Perspectivas en la formación de posgrado en traducción…
[TISP es la] “Interpretación [y/o traducción] que tiene lugar en [y/o que
se inscribe en] el ámbito de los servicios públicos para facilitar [y/o
permitir] la comunicación entre el personal oficial y los usuarios [cuando
ello es necesario]: en las comisarías, oficinas de inmigración, centros de
ayuda social, centros de salud, escuelas, [juzgados] o servicios
similares. (Gil Bardaji (2010: 5)
Como podemos ver en esta cita, uno de los ámbitos incluidos en los
servicios públicos es el sanitario, es decir, aquellas situaciones en que el
personal sanitario tiene que comunicarse con los usuarios (o pacientes). De
este modo, la traducción sanitaria incluiría, siguiendo este enfoque,
únicamente la traducción de documentos dirigidos a pacientes o usuarios
pero, como hemos visto anteriormente, esto contradice la visión de la
traducción sanitaria como marco dentro del cual se situaría la traducción
médica (Bancroft 2013).
Como se puede deducir de la información presentada, todavía no
contamos con una separación clara entre la traducción médica y la
traducción sanitaria. Dada esta situación de indefinición, cabe esperar, por
lo tanto, que los estudiantes que deciden especializarse en este ámbito
tengan distintas expectativas sobre la formación que vayan a recibir y las
tareas que desempeñarán en el futuro. Parece, pues, relevante describir los
distintos enfoques disponibles para la formación de traductores en el ámbito
médico-sanitario o biomédico: el basado en la traducción científica y el
orientado hacia la traducción en los servicios públicos. En los siguientes
párrafos se procederá a realizar esta diferenciación y posterior descripción.
2. Metodología
Siguiendo a Montalt (2012), la traducción médica (y la sanitaria) está
condicionada por los principios éticos de la biomedicina y la medicina
asistencial, que incluyen la exactitud, la fiabilidad, la confidencialidad y la
consideración hacia el paciente. Para ejercer como traductor en este ámbito
es necesario familiarizarse con conceptos médicos, terminología
especializada, géneros, contextos comunicativos, recursos y otras
características entre las que podríamos incluir la calidad de los textos o los
conceptos culturales tanto de emisores como de receptores sobre la salud,
la enfermedad y el funcionamiento del sistema sanitario. En una visión
amplia de esta modalidad de traducción tenemos que considerar que el
traductor habrá de enfrentarse a textos producidos por instituciones de la
administración, investigadores, profesores, médicos, enfermeros y otros
profesionales sanitarios. Dichos textos tendrán también múltiples
destinatarios, entre los que se encontrarán investigadores, alumnos,
personal sanitario y pacientes de niveles socioculturales y procedencias