ISSN: 2255-3703
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La interpretación en los centros sanitarios: “A veces
médico, a veces paciente… pero siempre intérprete”
Aurora Ruiz Mezcua
Universidad de Córdoba
aurora.ruiz@uco.es
Fecha de recepción: 14.06.2012
Fecha de aceptación: 01.07.2012
Resumen: La traducción científica abarca temáticas muy heterogéneas y para poder
desempeñar su labor correctamente, el propio traductor o intérprete debe
“convertirse”, en cierto modo y en la mayoría de las ocasiones, en ese profesional de
la ciencia al que traduce o interpreta y también en el paciente o usuario del servicio,
lo cual conlleva ciertas responsabilidades. Trabajar como intérprete en los servicios
públicos es una actividad muy compleja que requiere una formación específica en
diversos ámbitos, como son: el sociocultural de los idiomas implicados, el lingüístico-
terminológico que se deriva del trabajo desempeñado, el científico-metodológico que
debe ponerse en funcionamiento según los requisitos específicos de la situación
comunicativa, el conocimiento de la institución, organismo o centro para el que se
trabaja, la utilización de la técnica de interpretación más apropiada, etc. Pero
además, hay otros factores implícitos en estos contextos que pueden determinar el
éxito o fracaso de la comunicación interlingüe, por ejemplo, la capacidad de gestión
del estrés que se produce en estos casos. De este modo, uno de los objetivos de
este trabajo de investigación es concienciar a los alumnos y profesionales de las
dificultades de tipo psicológico con las que puede encontrarse el intérprete social
que trabaja en los centros sanitarios para poder aplicar soluciones fáciles que le
permitan desempeñar su labor de la manera más apropiada.
Palabras clave: traducción, interpretación, contexto sanitario, didáctica, estrategias
formativas, psicología.
Interpreting in medical settings: “Sometimes a doctor, sometimes a
patient… but always an interpreter”
Abstract: The term “scientific translation” involves a wide range of translation
typologies. If the translator or interpreter wants to perform a good job, he or she must
frequently “become”, in a certain way and in most occasions, the Science
professional of these specific fields and also the patient or user of this service, which
normally implies a lot of responsibilities. Working as an interpreter in community
services is a difficult task that requires specific training, for instance: learning the
terminology and language, as well as the main socio-cultural aspects and scientific-
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methodological matters according to the particular communicative situation; choosing
the appropriate interpreting mode required for the context, and learning the structure
of the centre or institution the person will work for, etc. But there are also some other
factors that could determine the success or failure of this act of communication, for
example, the stress management. One of the main objectives of this paper is to
make students and professionals aware of the psychological difficulties that
community interpreters who work in health contexts might face, to apply easy
techniques that could help the interpreter doing her/his job as good as possible.
Keywords: Interpretation, Health Context, Teaching, Psychology, Inter-linguistic
Communication.
Sumario: 1. La traducción, la interpretación y el ámbito biosanitario. 2. La interpretación
social/comunitaria/en los servicios públicos. 3. El cambiante mundo de la interpretación social
en el ámbito sanitario español. 4. Algunas claves para la formación de intérpretes en los
contextos biosanitarios. 4.1. Preparación del intérprete como transmisor de la información
médica al paciente. 4.2. La preparación psicológica y emocional del intérprete. Conclusiones.
1. La traducción, la interpretación y el ámbito biosanitario.
Este artículo trata sobre la interpretación en los contextos
relacionados con el sector de la salud. A simple vista, el subtítulo que forma
parte del encabezado de este trabajo puede resultar, cuanto menos,
confuso. No obstante, tras unas observaciones con respecto a la traducción,
una definición funcional de la interpretación y unos apuntes sobre el trabajo
que realizan los intérpretes en los contextos sanitarios, la frase que sirve
como inicio de esta reflexión sobre la denominada interpretación social o en
los servicios públicos, su formación y su práctica, empezará a tomar
sentido.
