Sala / Guerrero Carmona/ Marcos Aldón
CNAPSI: Corpus of Nabatean…
cuevas del Mar Muerto
7
. Pero a la vuelta del siglo
IV
AD se advierte la
coexistencia de textos árabes y nabateos, además de la mezcla de escritura
nabatea y lengua árabe: son los casos, por ejemplo, de la inscripción greco-
nabatea –procedente de ʼUmm al-Ǧimāl– de la tumba de Fihr bar Šullay,
preceptor del filarca Ǧadīmah, de la tribu de los Banū Tanūḫ
8
, así como la
célebre inscripción de al-Namārah, escrita con caracteres nabateos, pero a
excepción de una palabra (bar) en lengua árabe, que sigue suscitando
diversos posicionamientos en torno a su correcta lectura
9
En el caso del dialecto arameo utilizado en Palmira éste representa
una variante de la lengua literaria que tiene sus orígenes en el período más
antiguo, que desde la época del arameo imperial se erige en como lengua
de comunicación en todo el ámbito medio-oriental. Los rasgos específicos
del dialecto arameo palmireno aparecen sobre todo en el campo léxico, v.gr.
presencia de abundantes préstamos del griego, también del latín,
significado particular que adoptan algunos términos con respecto a otros
dialectos arameos, así como el sentido incierto que presentan algunos
sustantivos relacionados con el comercio, la construcción y una serie de
títulos militares. El arameo de Palmira se escribía con una caligrafía que
recuerda a la cuadrática hebrea en sus modalidades monumental y simple.
Los caracteres aparecen normalmente aislados, con diferencia entre los
grafemas inicial/medial y final únicamente en un caso (/n/) y la
direccionalidad de la escritura seguía el curso derecha–izquierda.
En cuanto a los textos siriacos, el registro lingüístico empleado en
este material inscripcional, calificado como ‘siríaco antiguo’, se inscribe
dentro de la diversidad dialectal de la lengua más hablada en el medio
oriental del momento, el arameo, siendo, en esencia, una variante del
arameo clásico, pero sin haber desarrollado las características propias del
siríaco literario posterior
10
, que generará un vasta y rica literatura entre los
siglos
III
y
XIII
AD. Este registro se encuentra, por lo tanto, en un estadio
intermedio entre el arameo clásico y el siríaco literario tardío. Sin embargo,
7
F. Rosenthal (ed.), An Aramaic Handbook. 4 vols., Wiesbaden: Otto Harrassowitz, 1967.
8
Enno Littmann, Semitic Inscriptions, Leyden: E. J. Brill, 1949, IV/A, pp. 37-40, nº 41.
9
Cf. por ejemplo Jean Cantineau, Le nabatéen. 2 vols., Osnabrück: Otto Zeller,
2
1978 (= Paris,
1930-32), II, pp. 49-50; W. Caskel, “Die Inschrift von en-Nemāra- Neu gesehen”, Mélanges de
l’Université St. Joseph 45 (1969), pp. 367-379; Irfan Shahîd, “Philological Observations on the
Namāra Inscription”, Journal of Semitic Studies 24 (1979), pp. 33-42; J. Bellamy, “A New
Reading of the Namārah Inscription”, Journal of the American Oriental Society 105/1 (1985), pp.
31-74.
10
Han J. W. Drijvers, Old Syriac (Edessan) Inscriptions, Leiden: E. J. Brill, 1972; H. J. W.
Drijvers – John F. Healey, The Old Syriac Inscriptions of Edessa and Osrhoene. Texts,
Translations, and Commentary, Leiden: E. J. Brill, 1998.