Ucoarte. Revista de Teoría e Historia del Arte, 11, 2022, pp. 32-42, ISSN: 2255-1905
EL RETABLO DE SAN CRISTÓBAL MÁRTIR DE
LA CATEDRAL DE ORIHUELA
MARIANO CECILIA ESPINOSA
Universidad de Murcia
GEMMA RUIZ ÁNGEL
Museo de Arte Sacro de Orihuela
Fecha de recepción: 10/07/2022
Fecha de aceptación: 27/11/2022
Resumen
La recuperación del retablo de San Cristóbal Mártir conservado en la antesacristía de la
Catedral de Orihuela y su estudio histórico- artístico y patrimonial ha permitido conocer
con detalle su origen y funcionalidad en el templo catedralicio, así como las distintas
modificaciones históricas que ha sufrido. La obra está compuesta por un lienzo datado
en el siglo XVII en donde se muestra a San Cristóbal y arrodillado a sus pies el sacerdote
Cristóbal Ripoll, beneficiado de la Catedral de Orihuela y capellán real. La pintura se
ornamenta con decoración Rococó en los laterales y un escudo nobiliario en su
coronamiento perteneciente a la familia Timor, quien desde 1760 tuvo su sepultura en
el altar donde se ubicaba el lienzo. En la parte inferior se añadió en el siglo XVIII la
predela de un antiguo retablo con las advocaciones de santos y mártires vinculados a la
identidad religiosa de la Corona de Aragón.
Palabras clave
Pintura; Orihuela; iconografía; San Cristóbal; arte; retablos
THE ALTARPIECE OF SAN CRISTOBAL MARTIR OF
THE CATHEDRAL OF ORIHUELA
Abstract
The recovery of the altarpiece of San Cristobal Martir, preserved in the ante-sacristy of
the Cathedral of Orihuela, and its historical-artistic and patrimonial study, has allowed
to know in detail its origin and functionality in the cathedral temple, as well as the
different historical modifications that it has suffered. The work is made up of a canvas
dating from the 17th century, representing San Cristóbal kneeling, and at his feet the
priest Cristóbal Ripoll, beneficiary of the Orihuela Cathedral and royal chaplain. The
painting is adorned with Rococo decoration on the sides, and has a noble coat of arms
on its crown, which belongs to the Timor family. This family had its grave since 1760,
in the altar where the canvas was located. In the lower part, in the 18th century, the
predella of an old altarpiece with the dedications of saints and martyrs linked to the
religious identity of the Crown of Aragon was added.
Keywords
Painting, Orihuela, iconography, San Cristóbal, art, altarpieces
El retablo de San Cristóbal Mártir de la Catedral de Orihuela
33
Introducción
Recientemente, se ha recuperado en la Catedral de Orihuela un antiguo retablo anónimo
dedicado a San Cristóbal Mártir datado durante los siglos XVII y XVIII. Tras dos años de
arduo trabajo interdisciplinar entre restauradores e historiadores del arte, se han restituido
los valores originales de la obra tanto desde el punto de vista material como intangible, al
recuperar un elemento patrimonial relevante dentro del arte mueble conservado en el templo
catedralicio y una advocación propia de las catedrales, y muy particular en la devoción
popular durante la Edad Media y Moderna. Este estudio es el resultado del trabajo de
investigación histórico artística y patrimonial realizado con motivo del proyecto de
restauración impulsado por el Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela en el período
2020 2022.
El conjunto retablístico se conservaba en la antesacristía de la Catedral de Orihuela y
estaba compuesto por un lienzo enmarcado de grandes dimensiones (346 x 198 cms) en
donde se muestra a San Cristóbal portando a Jesús niño con el orbe, en su iconografía
tradicional del Barroco, y arrodillado, a sus pies, a un sacerdote, identificado como Cristóbal
Ripoll, de acuerdo con una inscripción existente en el extremo inferior izquierdo. La pieza se
ornamentaba con rocallas, motivos vegetales y florales en los laterales, que sobresalían en
su parte superior, debido a su desproporción, y un escudo nobiliario en su coronamiento
(Fig. 1).
