Transletters. International Journal of Translation and Interpreting, 9 (2025), pp. 1-25 ISSN 2605-2954
La representación de la coloquialidad en una
traducción contemporánea de literatura juvenil
Análisis de
Asesinato para principiantes
(2020), traducción de
Cristina Carro de la novela
A Good Girl’s Guide to Murder
(2019), de Holly Jackson
Paula Espinosa
Universitat Pompeu Fabra
Recibido: 24/04/2025
Aceptado: 14/10/2025
Resumen
Este artículo explora la representación de la coloquialidad en Asesinato para principiantes
(2020), una traducción de Cristina Carro cuyo original es A Good Girl’s Guide to Murder
(2019), obra de la autora británica Holly Jackson. El trabajo propone un análisis
cualitativo que plantee hasta qué punto insiste una traducción contemporánea en recrear
esta parte imprescindible de la lengua común y mediante qué recursos lo logra. En
concreto, el análisis identifica y describe los principales rasgos de la lengua coloquial, la
oralidad ficticia y el argot: todos elementos característicos del texto y, al fin y al cabo,
principales constituyentes de la coloquialidad en el medio escrito. El estudio revela que,
en general, la traducción de estos fenómenos reúne opciones de uso corriente y actual
en español peninsular, priorizando un traslado funcional, que en conjunto mantiene una
equivalencia del efecto estético y pone a disposición del público lector meta una
experiencia lectora análoga a la del público lector de origen.
Palabras clave
Argot, efecto estilístico, oralidad ficticia, traducción de lengua coloquial,
traducción literaria.
Paula Espinosa
2
INTRODUCCIÓN
La imitación de la coloquialidad en una obra literaria implica un refuerzo de
verosimilitud y de adecuación de la lengua al uso esperable. Además, contribuye
a la caracterización de los personajes, especialmente al incluir elementos del
hablar propio. Se trata, pues, de una práctica que visibiliza una parte
imprescindible de nuestra realidad lingüística más cotidiana. En el caso de una
traduccn literaria, la dificultad principal de imitarla radica en que, a menudo, se
debe recurrir a soluciones arraigadas a la lengua y cultura de llegada del
momento, y adaptarlas a las posibilidades del medio escrito. Por ello, parece
productivo explorar un caso reciente con tal de observar tendencias.
Este artículo propone el análisis de la novela Asesinato para principiantes
(2020), traducción de Cristina Carro
1
del original A Good Girl’s Guide to Murder
(2019). El texto de partida es el bestseller con el que debutó Holly Jackson, una
autora británica que los últimos años ha gozado de una creciente popularidad
entre el público juvenil
2
. Asesinato para principiantes narra la historia de Pippa, una
adolescente que dedica su proyecto final del instituto a despejar algunas
incógnitas del caso policial que investigó el asesinato de una exalumna del centro,
Andie Bell. La mayoría de los personajes de la historia son adolescentes que
interactúan en lugares como el instituto, el pueblo (Little Kilton) o en fiestas:
entornos en los que lo habitual, y esperable, es encontrar una lengua coloquial
viva adecuada a la situación comunicativa. Asimismo, en el texto aparecen
imitados la lengua del entorno digital, cuyo carácter es especialmente oral, así
como el argot de las drogas. De este modo, el texto constituye un objeto de
estudio pertinente para ejemplificar cómo se traduce la lengua coloquial en la
actualidad.
1
Cristina Carro es escritora, traductora y editora, además de guionista, música y docente. Ha
traducido obras como Lo que decimos en la oscuridad (Obrador Editorial, 2024), de Kirsty Logan,
además de diversos títulos dirigidos principalmente a un público juvenil o adulto joven, como
algunos de la serie Cazadores de sombras, de Cassandra Clare (Planeta, 2020-2023, cotraducidos
con Patricia Nunes); Forever you, de Estella Maskame (Planeta, 2019); o Asesinato para principiantes,
de Holly Jackson (Planeta, 2020).
2
En 2024, se estrenó una versión audiovisual de A Good Girl’s Guide to Murder (dir. Dolly Wells),
primeramente, en BBC iPlayer y en BBC Three (Reino Unido), y más adelante en Netflix. El
conjunto de las adaptaciones en formato de miniserie seguramente contribuyó a aumentar su
popularidad.
La representación de la coloquialidad en una traducción contemporánea de literatura juvenil
3
Antes de hacerlo, conviene mencionar algunos trabajos recientes que se han
ocupado de analizar el traslado de la coloquialidad desde un punto de vista actual,
aunque hay que señalar que han sido llevados a cabo mayoritariamente en el
ámbito de la Traducción Audiovisual: por ejemplo, Rebollo-Couto y Rilliard
(2024) se centran en el léxico coloquial y las palabras tabú en el doblaje de Inside
Out (2015); Barbero y Bolaños (2024) analizan las referencias sexuales y el
lenguaje ofensivo en el doblaje de Sex Education (2019); y Ogea y Botella (2023)
atienden a las referencias sexuales y amorosas entre jóvenes en varios capítulos
de series de adolescentes de los años 2019-2020. En el campo de la Traducción
Literaria, aunque en una considerable menor medida, se encuentran aportaciones
(algunas de ellas recientes) que abordan la traducción de la lengua coloquial:
Fernández (2008) estudia el habla coloquial y vulgar en traducciones de La sombra
del viento (2001); Paratore (2022) trata el léxico coloquial y argótico en Historias
del Kronen (1994); y Díaz (2017) analiza el léxico coloquial en una traducción de
Les Mystères de Paris de 1884. A pesar de que estos últimos trabajos sin duda
parten de una perspectiva parecida a la del presente artículo, el principal vacío
de investigación que se observa al revisar la literatura es la carencia de estudios
cuyos objetos sean recientes, cuando la lengua coloquial es una variedad que
evoluciona rápida y constantemente.
Por otra parte, hay estudios dedicados a tratar el estado actual de la
traduccn de literatura infantil y juvenil, como «Pasado, presente y futuro de la
traduccn de literatura infantil y juvenil» (Valero, Marcelo y Pérez, 2022), que
apuntan que, aunque «el volumen y relevancia de la LIJ en el ámbito editorial
queda patente a través de la variedad de títulos publicados, así como de la
proliferación de editoriales dedicadas a este tipo de literatura», hasta hace bien
poco la investigación ha prestado una «escasa atención» a la LIJ en comparación
con la literatura dirigida a adultos (2022, p. 10). Seguramente, esto sea el
resultado de distintas circunstancias, empezando por que la misma LIJ haya sido
tradicionalmente considerada «una literatura de segunda», «no canonizada» (2022,
pp. 10-11). En dicho trabajo se mencionan temáticas a las que han atendido
diversos estudios sobre la traducción de LIJ (2022, pp. 15-16), algunas de las
cuales tienen relación con aspectos abordados en este artículo: el uso de la
oralidad como mecanismo para captar la atención del joven lector; el tratamiento
del tabú temático y lingüístico como consecuencia del control por parte del
adulto en el proceso; la tendencia a la búsqueda de un estilo más elevado en las
traducciones; o la representación de estereotipos o arquetipos y de realidades
sociales marginales.