A través de diversos tipos de fuentes, la sociedad y la comunidad
científica producen diariamente una gran cantidad de textos escritos
(normativas y leyes sanitarias, documentos de trabajo, control y gestión de
enfermedades, prospectos de medicamentos, etc.) cuya traducción resulta
imprescindible, pero no debemos olvidar que la comunicación oral dentro de
este campo también se hace necesaria. Cuando nos referimos a la
traducción oral, normalmente hablamos de interpretación lingüística. La
“interpretación” puede definirse de manera funcional como “la transmisión
de mensajes orales entre dos lenguas (…) transfiriendo todos los
componentes para que dos personas que no comparten una misma lengua
puedan interactuar sin que el idioma sea una barrera” (García Beyaert y
Serrano Pons, 2009: 56).
La interpretación, al igual que la traducción, es una profesión que
constantemente entra en contacto con otras disciplinas que se sirven de ella
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para cruzar fronteras. Dada la imposibilidad de poseer un conocimiento
absoluto, los traductores y la mayoría de los intérpretes suelen
especializarse en una materia o aceptar encargos de una temática similar
para adquirir un dominio más profundo de la misma, al menos, en teoría:
…Como toda modalidad compleja de traducción, la traducción científica
debe ser tarea de traductores especializados con dedicación exclusiva y
preparación adecuada, con independencia de su trayectoria formativa
previa (Navarro, 2002: 309).
Más abajo el autor indica que el problema radica en que la sociedad
no lo entienda así y que los estudios de Traducción e Interpretación no
estén estructurados correctamente para la especialización del traductor
científico. Por eso, diez años después de la publicación de su artículo, aún
se sigue planteando el dilema de quién está más capacitado para traducir
un artículo médico: ¿un traductor con conocimientos de medicina o un
médico con conocimientos de varios idiomas? En cambio, en el caso del
“intérprete especialista en medicina”
1
la cuestión difiere, pues en raras
ocasiones una persona que no ha recibido formación en las técnicas de
interpretación acepta un trabajo de esta índole, especialmente si se trata de
una conferencia o congreso.
Dejando el aún vigente debate con respecto a la especialización a un
lado, cabe destacar que el campo biosanitario es uno de los espacios que
cuenta con mayor volumen de traducción e interpretación en la actualidad,
especialmente en algunas combinaciones lingüísticas, y, por tanto, la
demanda de traductores e intérpretes dentro del marco europeo e
internacional formados específicamente en esta rama de conocimiento está
en aumento. Este trabajo se centra en este último grupo de profesionales de
la traducción oral que trabaja en los contextos sanitarios: los intérpretes.
El intérprete actúa como enlace entre el personal del centro sanitario
al que traduce o interpreta y el paciente o usuario, convirtiéndose, en cierto
modo, en cada uno de ellos para poder transmitir sus palabras, pero esa
persona que se dedica a la traducción/interpretación también tiene sus
propias emociones y sentimientos; de ahí el subtítulo de este artículo: A
veces médico, a veces paciente, pero siempre intérprete”.
1
Realmente esta denominación no existe como tal, sin embargo, en la práctica profesional, hay
intérpretes que se dedican al campo de la salud e intérpretes que no trabajan en asuntos
relacionados con esta temática. De hecho, dentro del mundo profesional de la interpretación (al
menos de conferencias), en los mercados locales, se suele distinguir entre los intérpretes que
“hacen congresos de medicina” y los que no.
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2. La interpretación social/comunitaria/en los servicios públicos.
En inglés, idioma de los países a los que debemos su
reconocimiento, primeros estudios y mayor bibliografía, se conoce
principalmente como "Community Interpreting", pero en español no existe
una denominación única. Probablemente esto se debe a que en ella se
incluyen una gran diversidad de situaciones comunicativas que se producen
en contextos muy diferentes y que están reguladas por normas que son
inherentes a cada país e institución. No obstante, en este trabajo se partirá
de una definición genérica que servirá como base para clarificar el ámbito
de estudio y que se refiere a la “interpretación social” en los siguientes
términos:
…Aquella que facilita la comunicación entre los servicios públicos
nacionales –policiales, judiciales, médicos, administrativos, sociales,
educativos y religiosos- y aquellos usuarios que no hablan la lengua
oficial del país y que habitualmente pertenecen a minorías lingüísticas y
culturales: comunidades indígenas que conservan su propia lengua,
inmigrantes políticos, sociales y económicos, turistas y personas sordas
(Abril Martí, 2006: 5).
