Juan Pablo Rojas Bustamante
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Orueta sumando las piezas de Toledo y Albacete, y así poder estudiar la escultura gótica
funeraria en su conjunto, y en esta línea se incluye el espacio que la acoge, pues de otra forma
caería en la descontextualización y comprometería las conclusiones. Morales plantea el
panorama sociocultural y los parámetros que delimitaron las prácticas funerarias en su
indisoluble relación con la imagen y la memoria durante el Gótico, momento en el que las
élites consiguieron distinguirse y asegurarse fama, reconocimiento póstumo y, por supuesto,
la salvación. También se remite a las investigaciones sobre patrimonio funerario en España
de Ara Gil, Franco Mata, Gómez Bárcena, Chamoso Lamas, Núñez Rodríguez, Sánchez
Ameijeiras, Lahoz, Español, Caballero Escamilla y Cortés Arrese como agentes básicos para
completar el trabajo iniciado por Ricardo de Orueta.
El volumen se estructura en nueve capítulos en los que se abordan los diversos contenidos
sobre la escultura funeraria gótica en Castilla-La Mancha y sus conclusiones, a estos se suman
la presentación, imágenes e índice de obras. Los capítulos temáticos dedicados a la escultura
funeraria gótica en Toledo, Guadalajara, Cuenca, Ciudad Real y Albacete desarrollan los
espacios, las estatuas y la historia del objeto de estudio en cuestión. El trabajo de catalogación
se presenta de forma estructurada y divido por títulos en mayúscula y subtítulos en cursiva,
que se corresponden con el museo, iglesia o lugar y con los yacentes, lápidas o sepulcros,
respectivamente. Ante la gran cantidad de ámbitos y piezas detalladas e investigadas, se
incluye un índice o esquema desarrollado de estos títulos y subtítulos que ayuden al lector a
manejarse entre los contenidos de forma más precisa y clara. Aunque se trate de un trabajo
principalmente de catálogo, no es en absoluto acrítico, pues como queda constancia en las
conclusiones, las piezas, conjuntos y espacios actúan como importantes documentos para
entender la situación social, política y cultural de Castilla-La Mancha durante el Gótico.
Destaca la apreciación sobre la jerarquización de espacios, tanto referido al templo elegido
como la ubicación y nivel de la escultura dentro del contexto templario.
Como es normal, el capítulo dedicado a Toledo acapara casi la mitad del análisis en
comparación con las demás provincias, lo cual habla de la importancia, conservación y
elección que ha tenido siempre la ciudad imperial, además de la reconocida trayectoria
investigadora de Morales. La autora llama la atención en la dependencia general de los
modelos toledanos a lo largo de la Comunidad Autónoma, sin olvidar intercambios con otras
zonas hispanas y teniendo en cuenta las particularidades y distinciones locales. Merece la
pena incidir también en los últimos apartados del libro dedicados a aquellas obras
descontextualizadas o desaparecidas. Incluye aquellas piezas que por el devenir histórico no
llegan a nuestros días y también las conservadas en museos, lo que implica una ardua labor
de seguimiento y complejo estudio que le otorgan un mérito extra para completar el volumen
con el mayor rigor posible.
Esta publicación pasa a formar parte del repositorio indispensable para los estudios del
arte funerario en España y completa gran parte del vacío historiográfico sobre el tema. De
esta forma, funciona como inicio y enlace hacia otros estudios monográficos del rico y
provechoso patrimonio de Castilla-La Mancha. Se echa en falta un mejor reportaje
fotográfico con las imágenes referenciadas en el texto e impresas a color, aspecto que
seguramente sea atendido en futuras ediciones. Sin duda, Sílex ha acertado al publicar estos
contenidos que vienen a presentar aspectos desconocidos, incluyéndolos en el campo
historiográfico artístico y por tanto constituyendo un aporte valioso para el estudio de la
Historia del Arte. El vasto abanico de oportunidades de investigación y aportes a la disciplina
dejan a la profesora Morales Cano y su equipo múltiples líneas abiertas para continuar
profundizando, sin olvidar a los próximos investigadores que se enfrenten a la escultura
gótica funeraria de la Baja Edad Media en Castilla-La Mancha.