El Obelisco de Ramses II en Francia.
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Igualmente, la contaminación atmosférica provoca una degradación muy peligrosa, con el
agravante de su imposibilidad de eliminación. Guidobaldi
20
, tiene una recopilación de los
contaminantes atmosféricos en relación con sus efectos en los materiales pétreos,
destacando: anhídrido sulfuroso (SO2), anhídrido carbónico (CO2), óxidos de nitrógeno
(NOx), amoniaco (NH3) y los aerosoles de ácidos, sales, metales y partículas carbonosas,
como factores muy degradantes. Sus efectos en el material están relacionados con otros
factores, aunque destacan los depósitos y decohesiones. Por último, las vibraciones
provocadas por el tráfico y metro pueden llegar a ser un factor determinante de riesgo para
la piedra. Aunque en principio, la energía de la vibración puede parecer insignificante para
afectar la consistencia mecánica de la roca, su acción continuada puede dar lugar a graves
fenómenos de resonancia con un efecto visible: la apertura de las grietas, con la consecuente
entrada de humedad al interior y los consiguientes efectos químicos y mecánicos
21
.
Para Porta no hay duda de que el obelisco estaría mejor en Luxor, ya que el daño sufrido
ha sido mayor en los 180 años en París que en los más de 3.000 años que pasó en su sitio
original. Además, basta con compararlo con su pareja para darse cuenta del deterioro; en
Luxor, donde el clima es seco y la humedad muy baja, el promedio de las precipitaciones es
de sólo 2 a 5 mm por año, el promedio de las temperaturas oscila entre 15ºC en invierno y
50ºC en el desierto durante los meses de verano y el aire es limpio
22
.
Pero ¿cuál sería la cuantía de una intervención integral de un monumento de gran interés
histórico-artístico como el Obelisco de Ramsés II?. Un gran proyecto como este estaría
dirigido por un importante centro internacional de conservación-restauración como el Centre
National de Recherche Scientifique (CNRS); e intervendrían equipos interdisciplinares de
ingenieros, arquitectos, arqueólogos, restauradores, historiadores, químicos, físicos y
biólogos, entre otros. Se realizarían estudios previos como el levantamiento planimétrico,
fotográfico, histórico, analítico; caracterización de materiales; identificación de los factores
de alteración; evaluación de los productos de conservación y de restauración; técnicas
instrumentales como la difracción de rayos X, microscopio de barrido, espectroscopia con
transformada de Fourier, cromatografía de gases, equipos de ultrasonidos, colorímetro,
microclimático, ambiental, arqueológico, etc. Indudablemente sería un proyecto muy
costoso, superando el millón de euros. Y al que habría que añadir un conjunto de
intervenciones sobre el medio ambiente para minimizar o eliminar los factores
contaminantes y de vibración en el terreno.
Las consecuencias de restituir un monumento como el Obelisco de la Concordia a
Egipto son diversas. En primer lugar, el traslado del monolito a tierras egipcias facilitaría la
conservación del mismo en un entorno climático propicio para ello, y se lograría reunir
nuevamente el complejo arquitectónico del Templo de Luxor reafirmando su identidad
histórica. Para Francia, esto podría implicar un detrimento en el turismo cultural de la capital
francesa, aunque es complejo conocer a ciencia cierta dichas repercusiones. La realidad es
que solo un número reducido de monumentos, museos y conjuntos patrimoniales que
reciben cifras millonarias de visitantes se identifican como las joyas del mapa patrimonial
mundial. Un ejemplo de ello es la Torre Eiffel, uno de los más visitados del mundo, por casi
7 millones de personas al año, de los cuales el 75% son extranjeros. Consultando las ofertas
de los turoperadores para conocer París, la plaza de Concordia está en el número diez del
top de lugares o monumentos imprescindibles
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. Los turistas, sea por las fórmulas de
presentar el patrimonio o por los intereses de los turoperadores, enfocan su atención sobre
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
20
Guidobaldi/Mecchi/Segedin, 1998:14-48.
21
García de Miguel/González/Sánchez/Puche, 1991: 23-33.
22
“Desfallece el obelisco del faraón”. En: <www.iart.es/noticia/3813/desfallece-el-obelisco-del-faraon>
10/09/2017.
23
Véase para mayor información sobre el turismo en París, Pearce, 1999: 24-46. Asimismo la web oficial
francesa de la Torre Eiffel para consultar los datos oficiales sobre visitantes. En:
<https://www.toureiffel.paris/fr/le-monument/chiffres-cle> 28/09/2017. Al respecto de las ofertas de los
turoperadores, se puede consultar el siguiente artículo: “20 lugares que visitar en París imprescindibles”. En:
<www.viajeroscallejeros.com/20-lugares-visitar-paris-imprescindibles/> 28/09/2017.