Ucoarte. Revista de Teoría e Historia del Arte,
7
,
2018, pp.9-24. ISSN: 2255-1905
!
LA CAPILLA MAYOR Y LA SACRISTÍA DE LA IGLESIA
CONVENTUAL DE LA MERCED DE BAZA
JUAN MANUEL SEGURA FERRER
Universidad de Granada
CÉSAR VALERO SEGURA
Universidad de Granada
Resumen
La capilla mayor y la sacristía de la iglesia de la Merced de Baza, obras notables
de la arquitectura conventual del sudeste español, siguen la solución más habitual
en las construcciones de cantería del siglo XVI en el norte del Reino de Granada,
una síntesis entre lo moderno y lo antiguo, una simbiosis entre la arquitectura
renacentista y los últimos coletazos del gótico. Estas edificaciones nos hablan de
la importancia de la producción arquitectónica del quinientos en las altiplanicies
granadinas y del destacado papel de Rodrigo de Gibaja, y otros canteros, a nivel
andaluz.
Palabras claves
Siglo XVI, Baza, arquitectura, convento de la Merced, capilla mayor, sacristía,
tardogótico, renacimiento, Rodrigo de Gibaja, Martín de Alzaga, Sebastián de
Lizana y Jusepe Díaz.
THE MAIN CHAPEL AND THE SACRISTY OF THE CONVENT
CHURCH OF LA MERCED DE BAZA
Summary
The main chapel and the sacristy of the church of La Merced de Baza,
remarkable works of the conventual architecture of south-east Spain, follow the
most usual solution in the stonework constructions of the XVI century in the
north of the Kingdom of Granada, a synthesis between modern and ancient, a
symbiosis between Renaissance architecture and the last throes of the Gothic.
These buildings tell us about the importance of the architectural production of
the five hundred in the granadian highlands and the prominent role of Rodrigo
de Gibaja, and other stonemasons, at the Andalusian level.
Keywords
16th century, Baza, architecture, La Merced convent, chapel, sacristy, late
Gothic, Renaissance, Rodrigo de Gibaja, Martín de Alzaga, Sebastián de Lizana
and Jusepe Díaz.
D
Juan Manuel Segura Ferrer y César Valero Segura
10
Introducción
Tras el terremoto de septiembre de 1531 la ciudad de Baza quedó asolada y la mayoría
de sus iglesias parroquiales y conventuales en ruinas. El conjunto monacal de la Merced debió
resultar muy afectado, no habiéndose localizado hasta el momento una relación
pormenorizada sobre los daños sufridos. Dicho cenobio se había levantado sobre la ermita
de nuestra señora de la Piedad, fundada por Luis de Acuña. Con posterioridad Melchor de
Luna y Constanza de Lugo se convirtieron en los patronos y comitentes de la capilla mayor
de la iglesia mercedaria creada en torno a la ermita
1
.
A partir de la década de los años treinta se desarrollará una febril actividad constructiva
por toda la urbe, evidenciando un nuevo panorama artístico, más cercano al mundo del
Renacimiento, rastreable no solo en los testimonios conservados sino a través de los
documentos que han sobrevivido en distintos archivos. Durante dicho periodo la producción
arquitectónica manifiesta una dualidad formal. Mientras el nuevo estilo se deja sentir en lo
decorativo y superficial algunos elementos continúan siendo de tradición gótica. En los
contratos de obra se observa una creciente adopción de programas renacientes y el manejo
de algunos términos propios de un nuevo lenguaje. Fruto de este período renovador es la
capilla mayor y la sacristía de la iglesia de la Merced, conjunto de singular importancia en el
contexto de la Historia del Arte bastetano y andaluz.
La capilla mayor
Pasado el gran seísmo la familia Luna se ofreció a financiar la edificación de la capilla
mayor a cambio del privilegio exclusivo de disfrutar del enterramiento para su estirpe en
dicho lugar, siguiendo uno de los fenómenos que caracteriza la arquitectura tardogótica
europea y en especial la española. Nos referimos a la construcción de una gran capilla mayor
de carácter funerario sirviendo de panteón de relevantes personajes. Esta tipología tuvo una
gran repercusión en la arquitectura española de la Edad Moderna y es una prueba más, junto
a las bóvedas de crucería y otros elementos (arcosolios, leones, escudos de tipo alemán…),
de la pervivencia del mundo gótico en pleno siglo XVI
2
.
Aunque en 1534 se firmaba un contrato para la edificación de la capilla mayor con el
maestro Miguel desconocemos si el mencionado proyecto se llegó a ejecutar. La construcción
definitiva se levantó en los años cuarenta por doña Constanza de Lugo, reflejando, una vez
más, el importante papel de mecenazgo que realizaron algunas damas de la nobleza tras
quedar viudas, convirtiéndose en promotoras de importantes obras de arte, siguiendo
ejemplos tan relevantes como el de María de Luna
3
en Baza o María Manrique, duquesa de
Sessa, en los Jerónimos de Granada, la capital del reino
4
. Este tipo de mecenazgo se extendió
por toda la península, pudiendo mencionar, entre otras, la destacada figura de Catalina
Fernández de Córdoba y Enríquez en el Reino de Córdoba, nieta de la cuñada de nuestra
comitente y María Enríquez de Luna, duquesa de Gandía, en el Reino de Valencia, sobrina
de nuestra patrocinadora
5
.
El 28 de febrero de 1546 doña Constanza de Lugo, viuda desde hacía cinco años,
firmaba la contrata con el cantero Martín de Alzaga bajo la traza de Rodrigo de Gibaja,
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
1
. Lázaro, 2004: 67-98. Luis de Acuña era primo de María de Luna (hermanastra de Melchor de Luna), al
ser las madres de ambos hermanas. Señalar un hecho relevante que pudo influir, de forma decisiva, en la elección
de la capilla mayor de este convento como panteón familiar: que los padres de Constanza rez de Lugo
disponían de un enterramiento en el primitivo templo mercedario, cerca de la capilla mayor. Desde aquí dar las
gracias al obispado de Guadix por la autorización para realizar las fotografías y a don Emilio Fernández, párroco
de San Juan y la Merced por su amabilidad y por abrirnos el templo para realizarlas. Agradecer igualmente el
trabajo y el esmero de Agustín Orduña en las fotografías realizadas para este artículo.
