Ucoarte. Revista de Teoría e Historia del Arte, 12, 2023, pp. 93-103, ISSN: 2255-1905
EL ESCULTOR JACINTO PIMENTEL (H. 1600-1676): NUEVOS
DATOS PARA SU BIOGRAFÍA
FRANCISCO JOSÉ MARTÍN LÓPEZ
Universidad de Sevilla (España)
Fecha de recepción: 05/06/2023
Fecha de aceptación: 25/07/2023
Resumen
El propósito del presente artículo es enriquecer la biografía del escultor Jacinto Pimentel
con nuevos datos genealógicos. Aunque casó en tres ocasiones, tan solo tuvo
descendencia con la primera de sus esposas, desarrollándose una prolija descendencia
por medio de sus tres hijas: Damasia, María y Teresa. En segundo lugar, se da a conocer
el testamento de su tercera mujer, María Guerrero, cuyos datos reflejados en el mismo
son de gran interés para comprender la última etapa vital del imaginero.
Palabras clave
Escultor, Barroco, Genealogía, Imaginería, Siglo XVII.
THE SCULPTOR JACINTO PIMENTEL (C. 1600-1676): NEW DATA
FOR HIS BIOGRAPHY
Abstract
The purpose of this article is to enrich the biography of the sculptor Jacinto Pimentel
with new genealogical data. Although he married three times, he only had children with
the first of his wives, developing a prolific lineage through his three daughters: Damasia,
María and Teresa. Secondly, the will of his third wife, María Guerrero, is made known,
whose data reflected in it are of great interest to understand the last vital stage of the
image maker.
Keywords
Sculptors, Baroque, Genealogy, Imagery, XVII century.
El escultor Jacinto Pimentel (h. 1600-1676): nuevos datos para su biografía
Introducción
Jacinto Pimentel fue un escultor de la escuela sevillana del siglo XVII. Su lenguaje
plástico, que comenzó en el estilo montañesino, acabó absorbiendo las formas
barrocas de Jo de Arce. Su relevancia se encuadra en el círculo gaditano,
pudiéndosele considerar como uno de los continuadores del lenguaje escultórico de
Arce en Cádiz. En la actualidad, Pimentel es ligado a la religiosidad gaditana por ser
el autor de algunas de las imágenes devocionales más notables de la capital, aunque
sigue siendo un gran desconocido debido a la carencia de datos que precisen su
biografía y su producción artística.
Su nombre ha figurado en las investigaciones de la historiograa artística sevillana
y gaditana desde la cada de los veinte del siglo pasado hasta nuestros días
1
. No
obstante, son estudios fragmentarios que no trascienden de publicaciones
documentales sobre sus obras, adoleciendo de reflexiones en torno al autor. En este
sentido, su biografía es el ámbito menos estudiado, pese a que es de gran interés para
conocer y entender su producción. Hasta la fecha, solo existen dos trabajos que
abordan esta cuestión. El primero de ellos es la monografía titulada Documentos para
la historia del arte en Cádiz, de Enrique Hormigo y José Miguel Sánchez
2
. El segundo
de ellos es un arculo de Francisco Espinosa de los Monteros, subido en 2001 al
portal digital Cádiz Cofrade. En él se recopilan los datos aportados por los
investigadores anteriores e incorpora cierta reflexión sobre la vida del artista. Si bien
sigue siendo un trabajo divulgativo, incluye dentro de sus noticias datos acerca de
algunos familiares del autor.
En consecuencia, en este artículo aportaremos nuevos datos complementarios a
los ya publicados por Hormigo, Sánchez y Espinosa de los Monteros. Nuestra
propuesta gira en torno al enriquecimiento del árbol geneagico del escultor y a la
incorporación de noticias de los familiares más allegados del mismo, utilizando para
ello el fondo documental del Archivo Histórico Provincial de Cádiz
3
. Nuestro
discurso se centra en dos aspectos: la descendencia del escultor con su primera esposa
y el testamento de su tercera mujer, inédito hasta ahora.