Por otra parte, la interpretación en los servicios públicos es
fundamentalmente una labor de “traducción oral”, en interacciones de pocos
participantes y en las que el intérprete se encuentra físicamente entre los
interlocutores primarios, generalmente cara a cara; aunque en la realidad
profesional, también cubre la traducción a la vista (e incluso la transcripción
literal de ciertos documentos orales). Esta modalidad suele denominarse
interpretación bilateral, de diálogo o de enlace
2
.
Aunque no pueda demostrarse empíricamente, es posible que la
interpretación (y especialmente en el modo bilateral) se trate de la actividad
traductora más antigua del mundo. No obstante, la disciplina ha comenzado
a recibir atención académica e institucional hace tan sólo unas décadas. Los
países pioneros en su desarrollo son básicamente anglosajones,
especialmente Australia, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y Suecia.
Estos estados comenzaron a ser conscientes de las necesidades
comunicativas de un sector de la población que no dominaba el idioma/s
2
De acuerdo con la opinión de las investigadoras Katrin Vanhecke y Julia Lobato Patricio, se
trata de la modalidad en la que el intérprete se encuentra entre dos personas que hablan
diferentes idiomas y traduce cada frase o cada secuencia de diálogo entre estos interlocutores.
Es aquella que facilita la comunicación entre personas que no dominan o entienden la lengua o
lenguas oficiales y las personas que trabajan en los servicios públicos con el fin de facilitar y
procurar un acceso igualitario a los servicios jurídicos, sanitarios, educativos, sociales, etc.
(2009: 9).
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oficial/es y que no estaba vinculado ni a las relaciones diplomáticas, ni a los
intercambios económico-comerciales ni a los asuntos científicos. Esto les
llevó a contar con intérpretes que pudieran ocuparse de estas nuevas
realidades:
...Australia es el país más avanzado en este tema, en cuanto a la
profesionalización, acreditación y formación de traductores/intérpretes
en los servicios públicos, pues ya desde los años cincuenta empezó a
dar solución a las necesidades comunicativas de los inmigrantes que
comenzaron a llegar al país tras la Segunda Guerra Mundial (Sales
Salvador, 2005: en línea).
3. El cambiante mundo de la interpretación social en el ámbito
sanitario español.-
Dentro del territorio español, el estudio de la interpretación social ha
sido más tardío. De hecho, según indica la investigadora Ann Martin,
comenzó de forma visible a partir de los años noventa (2003: 440), pues
durante gran parte del siglo XX eran los propios españoles los que
emigraban a otros países. Sin embargo en las últimas décadas, este
proceso ha cambiado y España recibe en la actualidad una cantidad
importante de personas provenientes de otros países cuyas necesidades
lingüísticas y culturales varían.
La presencia de este creciente conjunto de nacionalidades, idiomas y
culturas en España exige el establecimiento de unos servicios de
interpretación que permitan la comunicación en los sectores sanitarios,
educativos, policiales o administrativos, por mencionar algunos de los
principales, que quizás no quedan lo suficientemente delimitados en las
leyes:
...La interpretación social es una realidad no reconocida en nuestro país
y debemos ser conscientes de que las necesidades de comunicación de
extranjeros, inmigrantes y minorías tienen lugar en infinidad de
situaciones por lo que el desarrollo de problemas de comunicación es
inevitable. De manera habitual las barreras de comunicación son
eliminadas por los mismos miembros de las familias o de las
comunidades que requieren la interpretación y, además, de forma
voluntaria, lo que hace que la necesidad de interpretación social sea
obviada y se convierta en una práctica de no profesionales (Mateo
Alcalá, 2004: 3).