2
. Rodríguez, 2011: 81-110.
3
. Lázaro, 2003: 203-259. La profesora Lázaro Damas pone de manifiesto en este artículo el destacado papel
de mecenazgo de doña María de Luna, cuñada de Constanza Pérez de Lugo.
4
. Collado, 2010: 169-184.
5
. Olmedo, 2014: 27-46.
La Capilla Mayor y la Sacristía de la Iglesia Conventual de la Merced de Baza
11
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maestro que estaba dirigiendo las obras más relevantes de Baza y su Abadía (Magaña, 1978:
430). Según el profesor Rubio Lapaz estamos ante el máximo exponente de la actividad
constructiva del quinientos en el altiplano granadino, artífice que estaba desplegando una
intensa labor durante las décadas centrales de la centuria
6
. Cuando se levanta esta capilla
Gibaja se encontraba en el cenit de su carrera artística, era quién llevaba la mayoría de las
obras de cantería de las altiplanicies granadinas, siendo requerido igualmente por poblaciones
de reinos limítrofes, trabajando en Quesada y en La Iruela (1537), poblaciones del Reino de
Jaén y en Cehegín (1548), en el Reino de Murcia.
Martín de Alzaga introdujo ciertos cambios que implicaron pequeñas modificaciones
del diseño primitivo, solicitando tras la finalización de la construcción (1549) que les fuesen
pagadas. El peritaje de la obra añadida lo realizaron los maestros de cantería Juan de Acebo
y Andrés de Vandelvira, presentes en la ciudad en ese momento.
En primer lugar aumentó, levemente, la superficie y la altura de la capilla
7
. En cuando a
los cambios visibles más evidentes entre la traza aprobada y la ejecutada señalar el diseño de
los contrafuertes cuadrados trazados por Gibaja y los de formato cilíndrico ejecutados por
Alzaga. El resto de los cambios consistieron en pequeñas modificaciones centradas en el arco
toral y en las molduras, y varios elementos decorativos, de los pilares dónde éste se apoyaba,
tanto en los pedestales como en los capiteles
8
. Tras finalizar la tasación de la construcción
los maestros aseguraban que el coste de los cambios efectuados, de las mejorías llevadas a
cabo, ascendía a 144.799 maravedíes.
El diseño siguió, en líneas generales, el de la capilla de los Araoz de esta ciudad, obra
trazada por Diego de Siloé: planta, arco toral, formato de los contrafuertes, similar
disposición de los escudos y parecida bóveda
9
. En la elección de la traza pudo tener que ver
tanto el artífice como la comitente, dado que doña Constanza era hermana de la esposa de
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
6
. Rubio, 1999: 155.
7
.Archivo de Protocolos de Granada (APGr, Granada), Baza, Juan de las Navas, 1549, ff. 629r/630v.
Igualmente aumentó (un pie) el grosor de la pared de la cabecera.
8
. Al incrementar la superficie construida (ensanchado y alargado) se produjo una pequeña alteración en el
diseño original de la bóveda.
9
. Segura/Valero, 2017: 341-355.
Fig.1. Vista general de la Capilla Mayor.
Juan Manuel Segura Ferrer y César Valero Segura
12
Juan de Araoz. Aunque se siguen las líneas principales de la mencionada capilla hay algunos
elementos puntuales que la acercan al crucero de la iglesia de San Jerónimo
10
, especialmente
visibles en las pilastras y capiteles, s en la órbita de Alonso de Cobarruvias de los años
treinta que en la de Siloé.
Arco toral
Como señalara el ilustre historiador Manuel Gómez Moreno, en su visita de 1891, la
capilla presenta un arco toral semicircular
11
apeado en pilares configurados por dobles pedestales
escalonados sobre los que se apoyan esbeltas pilastras cajeadas de orden coríntio. A Gibaja
le interesó, como ya les había interesado a otros tracistas, hacer valer la plástica rotunda de
estos soportes, recurriendo a los órdenes clásicos para configurarlos.
Es en el cajeado de las pilastrillas dónde se desarrolla un programa decorativo e
iconográfico con labores renacentistas en relieve recorriendo su trayecto, el del arco y el de
la rosca sobre éste. Quedan adornados dichos elementos constructivos con medias lunas,
alternando con rosetas en las pilastras principales y con veneras en las adosadas al paramento
del templo. Aquí el tracista está intercalando elementos simbólicos en honor al linaje de los
patrocinadores, la luna, con otros decorativos y alegóricos presentes en las capillas de los
familiares de los patronos: las rosetas del crucero del convento de San Jerónimo, fundación
de los Enríquez-Luna y las veneras (relacionadas con la resurrección) de la capilla de los
Araoz-Lugo en la iglesia colegial.
La arquitectura de la cabecera de este templo es una clara continuación de una de las
variantes implantadas en la ciudad tras el gran terremoto, empeñada en labores
eminentemente decorativas, no sólo en el arco toral sino con los escudos que inundan el
resto del paramento que hay sobre el mismo.
Sobre las pilastras capiteles de orden semicorintio, sin las habituales volutas,
manteniendo gran similitud con los del crucero de San Jerónimo, corona de hojitas alrededor
del vaso, estriado vertical, equino de ovas y dardos y un ábaco sin tallar como remate,
elementos todos ellos de corte clásico. Creemos que su precedente más evidente está en una
de las variantes del primer Renacimiento difundidas en España
12
.
