Alcántara, Chávez, Garvich & Monteagudo
El mercado de la interpretación en Lima, Perú, 2015
profesional en interpretación, posee una mayor demanda y oferta de la
modalidad simultánea.
Por medio de la presente investigación, se puede dar a conocer que
las tarifas varían en cada lengua. En el mercado de la interpretación en
Lima, no se maneja una tarifa estándar. Montealegre menciona que se da
una situación similar en Bogotá. «Se puede observar que las agencias e
intérpretes no cuentan con una reglamentación o política que conlleve a
crear un estándar de costo sobre el servicio de interpretación» (Montealegre
2013: 52). Como en Bogotá, la ausencia de una tarifa estándar en Lima
puede estar ligada a la poca cantidad de intérpretes que pertenecen a la
Asociación Internacional de Intérpretes de Conferencia (AIIC) y la carencia
de otras asociaciones peruanas de intérpretes. Es posible que esta sea la
razón por la que las tarifas más bajas de interpretación se encuentran en
América del Sur, de acuerdo con el informe mundial de Neff (2009). Por otra
parte, se puede relacionar la tarifa de acuerdo a los años de experiencia. La
menor tarifa (PEN 175), en inglés, se obtuvo de un proveedor de servicio de
interpretación con solo dos años de experiencia. Por otro lado, la mayor
tarifa (PEN 2600), en inglés y francés, pertenece a proveedores de servicios
con más de 15 años de experiencia. También, la tarifa promedio más baja
entre todas las lenguas es PEN 945 en chino. Puede que se deba a que la
modalidad consecutiva es más frecuente que la simultánea en dicha lengua
debido a su grado de dificultad. Esto se puede reafirmar con el enorme
déficit de profesionales en dicha lengua. Del Pino (2014: 147) afirma que, en
las reuniones de la ONU, no se cuenta con intérpretes de simultánea directa
del árabe, chino y ruso al español.
Con respecto a los entornos de interpretación, se puede apreciar
cierta diversidad en los porcentajes. Como afirma Lucía Ruiz Rosendo
(2013:210), los intérpretes suelen aceptar encargos en ámbitos muy
diversos, pero con el tiempo y la experiencia adquieren cierta
especialización. Asimismo, existen ciertas diferencias y similitudes entre las
modalidades simultánea y consecutiva. En primer lugar, se puede ver que,
en el entorno jurídico, ambas modalidades poseen una baja cantidad de
jornadas realizadas. Por ejemplo, en la modalidad consecutiva, ningún
intérprete realiza más de 30 jornadas y, en la modalidad simultánea, solo el
2.1 % realiza más de 30 jornadas. De manera similar, en el estudio realizado
por Montealegre en Bogotá (2013: 37-38), solo el 8 % de sus encuestados
brindó sus servicios en tribunales en todas las modalidades consideradas
por la autora. Según Montealegre, se puede afirmar que los clientes
requieren con menos frecuencia la interpretación en el entorno jurídico. No
obstante, estos resultados difieren con la encuesta realizada por
Pöchhacker y Zwischenberger (2008): el 53 % de sus participantes trabajan