al desarrollo de un nuevo tipo de turismo, el denominado, turismo de
idiomas (Castillo Arredondo, Rodrguez Zapatero, Prez Naranjo y López-
Guzmn, 2017). Y es que hoy en día, en un mundo globalizado, el
aprendizaje de idiomas adquiere cada vez más importancia, no solo entre
jóvenes como parte de su educación sino también entre adultos (Taboada-
de-Ziga Romero, 2012). Algunos autores resaltan la gran importancia del
turismo idiomático, un impulsor de desarrollo, un generador de empleo e
ingresos, entre otros beneficios económicos y sociales, al comportarse y
demandar los mismos tipos de servicios que un turista clásico: transporte,
alojamiento, restauración, productos complementarios, etc. (Taboada-de-
Ziga Romero, 2014), favoreciendo la diversificación, desestacionalización
y la desconcentración geográfica (Hernndez Mogolln y Campn Cerro,
2010; Adriani Leighton, Schlüter, Navarro, Jimeno y Arcuri, 2013). Goeldner
y Ritchie (2005) consideran que el turismo idiomático surge debido a la
motivación de las personas por aprender un idioma para poder viajar. Así
nace el turismo idiomático, un turismo en alza, debido a la necesidad de
aprender un nuevo idioma (Moral Cuadra y Orgaz Agera, 2014). Si bien, es
necesario indicar que al principio los desplazamientos entre países para el
aprendizaje de un idioma no se consideraban una actividad turística, sino
meramente educativa y cultural (Recoder de Casso, 2001).
La literatura referida al turismo idiomático brinda una amplia gama de
definiciones y conceptualizaciones que enmarcan dicha modalidad turística
dentro de diferentes tipologías de turismo (Clark, 2014). Sin embargo, la
mayoría de los autores engloban el turismo idiomático como un
subsegmento del turismo cultural (Gemes, 2001; Campn Cerro y
Hernndez Mogolln, 2011; Pardo Abad, 2011; Moral Cuadra y Orgaz
Agera, 2014; Taboada-de-Ziga Romero, 2014). Autores como Steinecke
(2007) y Dreyer (2000) realizan distintas clasificaciones de turismo, según
las motivaciones de los turistas, pudiéndose distinguir entre ellos el turismo
de formación o educativo, turismo cultural y turismo idiomático. Adriani et al.
(2013) define el turismo idiomático como los viajes que se llevan a cabo a
fin de realizar actividades turísticas y aprender el idioma con independencia
del grado de formalidad e institucionalización de las mismas. Taboada-de-
Ziga Romero (2014) lo denomina como el estudio de una lengua,
enlazado con su historia y con su cultura. Una definición más reciente en el
tiempo es la de Ramirez Padilla (2015) como el desplazamiento de
personas con intención de aprender nuevos idiomas, o mejorar el nivel de
aquellos que ya son capaces de hablar. Otros autores no sólo hacen
hincapié en el aprendizaje del idioma, sino también en las costumbres
culturales, así el turismo idiomático se define como un subsegmento del
turismo cultural (Hernndez y Campn, 2010; Pinassi y Ercolani, 2012),
cuya principal motivación no se restringe solamente al aprendizaje de una