Fig. 1. Lienzo retablo de San Cristóbal rtir antes de su
restauración (2020). Antesacristía de la S. I. Catedral de
Orihuela. Fotografía de los autores.
Mariano Cecilia Espinosa, Gemma Ruiz Ángel
34
Este conjunto artístico ha pasado desapercibido en la historiografía tanto para los autores
que han tratado el arte de la pintura en la provincia de Alicante durante el Barroco
1
como
aquellos que analizaron los retablos en el Sur valenciano
2
. Asimismo, en las grandes
exposiciones de arte sacro organizadas por la extinta Fundación de la Comunidad Valenciana
“La Luz de las imágenes” en las ciudades de Orihuela
3
y Alicante
4
, no se seleccionó esta pieza
de la catedral oriolana. Por tanto, es una obra completamente inédita que, a nuestro juicio,
constituye un interesante ejemplo de la actividad pictórica de la primera mitad del siglo XVII
en el mediodía valenciano, etapa pendiente de abordar por la historiografía del arte.
Origen: el fundador de la capilla Cristóbal Ripoll, presbítero, beneficiado de la
catedral y capellán real
El estudio de los fondos documentales conservados en el Archivo Catedralicio,
actualmente depositado en el Archivo Diocesano de Orihuela, en sus instalaciones del
Palacio Episcopal Museo Diocesano de Arte Sacro, en concreto, el archivo incorporado
de registros notariales, así como los fondos del Archivo Episcopal, ha permitido determinar
quién era la persona retratada en el lienzo, su origen y funcionalidad.
En este sentido, en la obra pictórica se localiza en el extremo inferior izquierdo una
inscripción en latín que hace referencia a un sacerdote, a la fundación de una capellanía y a
la cronología de su defunción, el año 1611: “XPOPHL RIPOL PTR REX N HAC
CAPELLA BENEFICIV INSTITVIT OBITO ID, DECMRIS ANO 16II ETATIS SVA
73”. Este escrito también lo recoge a finales del siglo XVIII el historiador Joseph
Montesinos en su manuscrito Compendio Histórico Oriolano con algunas ligeras variaciones,
fruto de una incorrecta transcripción: “En esta devota capilla arrodillado a los pies del
glorioso mártir San Cristóbal se halla de cuerpo entero perfectamente retratado su
fundador el venerable doctor don Cristóbal Ripoll presbítero beneficiado de la Santa Iglesia
Catedral junto al cual en bellísimos caracteres se lee la presente inscripción latinas que
dice así: Cristhophorus Ripoll, Presbyter, Regius Capallanus in Hac Santa Ecclesia, que in Haci Capella
Beneficium Instituit, Obiit VI. Idus Decembris, Anno Domini MDCXI etatus sue LXXIII. R. I.
P.
5
”.
La documentación histórica que se ha consultado precisa que el presbítero beneficiado de
la Catedral de Orihuela y Capellán Real
6
Cristóbal Ripoll, nació en 1538 en Valdealgorfa
(Teruel), y había ostentado un beneficio en la Catedral de Valencia
7
, antes de llegar a la seo
de Orihuela. En su testamento de 1 de abril de 1606 fundó una capellanía en la sede
catedralicia oriolana bajo la invocación de San Cristóbal en donde especificaba que su primer
capellán debía ser su sobrino Joan Ripoll. El altar en el que se instituyó el beneficio era el de
San Cristóbal, situado a la salida del templo, en concreto, a la derecha de la puerta de los
Perdones, - actualmente conocida como de la Anunciación -, cuya situación coincidía con el
lugar previsto para su sepultura, tal como consta en los distintos testamentos localizados que
otorgó el 15 de mayo de 1580 ante el notario Pere Tristany y el 1 de abril de 1606 y el 14 de
1
Hernández, 2010: 53-65.
2
Sáez, 1998. Vidal, 1990.
3
VV. AA, 2003.
4
VV. AA, 2006.
5
Montesinos Pérez Martínez de Orumbella, Joseph. Compendio Histórico Oriolano. Archivo de la Caja Rural
Central de Orihuela. Tomo III, parte III, pp. 569 570.