Paula Espinosa
4
Así pues, aunque la exploración de un único texto no permite alcanzar
conclusiones categóricas, un análisis cualitativo-descriptivo de una traducción de
LIJ actual permitirá al menos identificar tendencias de traducción en el caso
particular, especialmente en referencia a la representación de la coloquialidad, y
dilucidar relaciones con el contexto meta.
A continuación, se concretan las preguntas de investigación que guían el
análisis junto con su correspondiente metodología.
Pregunta 1: ¿Cómo aparece representada la lengua coloquial en Asesinato
para principiantes (2020)?
Metodología de la pregunta 1: Para responder a esta primera pregunta, se
analizan tres grupos de mecanismos lingüísticos constituyentes de la
coloquialidad. En primer lugar, se reúnen categorías generales de elementos de
lengua coloquial: (1) apelativos y juegos de palabras a partir de nombres propios;
(2) sustantivos o locuciones sustantivadas; (3) adjetivos; (4) adverbios, y (5)
verbos y expresiones verbales. En segundo lugar, se atiende particularmente a la
(6) figuración retórica, ya que el texto propuesto es literario. Finalmente, se
observa el tratamiento del tabú, tanto por (7) explicitación como por (8)
atenuación.
Pregunta 2: ¿Hay algún caso que ilustre especialmente la imitación de la
oralidad en el medio escrito?
Metodología de la pregunta 2: Para dar respuesta a la segunda pregunta, se
localizan y describen los comentarios que simulan la interacción en redes
sociales, como los extractos en los que predomina una oralidad ficticia; un
importante componente de la coloquialidad en el medio escrito.
Pregunta 3: ¿Se identifica algún argot?
Metodología de la pregunta 3: Para responder a la tercera pregunta, se
señalan aquellos elementos circunscritos a la lengua coloquial que identifican
grupos y entornos sociales determinados, otro importante elemento distintivo
de la coloquialidad. En este caso, se recopila el vocabulario específico
relacionado con las drogas que utilizan adolescentes en situaciones informales,
con una intención críptica.
Finalmente, en cada grupo de fenómenos se describe una selección de
ejemplos que recaban los recursos de traducción más destacables, atendiendo al
traslado de elementos estilísticos y a las funciones que cumplen las soluciones en
el texto meta. Seguidamente, se añaden tablas de correspondencias inglés-
La representación de la coloquialidad en una traducción contemporánea de literatura juvenil
5
español para acompañar la descripción, a modo de síntesis. Por último, se trata
de relacionar las elecciones más sobresalientes por coloquialidad en el estilo de
la traducción con el contexto meta.
1. MARCO TEÓRICO
Este estudio propone la descripción de una traducción como producto, de
acuerdo con James S. Holmes (1988). La descripción está apoyada en diversos
conceptos teóricos algunos extraídos de trabajos quizá poco recientes, pero
muy pertinentes para el caso que nos ocupa y áreas de estudio. Estos son: en
primer lugar, la traducción del estilo; en segundo lugar, la correspondencia de
efectos estilísticos y las funciones en textos meta; y, en tercer lugar, tres aspectos
clave referidos a la coloquialidad: el carácter de la lengua coloquial, el argot y la
oralidad ficticia.
1.1. La traducción del estilo
Al tratarse de un texto literario, la alta presencia de lengua coloquial en la novela
objeto de estudio se convierte en un importante componente de su estilo, tanto
en la versión original como en la traducida. De acuerdo con Jeremy Munday
(2007), en el estilo de una traducción interactúan diversas variables, como son el
idiolecto del autor original, el tipo de texto y sus convenciones, la temática o las
normas socioculturales de partida frente a las de llegada, entre otras. Centrándose
en el nivel de lengua, el autor establece que los aspectos que destacan o
sobresalen en el estilo de una traducción pueden reflejar la huella creativa del
traductor (2007), y Munday propone observar la posible relación entre dichos
rasgos estilísticos y las circunstancias contextuales (políticas, ideológicas,
culturales) que rodean a la traducción (2007). Jean Boase-Beier define igualmente
el estilo de un texto como una cuestión de elección, normalmente motivada
(aunque no siempre de forma consciente), para la cual el contexto es
determinante (2006). A su entender, es imprescindible tener en cuenta que el
estilo ayuda a transmitir un significado más allá del inmediato: «[It] reflects a
series of choices, determined in part by a cognitive state which has absorbed
historical, sociological and cultural influences» (2006, p. 147). Boase-Beier
apunta cuatro perspectivas principales a través de las que se puede estudiar el
estilo de un texto que involucre a la traducción (2006): (1) el estilo del texto de
origen como expresión de las elecciones del autor; (2) el estilo del texto de origen
Paula Espinosa
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en los efectos en el lector; (3) el estilo del texto meta como expresión de las
elecciones del autor (es decir, del traductor) y (4) el estilo del texto meta en los
efectos en el lector. El posicionamiento que se adopta aquí corresponde tanto a
la tercera como a la cuarta perspectiva, pues se describen las decisiones de
traduccn atendiendo a los efectos que pueden surtir en el lector.
Para describir las funciones y los posibles efectos de las elecciones
sobresalientes del texto meta, este artículo se basa en aportaciones inscritas en la
corriente funcionalista de los Estudios de Traducción, cuyo fundamento radica
en que el propósito de la traducción o Skopos determina los procesos y la toma
de decisiones que intervienen en esta. En particular, son de gran utilidad las
nociones dirigidas al análisis de textos expresivos (o literarios) que propone
Katharina Reiss en Translation Criticism: The Potentials and Limitations (2000 [1971]).
Reiss establece que en la traducción de un texto literario la expectativa es
encontrar opciones análogas a las del texto de partida que logren una
equivalencia del efecto estético (2000 [1971]), puesto que la función
predominante es la expresiva. La autora propone observar si en estos casos
además de producirse un traslado adecuado de las expresiones en contexto
(como aquellas idiomáticas o usos propios de cada lengua y cultura), se da una
correspondencia de elementos estilísticos (2000 [1971]) que permita crear
sensaciones similares entre los usuarios de la cultura de origen y los de la cultura
meta.
1.2. La lengua coloquial en el texto literario escrito
En cuanto a la parte más lingüística, partimos del hecho de que la lengua
coloquial (primer concepto clave) es una respuesta a «la conducta lingüística
esperable» en un registro coloquial (Briz, 1996, p. 16). Es, entonces, una variedad
de la lengua adaptada a una situación comunicativa regida por la cotidianidad, la
espontaneidad, la interacción y la informalidad (Payrató, 1988). Los mecanismos
de la coloquialidad más predominantes en el papel, dada la naturaleza del medio
escrito, son de tipo lingüístico. En concreto, el nivel de lengua en el que se centra
este artículo es el léxico, donde predominan las marcas de coloquialidad.