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
10
. Segura/Valero, 2017: 69.
11
. Instituto Gómez Moreno (IGM, Granada), Legajo CXXVII, nº 2141.
12
. La diferencia con los capiteles de San Jerónimo es que aquí hay un elemento más, el estriado por encima
de las hojas de acanto. Estos capiteles recuerdan a uno de los modelos del tipo alcarreño, o mendocino, utilizado
Fig.2. Capiteles.
La Capilla Mayor y la Sacristía de la Iglesia Conventual de la Merced de Baza
13
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Como señalara Manuel Gómez-Moreno sobre las caras internas de los capiteles los
escuditos de los fundadores. La heráldica del matrimonio se volverá a repetir sobre el arco
toral y sobre los arcosolios de sus enterramientos, exhibiéndose la del ilustre caballero a la
izquierda y la de la dama a la derecha, siguiendo la estricta división que otorgaba el lado del
Evangelio al hombre y el de la Epístola a la mujer. Desde finales de la Edad Media el escudo
servía como elemento de identificación de una familia cuyo valor se demostraba en los
campos de batalla, torneos y demás actividades guerreras. Los escudos que se exhiben en
este periodo son de mayor tamaño y número. Con la llegada del Renacimiento se convierten
en un elemento clásico del que se ocupan algunos teóricos como Serlo (libro IV), motivo que
sirve para potenciar la idea renacentista de fama en el exterior e interior de construcciones
civiles y religiosas, situándose en un lugar preeminente de las mismas.
Sobre la clave del arco el artífice despliega la espectacular heráldica del matrimonio
fundador flanqueada por leones, disponiendo a ambos lados, y en un formato más pequeño,
las de sus respectivas familias custodiadas por ángeles, dentro de una honda preocupación
por la gloria de sus linajes, subrayando la pervivencia de los mismos más allá de la muerte.
Mención especial merece el escudo central, todo un paradigma de los cambios
heráldicos que tienen lugar en este periodo. Esta notable pieza se convierte en la protagonista
principal del arco y resume la trayectoria familiar, e histórica, de los Luna y los Pérez de Lugo.
La unión de estas dos importantes estirpes hizo preciso una combinación de las armerías de
las familias más relevantes con las que habían emparentado hasta el momento. Se resolvió
recurriendo al invento castellano por excelencia: el cuartelado heráldico. El escudo está
dividido en cuatro cuarteles, quedando en los de la izquierda los linajes relacionados con los
Luna y en los de la derecha los vinculados a los Pérez de Lugo. Aunque no es muy frecuente
algunos escudos en piedra, como los presentes, están policromados
13
. El estudio detallado
de estas armas lo veremos más adelante, cuando analicemos los arcosolios.
Para magnificar su presencia, y consciente de su notable efecto plástico, el artífice nos
lo muestra con leones a modo de tenantes, recurso decorativo muy habitual en la arquitectura
tardogótica castellana que se propagó durante la Edad Moderna. En posición inclinada, la
postura más agresiva del animal, con rostro amenazante, pareciendo transmitir protección
del grandioso escudo y de las familias simbolizadas en el mismo.
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
por Lorenzo Vázquez en la planta baja del palacio de Antonio de Mendoza de Guadalajara, ocupando más
espacio aquí las hojas y menos el estriado.
13
. Fueron repintados de forma inadecuada, con pintura brillante.
Fig.3. Escudo de los Luna-rez de Lugo.
Juan Manuel Segura Ferrer y César Valero Segura
14
Pese a la extrema riqueza de contenidos que puede expresarse a través de la imagen del
león no puede negarse que muchas de las representaciones de este animal tuvieron como fin
último un mero papel ornamental. Como animal decorativo y simbólico se ponía a los pies
de los reyes de la corona de Aragón al final de la Edad Media, signo de realeza y fortaleza. El
león está coronado, quizás con la intención de destacar la relevancia del linaje que está
protegiendo, relacionado con varias casas reales peninsulares, especialmente con la de
Aragón tras el matrimonio de María de Luna con Martín I en 1372
14
.
Los leones son frecuentes encontrarlos en edificios religiosos, representando, en
muchos casos, a guardianes de las capillas. Simbolizan la defensa y protección frente a
posibles agresiones externas. El cristianismo se apropió de ellos como símbolo de Cristo y
de la resurrección, en virtud de su carácter vigilante y protector, utilizado en los sarcófagos
romanos, tomando en el Renacimiento un nuevo impulso
15
.
Los escudos laterales, de menor tamaño, se presentan enmarcados por sendos ángeles
de candoroso rostro, a modo de tenantes, habiendo sido eliminados los de los extremos en
las intervenciones de los años ochenta del siglo XX. La figura del ángel es un recurso
ornamental muy frecuente en la Antigüedad que volvió a recuperarse en los albores del
Renacimiento, teniendo su antecedente más evidente en los situados sobre la portada de la
capilla de los Araoz.
Los ángeles, suspendidos en el aire, se muestran en actitud de guardianes de la capilla y
de las almas de los linajes allí enterrados, como si las acompañaran mientras llega el juicio
final
16
. En la tasación del coste final de la talla de los escudos se señalaba que el importe por
realizar las figuras de los dos leones equivalía al de esculpir los cuatro ángeles
17
.
Interior de la capilla
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
14
. En los siglos bajomedievales el león aparece coronado como rey.
15
. Desde la Antigüedad vemos al león asociado a los conjuntos funerarios (Egipto, Asia Menor y Grecia)
dónde tenía como significación esencial la guardia, pues se pensaba que este animal no dormía y de hacerlo era
con los ojos abiertos, pasando a ser imagen de la vigilancia (Plinio y los Salmos CXXXI).
Con el nacimiento de
la heráldica en el siglo XII el león se convirtió en la figura preferida en los blasones medievales.