6
Por aquel entonces, era uno de los doce capellanes del Patronato Real de la Catedral de Orihuela. Así lo
manifiesta en su último testamento de 1611. Testamento de Cristóbal Ripoll, 14 de noviembre de 1611.
Archivo Diocesano de Orihuela (en adelante A. D. O). Fondo Archivo Catedralicio de Orihuela. Registros
Notariales de Luis Angulo. Sin foliar. Sig.: 573.
7
Testamento de Cristóbal Ripoll, 15 de mayo de 1580. A. D. O. Fondo Archivo Catedralicio de Orihuela.
Registros Notariales de Pere Tristany. Sin foliar. Sig.: 401.
El retablo de San Cristóbal Mártir de la Catedral de Orihuela
35
noviembre de 1611 ante Luis Angulo, así como el correspondiente codicilio de 29 de
noviembre del mismo año
8
.
El sacerdote Ripoll en su testamento de 15 de mayo de 1580 expresó su deseo que su
cuerpo fuese enterrado en la Iglesia Catedral, entrando por la puerta de tramontana, después
del último escalón de la citada entrada. Mientras, en 1606, señalaba de nuevo el mismo sitio
indicando además que “se haga una losa y se ponga encima de la mía, como el estilo del
arcediano don Llorens Sellés
9
”.
Con estos datos queda determinada de forma precisa el lugar de enterramiento,
actualmente no visible. Como se puede comprobar, la intención de mosén Ripoll era situar
su sepultura junto a uno de los accesos a la sede catedralicia donde se localizaría el lienzo de
San Cristóbal, y en concreto, en aquella que se configurará como la principal del templo, la
Puerta de los Perdones, en la que el cuarto de los obispos de Orihuela, José Esteve Juan,
inició el 14 de julio de 1597 la consagración de la nueva catedral como muestran las marcas
talladas de dos cruces griegas existentes en la sillería del arco de entrada del portal, que, a su
vez, pocos años antes, en 1588, fue construido con diseño de arco triunfal por el arquitecto
Juan Inglés
10
.
Por otra parte, en dos documentos gráficos, el Plano de Enterramientos de la Catedral y en el
Proyecto de nueva ubicación del coro del obispo José Tormo, se identifica y localiza la situación del altar,
y en el primero de los casos, la propia sepultura del sacerdote Ripoll, cuyo apellido se
encuentra inscrito en este lugar
11
. Asimismo, otros testimonios documentales como la visita
pastoral del obispo Crespí de Borja realizada en el año 1654 detallan que existía una capellanía
dedicada a San Cristóbal, establecida en su capilla y altar, fundada por mosén Cristóbal Ripoll,
presbítero, con renta de 25 libras y con la obligación de celebrar cada año cincuenta y dos
misas para el beneficiado adscrito a ella
12
.
A subitánea, et improvisa morte libera nos domine.
Situación del altar en la atedral
de Orihuela
En sus letanías mayores la Iglesia cantaba y rogaba a Dios que librara a los fieles de la
mala muerte. Este hecho fue una preocupación constante para las gentes de las sociedades
católicas medievales y renacentistas, que buscaron la protección divina mediante intercesores
como fue el ejemplo que se estudia en estas líneas. Así pues, fue costumbre situar lienzos de
gran tamaño dedicados a San Cristóbal mártir a la entrada de las catedrales, en los templos y
en las propias murallas de las ciudades, siempre junto a los accesos a las mismas. Su situación
estaba motivada por la creencia popular que consideraba a San Cristóbal como protector
ante la muerte súbita ya que las gentes pensaban que si veían su imagen no morirían de forma
inesperada ese día, de ahí su localización. En este sentido, habían dichos populares que
recogen esta creencia: “Christophorum videas Postea tutes eas”, “Regarde saint Christophe, puis va- t -
8
Testamentos de Cristóbal Ripoll. A. D. O. Fondo Archivo Catedralicio de Orihuela. Registros notariales
de Pere Tristany y Luis Ángulo. Sig.: 401, 568 y 573.