En primer lugar, entre los recursos léxicos más habituales de la
coloquialidad se encuentran expresiones de «gran extensión significativa»,
elementos intensificadores, especificaciones semánticas y vocativos, entre otros
(Briz, 1996, pp. 60-62). También son típicos los juegos y figuras retóricas, dada
la alta capacidad expresiva que albergan (Payrató, 1988). Finalmente, es frecuente
la alusión al tabú: bien por explicitación mediante insultos, palabras
La representación de la coloquialidad en una traducción contemporánea de literatura juvenil
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malsonantes u otras expresiones ofensivas; bien por atenuación mediante
eufemismos, como estrategia de atenuación de expresiones consideradas
demasiado directas y duras en una situación particular, y de disfemismos, como
eufemismos que han sufrido un proceso de ridiculización, habitualmente
basados en referencias del mundo animal y vegetal (Payrató, 1988).
En segundo lugar, en la lengua coloquial se observan múltiples variaciones,
ya sea por razón de idiolecto, por dialecto o por sociolecto. En este sentido, un
componente característico es el argot (segundo concepto clave): una variedad de
propósito mediante la cual se diferencian grupos sociales reducidos y al margen
de la norma social (Payrató, 1988). La función principal del argot es que los
miembros de estos círculos, más o menos marginales, tratan de asegurar una
comunicación íntima, críptica, difícil de entender para el resto de público
usuario. Es útil para reforzar su identidad de grupo y puede llegar a constituir un
sociolecto para la comunidad. Los argots pueden ser difíciles de identificar,
puesto que no todos sus usos son exclusivos del grupo, pero es posible
reconocer una serie de usos particulares que les otorgue un carácter lo
suficientemente individual (Payrató, 1988).
En tercer lugar, un último aspecto estrechamente ligado a la coloquialidad
es la oralidad. No es de extrañar que la lengua coloquial normalmente se asocie
al medio oral y que la lengua formal se asocie al medio escrito: en el registro
coloquial es donde suelen abundar los usos típicamente orales, como las marcas
de espontaneidad e imprecisión, el predominio de expresiones malsonantes o el
empleo de exclamaciones e interrogaciones con valor fático; mientras que en los
registros más formales tiende a observarse una mayor precisión, orden y
preparación del texto y tal vez una terminología especializada. A pesar de estas
presunciones, al igual que el medio oral es capaz de adoptar un texto escrito,
como sería el caso de un discurso pronunciado en voz alta, el medio escrito
puede plasmar la oralidad mediante la imitación de algunos de sus rasgos. Este
segundo ejercicio es posible cuando lo oral es entendido como un concepto, más
allá de como un medio (Koch y Oesterreicher, 2007). Los autores alemanes
establecen «un continuo entre las manifestaciones extremas de la concepción»
(2007, p. 21), que son el hablar distante (asociado a la escrituralidad) y el hablar
inmediato (asociado a la oralidad). Dentro de este continuo, un texto ocuparía
una posición u otra en función de sus recursos más predominantes. La imitación
de rasgos propios de la oralidad en textos escritos se conoce como oralidad fingida
Paula Espinosa
8
o ficticia
3
: el tercer concepto clave. En el caso de la literatura, esta se logra tanto
a través de recursos lingüísticos como de técnicas narrativas (por ejemplo, la
preferencia por el diálogo, las intervenciones cortas o incluso las interrupciones
simuladas). Los recursos que favorecen la oralidad en numerosas ocasiones
tienen un carácter coloquial, motivo por el que es especialmente interesante para
el caso que nos ocupa. Victòria Alsina (2012), quien ha dedicado varios estudios
a la traducción de las variedades no estándares y de la oralidad ficticia, insiste en
que la oralidad ficticia no consiste en una representación fidedigna, exacta, de la
lengua hablada, sino en su evocación, en crear una ilusión de la oralidad: tiene
una voluntad representativa. Por último, a título reflexivo, habría que tener en
cuenta que tradicionalmente se ha observado una actitud reticente ante la
posibilidad de incluir elementos de coloquialidad y de lengua oral en los textos
(originales o traducidos), quizá porque la lengua literaria a menudo se ha
relacionado con el empleo de una lengua elevada. No obstante, la lengua
coloquial y la lengua literaria son en realidad compatibles, especialmente por el
uso predilecto de la expresividad que ambas comparten (Payrató, 1988).
2. ANÁLISIS PRINCIPAL
Este espacio hace un acopio de los fenómenos constituyentes de la coloquialidad
más destacables en la traducción Asesinato para principiantes (2020). Las
clasificaciones contienen una selección de ejemplos presentada en forma de
tablas de correspondencias inglés-castellano, precedida de comentarios referidos
a (1) la lengua coloquial, (2) la oralidad ficticia y (3) el argot. En particular, estos
últimos atienden al traslado de elementos estilísticos y a la adecuación de las
elecciones de la traducción, de acuerdo con las expectativas que puede tener el
lector actual.
3
Preferimos utilizar el término oralidad ficticia. Algunos especialistas, como Brumme (2008), han
utilizado tradicionalmente el término oralidad fingida, ya que el fingir precisa de un agente que
plasme determinados rasgos de la oralidad en diferentes tipos de texto escritos. Más
recientemente, algunos investigadores como la misma Brumme junto con Espunya en The
Translation of Fictive Dialogue (2012) han considerado que a la oralidad fingida (o feigned orality, en
inglés) le han sido atribuidas demasiadas interpretaciones, lo que ha llevado a generar una
sensación de inconcreción del término. Por esta razón, Brumme y Espunya proponen fictive orality
(que puede traducirse como oralidad ficticia) para insistir en su contraposición al discurso real.
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2.1. La lengua coloquial
2.1.1. Formas de nombrar: apelativos y juegos de palabras a partir de nombres propios
Un elemento característico de la lengua coloquial son los apelativos o las distintas
formas de llamar a alguien. En el caso de la novela, se observan tres recursos
principales: las apócopes, los juegos de palabras a partir de nombres y otras
formas creativas que aluden a la personalidad. En primer lugar, se observan
apócopes como el del ejemplo a, en el que a Pippa le llaman «Pip», caso en el
que el traslado literal funciona porque la costumbre de traducción hoy es
mantener los nombres propios originales. Sin embargo, el traslado de juegos de
palabras con nombres propios suele exigir recreaciones adaptadas a las
expectativas de la lengua y cultura meta (Briz, 1996); lo ejemplifica el caso c,
donde el hermano pequeño de Pippa, Josh, en inglés la llama «hippo pippo»,
mientras que en castellano lo hace como «Pippa de Girasol». La traduccn no
preserva la referencia del hipopótamo, pero ofrece un juego de palabras análogo,
sencillo y verosímil teniendo en cuenta que es producto del ingenio de un niño
pequeño. En el caso f, Josh la llama «Pippo», un apelativo que se traduce por
«pipopótamo»: en esta ocasión sí se mantiene el juego que hace posible hippo, en
inglés, e hipopótamo, en castellano. Otro caso parecido es «Pippa Funny-Surname»
por «Pippa Apellido-Raro» (ejemplo d). La gracia del vocativo se basa en que el
apellido de Pippa es Fitz-Amobi: el primero es de su padre biológico y el segundo
del hombre que la ha criado, de origen nigeriano, de modo que el apellido puede
percibirse como foráneo en el contexto inglés. En cuanto a la traducción, además
de las acepciones más inmediatas de funny («gracioso» o «divertido»), «raro»
también es una acepción informal y es, precisamente, lo que se señala en el juego
de palabras: se establece, pues, una correspondencia del efecto estético (Reiss,
2000 [1971]).