La descendencia de Jacinto Pimentel y Andrea Sánchez de Morales
Gracias a un expediente matrimonial, hallado por Enrique Hormigo y Jo Miguel
Sánchez en el Archivo Diocesano de Cádiz, sabemos que Jacinto Pimentel casó por
primera vez en 1624 en Sevilla con Andrea Sánchez de Morales
4
. Aparte de la escasa
información contenida en su expediente matrimonial, no disponemos de más datos
acerca de ella. Según afirma el escultor en su testamento, de esta unn nacieron tres
hijas llamadas Damasia, María y Teresa Pimentel nchez (fig. 1)
5
.
1
López Martínez, 1928: 164; 1928b: 74, 111; 1932: 127-128. Sancho Corbacho, 1928: 284-290. Hernández
Díaz, 1933: 49; 1974: 77-88; 1988: 114. Martín/Sancho, 1939: 18, 33. Hernández Díaz/ Sancho Corbacho/
Collantes de Terán, 1939: 186. Sancho de Sopranis, 1951: 16-22. Gómez Moreno, 1963: 292. Martín González,
1983: 166. Sánchez-Mesa Martín, 1989: 195, 197. Hormigo nchez/Sánchez Peña, 1991: 125, 140. Romero
Coloma, 1996, 77: 142-158. Espinosa de los Monteros Sánchez, Francisco (2001): “Vida y obra del escultor
Jacinto Pimentel”. En: <http://www.cadizcofrade.net/imagineros/pimentel.htm> [17/01/2023].
2
Hormigo Sánchez/ Sánchez Peña, 2007.
3
Agradecemos la colaboración del historiador Carlos mez López en la búsqueda y transcripción de
documentos.
4
Hormigo Sánchez/ Sánchez Peña, 2007: 391. En dicha publicación se refiere a ella como Andrea de Morales,
mas en toda la documentación consultada aparece apellidada como Sánchez de Morales, por lo que
consideramos s apropiado nominarla de tal modo.
5
Testamento de Jacinto Pimentel, 9 de enero de 1676, Archivo Histórico Provincial de Cádiz, diz (AHPC), Protocolos
notariales, sección Cádiz, oficio 10, leg. 1.801, 1676-1678, fol. 7r.
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Francisco José Martín López
Damasia Pimentel Sánchez
La primogénita del escultor pudo nacer en Sevilla hacia 1618. Aunque no disponemos de
documentos que confirmen esta afirmación, la misma declaró en su expediente matrimonial
de su tercer casamiento tener 33 años
6
. Por tanto, y teniendo en cuenta que el escultor residía
en Sevilla por entonces, pensamos que allí pudo ser su lugar de nacimiento. Damasia quedó
viuda de su primer esposo, Juan García Julián, en 1639
7
. Este era el mayordomo de la cofradía
del Cristo de la Humildad y Paciencia de Cádiz, cuya imagen titular esculpió Jacinto en 1638
(fig. 2)
8
. Concibió tres hijos con su esposo, una mujer y dos varones, llamándose Sebastián
su primogénito. Según se deduce del testamento de su tercer esposo, el hijo mayor de
Damasia murió a principios de noviembre de 1651, mientras que los dos restantes sí vivieron
el óbito de su madre, aunque no se especifican sus nombres
9
.
Tenemos una hipótesis a propósito de la identidad de estos dos hijos. En el Archivo
Diocesano de Cádiz se conserva el expediente matrimonial de Manuel Casado con Teresa
Pimentel, hija de Diego Pimentel y de Teresa Catalina de Arana. Hormigo y Sánchez los
identificaron como familiares del escultor, opinión que compartimos por la coincidencia de
fechas
10
.
6
Es la única referencia que hemos localizado a propósito de su nacimiento. No obstante, puede ser inexacta ya
que implicaría haber nacido fuera del matrimonio de sus padres.
7
Hormigo Sánchez/ Sánchez Peña, 2007: 393.