9
Para mejor comprensión del lector se ha traducido al castellano la referencia documental, cuya original
en lengua catalana era del tenor literal siguiente: “es fasa una llosa y es pose damunt la mía, como el estilo
del arcediano don Llorens Selles”. Testamento de Cristóbal Ripoll, 1 de abril de 1606”. A. D. O. Fondo
Archivo Catedralicio de Orihuela. Registros Notariales de Luis Angulo. Sin foliar. Sig.: 573.
10
Nieto, 1984.
11
Este plano se ha datado en torno a la segunda mitad del siglo XVI, aunque debió tener un uso
continuado, con anotaciones posteriores, pues hay diversos tipos de escritura, como es el caso de la
mencionada inscripción que debe corresponder al siglo XVII. Fue, por tanto, un documento de uso
continuado y de carácter administrativo en relación a la gestión de la concesión del derecho de sepultura
por parte del Cabildo Catedralicio de Orihuela. Plano de enterramientos. (ss. XVI XVII). A. D. O.
Fondo Archivo Catedralicio de Orihuela. Sección dibujos y diseños.
12
Visita pastoral a la Catedral de Orihuela del obispo Crespí de Borja. A. D. O. Fondo Archivo Episcopal
de Orihuela. Visitas pastorales del Obispo Crespí de Borja. Sig.: 5.
Mariano Cecilia Espinosa, Gemma Ruiz Ángel
36
en rassuré”, “Si del gran San Cristóbal hemos visto el retrato, ese día la muerte no ha de darnos
mal rato”, así como en estampas que circularon por toda Europa que llevaban la leyenda:
“Quienes contemplen este rostro, no perecerán en días de mala muerte
13
”. Esta fue la causa
principal para que se localizara de forma visible y en puntos estratégicos de los templos la
imagen pintada del santo. Así ha pervivido en muchas catedrales españolas, -Murcia,
Valencia, Cuenca, Sevilla, Burgos, Pamplona, ...-, en la propia Hispanoamérica, y en toda la
Europa católica.
De la misma forma, y con la misma intención, se ubicó el lienzo retablo que se trata en
este estudio en la Catedral de Orihuela con la particularidad que fue un donante el que
propició la idea, y lo vinculó a su propia sepultura, tal como refleja el manuscrito Compendio
Histórico Oriolano de Joseph Montesinos donde, además, se documenta la localización citada
en párrafos anteriores: “Esta capilla sirve de entrada y salida a la puerta de los Perdones: en
ella a su salida a la derecha está el retablo de San Cristóbal Mártir que labró y construyó a sus
expensas fundando juntamente un beneficio don Cristóbal Ripoll presbítero con
llamamiento a la casa de los Timores de Cabrero
14
”.
Renovación del
Ius Sepelendi
y del retablo en 1760
Durante la segunda mitad del siglo XVIII se producen una serie de cambios en el altar,
en primera instancia, con la concesión del derecho de sepultura a la familia de los Timor en
donde se mantuvo el lienzo de San Cristóbal y la sepultura de Cristóbal Ripoll. Así lo expone
Montesinos, coetáneo a estos acontecimientos: “Junto a la tarima del altar se haya un
magnífico sepulcro de piedra negra jabalina en cuya lápida se descubre el presente escudo de
armas de los timores con la siguiente inscripción latina que fielmente copiada dice así: D. O.
M. Sepulchrum D. D. Joachimi Timor et Cabrero, Huyus Civitatis Oriundi, susque sumpribus elaboratum
atque constructum Anno Domini MDCCLXIX
15
.
El lienzo fue retocado en 1760 a expensas de Joaquín Timor de Cabrero, a cuya familia
corresponde el escudo que corona el retablo. Montesinos, en su obra Compendio Histórico
Oriolano, señala en torno a 1790 este aspecto: “Esta capilla estaba ya algo deteriorada pero el
señor don Joaquín Timor de Cabrero, caballero regidor (cuyas son estas armas que están en
ella) en el año de 1760 a sus expensas doró el retablo y retocó el hermoso lienzo
16
”. Esta
intervención se documentó durante el proceso de restauración de la obra en donde se
determinó un oscurecimiento de los fondos de la escena e importantes retoques, entre ellos
el ocultamiento del escudo nobiliario de Cristóbal Ripoll, redescubierto por los restauradores
de la obra.