No obstante, el interés por la interpretación social parece estar en
aumento en la actualidad; prueba de ello es que cada vez más centros de
formación universitaria incluyen asignaturas relacionadas o afines a esta
disciplina en sus planes de estudio (especialmente en los postgrados). Por
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su parte, tanto los trabajos de investigación al respecto como los eventos
(congresos, jornadas, cursos formativos, etc.) centrados en la interpretación
en los servicios públicos se han duplicado en un espacio breve de tiempo
(García Luque, F., 2009: 22), a pesar de que por el momento no existe una
figura reconocida de "intérprete social"
3
.
Por otro lado, las autoridades competentes comienzan a darse cuenta
de esta nueva realidad social y algunos organismos incluyen servicios y
normativas al respecto. Es el caso, por ejemplo, del Servicio Andaluz de
Salud (SAS), que cuenta desde 2007 con un servicio de interpretación
telefónica (que la Consejería de Salud de la CC.AA. de Andalucía denomina
“servicio de tele-traducción”) destinado a facilitar la comunicación entre
usuarios y profesionales de la salud. Así ocurre, por ejemplo, en Hospital
Universitario Reina Sofía de Córdoba, donde se ha instaurado un sistema
telefónico que permite la comunicación multilingüe
4
:
…La comunicación se establece mediante un dispositivo que permite
que los interlocutores se conecten con un traductor instalado en un
teléfono móvil que dispone de un sistema de doble auricular y micrófono
al que se conectan ambos y a la vez se comunican con la central de
traducción que posibilita la conversación. El hospital dispone de 10
móviles repartidos en el Servicio de Urgencias, Hospital General,
Consultas Externas, Materno Infantil, UCI, los servicios de atención al
ciudadano de Avenida de América y del Reina Sofía y las
subdirecciones de enfermería. (Diario Córdoba: en línea)
5
.
Asimismo, en otros centros sanitarios comienzan a emplearse otras
iniciativas para romper las barreras idiomático-culturales. Por ejemplo, en
los hospitales públicos de la comunidad Madrid se utilizan (además de la
interpretación telefónica a través, sobre todo, de Dualia
6
), sistemas como
3
De hecho, en numerosas ocasiones se recurre a profesionales de otros campos o incluso a
voluntarios para resolver los problemas lingüísticos derivados del desconocimiento del idioma
del país por parte del usuario. No obstante, como se ha indicado en numerosas ocasiones a lo
largo de este trabajo, una escasa formación en la materia puede conllevar riesgos para la
comunicación intercultural, pues es necesario que la persona que trabaje como intérprete
conozca la profesión, las culturas y la terminología adecuada.
4
Este servicio se publicita en el propio hospital, en cuyas salas de espera pueden encontrarse
carteles donde aparecen las ventajas de la tele-traducción.
5
Disponible en su versión digital publicada el 8/4/2012 en:
<http://www.diariocordoba.com/noticias/cordobalocal/el-reina-sofia-oferta-un-servicio-de-
traduccion-para-extranjeros_342565.html> [Consulta: 11 de abril de 2012].
6
Sistema telefónico de manos libres con doble auricular y doble micrófono.
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Doctor Speaker
7
o folletos y paneles informativos con nociones básicas en
varias lenguas
8
(Faya Ornia, 2011: 287).
Por su parte, la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia ha
introducido unos pictogramas que incluyen imágenes, números y algunas
frases comunes en nueve idiomas:
…Según explica el subdirector general de Planificación e Ordenación
Territorial, Ángel Facio, la iniciativa pretende "garantizar los derechos
sanitarios" a las extranjeras. […] No se puede garantizar, continúa, que
exista un intérprete en cada centro de atención primaria, aunque
reconoce que, en casos muy complicados, existen convenios "con
determinadas instituciones, como embajadas" para obtener los servicios
de algún traductor si es necesario. En todo caso, comenta, en los
grandes hospitales siempre existe alguien en el equipo que puede
apañarse en uno u otro idioma. No ocurre lo mismo en los centros de
atención primaria, donde los profesionales que tendrán contacto con la
embarazada serán el médico y la matrona. (Faro de Vigo, 2010: en
línea
9
).
Sin duda se trata de una iniciativa alentadora, más aún cuando no es
posible que un intérprete esté presente; pero no deja de sorprender el
hecho de que se utilicen los términos “apañarse” cuando se habla de la
interpretación en estos contextos para centros hospitalarios grandes o en
casos complicados. Al mismo tiempo, como indicaba Mateo Alcalá en la cita
incluida más arriba, la interpretación no siempre se lleva a cabo por
profesionales contratados para desempeñar el oficio y aún se recurre al
voluntariado para superar las posibles barreras lingüísticas en muchos
centros sanitarios.
4. Algunas claves para la formación de intérpretes en los contextos
biosanitarios.
Existe una triple dimensión de interacción para el intérprete que
trabaja en los contextos biosanitarios: por un lado, el intérprete asume el rol
del médico/personal de atención al que traduce, por otra el del paciente y
por último, el suyo propio, su personalidad, ya que no puede desprenderse
7
Software audiovisual para los formatos de Ipad, Iphone, etc. disponible en nueve idiomas que
permite plantear preguntas cerradas y abiertas.
8
Estos últimos se se utilizan cuando no se puede disponer de un intérprete y cuyas funciones,
obviamente, son muy limitadas.
9
Noticia publicada el 18 de febrero de 2010 en la versión electrónica del diario El Faro de Vigo,
sección Sanidad, con el título “Intérpretes de Papel”, disponible en la url:
<http://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2010/02/18/interpretes-papel/412638.html>
[Consulta: 11 de abril de 2012].
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de sus creencias, sentimientos y emociones, por muy neutral que pretenda
ser. Teniendo en cuenta esta triple vertiente, podemos dividir las
necesidades del intérprete en los contextos sanitarios en dos grandes tipos:
la necesidad de preparación lingüístico-cultural y comunicativa cuando
actúa como profesional sanitario y la necesidad de preparación emocional
para que no le afecte personalmente la situación del paciente:
4.1. Preparación del intérprete como transmisor de la información médica al
paciente.
En general, los pacientes no están satisfechos con la preparación
comunicativa de los médicos. En principio se trata de un obstáculo que el
intérprete debe intentar solventar cuando realice su trabajo, pues su papel
es de mediador y profesional de la comunicación interlingüística. Por este
motivo resulta oportuno que reciba formación a este respecto y aprenda las
estrategias relativas a la comunicación del mensaje al paciente:
a) Habilidades del intérprete referidas al contexto.
Será recomendable que, en la medida de sus posibilidades, el intérprete
cree una atmósfera en la que los pacientes se sientan cómodos para
comunicarse abiertamente:
…Interpreters (…) have an obligation to treat everyone in the encounter
with dignity and courtesy, respecting the rights and duties of each
individual, including their own. An essential implication of this principle is
that the interpreter respects the autonomy and expertise that each party
brings to the encounter” (Código Ético del Nacional Council on
Interpreting in Health Care
10
, 2004: 20).
También debe situarse al mismo nivel que el paciente y a una
distancia adecuada. Si éste está sentado, el intérprete debería sentarse. Si
por el contrario está de pie, se recomienda que adopte lo que los expertos
llaman una postura abierta (Acinas, M.P., 2004: 121), es decir, cabeza
erguida, brazos a ambos lados del cuerpo, mirando al interlocutor y al
entorno con expresión relajada.
Por otro lado, la proximidad física desempeña un papel muy
importante en la comunicación, ya que para que los usuarios se sientan
cómodos es importante que los interlocutores mantengan un espacio
interpersonal apropiado. Éste es un aspecto que difiere entre culturas; por
ejemplo, los norteamericanos, británicos y canadienses necesitan una
mayor distancia interpersonal que los latinoamericanos, japoneses y árabes
10
El documento completo puede consultarse en la siguiente dirección: <http//:www.ncihc.org>
[Consulta: 10 de abril de 2012].
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(Sharon et alii, 2004: 7)
11
. En España, ésta oscila entre 46 y 120 cms.
(Acinas, 2004: 144-146).