16
. Según algunos tratadistas su uso suele ser prerrogativa especial de reyes y príncipes, no pudiendo usarlos
ningún linaje si no disfrutaba de permiso especial, concesión o privilegio real. En ocasiones altas dignidades
eclesiásticas lo utilizaron como signo de representación del dominio espiritual que residía en ellos.
17
. APG, Ganada, Baza, Juan de las Navas, 549, f. 629.
Fig.4. Bóveda estrellada de la Capilla Mayor.
La Capilla Mayor y la Sacristía de la Iglesia Conventual de la Merced de Baza
15
!
El maestro hizo correr una imposta, a modo de entablamento liso, sobre los muros
perimetrales de la cabecera, utilizada posiblemente como soporte para un discurso simbólico,
cuyo texto conmemorativo desconocemos al estar actualmente tapado por una capa de
pintura. En esta capilla se utiliza la solución más sencilla y recurrente para embeber los
nervios de la bóveda en los muros, la de colocar ménsulas en las esquinas. Estas piezas (con
carácter ornamental, aunque den otra apariencia) sobresalen del plano vertical y se presentan
perfiladas con una banda de hojas de acanto.
En los centros de los paramentos este y oeste, a poca distancia de la línea de imposta,
se disponen los únicos vanos de iluminación de la cabecera. Ventanas abocinadas, adinteladas
y de formato rectangular enmarcadas por pilastras de orden dórico coronadas por un frontón
partido (rematado por pirámides emboladas) en cuyo centro se exhibe un escudo mercedario,
intervención arquitectónica sin documentar, quizás del siglo XVII. La c
Se cierra la capilla por una bóveda tardogótica estrellada siguiendo uno de los diseños
habituales de este periodo en la ciudad, muy similar a la de las capillas de los Araoz y Juan de
Baena y a la del segundo tramo de la nave principal de la iglesia colegial
18
.
.
Los nervios están
repartidos a razón de tres por ménsula, conformando una estrella de ocho puntas con
diecisiete claves. Un abovedamiento de simbología cristiana (aludiendo a la bóveda celeste,
al sacrificio de la misma, a la simbología del número 8, etc).
Durante la primera mitad del siglo XVI se seguían construyendo bóvedas de crucería
estrellada por el peso de la tradición gótica y por imposición de los comitentes, la mayoría de
las veces. Alonso de Covarrubias, Diego de Siloé, Rodrigo de Gibaja y la gran mayoría de los
maestros de cantería de España, seguirán utilizándolas. La idea de Antigüedad Clásica se
había extendido más en los elementos decorativos de los soportes que en las bóvedas. Gibaja
las usó en todos los edificios de cantería en los que estuvo trabajando en Baza, tanto en los
proyectos de otros arquitectos como en los trazados por el mismo.
En cuanto a la decoración pictórica de este espacio decir que se doró y policromó en
el último tercio del siglo XVII. El 18 de enero de 1676 la orden solicitaba permiso para cortar
madera y levantar un andamio con el objetivo de dorar la capilla mayor. Hoy en día se
conserva dicho dorado en la bóveda, en el intradós y elementos que bordean las ventanas y
en algún que otro componente decorativo más, casó de los perfiles de los relieves situados
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
18
. Gómez, 1998: 210-211.
Fig.5. Escudo de Melchor de Luna.
Juan Manuel Segura Ferrer y César Valero Segura
16
en las pilastrillas y en el arco toral (lunas, rosetas, veneras, capiteles
19
. La intervención de la
bóveda se centró en los nervios y en los plementos, decorados con hojarascas y motivos
florales perfilados en color negro.
En relación al resto de policromía, la presente en los escudos situados en los capiteles,
y sobre el arco toral, desconocemos si se efectuó en este periodo o en el siglo XVIII,
aprovechando la renovación del patrimonio mueble de la capilla. El 3 de marzo de 1737 los
mercedarios solicitaban permiso para cortar madera con el probable objetivo de construir el
gran retablo barroco (1738-40) y un andamio para levantarlo
20
. El trabajo pictórico que debió
realizarse en dicho intervalo de tiempo, quizás una actuación de restauración de la obra del
XVII (y algo más), lo ejecutaron Jaime Mataiz, Diego Serrano y Miguel Jiménez (1730-1740),
según se deduce de las inscripciones descubiertas sobre los nervios de la bóveda en 1973
21
,
anotación conservada en el Archivo de Franciscanos de Murcia.
El presbiterio se pavimento con losetas de mármol blanco y negro a finales del siglo
XVII. El 15 de octubre de 1680 la orden contrataba con el cantero Juan Tijeras, vecino de
Macael, las losetas necesarias para pavimentar toda la iglesia. Se le pagarían 100 ducados para
iniciar su elaboración, otros 100 cuando estuviese la mitad del trabajo ejecutado y el resto
una vez finalizado
22
.
Los arcosolios y su heráldica
En el programa constructivo y decorativo de esta capilla están presentes varios
elementos que formaron parte del primitivo proyecto al que no se le ha prestado atención
por estar mutilados. Nos referimos a los arcosolios, arcos que, en forma de nichos
incrustados en los muros, albergaron los sepulcros de los patrones, dispuestos de forma
simétrica en los centros de los muros de levante y poniente. Esta elección en la tipología
funeraria favorecía el adecuado desenvolvimiento de las ceremonias religiosas, sin
obstaculizar la visión del altar mayor, magnificando a la vez las figuras de los fundadores con
sus efigies, siguiendo un evidente interés en plasmar, de forma plástica y simbólica, los valores
triunfantes de la memoria y fama de los patronos.
En su distribución se sigue la estricta división que otorgaba el lado del Evangelio al
varón y el de la Epístola a la mujer. Se trata de dos nichos, hoy vacíos, que albergaron los
sepulcros de los fundadores hasta la ocupación francesa. En la parte inferior debieron
empotrarse las arcas, y las camas, con las esculturas yacentes de los comitentes. Hoy en día
sólo quedan los arcos que configuraron estos enterramientos y los bellos escudos heráldicos
sobre las claves de los mismos
23
.