8
Espinosa de los Monteros Sánchez, Francisco (2006): “La cofradía de la Humildad y Paciencia de Cádiz en el
Siglo XVII. Nuevas aportaciones documentales”. En: <http://www.cadizcofrade.net/historia/-humildad-
sxvii.htm> [08/02/2023].
9
Testamento de Baltasar de Herrera, 18 de agosto de 1668, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio 21,
leg. 5.064, 1667-1669, ff. 188r-193v. Aclara que Sebastián murió dos meses después de que Damasia casara por
tercera vez.
10
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 402.
95
Fig. 1. Árbol genealógico de Jacinto Pimentel. Fotografía: Archivo del autor.
El escultor Jacinto Pimentel (h. 1600-1676): nuevos datos para su biografía
En lo que toca a la tercera hija, estos dos historiadores dieron a conocer el expediente
matrimonial de Josefa Bernarda Pimentel, quien, en 1690, cacon Juan Olivares
11
. En dicho
documento, Josefa se declaró hija de Mariana Pimentel, pudiendo ser esta la tercera hija de
Damasia. Esta hipótesis cobra fuerza tras el hallazgo de un contrato de arrendamiento en
1662. En él, Mariana, viuda de Francisco Antúnez, alquiló unos aposentos en Sevilla,
actuando como fiador de ella el escultor Alfonso Martínez
12
. La presencia de este escultor,
que fue oficial en el taller de Jacinto, hace que no descartemos la posibilidad de que Mariana
fuese la tercera hija del primer matrimonio de Damasia. Finalmente, Mariana debió fallecer
hacia 1666, año en el que Josefa Bernarda actuó como su albacea testamentario en la venta
de un esclavo
13
.
El 9 de agosto de 1644 Damasia tomó segundas nupcias con Nicolás del Rincón
14
. No
hemos hallado datos a propósito de este individuo, tan solo conocemos que con el susodicho
tuvo tres hijos llamados Miguel, Juan y Antonia Victoria
15
. De la descendencia de Damasia
con Nicolás solo tenemos noticias de la última hija. Parece que gozó de la cercanía de nuestro
escultor, ya que este le donó 760 ducados para su sustento mientras servía como pupila en el
convento del Espíritu Santo de El Puerto de Santa María
16
. En 1673, el imaginero interpuso
una querella por una irregularidad en la entrega de dicha dote, aportando en el escrito algunos
detalles de la joven, como que tenía quince años y que estaba casada con el licenciado José
de Herrera.
11
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 401.
12
Alquiler de aposento a Mariana Pimentel, 13 de febrero de 1662, Archivo Histórico Provincial de Sevilla (AHPS),
Protocolos notariales, oficio 15, leg. 9.496, 1662, ff. 374r-374v.
13
Carta de venta de esclavo de Josefa Bernarda Pimentel, 15 de marzo de 1666, AHPC, Protocolos notariales, sección
Cádiz, oficio 18, leg. 2.351, 1666, ff. 10r-11v.
14
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 393.
15
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 394.
16
Declaración de Ana Muñoz Pimentel contra Jacinto Pimentel, 6 de enero de 1673, AHPC, Protocolos notariales,
sección Cádiz, oficio 20, leg. 4.926, 1673, ff. 58r-59v.
96
Fig. 2. Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia. Jacinto Pimentel, 1638,
Iglesia de San Agusn (diz). Fotografía: archivo del autor.
Francisco José Martín López
El 2 de septiembre de 1651 se abrió el tercer expediente matrimonial de Damasia,
tomando nupcias con Baltasar de Herrera Contreras. En su expediente figuran algunos datos
sobre este, como que era jerezano y viudo desde hace veinte meses
17
. El hallazgo de sus dos
testamentos, fechados en 1667 y 1668, nos permite estar al tanto de más detalles. En ellos
afirmó ser hijo de García de Herrera y Leonor de Contreras, y que casó por primera vez en
Jerez con Catalina Camacho, en 1632; fallecida a causa de la peste que diezmó la ciudad en
1650
18
.
También declaró que, tras quedar viudo, parte de los bienes de su esposa fueron
quemados, trasladándose a Cádiz junto a sus hijos. En el testamento de 1667 afirmó tener
cuatro hijos de su primera esposa, aunque a la fecha de la firma del testamento solo vivía el
menor, José de Herrera
19
. Baltasar no tuvo descendencia con Damasia, aunque acogió en su
casa a esta junto a los tres hijos de su primer matrimonio. Tras la muerte de la primogénita
del escultor, envió a los hijos de ella con su tío Nicolás del Rincón a Guatemala, a la sazón
corregidor de allí, excepto a Antonia Victoria, que fue ingresada, como hemos dicho, en el
convento del Espíritu Santo de El Puerto de Santa María.
En el mismo testamento dijo ser mayordomo de la Hermandad de la Vera Cruz de Cádiz,
y así firmó en numerosos documentos de la corporación durante la década de los sesenta.
Por otro lado, su relación cercana con el núcleo familiar del escultor se pone de manifiesto
al aparecer como testigo en varios protocolos notariales. Firmó en tal calidad en la carta de
dote de su cuñada Teresa, en la devolución de la dote de su cuñada María, y, además, operó
como albacea testamentario de María Guerrero, tercera esposa de Jacinto.
Damasia Pimentel murió hacia 1662, siendo enterrada en la capilla del Santo Cristo de la
Vera Cruz de Cádiz. Tras su óbito, su viudo marchó a Sevilla, donde, en 1665, se documenta
como vecino de la collación de San Isidoro. Tenemos algunas noticias sobre sus movimientos
en la capital hispalense, actuando como intermediario del convento de Santa Paula o
figurando como albacea testamentario en más de una ocasión
20
. En esta ciudad volvió a
casarse, esta vez con Prudenciana de la Vega, del que hemos hallado su carta dotal. Del
matrimonio nacieron dos hijos, cuyos nombres desconocemos
21
.
María Pimentel Sánchez
María es la segunda hija de Jacinto Pimentel, nacida probablemente en la ciudad de Cádiz
hacia 1628. Tampoco tenemos constancia de su partida de bautismo, pero en su expediente
matrimonial, datado en 1647, dice tener 19 años
22
. En dicho año concertó su casamiento en
Cádiz con Pedro Mateo Segundo. Durante nuestra investigación archivística hemos podido
hallar una carta de devolución de dote, fechada en 1666, donde aparecen algunas noticias
suyas
23
. En este documento se informa de los 1.800 pesos de a ocho reales de plata que
mandó Jacinto Pimentel a su yerno entre bienes muebles y dinero al contado. Al morir su
hija, Jacinto y su yerno acordaron su devolución por la interrupción del matrimonio,
apareciendo Baltasar de Herrera como testigo del acuerdo.
De Pedro Segundo disponemos de mucha menos documentación que de Baltasar de
Herrera. Tan solo hemos podido evidenciar su relación con la familia más allegada del
17
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 395.
18
González Beltrán/Pereira Iglesia, 1999: 29.
19
Testamento de Baltasar de Herrera, 16 de marzo de 1668, AHPC, Protocolos notariales, sección diz, oficio 5,
leg. 975, 1667, ff. 103r-105v.
20
Venta de casa de Baltasar de Herrera, 16 de julio de 1665, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio 5,
leg. 974, 1665-1666, ff. 199-199v; 213r-216r.
21
Declaración de Baltasar de Herrera, 28 de noviembre de 1666, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio
5, leg. 974, 1665-1666, ff. 491r-495v.
22
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 403.
23
Mandamiento de dote de María Pimentel con Pedro Segundo, 5 de julio de 1666, AHPC, Protocolos notariales, sección
Cádiz, oficio 12, leg. 2.351, 1666, ff. 374r-376v.
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El escultor Jacinto Pimentel (h. 1600-1676): nuevos datos para su biografía
escultor, ya que aparece como albacea testamentario de su cuñada Teresa
24
. Del testamento
de María, inédito hasta ahora, sabemos que con su esposo tuvo tres hijos, Jacinto, nacido en
1650; Beatriz, en 1651; y Francisco, en 1653
25
. El primogénito de estos había fallecido antes
de 1668, ya que hemos localizado un contrato de venta de ese año entre Pedro Segundo y
Jacinto Pimentel en nombre del hijo fallecido
26
.
En dicho acuerdo aparece Pedro Segundo en calidad de heredero de los bienes de su hijo
fallecido y vendió al imaginero una casa que este tenía en el barrio de la Jara. Al parecer, dicha
propiedad inmobiliaria pudo formar parte de la herencia que Pedro hubiese dejado a su hijo
si no hubiese fallecido, siendo comprada por el escultor con unos fines que desconocemos.
También hemos hallado otro documento de venta de tierras al nieto homónimo de nuestro
escultor. El 2 de septiembre de 1665, el alférez Lucas Lozano y su esposa Isabel de Paula
hicieron venta de un “çitio de tierra para la labransa a Jaçinto Pimentel el joben, nieto del
dicho beçino de esta çiudad”
27
. Pensamos que Pedro Segundo se dedicó a gestionar la
herencia de su hijo Jacinto, pues aparece como firmante en este último documento.
Probablemente, sus planes resultaron infructuosos ante el pronto óbito de su vástago.
Por otro lado, hemos localizado el testamento de la segunda hija del matrimonio, Beatriz
Segundo, fechado en 1670
28
. Por él sabemos que estaba casada con Sebastián Rendón, cuya
boda se celebró hacia 1666, aportando como dote nupcial la cantidad de 2.573 pesos y medio
de a ocho reales de plata cada uno. Con su esposo tuvo a su hija María, de 26 meses de edad
a la fecha de la redacción del testamento, a quien nombró como heredera universal de todos
sus bienes.
Finalmente, Francisco Segundo, el tercero de los hijos, es mencionado en el testamento
del escultor como destinatario de todos los libros que tenía en su casa. Tal vez, los libros que
se refieren fueran de carácter artístico, tanto teóricos como gráficos, abriendo la posibilidad
de que Francisco Segundo pudiera estar interesado en el oficio de su abuelo.
Desgraciadamente, es una hipótesis que no podemos sustentar ante la carencia de noticias
más concluyentes.
María Pimentel redactó su testamento el 5 de julio de 1666. En él dispuso ser enterrada
en la bóveda que tenían los hermanos Terceros en el convento de San Francisco de Cádiz,
ya que era hermana de dicha agrupación religiosa. Del mismo modo, destinó 600 pesos de a
ocho reales de plata cada uno para sufragar la dote de su hija Beatriz, tanto para contraer
matrimonio como para ingresar como religiosa. De sus mandas testamentarias deducimos
que su hijo primogénito aún no había fallecido, pues lo nombró como heredero universal
junto a sus dos hermanas. Designó como albaceas a su marido y a su padre.
Teresa Pimentel Sánchez
Teresa es la tercera hija del escultor. Desconocemos su año de nacimiento, aunque
podemos estimar que fue alrededor de 1633. Sustentamos esta afirmación en la declaración
que ella hace en su expediente matrimonial, firmado en 1655
29
. En él afirma que nació en
Sevilla, trasladándose a la de Cádiz con 2 os. En este sentido, y teniendo en cuenta que la
primera vez que se documenta al escultor en la capital gaditana es en 1635, cabría la
24
Testamento de Teresa Pimentel, 28 de enero de 1662, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio 4, leg. 861,
1661-1662, f. 298r. El testamento de Teresa Pimentel fue publicado por Enrique Hormigo y JoMiguel Sánchez.
25
Testamento de María Pimentel, 5 de julio de 1666, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio 12, leg.
2.351, 1666, ff. 378r-380v.
26
Venta de casa de Jacinto Pimentel a Pedro Segundo, 19 de marzo de 1668, AHPC, Protocolos notariales, sección
Cádiz, oficio 2, leg. 350, 1668-1669, f. 197r.