Por último, se encuentran apelativos referidos al carácter (en este caso, de
la protagonista). Es lo que ocurre con «Sarge» y «Sargentita» (ejemplo b): Ravi la
llama así de manera cariñosa aludiendo a su seriedad y a su fuerza de voluntad.
«Sarge» es una abreviación informal de «sergeant», una exageración que en
español se mantiene mediante «sargenta», y se atenúa con diminutivo «-ita» en
lugar de con un acortamiento. Finalmente, otro ejemplo puede ser «trouble» por
«doña Problemas» (caso e): con él, Ravi hace evidente que Pippa se mete en líos
continuamente con tal de seguir investigando. En español, es habitual hacer
alusión a los rasgos del carácter precedidos de don o doña, una fórmula de respeto
que en contextos coloquiales se utiliza, naturalmente, con la intención contraria
para generar humor.
Paula Espinosa
10
Inglés
Castellano
a) ‘And how’s the Project going, Pip?’
(p. 15)
a’) ¿Y cómo va el Proyecto, Pip? (p.
22)
b) ‘Read my mind, Sarge,’ (p. 81)
b’) Me has leído la mente, Sargentita
(p. 88)
c) Were you being unfriendly, hippo
pippo? (p. 153)
c’) ¿Fuiste maleducada con ella, Pippa
de Girasol? (p. 160)
d) ‘Oh, hi, Pippa Funny-Surname,’
(p. 162)
d’) Eh, hola, Pippa Apellido-Raro
(p. 171)
e) ‘Hello, trouble,’ (p. 335)
e’) Hola, doña Problemas (p. 335)
f) ‘Pippo,’ (p. 366)
f’) Pipopótamo (p. 365)
Tabla 1. Apelativos
2.1.2. Sustantivos y locuciones sustantivadas
Además de los nombres propios y sus recreaciones en el texto, se identifican
sustantivos y locuciones sustantivadas en distintas formas que reflejan usos
actuales de la lengua coloquial. Ejemplos de ello son: la traducción de «a load of
cash on her» por «un montón de pasta» (caso c), tanto por el cuantificador
«montón», como por «pasta» para hacer referencia al dinero; la respuesta típica
«qué movida», como traducción de «absolutely savage» (en el caso d), para aludir
a un «asunto o situación, generalmente problemáticos» (de acuerdo con el
diccionario de la RAE); la traducción de «cop friends» por «colegas polis» (caso
e), que incluye una opción para nombrar a los amigos y la apócope de policía,
ambas típicas en registros coloquiales; o «crap» por «chorradas», en el sentido de
tonterías, en el caso a. Estas soluciones son adecuadas en las situaciones que se
dan en la historia y son empleadas hoy en entornos cotidianos, así que es más
probable que la verosimilitud que generan cumpla las expectativas del lector
(Boase-Beier, 2006).
A su vez, son frecuentes expresiones que, a través de la repetición y el uso,
se llegan a encontrar lexicalizadas. Es el caso de los «veintimuchos o
treintaypocos», hablando edad orientativa, para «late twenties or early thirties»
(ejemplo g); y de «Robin something» por «Robin nosequé» (ejemplo h), en una
situación en la que se desconoce el apellido de un personaje. Estas últimas
opciones responden a usos genuinos en la lengua meta e igualmente preservan
la intención que se desprende del texto original.
La representación de la coloquialidad en una traducción contemporánea de literatura juvenil
11
Finalmente, aunque en menor medida, hay algunos ejemplos de formas
apocopadas comunes en entornos adolescentes: «school» se traduce por «insti»,
de instituto (caso b); y «maths» por «mates», de matemáticas (caso f).
Inglés
Castellano
a) ‘You’re talking crap,’ (p. 23)
a’) —No dices más que chorradas (p.
31)
b) […] a school project […] (p. 71)
b’) [] un proyecto del insti […] (p.
78),
c) […] always a load of cash on her.
(p. 90)
c’) […] siempre llevaba encima un
montón de pasta. (p. 97)
d) ‘Absolutely savage,’ (p. 99)
d’) —Qué movida (p. 107)
e) […] He was out at the pub drinking
with his cop friends.’ (p. 136)
e’) [] él estaba en el pub tomando
algo con sus colegas polis (p. 143)
f) […] who she used to sit behind in
maths. (p. 177).
f’) [] se sentaba delante de ella en
Mates. (p. 185).
g) […] was in his late twenties or
early thirties. (p. 187)
g’) [] rondaba los veintimuchos o
treintaypocos. (p. 193)
h) Called Robin something. (p. 190)
h’) Se llamaba Robin nosequé. (p.
196)
Tabla 2. Sustantivos y locuciones sustantivadas
2.1.3. Adjetivos
De igual manera, en la lectura son abundantes los adjetivos pertenecientes a la
lengua coloquial como: una «peli ñoña» para «soppy films» (caso a); ser una
«listilla» para «school-quiz», en un sentido despectivo y normalmente utilizado
en entornos escolares (caso b); o «particular», en inglés, por «tiquismiquis», que,
aunque tiene un efecto ilocutivo más pronunciado que el original, es adecuado
por contexto (caso c). También se observa «to be spread out in the sofa» por
«estar repantingado en el sofá» (caso g), una opción adecuada y genuina en la
cultura meta; o «to get louder» por «volverse más parlanchina, más ruidosa» que,
aunque el texto meta es más explicativo, es funcional al dar a entender el sentido
del original y a la vez emplear una opción frecuente en español (caso e).
Finalmente, se encuentra la traducción de «damn life» por «puñetera vida», como
explicitación del tabú (Payrató, 1988) sin caer en una ofensa excesiva (caso d); o
«calamity parties» por «fiesta destroyer», un anglicismo que es reconocible en
Paula Espinosa
12
español en entornos coloquiales y que, en cualquier caso, transmite el carácter
de las fiestas a las que se hace referencia (caso f).