A este momento histórico debe corresponder la inclusión del escudo heráldico de la casa
de Timor y el corlado en oro del marco, mientras, la ornamentación lateral de rocallas doradas
y policromadas es un añadido posterior
17
. Como ya se indicó al inicio de este artículo, esta
decoración no estaba proporcionada al respecto de sus dimensiones. Este detalle, que en
principio no se entendía, se explicó tras la consulta del inventario de bienes de la Catedral de
Orihuela correspondiente al año 1895 en donde se describe la obra: “San Cristóbal. Cuadro
retablo de grandes dimensiones del altar del mismo santo lienzo al óleo bastante estropeado
con marco dorado longitud con marco 1, 98 en su ángulo derecho inferior un letrero se apoya
13
Manzarbeitia, 2009: 44.
14
Montesinos Pérez Martínez de Orumbella, Joseph. Compendio Histórico Oriolano. Archivo de la Caja
Rural Central de Orihuela. Tomo III, parte III, pp. 569 570.
15
Montesinos Pérez Martínez de Orumbella, Joseph. Compendio Histórico Oriolano. Archivo de la Caja
Rural Central de Orihuela. Tomo III, parte III, pp. 569.
16
Ibídem.
17
Las dimensiones del espacio donde estaba situado originalmente el lienzo retablo, en la entrada de la Puerta
de los Perdones, no son suficientes para la inclusión de los motivos ornamentales de rocalla que actualmente
posee la obra. Este aspecto plantea la posibilidad de su inclusión en el siglo XIX como elemento reutilizado
procedente de otro conjunto retablístico, lo que conllevaría una posible reubicación de la pieza en el templo
catedralicio.
El retablo de San Cristóbal Mártir de la Catedral de Orihuela
37
dicho cuadro sobre un cuadro de tabla prolongado que con el marco mide 1,90 altura 0,50
tiene pintado varios muertos entre ellos San Vicente Ferrer, Santa Úrsula y compañeras
18
”.
Como se puede comprobar, el lienzo original se prolongaba con una tabla a modo de
predela o banco en donde se identificaba a distintos santos y mártires. Tras revisar los fondos
artísticos conservados en el área de reserva del Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela
se localizó un banco de un antiguo retablo cuyas medidas coincidían exactamente con las
citadas en el inventario y con alguna de las iconografías descritas como San Vicente Ferrer.
De esta manera, se pudo recomponer como estaba la pieza a finales del siglo XIX.
En lo que respecta a la historia del altar, se documentó que el ius sepelendi correspondió a
la familia de Timor hasta que en 1773 se extinguió la casa de los Timores por fallecimiento
de Nicolás Timor que murió en estado de celibato. Posteriormente, pasó a estar en posesión
de los dos mayorazgos las familias de Maseras de Gallut y Lapuente
19
.
Análisis iconográfico e iconológico
La iconografía de San Cristóbal quedó establecida
a partir de la obra de la Leyenda Dorada de Jacopo de la
Vorágine quien en el siglo XIII recogió una leyenda
irreal y un tanto fantástica
20
. Esta advocación que tuvo
durante toda la Edad Media un culto muy extenso
tanto en Oriente como en Occidente, tiene una
compleja significación iconográfica e iconológica que
hunde sus raíces en tradiciones de la Antigüedad que
relacionan al santo con héroes como Eneas y Hércules
o con el dios egipcio de los muertos Anubis
21
, en su
función de psicopompo.
En la obra objeto de estudio se pintó a San
Cristóbal Mártir desde el punto de vista iconográfico
en su forma tradicional, es decir, como un gigante
ataviado como peregrino con el rostro barbado,
tocado y cubierto con un manto violáceo, sujetado
por el cinturón que ciñe la saya verde a la altura de su
cintura, realizando el servicio qué, tras su conversión,
prestaba a los peregrinos o viajeros ante la escasez de
puentes
22
. Lleva sobre sus hombros al niño que según
la leyenda le pidió cruzar el río y que resultó ser Cristo.
