La traducción en ciencias experimentales: medicina cuántica
A partir de aquí, y como mencionamos anteriormente, podemos
deducir que el traductor no solo ha de tener conocimientos del campo
temático, de la terminología específica y de los géneros, sino que además,
dichas competencias traductoras se pueden suplir ―en caso de que no las
posea― o se pueden acrecentar con la labor de documentación del
traductor.
Dentro de la traducción de textos especializados, existen varias
tipologías, que han cambiado su denominación a lo largo de los años.
Mayoral, a este respecto, propone cuál sería el tipo de clasificación
adecuada para este tipo de estudio (2001: 64):
Por otra parte, observamos un rechazo, en mi opinión, no justificado,
a las tipologías textuales tradicionales que se han originado en largos años
de práctica legal, comercial, audiovisual, etc., y que son las que usan los
especialistas de estos campos. Una nueva clasificación tiene que mejorar a
las anteriores para imponerse, sobre todo si existen tipologías muy
asentadas en el uso. Somos partidarios de no reemplazar estas tipologías
tradicionales a no ser que se muestren impropias o inadecuadas para el
análisis de la traducción. Otro sistema de clasificación que consideramos
nocivo para el estudio de la traducción, es el de la clasificación por los
temas de los que tratan el texto.
Según este autor y M. Aragonés (2009: 34), cuya opinión
compartimos, la tipología de la traducción de textos especializados se
debería clasificar según el propósito comunicativo, el contexto situacional, la
comunidad socio-profesional a la que va dirigido y las convenciones
sociales.
3. Traductor ante el texto.
Del mismo modo, y centrándonos ahora en el conocimiento científico
que tendremos que traducir, consideramos necesario mencionar que la
mayor parte de científicos no tienen conocimiento de idiomas, por lo que
con gran frecuencia será necesaria la traducción de estos textos debido a
que – según la UNESCO, la mitad de las publicaciones científicas escapan
al conocimiento del 50% de los científicos (debido al idioma).
El traductor, como especialista y no experto, a la hora de enfrentarse
a este tipo de texto ha de tener en cuenta dos aspectos importantes: la
metodología y la documentación.
En cuanto a la metodología, procederá, en primer lugar a realizar un
análisis textual basándose en los siguientes aspectos: