En segundo lugar nos centraremos en el registro, entendiendo éste
como una variación de la lengua determinada por el tema o actividad y que
afecta fundamentalmente al léxico (Díaz Cintas 2009: 187-197). El registro
denota el nivel de formalidad, la situación social y, en algunos casos, indica
la profesión del personaje. El traductor debe respetar el estilo para reflejar
esa diferenciación social, empleando el léxico adecuado para el nivel de
formalidad establecido. Cabe decir que en este caso concreto, no nos
interesa reflejar diferencias sociales sino dotar al texto del nivel de
formalidad adecuado para un documental científico. Por tanto, nos
centramos en identificar la jerga profesional contenida en el discurso y
reemplazar los términos especializados por equivalentes en la lengua de
llegada y obviamos las connotaciones sociales. A este respecto, cabe decir
que la terminología científica estaba presente en mayor medida en las
intervenciones del narrador, mientras que el entrevistado empleaba un
registro menos formal, con palabras de uso común en un contexto en el que
cabría el uso de un tecnicismo. En este caso, el traductor optó por emplear
el término especializado para adecuar el registro a la tipología textual y
lograr homogeneidad en los diálogos de ambos personajes.
Por último, nos centramos en el dialecto y sociolecto presente en el
discurso. Definimos dialecto como la variedad del lenguaje asociada con un
área geográfica y un grupo social (el segundo, también denominado
sociolecto) (Díaz Cintas 2009: 187-197). Nos quedaremos, pues, con el
término dialecto, cuyo uso está generalizado para cubrir todos los aspectos
regionales y sociales del discurso. En la cinta hallamos dos dialectos
claramente diferenciados: en el caso del narrador, se emplea un inglés
estándar donde no existe un acento distintivo y las estructuras gramaticales
son propias de un nivel cultural alto. En lo que respecta al discurso del
locutor, nos encontramos con una variedad lingüística propia de una zona
rural de Texas, con un acento geográfico muy marcado, errores de
expresión y de pronunciación que, obviamente, contienen unas claras
connotaciones culturales. Cabe entonces cuestionarse las preguntas que
plantea Díaz Cintas: ¿Qué papel desempeña el dialecto en esta producción
audiovisual? ¿Se usa esta variedad lingüística en toda la cinta o sólo la
emplean algunos personajes? ¿Qué objetivo se pretende alcanzar mediante
el uso de diferentes tipos de discurso? ¿Cómo puede afrontar estas
cuestiones el traductor de subtítulos? (2009: 191). En este caso, sabemos
que la variedad regional está sólo presente en el discurso del locutor,
aunque no se emplea para lograr ningún fin determinado y su presencia es
meramente casual e incluso podría calificarse de inadecuada para un
documental científico-técnico. Basándonos en la inexistencia de
equivalencias en la lengua de llegada, en la poca relevancia de las
connotaciones socio-culturales del dialecto en este texto concreto, y