En este sentido, el pintor de esta obra muestra el
momento que el santo se gira y mira al infante tras
sentir que el peso que lleva a sus espaldas es
desmesurado y que tiene grandes dificultades para
llegar a la otra orilla. Es el instante donde descubre que
aquel niño es Jesucristo y que ha soportado el peso del
creador y del mundo, representado por un orbe
18
Inventario de la Catedral de Orihuela. Archivo Diocesano de Orihuela. Fondo Archivo Catedralicio de
Orihuela. Inventarios de la Catedral de Orihuela. Sig.: 933.
19
Montesinos rez Martínez de Orumbella, Joseph. Compendio Histórico Oriolano. Archivo de la Caja Rural
Central de Orihuela. Tomo III, parte III, pp. 569 570.
20
De la Vorágine, 1995: 405 409.
21
García, 2000: 343-366.
22
La leyenda de San Cristóbal hace referencia refiere a un soldado que buscaba servir al amo más poderoso del
mundo. Encontró a un rey al cual sirvió hasta que el monarca manifestó su miedo al diablo. Ante esto, se pone
al servicio de Satán, al que abandonó tras ser derrotado por la visión de una cruz en el camino. Tras su
conversión adoptó el nombre de Cristóforo, portador de Cristo.
Fig. 2. Lienzo retablo de San Cristóbal
mártir tras su restauración
(2022). Fotografía de los
autores.
Mariano Cecilia Espinosa, Gemma Ruiz Ángel
38
coronado por la Cruz, que porta Jesús, en su trasiego por el cauce fluvial23, mientras, éste le
demuestra su naturaleza divina haciéndole clavar su cayado que se transforma en una
palmera cuajada de dátiles (Figs. 2 y 3).
En la obra pictórica también aparece en un segundo plano un ermitaño, situado junto a
una ermita, que le guía con un candil encendido durante su trayecto en la noche que invade
el fondo del lienzo, pintado con reflejos azules, negros metálicos, y anaranjados que
escenifican el momento del anochecer. Este personaje había provocado su conversión al
cristianismo tras hablarle de Cristo como el señor poderoso que pretendía, lo que propició
que San Cristóbal buscará a Dios, y para su encuentro se dispuso en ayuda de los viajeros y
peregrinos que debían vadear un río sin puente.
23 “Cristóbal” significa portador de Cristo “
Fig. 3. Fotografía comparativa de estado inicial de conservación del
lienzo de san Cristóbal y los resultados finales tras su
intervención. Fotografía de los autores.
Fig. 4. Banco del retablo que se añadió durante la segunda mitad del siglo XVIII tras su restauración.
Fotografía de los autores.
El retablo de San Cristóbal Mártir de la Catedral de Orihuela
39
En lo que respecta a la predela que se añadió al conjunto durante la segunda mitad del
siglo XVIII, que procedía de un retablo anterior del siglo XVII, se muestra en ella a santos y
mártires relacionados con la Corona de Aragón y el antiguo Reino de Valencia24. En el centro
se sitúa a Santa Engracia y compañeros mártires, patrona de la corona aragonesa, y a sus
lados a San Vicente Ferrer, patrón del Reino de Valencia, con su filacteria apocalíptica:
TIMETE DEVM ET DATE ILLI HONOREM QVIA VENIT HORA IVDICII EIUS, y
a San Vicente Mártir, patrono de la ciudad de Valencia (Fig. 4).
Estas devociones principales presentes en esta pieza del retablo están relacionadas
directamente con el programa iconográfico existente en la catedral oriolana desde la Baja
Edad Media donde las referencias a Aragón y al reino de Valencia, y a la ciudad son
constantes, como escenifican los numerosos escudos que muestran las bóvedas de sus
capillas y significativamente, la estrellada del altar mayor.