Inglés
Castellano
a) soppy films (p. 24)
a’) pelis ñoñas (p. 32)
b) school-quiz Pip and grammar
Police (p. 68)
b’) la Pip listilla del insti y la Pip
correctora gramatical (p. 75)
c) being particular about grammar
(p. 91)
c’) Siendo tiquismiquis con la
gramática (p. 99)
d) […] in my whole damn life. (p. 94)
d’) […] en toda mi puñetera vida (p.
102)
e) Andie got louder […] (p. 156)
e’) Andie se volvió más parlanchina,
más ruidosa […] (p. 165)
f) calamity parties (p. 157)
f’) fiesta
destroyer
4 (p. 165)
g) Mas was spread out in the sofa (p.
161)
g’) Max estaba repantingado en el
sofá […] (p. 170)
Tabla 3. Adjetivos
2.1.4. Adverbios y locuciones adverbiales
A lo largo de la traducción, se localizan algunos adverbios y locuciones
adverbiales igualmente comunes en la lengua coloquial. Hay referencias cercanas
a las formas inglesas, como la traducción de «yep» por «si(caso b); otras son
traducciones literales que son también opciones frecuentes en el contexto meta,
como «cool» por «guay» (caso c). Sin embargo, se percibe algún caso en el que se
da a entender un sentido distinto, como «wicked», que es más bien «genial», por
«chachi», que puede resultar algo más infantil (caso e). Por último, se encuentran
locuciones arraigadas a las formas de expresión meta, como estar o ir «medio
pedo», que gracias al cuantificador transmite el sentido de «tipsy» (caso d); o estar
«de buenas», en el sentido de ‘estar de buen humor’, para «cheeky» (caso a). Este
tipo de soluciones perceptibles en la actualidad ayuda a cumplir las expectativas
de los lectores, usuarios de la lengua meta (Boase-Beier, 2006).
4
Al tratarse de un extranjerismo, la traducción lo marca tipográficamente con la cursiva.
La representación de la coloquialidad en una traducción contemporánea de literatura juvenil
13
Castellano
a’) Siempre estaba de buenas […] (p.
60)
b’) «sip, todo bien» (p. 73)
c’) Ah, guay (p. 158)
d’) […] tuve que volverme a casa
caminando, medio pedo […] (p. 166)
e’) Chachi (p. 271)
Tabla 4. Adverbios y locuciones adverbiales
2.1.5. Verbos y expresiones verbales
Una de las categorías gramaticales en donde más se observa la coloquialidad en
la traducción de Cristina Carro es en la verbal. Como soluciones destacan
especialmente los sentidos específicos en el registro coloquial (Briz, 1996):
«pintar mal» para «to look bad», cuando se sospecha que una situación no va a
acabar bien (ejemplo a); «pillar» algo, en el sentido de ‘entenderlo’, para «to get»
something (ejemplo b); «me parto», de ‘partirse de risa’, como traducción de
«hilarius» (ejemplo c); o «cuadrar», en el sentido de ‘encajar’, para «[a couple of
things that] weren’t quite right» (ejemplo f). Estos casos reflejan opciones
verosímiles en la lengua meta. A la vez, se identifican otros verbos corrientes,
como «Mola, ¿eh?» para «Cool, huh?» (ejemplo d); «achuchar» para «squeeze»
(ejemplo i); o «No flipes» para «Don’t be dramatic» (caso g). Este último caso
muestra cómo, en ocasiones, la traductora prioriza el utilizar una expresión muy
frecuente en el contexto meta a preservar el sentido exacto del original.
Castellano
a’) La cosa pinta mal, ¿no? (p. 49)
b’) Vale, vale, ya lo pillo. (p. 74)
c’) me parto contigo (p. 106)
d’) Mola, ¿eh? (p. 109)
e’) Estuvimos charlando en el
aparcamiento por la tarde […] (p. 151)
f’) Había un par de cosas que no me
cuadraban. (p. 163)
g’) No flipes (p. 174)
Paula Espinosa
14
h’) No te pega mucho, Pip. (p. 180)
i’) […] envolvió los hombros de Pip
con el brazo y la achuchó. (p. 182)
Tabla 5. Verbos
2.1.6. Figuración retórica
En la traducción, se confirma la figuración retórica como uno de los fenómenos
con mayor presencia en la imitación de la lengua coloquial, efectivamente dada
la capacidad expresiva que puede contener (Payrató, 1988). En el texto, se
localizan sobre todo metáforas con sentido hiperbólico: «Has tardado un siglo»
para «You’ve been ages» (ejemplo i), «¿Qué llevas ahí dentro? ¿Ladrillos?» para
«What have you got in there, bricks?» (ejemplo e) o «cagarse de miedo» para «to
crap oneself» (ejemplo g); un conjunto de opciones en las que el traslado literal
es funcional. También destaca «pelearse a muerte» para «to fight like hell»
(ejemplo f), en cuyo caso la comparación de origen se convierte en una metáfora
en el texto meta, y «to snap», en el sentido de «hablar mal» o «gritar a alguien»,
por «que se le fuese pinza» (este último caso, el ejemplo d, en lugar de describir
como el original solamente sugiere). Se observa asimismo algún caso de metáfora
sinestésica, como «loudest shirt» por «camiseta cantona» (ejemplo a), y de
comparación, como «ponerse roja como un tomate» para «to feel one’s cheeks
flood with hit» (ejemplo c) o «acabar como una cuba» para «to get completely
plastered» (ejemplo h). Finalmente, se encuentran modificaciones de refranes o
fraseología coloquial típica que en contexto logran un efecto humorístico, como
en «me la resalchicha», recreación de «me la repampinfla», como traducción de
«It’s sausage to me» (caso b). Las traducciones pertenecientes a este grupo de
fenómenos muestran una consciencia traductora por ofrecer opciones de efecto
correspondiente a las originales (Reiss, 2000 [1971]).
Inglés
Castellano
a) [] wearing Pip’s dad loudest
shirt […] (p. 13)
a’) […] llevaba una de las camisas más
cantonas de su padre […] (p. 20)
b) “It’s sausage to me. (p. 25)
b’) «Me la resalchicha». (p. 33)
c) Pip felt her cheeks flood with
hit. (p. 77)
c’) Ella sintió que se ponía roja como
un tomate. (p. 84)
La representación de la coloquialidad en una traducción contemporánea de literatura juvenil
15
d) […] I can understand why Sal
snapped and killed her. (p. 87)
d’) […] puedo entender que a Sal se le
fuese la pinza y la asesinara. (p. 94)
e) ‘What have you got in there,
bricks?(p. 131)
e’) ¿Qué llevas ahí dentro? ¿Ladrillos?
(p. 138)
f) […] they fought like hell […] (p.
157)
f’) […] se peleaban a muerte […] (p.