El empleo de esta tipología apareció en la época imperial romana, siendo utilizada a lo
largo de la Edad Media, y principios de la Edad Moderna, por numerosas casas nobiliarias.
Quizás el linaje Luna-Pérez de Lugo esté siguiendo una solución usada, con anterioridad, por
sus respectivas familias. Entre los ejemplos más destacados relacionados con sus antepasados
señalar los arcosolios en los muros de la capilla del condestable don Álvaro de Luna en la
catedral de Toledo, abuelo del comitente
24
.
Sobre los arcosolios se disponen las armas del matrimonio fundador, en clara alusión
al orgullo de su linaje. Estas notables piezas heráldicas se muestran siguiendo la moda de los
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
19
. Archivo Municipal de Baza (AMB, Baza), Actas del Cabildo, 18-01-1676. Se debería comprobar si hay
dorados en el espacio comprendido entre la bóveda y la línea de imposta, superficies tapadas hasta los finales
del siglo XX con papel pintado.
20
. AMB, Baza, Actas del Cabildo, 03-03-1737.
21
. Castillo, 2009: 157.
22
. APG, Granada, Baza, Torres Sabiote, 1680, ff. 240-243.
23
. Se debería comprobar si quedan algunas partes de estos sepulcros en los niveles bajos de los arcosolios,
hoy cegados con material de obra.
24
. Rodríguez, 2003:11-28.
La Capilla Mayor y la Sacristía de la Iglesia Conventual de la Merced de Baza
17
!
escudos de tipo alemán con el campo inclinado
25
. Apoyamos las reflexiones de la profesora
Lázaro de que están realizados por un hábil escultor, quizás Lizana, destacando por la finura
del relieve y por el dinamismo aportado en la disposición del cuero en (con los bordes
enrollados) y por las cintas que ondean a un lado y a otro del yelmo
26
. Como remate cimeras
con garra de águila sujetando media luna en lo alto, volviendo a remarcar el elemento
identificativo y simbólico más evidente de este destacado linaje
27
.
La mayoría de los sepulcros más importantes de Baza debieron sufrir un grave expolio
tras ser abiertos y mutilados durante la ocupación francesa, siendo en ese momento cuando
se rompieron las cubiertas que sellaban las sepulturas de los ilustres personajes que allí
descansaban en la obsesión por encontrar tesoros, con el agravante de que lo que no podían
robar lo destrozaban
28
.
El hecho de que no se restauraran los arcosolios tras la huida del ejército napoleónico,
y que en su lugar apareciesen pequeños altares apreciables en fotografías de principios del
siglo XX, puede que tenga que ver con la circunstancia de que la última representante del
linaje falleció poco después de la Guerra de Independencia sin descendencia, por lo que sus
herederos, poco vinculados a esta ciudad, no tuvieron presentes los sepulcros y la
recuperación de dichos espacios funerarios.
Arcosolio de Melchor de Luna y la Puente
El 6 de octubre de 1553 doña Constanza de Lugo contrataba con el cantero Sebastián
de Lizana, vecino de Purchena (Almería)
29
, la ejecución de la tumba de su esposo, fallecido
en 1541. Dicho maestro estaba despuntando en el panorama arquitectónico y escultórico del
sudeste español, en los reinos de Murcia y Granada. Para algunos historiadores fue el
principal discípulo de Florentín, trabajando a sus órdenes en las obras de la catedral de Murcia
entre 1523 y 1529. Una vez fallecido su maestro se trasladó a Granada dónde paso a trabajar
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
25
. Ambos escudos están partidos por la mitad lo que nos hace pensar que existe la posibilidad de que han
sido reutilizado de otro lugar, quizás de los sepulcros de los patronos tras ser mutilados tras la ocupación
francesa.
26
. Lázaro, 2004: 78.
27
. La luna en el escudo de doña Constanza debe estar relacionado con el hecho de que don Alonso
Fernández de Lugo, destacado antecesor del linaje de la comitente, contrajo matrimonio con una integrante de
esta ilustre familia, con Catalina Martínez de Luna.
28
. Magaña, 1978: 100.
29
. APGR, Baza, Juan de las Navas, 1553, ff. 446r/v.
Fig.6. Escudo de Constanza
Pérez de Lugo.
Juan Manuel Segura Ferrer y César Valero Segura
18
con Siloé y a colaborar, en alguna que otra ocasión, con Rodrigo de Gibaja, quién había
monopolizado las obras de cantería en las comarcas de Baza y Huéscar
30
.
El sepulcro fue realizado en mármol blanco de Macael sin impurezas. La cama debía
de medir nueve pies de largo, cuatro y medio de ancho y cinco cuartas de alto, contando con
una grada alrededor y garras en las cuatro esquinas inferiores, conforme al diseño presentado.
Sobre la cama la escultura yacente de don Melchor, de siete pies de largo, revestida con sus
mejores galas, con armadura y con espada, en recuerdo de una de las facetas más
características en su vida, la de guerrero, destacado militar castellano. El diseño del arnés
debía ser fiel a la muestra que le entregaba la comitente.
Por debajo una inscripción que debió informar sobre la condición militar de este
caballero, miembro del ejército de los Reyes Católicos, presente en la conquista de la ciudad
de Baza. En la cabecera de la cama se había de esculpir el escudo de armas de dicho señor,
ocupando todo el frente.
Doña Constanza pagaría por el trabajo 100 ducados, estando obligada a aportar todos
los materiales para su ejecución. Los primeros 20 ducados se entregarían en 15 días a partir
de la firma del contrato. El resto se aportaría a media que fuesen avanzando los trabajos.