Por último, en caso de que el médico hable directamente con el
intérprete y no con el paciente, es aconsejable que el intérprete le recuerde
su papel como mediador y le pida al facultativo que se dirija al paciente.
b) Habilidades relativas a la comunicación verbal.
En primer lugar, cabe destacar que es básico que el intérprete
conozca la terminología adecuada. Un traductor/intérprete necesita
comprender el sentido del mensaje original para transmitirlo en lengua meta.
Para ello es fundamental que esté familiarizado con el vocabulario que se
utiliza con frecuencia en el contexto en el que trabaja. El intérprete tiene que
conocer el lenguaje médico preciso más habitual
12
. Recordemos, además,
que no dispone de tiempo in situ para documentarse cuando se encuentra
con dificultades de tipo terminológico, sino que debe anticiparse a las
posibles dudas y aprender aquello que pueda resultarle necesario de
antemano para poder resolver la situación de manera satisfactoria.
Asimismo, es importante que use un lenguaje comprensible en lugar de
excesivamente técnico, para que el paciente pueda comprender mejor el
discurso, ya que el principal fin de la interpretación es la comunicación
interlingüe.
Por otra parte, el intérprete puede neutralizar las posibles asimetrías
entre culturas. Ya sabemos que el intérprete es un nexo entre culturas,
no únicamente entre lenguas y, en algunas ocasiones, es necesario que
intervenga para explicar ciertas conductas o hábitos que pueden diferir
entre éstas. Por ejemplo, si un doctor europeo prescribe una dieta de
varias comidas al día para un paciente musulmán durante el mes de
Ramadán o rica en alimentos que están prohibidos de acuerdo con los
preceptos coránicos (no halal”), lo más seguro es que el paciente no
siga el tratamiento. El papel del intérprete en este caso sería explicar
las diferencias religiosas para poder elaborar una dieta apropiada que
sea lo más respetuosa posible con las creencias del usuario.
Por último, es primordial que el intérprete aprenda a comunicar las
noticias desagradables, que son muy frecuentes en los contextos sanitarios.
Para ello, no debe partir de la falsa impresión de que el objeto de la noticia
11
Pueden distinguirse cuatro zonas principales según la distancia de separación: la zona íntima
(sólo se permite la entrada a seres allegados), personal (la que suele utilizarse en reuniones
sociales, en el lugar de trabajo, etc.), social (normalmente, se emplea con aquellas personas a
las que no se conoce) y pública (usada para dirigirse a grupos de personas desconocidas,
como por ejemplo en ponencias). Se recomienda que el intérprete se sitúe en la segunda.
12
En realidad existen numerosos estudios acerca de este “tecnolecto”, que quizás sea el que
goce de más prestigio dentro de los lenguajes científico-técnicos.
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es responsabilidad suya, pues si esto ocurriera, el intérprete se sentiría
intimidado por la tarea y no sabría cómo abordarla. Lo ideal es que se
adopte un enfoque asertivo, directo y a la vez comprensivo (Acinas, M.P.,
2004: 98-99).
4.2. La preparación psicológica y emocional del intérprete.
a) Características e implicaciones de la actividad de interpretación social en
el ámbito sanitario
En principio, para sobrellevar la actividad que se requiere en estos
contextos, el intérprete debe tener estabilidad emocional: debe ser una
persona equilibrada, que sepa controlar sus emociones e impulsos y que no
se altere con facilidad en su trabajo.
A pesar de todo, hay ciertas situaciones en las que el intérprete puede
verse afectado de forma más evidente, por ejemplo, si trata con pacientes
con los que pueda verse identificado, con personas que han experimentado
situaciones violentas (torturas, abusos, graves pérdidas familiares
13
), si trata
con usuarios alterados en exceso o con patologías graves o si le resulta
imposible ofrecer ayuda, es decir, se siente impotente al no poder realizar
su trabajo.