165)
g) I still think this is reckless and
I’m crapping myself […] (p. 215)
g’) Sigo pensando que esto es peligroso
y me cago de miedo […] (p. 219)
h) Well, you’re the one who used to
get completely plastered almost
every night. (p. 278)
h’) Bueno, eras el que acababa
como una cuba casi todas las noches.
(p. 279)
i) ‘You’ve been ages,’ (p. 355)
i’) Has tardado un siglo (p. 354)
Tabla 6. Figuración retórica
2.1.7. La explicitación del tabú: insultos y otras expresiones ofensivas y malsonantes
El tabú expcito (Payrató, 1988), rasgo predominante de la coloquialidad, es
también frecuente en el texto, tanto en la versión en inglés como en castellano.
Son numerosos los insultos, como «dickhead» por «gilipollas» (ejemplo a) o
«bitch» por «zorra» (ejemplo e). Además, hay expresiones que, sin llegar a ser
insultos, ofenden a alguien en concreto: «Max bloody Hastings» por «el puto
Max Hastings» (caso g), «zip it» por «cierra esa bocaza» (caso j), «fuck off» por
«idos a la mierda» (caso f) o «what the hell» por «de qué cojones vais» (en este
caso d, la forma en español alude directamente a un grupo de personas, una
concreción que originalmente no se explicita). Por último, se observa un número
considerable de explicitaciones del tabú que se pueden entender como una
transgresión las normas de convivencia desprendidas del hablar bien; alguna vez
aparece «shit», que se traduce por «mierda» (caso b), pero la palabra malsonante
que abunda con diferencia en inglés es fuck: «fuck knows», «for fuck’s sake»,
«fuck no, simplemente, «fuck». Para ello, la versión española propone un
repertorio variado y de uso frecuente entre los usuarios de la cultura meta: «yo
qué coño sé» (caso c), «me cago en la puta» (caso h), «no, joder, claro que n
(caso i) y «hostia» (caso k), respectivamente.
Inglés
Castellano
a) dickhead (p. 30)
a’) gilipollas (p. 39)
b)
Shit
(p. 44)
b’) «mierda» (p. 52)
Paula Espinosa
16
c) Fuck knows (p. 56)
c’) Yo qué coño sé. (p. 63)
d) ‘What the hell?(p. 107)
d’) ¿De q cojones vais? […] (p.
115)
e) ‘That bitch ruined my life’ (p.
134)
e’) Esa zorra me arruinó la vida […]
(p. 140)
f) Now fuck off, […] (p. 136)
f’) Ahora idos a la mierda, […] (p. 143)
g) Max bloody Hastings (p. 159)
g’) El puto Max Hastings. (p. 168)
h) ‘Oh for fuck’s sake.’ (p. 165)
h’) —Me cago en la puta. (p. 174)
i) ‘Fuck no, we weren’t.’ (p. 203)
i’) No, joder, claro que no […] (p.
207)
j) ‘Zip it, Singh.’ (p. 217)
j’) —Cierra esa bocaza, Singh. (p. 221)
k) ‘Fuck,’ (p. 273)
k’) —Hostia […] (p. 275)
Tabla 7. La explicitación del tabú
2.1.8. La atenuación del tabú: eufemismos y disfemismos
A menudo, en la lengua coloquial también se utilizan atenuaciones del tabú (Briz,
1996), y alo refleja la traducción. En primer lugar, cabe señalar el caso de «holy
pepperoni», traducido como «Hosss…curidad» (caso d). Quizá la solución de la
traductora no genere el humor esperado en un público lector adulto, pero puede
que a preadolescentes o adolescentes (audiencia directa de la novela) sí. En
cualquier caso, la recreación parte del inicio de la palabra malsonante hostia y
acaba con «-curidad», aprovechando la oportunidad de la coincidencia sonora
con «os-» (de oscuridad), una forma de retractarse a tiempo, que reproduce una
actitud bastante común entre hablantes.
En segundo lugar, hay expresiones frecuentes que pueden entenderse como
eufemísticas porque son la alternativa atenuante a expresiones similares de
mayor explicitación: «dar la lata» como traducción de «to nag at someone» (caso
a) o «dar la brasa» como traducción de «going on… and stuff» (caso b) són
atenuaciones de otras opciones más malsonantes. Es curioso observar como en
el último caso, a diferencia de la versión en español, en inglés no hay una crítica
tan directa, aunque se da a entender que el interlocutor siente pesadez con un
cierto tema y lo expresa de una forma no muy educada. Esto muestra cómo, del
mismo modo que a veces la traducción puede ofrecer soluciones de menor
fuerza ilocutiva que la versión original, otras veces ocurre al revés. Finalmente,
hay otros ejemplos de eufemismos que se construyen a partir de mecanismos
diversos: «hacer manitas» para «cuddling up» (caso e) o «medio discutipara
La representación de la coloquialidad en una traducción contemporánea de literatura juvenil
17
«kind of fighting» (caso c), en este caso soluciones que alcanzan la
correspondencia de efectos estilísticos al poner a disposición del lector, una vez
más, una expresión análoga (Reiss, 2000 [1971]).
Inglés
Castellano
a) [] inconsistencies that have
nagged at me these past five years.
(p. 27)
a’) […] contradicciones que me han
dado la lata desde entonces. (p. 35)
b) […] Millie was going on about
equality and stuff, […] (p. 55)
b’) […] Millie se pasó todo el rato
dando la brasa con que chicos y chicas
éramos igual de buenos, […] (p. 63)
c) […] that week they were kind of
fighting. (p. 85)
c’) […] esa semana habían medio
discutido. (p. 92)
d) Holy pepperoni. (p. 94)
d’) ¡Hosss… curidad! (p. 102)
e) An acquaintance that you were
seen cuddling up to at a party? (p.
159)
e’) ¿Una conocida con la que estás
haciendo manitas en una fiesta […]?
(p. 168)
Tabla 8. La atenuación del tabú
2.2. La oralidad ficticia en la lengua del entorno digital
Al representar el componente oral de la lengua coloquial, conceptualmente
hablando (Koch y Oesterreicher, 2007), es necesario recurrir a estrategias de
simulación aptas para el medio escrito, a una oralidad ficticia. En la novela,
además del carácter oral que ya desprenden por sí los elementos coloquiales, hay
unos extractos que ilustran particularmente esta cnica: los comentarios en
internet. Curiosamente, en la edición en papel, estos aparecen incluidos en
ilustraciones que simulan la interfaz donde es típico encontrarlos (ver Figura 1 y
2). Por supuesto, la inclusión de esas ilustraciones también influye a la hora de
generar verosimilitud.
En los extractos de las Figura 1 y 2 se observan frases cortas, que simulan
breves acumulaciones de ideas, y una falta de cohesión que transmite una
comunicación acelerada tal y como ocurre a menudo en la interacción personal
en registros coloquiales. Además, destacan las intensificaciones, no solo
mediante signos exclamativos, sino también mediante interjecciones y palabras
Paula Espinosa
18
malsonantes. Al mismo tiempo, el empleo de léxico cuyo uso se ubica en el plano
coloquial supone un refuerzo para el ejercicio de imitación.