Lizana se comprometía a entregar la obra el 24 de junio de 1554. Si el maestro no cumplía el
plazo establecido la comitente podría encargárselo a otro especialista, pagando el trabajo de
éste el primer contratado.
Finalizada la construcción del sepulcro debía ser tasado por dos oficiales. Si resultase
valer más de 100 ducados Lizana no podría exigir más de dicha cantidad, teniendo que
conformarse con el dinero pactado. Suponemos que doña Constanza no quería que sucediese
lo acaecido con la construcción de la capilla y los añadidos realizados por el contratista. En
el caso de ser tasado por debajo de 100 ducados Lizana tendría que devolver el dinero
cobrado de más. Nada hemos localizado en relación al sepulcro de doña Constanza, quién
falleció en 1556.
Sobre el arcosolio del Evangelio el escudo cuartelado de don Melchor de Luna, el
fundador. El blasón resume la historia familiar de dicho señor, las heráldicas de los linajes
con los que habían entroncado sus antepasados más cercanos de origen noble
31
. El primer y
tercer cuartel alude a los Luna, una de las ocho casas nobiliarias más importantes de Aragón:
en campo de gules un creciente ranversado de plata y punta del mismo metal. La mayoría de
los colores y/o metales descritos en este blasón, y en el siguiente, son genéricos, dado que
ambas piezas ni tienen ni conservan policromía.
En el segundo y tercer cuartel las armas de la abuela del comitente, las de los Manuel:
león rampante y brazo alado de oro con espada de plata. El abuelo de don Melchor mantuvo
relaciones extramatrimoniales con una dama castellana, Margarita Manuel de Villena, con la
que concibió varios hijos bastardos, siendo el primogénito, Pedro, padre de nuestro
comitente, caballero al que legaría el señorío de Fuentidueña (Segovia).
Visto el escudo aportaremos unas pinceladas sobre la dinastía de los Luna, cuyo
apellido proviene de la villa zaragozana del mismo nombre. La mayoría de los genealogistas,
y heraldistas, recogen su aparición en tierras aragonesas a partir del siglo XI, afirmando que
este linaje procede de don Bacalla, renombrado caballero de origen navarro que conquistó la
villa de Luna (Zaragoza), cuyo señorío recibió, incorporando dicho nombre, y simbolismo,
a su apellido y a su escudo de armas. Este ilustre caballero tuvo tres hijos con los que se
iniciaron las tres ramas principales de esta dinastía, siendo la de los Martínez de Luna la de
nuestro comitente, destacando en la historia de España dos de sus integrantes: el contestable
Álvaro de Luna, su abuelo y el papa Luna, tío-abuelo de éste último. A pesar de la caída del
linaje tras el ajustamiento del contestable en 1453, la corona, a propuesta de varios consejeros,
restableció la memoria del valido, devolviendo a sus descendientes títulos y dignidades.
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30
. Entre las obras en las que estuvo trabajando destacar la portada de la iglesia de Santiago de Guadix,
trazada por Siloé.
31
. Desconocemos porque no están las armas del apellido Puente. Tal vez su madre no era de origen noble.
La Capilla Mayor y la Sacristía de la Iglesia Conventual de la Merced de Baza
19
!
Melchor de Luna fue el tercer hijo de don Pedro de Luna, I señor de Fuentidueña,
concebido tras el enlace con su segunda esposa, doña María de la Puente. Antes de instalarse
en nuestra urbe debió seguir desempeñando sus funciones como militar, dentro de la
tradición castrense familiar que retomarán sus descendientes, sirviendo a la corona durante
gran parte de la Edad Moderna. Entre los cargos desempeñados a nivel militar señalar el de
la alcaldía de la alcazaba de Guadix, al menos desde 1515 a 1519. En 1521 participaba en el
ejército español contra los franceses en Navarra.
Los historiadores Luis Magaña, y López de Haro, afirman, sin documentación que lo
avale, que don Melchor se quedó a vivir en Baza tras recibir un número destacado de
posesiones tras la Reconquista y por petición expresa de la todopoderosa María de Luna, su
hermanastra, mujer de don Enrique Enríquez, tío y mayordomo de Fernando el Católico, el
mayor terrateniente del Reino de Granada
32
. Lo que parece evidente es que el importante
patrimonio heredado de su suegro, el comendador Diego Pérez de Santisteban y la instalación
de las residencias de las hermanas de los dos integrantes del matrimonio Luna-Lugo en dicha
urbe tuvieron un peso decisivo en el asentamiento definitivo de este linaje.
Según el profesor Francisco Tristán, especializado en la ciudad del siglo XVI, nuestro
comitente no formó parte de la primera generación de repobladores y por tanto no recibió
propiedades, no constando su carta de donación. Aparece en las actas del cabildo a partir de
1518, año en el que se realiza el reparto de los bienes de su suegro
33
, uno de los caballeros
más ricos de la urbe. Ese mismo año inicia un conflicto jurídico con el ayuntamiento por
desviar una acequia para abastecer a un molino suyo
34
.
Desde los años veinte se convirtió en uno de los regidores locales, cargo que
desempeñaron sus descendientes, de forma intermitente, durante toda la Edad Moderna.
Siguiendo lo que hacían otros grandes linajes los Luna fundaron un importante mayorazgo
35
y se asentaron alrededor de tres siglos en Baza, hasta la extinción biológica de la dinastía a
principios del siglo XIX.
Como otros integrantes de la oligarquía bastetana los Luna-Pérez de Lugo poseían
esclavos, mano de obra barata y signo de prestigio y distinción. En 1516 solicitaban, ante la
Chancillería de Granada, que le entregasen un esclavo negro llamado Domingo, de 22 años,
que había huido y se encontraba en dicha ciudad
36
.
