miguel y BARROS GARCÍA, Benamí (2020), «Carrero Blanco ante la gran baza soviética: ideología y discurso», Historia Actual Online, n.º 53 (3), pp. 151-166. DOI. https://doi.org/10.36132/hao.vi53.1962

VIADERO CARRAL, Gabriela (2016), El cine al servicio de la nación (1939-1975), Madrid: Marcial Pons.


VIÑAS, Ángel (2003), En las garras del águila. Los pactos con Estados Unidos, de Francisco Franco a Felipe González (1945-1995), Barcelona: Crítica.

VOLOSYUK, Olga (2019), Испания и Россия: дипломатия и диалог культур - España y Rusia: diplomacia y diálogo de culturas, Moscú: Indrik.

YOUNG, Glennys (2014), «To Russia with ‘Spain’: Spanish Exiles in the USSR and the Longue Durée of Soviet History», Kritika: Explorations in Russian and Eurasian History, 15, pp. 395-419. DOI. https://doi.org/10.1353/kri.2014.0031