De este modo, una implicación excesiva con el paciente o sus
problemas puede ser perjudicial para el intérprete, ya que puede crearse
una unión emocional que le lleve a querer ayudar por encima de sus propias
posibilidades. Las consecuencias de esta vivencia pueden llegar, por
ejemplo, hasta el punto de sufrir el síndrome de estar quemado o burnout
14
o al desgaste por empatía o compassion fatigue
15
. Así lo demuestran
algunos estudios realizados a este respecto, como por ejemplo, el llevado a
13
La mayoría de los intérpretes que trabajan en los servicios sociales tratan especialmente con
el colectivo de inmigrantes y se encuentran con usuarios que presentan un cuadro clínico que
se ha acordado denominar “Síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple o síndrome
de Ulises(aún no aparece en referencias como el DMS-IV) y que se caracteriza, de acuerdo
con algunas investigaciones, como las llevadas a cabo por Joseba Achotegui, profesor de
Psiquiatría y director de un centro hospitalario en Barcelona, por la acumulación de estresores
y duelos como la soledad, el fracaso, la lucha por la supervivencia (alimentación, vivienda) o el
miedo (Achotegui, 2004: 39-52).
14
Se trata de un término muy conocido y utilizado en psicología que Freudemberguer acuñó en
1974 para referirse a la experiencia de agotamiento, decepción y pérdida de interés por la
actividad laboral de determinados profesionales como resultado del mantenimiento de
expectativas demasiado elevadas (Masc, C. et alii, 2007: 50).
15
Éste podría definirse como las emociones y conductas naturales resultantes del conocimiento
de un evento traumático experimentado por otra persona. Se caracteriza por cuatro grupos de
síntomas: reexperimentación del suceso, evitación de situaciones relacionadas con la vivencia,
embotamiento psíquico e hiperarousal o hiperactivación (Morrissette,2004: 53-54).
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cabo en 2006 por el Área de Medicina Interna en uno de los hospitales de
tercer nivel del Servizo Galego de Saude (SERGAS), en cuyos resultados
los autores afirman que:
…las profesiones sanitarias son especialmente sensibles a esta
patología [burnout] incluida por la OMS en el capítulo XXI del CIE-10
como un factor de riesgo para la salud. El síndrome de desgaste,
agotamiento profesional o burn out, tiene tres componentes esenciales
en la situación de sobrecarga que implica: el agotamiento emocional, la
despersonalización y la falta de realización profesional” (Masc, C.
yVillamil, 2007: 50).
Las consecuencias de trabajar en esos contextos pueden llegar a ser
muy perjudiciales si el intérprete no toma conciencia y no está preparado
para superarlas. De esta forma, en el contexto profesional, las alteraciones
emocionales pueden producir el fenómeno de transferencia-contra-
transferencia psicoterapéutico, ansiedad y estrés, percepciones erróneas,
problemas de memoria, problemas de corazón (en casos extremos), así
como el mencionado síndrome de estar quemado o burnout, que a su vez
puede manifestarse en desilusión, falta de motivación, apatía, agotamiento
físico y mental, pérdida de energía y sensación de frustración. Fuera del
lugar de trabajo, el intérprete puede padecer problemas en las relaciones
familiares, depresión y los efectos del trauma vicario. Blair y Ramones
(1996) describen este fenómeno de la siguiente manera:
…Las interminables historias de violencia, crueldad, explotación y
atrocidad; el impacto emocional de experimentar el terror del otro, el
dolor y la angustia y la continua exposición a los aspectos oscuros de la
condición humana pueden producir síntomas notablemente similares a
los síntomas postraumáticos de los pacientes (Valero Garcés, C. 2003:
en línea).
b) Recomendaciones para afrontar el impacto psicológico que puede sufrir
el intérprete
1. Concienciación, motivación y conocimiento de algunos conceptos
psicológicos esenciales. Antes de ejercer por primera vez, el
intérprete debería tomar conciencia de que el trabajo puede
afectarle emocionalmente, por eso es importante que en los centros
formativos se comente con los estudiantes los problemas
psicológicos que este puede ocasionarle. En ningún caso se trata
de infundir temor, sino de que ajuste sus expectativas de trabajo a
la realidad del contexto laboral. Asimismo, es importante que los
futuros intérpretes conozcan algunos términos básicos sobre
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psicología (ansiedad, autoconcepto, autoestima, depresión, estrés,
etc.) que puedan ayudarle a comprender la situación y los
mecanismos adaptativos que se activan en dichas situaciones con
vistas a que estos no se vuelvan en su contra.