En este sentido, cabe recordar que Orihuela, como núcleo preponderante del mediodía
valenciano y cabeza de la gobernación homónima, pretendió desde las primeras décadas del
siglo XIV la desmembración pastoral de su territorio, perteneciente a Aragón y a Valencia,
del obispado de Cartagena. Las luchas y reivindicaciones oriolanas marcaron la Baja Edad
Media y la primera mitad del siglo XVI, en un período conocido por la historiografía como
“el pleito del obispado”. Esta situación determinó muchos de los aspectos de la iconografía
y de la imagen visual del poder político y de la identidad de Orihuela y su iglesia particular
relacionada con este contexto segregacionista en el ámbito pastoral, que durante siglos marcó
al territorio del Sur valenciano en sus aspiraciones de creación de un obispado propio
separado de la diócesis de Cartagena de la que dependía, pese a pertenecer al Reino de
Castilla.
En ambos extremos del banco se pintaron a dos santos: San Vicente de Paul y San Lucas.
El primero de ellos, un santo vinculado a Aragón, sacerdote, probablemente nacido en
Tamarite de Litera, en Huesca, y formado en Zaragoza, en cuya universidad cursó teología.
Mientras, las referencias a San Lucas están relacionadas con el oficio de pintor, pues el
evangelista se escenificó como patrón de los pintores al ser representado con una paleta de
colores, un gesto personal del autor de la obra a su patrón, y al carácter noble y sagrado del
arte de la pintura (Fig.5).
24 Por tanto, no corresponden con la identificación iconográfica que se hizo del retablo en el citado inventario
de la Catedral del año 1895.
Fig. 5. Detalle de la representación
de San lucas como patrono
de los pintores. Fotografía
de los autores.
Mariano Cecilia Espinosa, Gemma Ruiz Ángel
40
Conclusiones finales
En este estudio se ha documentado el origen del lienzo, su situación en el templo
catedralicio, las distintas intervenciones que ha sufrido en el tiempo, además de localizar una
parte del retablo separada del mismo en un momento indeterminado. También ha permitido
comprender mejor las intervenciones que se identificaron en el proceso de restauración, fruto
de reparaciones y de variaciones en el derecho de sepultura del altar que presidía.
En este sentido, se puede concluir que el lienzo tiene su origen en el beneficio fundado
por el presbítero beneficiado de la Catedral de Orihuela, Cristóbal Ripoll, cuya cronología
relativa tiene como fecha ante quem el año 1606. En este punto de la investigación no se ha
localizado referencia documental a su autoría que se debe situar como hipótesis inicial entre
aquellos pintores murcianos que desarrollaron su actividad a principios del seiscientos
indistintamente en Murcia como en Orihuela25, dentro de esa escuela interregional que desde
el siglo XVI se documenta en el Sureste y que se prolongaa lo largo de los siglos XVII y
XIX26.
La obra fue renovada en torno a la década de 1760 por Juan Timor de Cabrero quién a
sus expensas mandó retocar el lienzo, intervención a la que corresponden los repintes, el
oscurecimiento de los fondos pictóricos y el ocultamiento del escudo de Ripoll, motivado
por el cambio en el ius sepelendi del altar. Asimismo, se doró con la técnica de la plata corlada
todo el conjunto, significativamente, el marco, y se añadieron el escudo familiar de los
Timores, y un banco reutilizado proveniente de otro retablo. En este sentido, la localización
de esta predela y su documentación, permitió plantear su reincorporación al conjunto tras la
intervención.
Además de la puesta en valor de toda la obra, la restauración y el conocimiento que ahora
se tiene en la actualidad de este retablo ha permitido de nuevo incorporar al programa
iconográfico de esta catedral una iconografía tradicionalmente vinculada a las iglesias
catedralicias y que formaba parte de ella desde principios del siglo XVII, momento de la
nueva configuración del templo en su rango catedralicio. Este último aspecto es relevante,
pues demuestra la pervivencia de la devoción del santo a pesar de que la Contrarreforma no
propició esta advocación.