Arcosolio de Constanza Pérez de Lugo
Sobre el arcosolio de la Epístola el escudo cuartelado de doña Constanza Pérez de
Lugo. El blasón resume la historia familiar de dicha dama, las heráldicas de los linajes con
los que habían entroncado sus antepasados más cercanos. El primer y cuarto cuartel alude a
los Pérez de Santisteban y Sandoval. Un árbol y una torre con perro atado a la puerta y
bordura de ocho cruces de San Andrés
37
.
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32
. Magaña, 1978: 556 y López, 1622: 153.
33
. Fue uno de los pocos señores que obtuvo dos cartas de vecindad en el Repartimiento, con propiedades
rústicas y urbanas en Baza y otras villas de su partido.
34
. Como afirma dicho historiador hay un vacío documental de 1507 a 1518, del que no sabemos nada.
Información cedida por dicho profesor, hecho que agradecemos enormemente.
35
. Además del mayorazgo fundado por Melchor de Luna la familia disfruto de otros mayorazgos o
vinculaciones a lo largo de la Edad Moderna, los fundados por Martín de Alarcón, Pedro de la Plaza Bravo,
Pedro Nuño de Mata, Mariana del Rosal y Diego y Marina de Rueda. Dichas fundaciones disponían de
propiedades en Granada, Baza, Almodóvar del Pinar (Cuenca), Segovia y Madrid (población esta última
reflejada sólo en uno de los documentos consultados).
36
. Crespo, 2007: 1061.
37
. En este escudo no está presente la banda de sable que lo atraviesa de izquierda a derecha (posible
emblema de los Sandoval) en el resto de las heráldicas de la capilla, hecho que puede denotar que esta pieza se
labró después. En cuanto al animal representado tenemos algunas dudas, podría ser un león.
Juan Manuel Segura Ferrer y César Valero Segura
20
En el segundo y tercer cuartel las armas de los Lugo, la familia materna de doña
Constanza. Sobre ondas de agua tres peñas al natural, puestas en faja, una junto a la otra,
sumadas de cuatro matas de ortigas con once hojas de sinople cada una
38
.
Nuestra comitente fue hija de Constanza de Lugo y del comendador Diego Pérez de
Santisteban y Sandoval, señor originario de Letur (Albacete), caballero de la orden de
Santiago, comendador del Campo de Montiel, teniente de mayordomo de los Reyes Católicos
y su embajador en Francia (1502) y Navarra (1507). La hermana de esta señora era la esposa
de Juan de Araoz, el hombre más rico de la ciudad tras Enrique Enríquez, cuñado de su
marido. Su hermano fue Luis Pérez de Lugo, paje de Carlos V, regidor de Baza y veinticuatro
de la ciudad de Granada a partir de 1513.
El historiador Luis Magaña localizó interesantes y comprometedores documentos
relacionados con un hecho delicado en el que estuvo involucrada dicha dama y sus sobrinas
Constanza y Luisa de Araoz, las cuales quedaron bajo su protección tras el fallecimiento de
sus padres. Ambas doncellas, casadas en secreto con dos regidores, fueron llevadas por la
fuerza a casa de su tía dónde fueron obligadas a declarar, con amenazas de muerte, que habían
sido raptadas y que no habían contraído dichos matrimonios. Falleció dicha señora en 1555
39
.
De la relación marital de doña Constanza y Melchor de Luna hubo seis hijos, cuatro
varones y dos féminas: Manuel, Álvaro, Pedro, Diego, María, que falleció siendo doncella y
Ana, quién ingresó en las comendadoras de Santiago de Granada (Magaña, 1978: 555-562).
La dinastía se asentó en nuestra ciudad alrededor tres siglos, disfrutando sus descendientes
de enterramiento en esta capilla mayor desde la Reconquista hasta el primer tercio del siglo
XIX, tras el fallecimiento de doña Joaquina de Luna, sin descendencia, la última
representante de este ilustre linaje bastetano.
Desde un primer momento los Luna entroncaron con distintas casas de la nobleza
española e italiana
40
, consiguiendo en el siglo XVI el señorío de la villa de Almodóvar del
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38
. El escultor aumento las matas de ortigas y las hojas de éstas a su libre albedrio. Tenía que haber
presentado tres matas de ortigas con siete hojas cada una. Según el historiador Luis Magaña dicha señora era
nieta del adelantado de Canarias.
39
. Magaña, 1978: 253.
40
. Manuel de Luna, el primogénito de Melchor, tras conseguir destacados cargos en Italia casó con doña
Policena de Benzón, varonesa de Gallarán, quedándose a vivir en dicho país.
Fig. 7. Portada de la Sacristia.
La Capilla Mayor y la Sacristía de la Iglesia Conventual de la Merced de Baza
21
!
Pinar (Cuenca) tras el enlace de don Álvaro, el primer heredero de este linaje bastetano, con
Petronila de Alarcón y Pacheco. En el siglo XVIII señalar a Álvaro Pedro de Luna
contrayendo nupcias con Francisca Zapata, hija del marqués de Bogarra. Será en el último
tercio de la centuria cuando los Luna consigan el marquesado de Iniza tras el enlace de
Joaquín de Luna y doña Francisca Chacón, VI marquesa de dicha casa nobiliaria. De este
matrimonio nació Joaquina de Luna, VII representante del marquesado, quién tuvo un
matrimonio, de idas y venidas, con el conde de Robledo. Entre 1805 y 1808 se separó de la
residencia conyugal, siguiendo diversos pleitos contra su esposo. A partir de 1808, por
consejo de la Real Chancillería, la pareja volverá a convivir los pocos años que le quedaron
de vida a doña Joaquina. Al no tener hijos se extinguió la casa de Luna de la ciudad de Baza,
heredando Teresa Carroz y Luna, monja y prima de la finada
41
.
Exterior
Exteriormente la capilla presenta un aspecto macizo y sobrio de cantería, destacando
por la verticalidad de sus muros y por los potentes contrafuertes cilíndricos, siguiendo el
diseño de la capilla de Juan de Araoz. Ascienden rectos, sin disminuir en grosor desde el
suelo hasta acabar por debajo de la cornisa. Quedan coronados por candeleros (decoración
añadida por el contratista) que tienen su antecedente más inmediato en la girola de la iglesia
colegial.