2. Estrategias para afrontar y resolver los problemas laborales. Existen
numerosas técnicas psicológicas que pueden ayudar al intérprete a
prevenir la aparición de problemas físicos y mentales causados por
el estrés en el contexto laboral. La clave está en probar y aplicar
aquellas que mejor funcionen en cada persona o para cada
contexto. Algunas de las más fáciles de poner en práctica y más
recomendadas por los psicólogos que tratan a los trabajadores
sanitarios son las siguientes: la Relajación (a través de la
respiración diafragmática o abdominal o relajación progresiva de
Jacobson, por ejemplo), la Resolución de problemas (en la que se
desglosan las preocupaciones en cinco fases para su
abordamiento), la Distracción cognitiva (nos centramos en otro
asunto para no recordar o pensar aquello que nos preocupa) o el
Método de autoinstrucciones (el usuario se repite unas frases que le
ayudan a sentirse mejor). Obviamente, en el caso de que el
problema sea más grave, sería conveniente consultar con un
experto que pudiese aconsejar una estrategia más específica y
hacer un seguimiento de la evolución del paciente. Ese experto
podría encontrarse en una unidad creada para tales efectos dentro
del centro para el que tanto el intérprete como el personal de salud
trabajen.
Conclusiones.
A pesar de que en general el mundo anglosajón continúa a la cabeza
de la investigación y práctica de la interpretación en los servicios públicos, el
interés por la interpretación social en los contextos sanitarios en España
parece experimentar un aumento considerable en la actualidad. Tanto los
trabajos de investigación como los eventos dedicados a esta disciplina se
han multiplicado en un espacio breve de tiempo y empiezan a instaurarse
asignaturas, másteres y cursos de postgrado para la formación específica
de los traductores/intérpretes que desean trabajar en los servicios públicos
españoles.
En este artículo se han expuesto algunas de las estrategias básicas
que los propios alumnos o intérpretes pueden emplear para tener una
preparación psicológica inicial en los contextos biosanitarios. Pero para que
estas habilidades puedan realizarse de forma satisfactoria o
complementarse con otras técnicas más específicas, sería imprescindible
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que los servicios públicos, las autoridades, los organismos pertinentes, los
usuarios y los futuros intérpretes fueran conscientes de la necesidad de
contar con profesionales bien formados capaces de ofrecer un servicio de
interpretación de calidad y cuya labor estuviera regulada bajo unas
condiciones claras y dignas.
En esta línea, más conscientes de esta nueva realidad que es la
pluriculturalidad en España, los organismos competentes de algunas
Comunidades Autónomas han implantado iniciativas que pretenden facilitar
el acceso a los servicios de salud a un sector cada vez más creciente de
población que no domina las lenguas oficiales, como son los sistemas de
video-conferencia, tele-interpretación, las tarjetas y pictogramas traducidas
a varias lenguas, etc. Sin duda se trata de medidas necesarias y esta
última, alentadora, especialmente cuando hablamos de combinaciones
lingüísticas poco frecuentes o cuando no es posible que un intérprete en
persona pueda estar presente en el lugar. Sin embargo, resulta del todo
insuficiente cuando se trata de grandes centros hospitalarios (o casos
complicados) que con frecuencia requieren asistencia lingüística y donde
aún no se dispone de un sistema de traducción/interpretación suficiente y
bien regulado, sino que se recurre, en el mejor de los casos, al voluntariado
para superar las barreras idiomáticas.
De este modo, aunque el panorama parece mucho más esperanzador
que hace unos años, todavía hay que reivindicar la labor que desempeñan
los traductores e intérpretes en los contextos biosanitarios, especialmente la
que llevan a cabo aquellos que trabajan en los “servicios públicos o
sociales”, para que en un futuro la profesión goce del estatus que sin duda
merece y la formación previa esté a la altura de las circunstancias reales.
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