25 Agüera, 2003.
26 Belda. Hernández, 2006.
Fig. 6. Proceso de restauración de la figura de mosén
Cristóbal Ripoll. Fotografía de los autores.
El retablo de San Cristóbal Mártir de la Catedral de Orihuela
41
Asimismo, se da a conocer la figura concreta de un personaje, Cristóbal Ripoll, y de la
implicación de otros eclesiásticos que no eran canónigos en el mecenazgo artístico del
templo, en este caso un beneficiado y capellán real que, en virtud de sus posibilidades
económicas, estableció una capellanía como obra pía de la Catedral que permitió la
adquisición de un lienzo en donde se retrató él mismo como mecenas y fundador (Fig.6).
Resulta de interés la iconografía presente en el banco reutilizado en el retablo, pues pone
de manifiesto que la conocida imagen visual de carácter político e identitario presente
principalmente en las claves de las bóvedas no sólo de la catedral sino de las parroquias
históricas de la ciudad, las iglesias de las Santas Justa y Rufina y Santiago, se empleó también
en retablos, y en otros elementos artísticos de carácter también mueble como el frontal textil
con el escudo de Aragón bordado que se colocaba en determinadas festividades en al altar
mayor catedralicio27.
En definitiva, este estudio ha permitido conocer en profundidad un retablo olvidado por
los historiadores y que hoy día ocupa el lugar de relevancia que la devoción le otorgó en la
catedral oriolana, al considerar a San Cristóbal Mártir como principal protector ante
calamidades y desgracias relacionadas con la salud pública y con una de las mayores
preocupaciones de la sociedad moderna, la muerte súbita, el miedo a morir en pecado, sin
confesión y arrepentimiento (Fig.7).
27 Cecilia. Ruiz, 2022: pp. 385 408.
Fig. 7. El retablo tras la restauración sin la ornamentación Rococó.
Fotografía de los autores.
Mariano Cecilia Espinosa, Gemma Ruiz Ángel
42
Bibliografía
Agüera, José Carlos (2003): Pintores y pintura del Barroco en Murcia. Murcia: Liga Comunicación
y Tecnología
Belda, Cristóbal. Hernández, Elías (2006): Arte en la región de Murcia de la Reconquista a la
Ilustración. Murcia: Editora Regional de Murcia.
Cecilia, Mariano. Ruiz, Gemma (2022): “Imagen visual del poder político en la Catedral de
Orihuela”. En: Illescas, Laura/ Monterroso, Juan Manuel/ Payo, René Jesús y Quiles,
Fernando Quiles (eds.) (2022): Catedrales. Mundo iberoamericano. Siglos XVII - XVIII. Vol.
1. Sevilla: Enredars Publicaciones y Andavira Editora, pp. 385 408.
De la Vorágine, Santiago (1982): La leyenda dorada. Madrid: Alianza.
García, María Dolores (2000): “San Cristóbal: significado iconológico e iconográfico”. En:
Antigüedad y cristianismo. Revista de Estudios sobre Antigüedad Tardía, 17, Murcia, pp. 343-366.
Hernández, Lorenzo (2010): “Miscelánea de pintura valenciana del siglo XVII”. En: Archivo
de arte valenciano, 91, Valencia, pp. 53-65.
Manzarbeitia, Santiago (2009): “San Cristóbal”. En: Revista digital de iconografía medieval, vol. I,
1, Madrid, 2009, pp. 43 - 49.
Nieto, Agustín (1984): Orihuela en sus documentos I: la Catedral, parroquias de Santas Justa y Rufina
y Santiago. Murcia: editorial Espigas.
Sáez, Joaquín (1998): Retablos y retablistas barrocos de Orihuela. Alicante: Diputación Provincial
de Alicante.
Vidal, Inmaculada (1990): Retablos alicantinos del Barroco (1600-1780). Alicante: Universidad de
Alicante.
Varios autores (2003): Semblantes de la Vida. Orihuela: Fundación de la Comunidad
Valenciana, “La Luz de las Imágenes”.
Varios autores (2006): La Faz de la eternidad. Alicante: Fundación de la Comunidad
Valenciana, “La Luz de las Imágenes”.