“Philo-Philippa”: to the excellent Orinda: un poema laudatorio…
La muerte en cada ola no asustó a Orinda,
sin miedo ella obra lo que Amistad le dicta:
si virtud varonil confinaba a su sexo,
lo salvas afianzando nuestra mente más débil;
pues se requiere en ello (para ser virtuoso)
valor, ya sea en la lucha, como en la Amistad.
Los riesgos que ignoramos prueban esta verdad,
con valor no luchamos, mas con arrojo amamos.
Haznos amar los libros, Safo destaca en eso,
no de la edad de Hesíodo, pero sí de su mérito. 90
Si las almas no tienen sexo, cual se declara,
no son de varón o hembra los mejores poemas:
llamar no debe el hombre, femeninos los versos,
en los que el sentimiento es recio y varonil.
Verdad es que Apolo es el juez del ingenio,
mas son nueve mujeres las de la docta tropa:
leyes en la que Numa constaba como esposa,
le fueron susurradas por la sabia Egeria
.
Numa fue un rey reverenciado por los romanos por su sabiduría y piedad. Respaldado por Júpiter, se
piensa que tuvo una relación directa y personal con un número de deidades, la más célebre la ninfa
Egeria, quien según la leyenda le enseñó a ser un legislador sabio. Ovidio cuenta su leyenda en el libro
XV de las Metamorfosis (vv. 482-551), relatando que la ninfa Egeria se convirtió en su esposa. Según
Tito Livio (Ab Urbe condita), Numa aseguró que había mantenido reuniones de noche con Egeria sobre
la manera correcta de establecer ritos sagrados para la ciudad. Plutarco (Vidas paralelas) sugiere que
se aprovechó de la superstición para darse a sí mismo un halo de temor reverencial y fascinación
divina, y así poder cultivar comportamientos más amables entre los belicosos romanos primigenios,
tales como honrar a los dioses, respetar la ley, comportarse humanamente ante los enemigos, y vivir
apropiadas vidas respetables. En el Gran Diccionario Histórico o Miscelánea curiosa de la Historia
Sagrada y Profana, tomo VI: M-O, traducido del francés de Luis Moreri por Don Joseph de Miravel y
Casadevante, París: Hermanos De Tournes libreros, 1753, podemos leer una breve, pero completa
relación de Numa: “ Numa Pompilio, segundo rey de los Romanos, era de Cures, ciudad del país de los
Sabinos, e hijo de Pomponio Pompilio. Intruidos pues los romanos de su gran probidad pasaron a
cogerlo a su ciudad para hacerlo rey de ellos, después de la muerte de Rómulo el año 4o de Roma y
714 antes de Jesucristo. Restableció muchas ceremonias sagradas, a fin de dulcificar por medio de la
religión el genio o natural feroz de este pueblo bárbaro, edificó un templo a Vesta, escogió doncellas
que hacían voto de castidad, y que cuidaban de guardar el fuego sacro, y estableció ocho colegios de
sacerdotes de Marte, de los Augurios, de los Salienos, de los Curiones, de los Flaminios, de los
Feciales, &c. Ordenó también el culto de Jano, a dos caras. Dividió el año en 12 meses, y publicó leyes
importantísimas, haciendo creer al pueblo no comprendía cosa sino por orden y con parecer de la ninfa
Egeria. Este rey había casado con Tatia, hija de Tatio, colega de Rómulo, de la cual tuvo cuatro hijos,
progenitores de cuatro familias, y una hija que casó con Tulio Hotilio que le sucedió. Algunos antiguos
dijeron que era Pitagórico, pero es cosa visible se engañaron, pues Pitágoras no vivió sino en tiempo