En el primer comentario, en inglés se observan dos acortamientos, además
de una repetición y un alargamiento de letras («incred.», de incredible, y «So soooo
beaut.», respectivamente). Estos, junto a la exclamación y la interjección,
aumentan la sensación de intensidad intensidad. En la traducción se mantienen
la interjección y la exclamación (sin el signo de apertura, una incorrección
adecuada en este contexto) y se sustituye el alargamiento de letras y las apócopes
del original por una palabra compuesta («superguapi»), que contiene un prefijo
de superioridad. Esta transmite igualmente intensidad y una variación final (de
«guapa» a «guapi»), frecuente entre los usuarios de la lengua meta. En este primer
caso, quizá la opción inglesa tiene una mayor fuerza ilocutiva (pero, así y todo,
la solución empleada en castellano es bastante genuina).
En el segundo comentario, se traduce «FFS» (for fuck’s sake) por «Joder»,
una traducción adecuada desde el punto de vista funcional: en la lengua meta no
es tan frecuente utilizar siglas, como en inglés, para las expresiones malsonantes;
sin embargo, lo es el uso de formas completas. Además, se mantiene el
acortamiento de «pics» por «fotos», otro rasgo coloquial, y se añade el vocativo
«tía» en la traducción, una aportación que podría compensar la atenuación de la
fuerza ilocutiva de otros casos.
La traducción del tercer comentario propone una modulación, «No
thanxxx» se traduce por «Creo que me la quedo», aunque una traducción literal
como «No graciasshubiera sido posible. Aunque de forma diferente, parece
que la versión del texto meta sirve como respuesta en cuanto que sigue la
intención del comentario original.
Finalmente, el cuarto comentario muestra un traslado no del todo literal,
aunque con un sentido similar y, lo más importante desde el punto de vista de la
función, una traducción adaptada a las expectativas del lector meta. A modo de
curiosidad, cabe hacer mención al empleo de emoticonos (o, como en el caso
inglés, combinaciones de símbolos) que se añaden en el papel para imitar las
muecas que tendrían lugar en una comunicación en persona.
Todos estos elementos típicos en la comunicación digital, para la que la
prioridad no es escribir con corrección, sino asegurarse de que el mensaje llegue
y, a ser posible, con inmediatez, recuerdan a la interacción oral. Como se puede
ver, las estrategias de las que se sirve la oralidad ficticia en el texto no persiguen
una recreación fiel al habla, sino una evocación (Alsina, 2012) que sea capaz de
remitir a ella, pero que asegure la comprensión del mensaje.
La representación de la coloquialidad en una traducción contemporánea de literatura juvenil
19
Figura 1. Comentarios en redes sociales en el texto original (p. 17)
Figura 2. Comentarios en redes sociales en el texto meta (p. 24)
2.3. La representación del argot de las drogas
El último de los elementos relacionados con la coloquialidad de la novela
tratados aquí es la representación del argot, originalmente una variedad de
propósito a través de la cual un grupo en un entorno determinado trata de hacer
la comunicación más íntima y reforzar su identidad (Payrató, 1988). Es común
que, posteriormente, buena parte de estos usos se extiendan al habla general.
Paula Espinosa
20
El argot con mayor presencia en el texto es el de las drogas, por la
importancia que tienen estas en el argumento. En la novela se identifican
diversos nombres de sustancias psicotrópicas no argóticos, pero
extendidos, como son MDMA, efedrina, ketamina o Rohypnol (este último una
marca comercial de una benzodiazepina). Tomando estos casos como ejemplo,
podríamos pensar en argot propiamente si los personajes consumidores o
vendedores de droga utilizasen variantes como M para MDMA o keta para
ketamina, puesto que serían usos más concretos y con una intención más críptica,
en el sentido de que aquel que no pertenezca a ese entorno tendrá mayor
dificultad para entender dichas referencias. La traductora de A Good Girl’s Guide
to Murder traduce usos argóticos, que forman parte de la jerga de consumidores
o vendedores y no, por ejemplo, de la de policías u otros rculos ajenos a esos
márgenes sociales, aunque sean en general reconocibles entre el resto de
hablantes. La selección de ejemplos de la Tabla 9 muestra que, aparte de «porro»
o «maría», casi todos ellos tienen un carácter eufemístico y disfemístico. Por una
parte, se encuentran sentidos específicos con forma eufemística en opciones
como: «hierba», traducción literal de «weed» (caso b), y «grifa», traducción de
«skunk» (caso c), ambas referidas a la marihuana. También destaca «flai»
(adaptación de «fly»), que hace alusión al efecto del producto en el consumidor
y se propone como traducción de «wacky tobbacy» (caso c). Igualmente, en la
traduccn se encuentra la apócope de pastilla, «pasti», cuyo carácter, que es
exclusivamente coloquial en lengua castellana, no se desprende de «pills», en
inglés (caso a). Asimismo, en el texto meta se identifica la extendida metáfora
popular del «camello» como traducción de «drug dealer» (caso d), en referencia a
aquel que trafica. Tal y como se puede ver, los ejemplos recopilados hasta aquí
muestran rmulas posibles en la lengua meta, y de carácter críptico, pero lo
suficientemente populares como para que el conjunto de lectores las logre
comprender.
Por otra parte, entre las distintas formas de recreación que representan el
argot de las drogas se observan disfemismos; es decir, eufemismos que sufren
un proceso de ridiculización (Payrató, 1988). Algunos ejemplos son: «cigarro de
lechuga hippie», como traducción de «hippie lettuce», y «tabaco de la risa», como
traduccn de «giggle smoke» (también en el caso c). Ambas opciones, tanto en
la versión original como en la versión traducida, tratan de generar un efecto
humorístico: en el primer caso, haciendo referencia al estereotipo de los hippies
de quienes se decía que abusaban de las drogas, particularmente de la
marihuana y a la lechuga, como un alimento cotidiano también vegetal y de
La representación de la coloquialidad en una traducción contemporánea de literatura juvenil
21
color verde; en el segundo, aludiendo a la propia risa, como conocido efecto de
la marihuana. En estos casos, vemos que una traducción literal es efectiva.
Así pues, en general se percibe cómo la traducción prioriza formas del argot
corrientes en la cultura meta, obedezcan estas a un traslado literal (p. ej.: «weed»
por «hierba») o no lo hagan (p. ej.: «drug dealer» por «camello»). También se
observa cómo estas opciones al fin y al cabo deben ser aptas para jóvenes
lectores.
Inglés
Castellano
a) Just weed and a few pills. (p.
167)
a’) Solo maría o alguna pasti. (p. 176)
b) Think the first time I bought
weed off her was early 2011 […] (p.