Sobre el centro del paramento de poniente, para aportarle distinción al muro asomado
a la vía pública, un repertorio de imágenes de notable fuerza plástica que han desaparecido
en gran parte por el desmoronamiento de la piedra, plasmadas en el eje central, con el escudo
de los Luna-Lugo y en los contrafuertes laterales, en los que apenas se perciben los restos de
los escudos, de menor tamaño, de ambas familias.
La sacristía
El 15 de marzo de 1596 se firmaba el contrato para edificar la sacristía con Jusupe Díaz,
maestro de albañilería y cantería que estaba destacando en el panorama arquitectónico local
en las últimas décadas del siglo XVI. Este artífice había levantado diversas construcciones de
carácter religioso en varios conventos de la ciudad: la capilla del canónigo Francisco de
Madrid en Santa Isabel de los Ángeles (1587), la sacristía de San Jerónimo (1588) y la escalera
(1592) y el refectorio de San Francisco (1593).
Nos encontramos ante una construcción de planta cuadrada de 22 pies, cuyos cimientos
habían de tener una profundidad de 6 cuartas hasta llegar al firme. Se utilizó piedra de la
cantera de la cuesta de Freila para levantar las esquinas (desde el suelo hasta la altura de la
ventana) y las puertas, siendo los muros de tapiería enlucida. La bóveda, de ladrillo, había de
construirse conforme a la traza presentada. El maestro aportaría la mano de obra y la mayoría
de los materiales (piedra y arena) mientras el convento contribuiría con la madera necesaria
y la teja para cubrir la sacristía.
El acceso principal a esta dependencia se hace bajo una portada de cantería de sencillo,
sobrio y elegante trazado, compuesta por pilastras de orden semidórico (con capitel de
estriado vertical) sobre las que descansa un entablamento formado por arquitrabe, friso liso
y cornisa moldurada de escaso resalte, elementos que adquieren mayor desarrollo en los
extremos, en el tramo situado sobre los capiteles
42
.
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
41
. El conde de Robledo se quejaba de que su esposa se había separado de la vivienda conyugal desde finales
1805 y estaba causándole numerosos disgustos y pleitos por consejo de su padre y de un cura amigo de la
familia. Tras la intervención de la Justica, a petición de su marido (asegurando que no existía ninguna sospecha
de infidelidad ni maltrato), la Real Chancillería pedía que se intentase recuperar la convivencia marital con apoyo
de un asesor.
42
. Actualmente las pilastras están fajadas, obra posterior adosada y realizada con material artificial. En una
fotografía de los años ochenta las pilastras se ven totalmente lisas y están enlucidas en yeso por el
desmoronamiento que presentaban como consecuencia de la humedad.
Juan Manuel Segura Ferrer y César Valero Segura
22
El plazo de ejecución de la obra sería de seis meses a partir de la firma de la contrata.
Al comienzo de los trabajos se suministrarían 500 reales y cuando estuviesen avanzados los
mismos, casi acabados, otros 100 o 200. Una vez finalizada la construcción sería tasada por
dos maestros propuestos por las partes implicadas, por el convento y por Jusepe Díaz.
Dichos veedores realizarían una tasación del coste total de la obra, y presentada ésta, se le
desembolsaría al constructor el dinero que faltase hasta cubrir el total del importe definitivo
de la edificación.
Se cierra la capilla con una bóveda de crucería tardogótica cuyos nervios configuran
una estrella regular de terceletes de cuatro puntas con cinco claves siguiendo el diseño
utilizado en las capillas centrales de la girola de la iglesia colegial bastetana levantadas en
las décadas de los años treinta y cuarenta. Su traza podría ser muy similar a la de la sacristía
del convento de San Jerónimo (1588), construida por este maestro de cantería, obra
desparecida.
Al igual que en la capilla mayor, bajo la bóveda está presente la línea de imposta y, en
las esquinas, cuatro ménsulas en las que se apoyan los nervios. A diferencia de la anterior
aquí la imposta ocupa más espacio y las ménsulas se presentan totalmente lisas, excepto los
arranques de las mismas, perfilados por una banda de lengüetas, solución utilizada en las
capillas centrales de la girola de la iglesia colegial.
Conclusiones
La construcción de la capilla mayor (1546) y de la sacristía (1596) del convento de la
Meced sigue la solución más habitual en las edificaciones de cantería de la Baza del siglo XVI,
una síntesis entre lo moderno y lo antiguo, una simbiosis entre la arquitectura renacentista y
los últimos coletazos del gótico. Lo que se traduce en una solución arquitectónica
caracterizada por el clasicismo en la utilización del arco de medio punto y los órdenes clásicos
a través de las pilastras, recurriendo a las bóvedas tardogóticas como forma de cubrir estos
espacios.
La tipología escogida, con decoración del nuevo estilo, debió encajar a la perfección con
la nueva imagen que pretendía dar la orden de la Merced y la familia Luna, una arquitectura
Fig. 8. Bóveda de la sacrisa.
La Capilla Mayor y la Sacristía de la Iglesia Conventual de la Merced de Baza
23
!
con pasado y con raíces pero renovada y esplendorosa, igual que su linaje, uno de los más
importantes del altiplano granadino, enraizado directamente con la casa real de Aragón.
Como afirmara el historiador Rubio Lapaz estas edificaciones nos hablan de la
importancia de la producción arquitectónica del quinientos en las altiplanicies granadinas y
del destacado papel de Rodrigo de Gibaja, y otros canteros del siglo XVI, a nivel andaluz
43
.
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43
. Rubio, 1990:135.
Juan Manuel Segura Ferrer y César Valero Segura
24
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