e) El valor sociolingüístico: la creación del neologismo responde a una
necesidad social y comunicativa.
Si analizamos estos criterios de aceptabilidad, comprobamos que en
este caso sí podrían aplicarse a los irrealia, aunque sería preciso realizar
matizaciones. Con respecto a la conformidad al sistema de la lengua, el
autor debe recurrir a un sistema lingüístico para crear los irrealia, por lo que
en principio cabría asumir que habrá de respetar las reglas de la lengua. Por
citar de nuevo ejemplos de nuestro corpus de estudio, el autor puede
recurrir a procedimientos propios de un sistema lingüístico (The Shire,
waybread) pero también a creaciones ex nihilo que, no obstante, recurren
también a dicho sistema lingüístico (al valerse de elementos gráficos y
fonológicos, por ejemplo), como en lembas o hobbit.
Por otro lado, en cuanto a la amplitud semántica y al valor de
integración en la lengua, el irrealia se crea para denominar una realidad
ficcional, por lo que, dentro del texto ficcional, podría integrarse en los
diferentes planos. Así, por ejemplo, en la obra de Tolkien pueden
encontrarse derivados como tookish (del apellido Took) o hobbitish (de
hobbit). Del mismo modo, los irrealia creados pueden integrarse en
oraciones como si de unidades de la lengua común se tratase.
En cuanto al criterio onomasiológico, el término creado hace
referencia a un nuevo concepto (aunque ficcional). Por último, la creación
de un irrealia responde a una necesidad social y comunicativa: el autor debe
configurar semánticamente su mundo ficcional, por lo que necesita
denominar los elementos que lo integran.
De acuerdo con estos postulados, los irrealia no podrían considerarse
como totalmente distintos de los neologismos. En efecto, salvo por la
clasificación de Cabré (cuyo estudio, es preciso remarcar, se centra en la
disciplina de la terminología), puede afirmarse que los irrealia cumplen
varios de los criterios de aceptabilidad neológica, aunque no todos. No
obstante, convendría tener en cuenta también los parámetros de
clasificación de las unidades léxicas nuevas para comprobar si los irrealia
se ajustan a las categorizaciones propuestas sobre los tipos de neologismos
y, en tal caso, determinar de qué tipo de neologismos se trataría.
3.2. Los neologismos y los irrealia: parámetros de clasificación
Para poder determinar si los irrealia pueden considerarse
neologismos según las clasificaciones existentes, nos basaremos en la
clasificación de Cabré (1993: 445-446), que señala que cualquier
clasificación de los neologismos debe partir de una perspectiva
multidimensional y distingue tres criterios principales de clasificación: según