168)
b’) Creo que la primera vez que le pillé
hierba fue a principios de 2011 […] (pp.
176-177)
c) ‘You know, looking for some
herb, the doob, a bit of hippie
lettuce, giggle smoke, some
skunk, wacky tobaccy. (p. 177-
178)
c’) Ya sabes, busco algo de hierba, un
porro, un cigarro de lechuga hippie,
tabaco de la risa, grifa, flai… (p. 185)
d) This is the drug dealer’s house
(p. 196)
d’) Esta es la casa del camello. (p. 200)
Tabla 9. El argot de las drogas
CONCLUSIONES
Este artículo propone un análisis descriptivo de la traducción Asesinato para
principiantes (2020), una traducción literaria contemporánea, para observar con
qué recursos y cómo se ha traducido la coloquialidad en el medio escrito. El
estudio se ha regido por tres preguntas de investigación: (1) ¿Cómo aparece
representada la lengua coloquial en Asesinato para principiantes (2020)?; (2) ¿Hay
algún caso que ilustre especialmente la imitación de la oralidad en el medio
escrito?; (3) ¿Se identifica algún argot?
Como respuesta a la primera pregunta, se ha visto que los recursos que
configuran la coloquialidad en la traducción se encuentran en formas bien
Paula Espinosa
22
distintas: (1) apelativos a partir de nombres propios, en los que destacan las
apócopes, la alusión al carácter y los juegos lingüísticos (cf. Tabla 1, ejs. a, e y c);
(2) sustantivos y locuciones sustantivadas, en donde son frecuentes también las
apócopes y la lexicalización de respuestas imprecisas típicas (cf. Tabla 2, ejs. b y
h); (3) adjetivos ciertamente arraigados a la cultura meta (cf. Tabla 3, ej. g); (4)
algunos adverbios cercanos a formas inglesas y, por el contrario, otras locuciones
propias de la lengua meta (cf. Tabla 4, ejs. b y d); y (5) verbos y expresiones
verbales, sobre todo con sentidos específicos (cf. Tabla 5, ej. a). Asimismo, se
han observado abundantes (6) figuras retóricas, especialmente metáforas e
hipérboles (cf. Tabla 6, ej. d e i), dada su compatibilidad expresiva con la
expresividad de la lengua coloquial. Finalmente, destacan dos mecanismos
típicos en la lengua coloquial: (7) la explicitación del tabú, normalmente en forma
de insultos, expresiones ofensivas y palabras malsonantes (cf. Tabla 7, ejs. a, f y
h); y el procedimiento opuesto, (8) su atenuación, que incluye eufemismos y
disfemismos (cf. Tabla 8, ejs. c y e).
Como respuesta a la segunda pregunta, relacionada con la presencia de
oralidad ficticia, se han observado distintos elementos que imitan la oralidad en
el medio escrito (en concreto, en comentarios en redes sociales). En los tres
ejemplos, tanto en inglés como en castellano, se identifican frases cortas y
normalmente faltas de cohesión, que en conjunto transmiten una acumulación
acelerada de ideas, tal y como suele ocurrir al conversar coloquialmente. Más al
detalle, destaca la intensificación mediante exclamaciones, interjecciones y
palabras compuestas (comentario 1); la inclusión de palabras malsonantes y usos
típicos de la lengua coloquial hablada (comentario 2) e, incluso, el uso de
emoticonos que simulan la expresión facial (comentario 3).
Por último, como respuesta a la tercera pregunta, se ha identificado un
vocabulario específico de las drogas que los adolescentes (sobre todo posibles
consumidores) emplean como una variedad de propósito críptico, por lo que se
puede considerar un argot. Estos personajes utilizan opciones eufemísticas y
disfemísticas (cf. Tabla 9, ej. c), para establecer una comunicación más íntima y
excluyente, lo que, al fin y al cabo, puede constituir una cierta marca de identidad
grupal (Payrató, 1988).
El traslado del conjunto de elementos que representa la coloquialidad en la
novela emplea, en su mayoría, usos actuales y cotidianos que se adecuan al
registro coloquial (Briz, 1996), de modo que aumentan las posibilidades de
cumplir las expectativas del lector meta (Boase Beier, 2006) y de contribuir a una
caracterización verosímil. A su vez, por lo general, las traducciones salvaguardan
La representación de la coloquialidad en una traducción contemporánea de literatura juvenil
23
una equivalencia del efecto estético (Reiss, 2000 [1971]), de modo que el lector
meta tiene la oportunidad de experimentar sensaciones análogas a las que
experimenta el lector de origen. No obstante, cabe señalar algunas excepciones
en las que, o bien el sentido, o bien la fuerza ilocutiva, no se preservan en el
traslado (cf. Tabla 4, ej, e; o Tabla 6, ej. d). Finalmente hay algunos casos que
ilustran que, a veces, una traducción no literal es capaz de ser igualmente
funcional para el texto y contexto meta, si evoca el carácter original (cf. tercer
ejemplo, Tabla 9).
En suma, las observaciones de este estudio conducen a dilucidar que, según
lo que muestra el análisis de Asesinato para principiantes (2020), hay una conciencia
traductora por reproducir una lengua coloquial actual. Siguiendo la relación que
propone investigar Munday (2007) entre la huella de la traductora y las
circunstancias que rodean a la traducción en el contexto meta, podemos observar
lo siguiente. La traducción destaca por integrar elementos coloquiales vigentes
hoy entre hablantes de diversos rculos, y no exclusivamente adolescentes; pasta,
qué movida, nosequé o veintimuchos (años). También lo hace por incorporar
expresiones coloquiales especialmente arraigadas a la cultura de llegada, y en
varias ocasiones diferentes a las de la cultura de partida: desde ponerse rojo como un
tomate hasta el variado repertorio de palabras malsonantes en lengua castellana
(joder, hostia, mierda…). Tanto el texto de origen como el texto meta incluyen
incluso pasajes que muestran una realidad muy presente hoy en ambos
contextos, especialmente entre la juventud: el entorno digital. Por ejemplo, lo
hacen ilustrando comentarios en redes sociales, cuyo uso de la lengua es
eminentemente oral y coloquial (cf. Figura 1 y 2). En términos generales, la
traduccn retrata una coloquialidad cotidiana y verosímil en la cultura meta. Por
otro lado, hay que señalar una cierta presencia de soluciones atenuantes: algunas
son un recurso más de la coloquialidad, y además típicas entre jóvenes (medio
discutir), mientras que algunas otras quizá no son tan habituales entre
adolescentes hoy en día (p. ej., dar la brasa o dar la lata, en lugar de rayar). Como
hipótesis, tales opciones podrían ser un reflejo de la intervención de adultos en
el proceso de traducción y edición, bien por no pertenecer a los entornos que
representan este tipo de lecturas, bien porque, incluso, sean conscientes de que
el texto servirá de modelo de lengua.
Paula Espinosa
24
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