27
Venta de unas tierras a Jacinto Pimentel el Joven, 2 de septiembre de 1665, AHPC, Protocolos notariales, sección
Cádiz, oficio 2, leg. 347, 1665, ff. 439r-442v.
28
Testamento de Beatriz Segundo, 15 de abril de 1670, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio 12, leg.
2.354, 1670, ff. 610r-610v.
29
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 403.
98
Francisco José Martín López
posibilidad de que naciera en el referido año. Sin embargo, en el mismo documento dice
haberse casado con 18 años, por lo que atrasaría su nacimiento a 1637. Ante este desajuste,
lo más cauto es afirmar que nació entre 1633 y 1637, a la espera del hallazgo de algún
documento que solvente esta incógnita.
Teresa se caen 1655 con Sebastián García Muñoz, de oficio cirujano y boticario. El
hallazgo de la carta de dote de este a la hija de Pimentel nos permite saber que era de origen
placentino, siendo hijo de Juan García Muñoz y Ana Díaz, naturales de la villa de Garganta
la Olla
30
. También conocemos que tenía relaciones, no sabemos de qué tipo, con América,
ya que en el momento en el que Teresa redactó su testamento y codicilo él estaba “ausente
en Indias”. Este documento es de gran riqueza, pues contiene una relación de todos los
bienes dotales que aportó el escultor para la constitución de su matrimonio.
Aparecen elementos domésticos, ajuar de vestir y objetos más suntuosos, como cinco
pinturas de temática religiosa. Esto notifica la posición holgada de Jacinto Pimentel, pues
todos los objetos relacionados, más 300 reales en metálico, hacían una dote por valor de
3.600 reales de vellón. Una cuantía importante para un hombre que debía costear la dote de
sus otras dos hijas. En total, las tres dotes matrimoniales le costaron a Jacinto Pimentel la
cantidad de 18.043 reales de vellón.
La tercera hija de nuestro escultor firmó su testamento el 28 de enero de 1662
31
. En él
afirmó que tuvo dos hijos con su marido, uno, fallecido antes de 1662, de nombre
desconocido, y otra llamada Ana, nacida en 1655. Mandó ser enterrada en la capilla del Santo
Cristo de la Vera Cruz de Cádiz, a cuya hermandad pertenecía junto con su hermana María.
No obstante, en su codicilo, firmado dos días después de su testamento, modificó esta
voluntad y decidió descansar en la iglesia de San Antonio de la misma ciudad
32
.
La única hija conocida de Teresa y Sebastián es Ana María Muñoz y Pimentel. Su
nacimiento debió ocurrir hacia 1645, ya que en una carta de donación del doctor y presbítero
Juan García Baeza se hace alusión a la niña como de 10 años de edad
33
. Gracias al mismo
documento sabemos que, a la muerte de sus progenitores, Ana María pasó a vivir en casa de
Jacinto Pimentel, hecho que se vuelve a ratificar en las escrituras de la donación del mismo
doctor, en 1673. Esta dotación es la misma que le permitió a su prima Victoria ingresar como
pupila en el convento del Espíritu Santo de El Puerto de Santa María. El escultor dotó a Ana
María con la cantidad de 50 pesos de plata y un juego de joyas de oro, todo ello para sufragar
la dote de su boda. También sabemos por otra obligación de pago que Jacinto Pimentel se
hizo cargo de las pertenencias de su hija Teresa para dárselas en herencia a su nieta Ana
María, reclamando 200 pesos de a ocho reales cada uno que el escultor le prestó al mercader
José Ruiz de Villar del valor de las pertenencias de su difunta hija
34
.
Ana María contrajo matrimonio con Andrés Gres hacia 1673, según declara él mismo en
su testamento. Este, que tenía por oficio maestro barbero y cirujano, escribió una carta de
poder en 1673 donde dijo que estaba de partida a las Indias
35
. Se embarcaba en la flota dirigida
por el capitán Pedro Corbete Caballero, que partía hacia Nueva España, aunque no sabemos
si finalmente este viaje se llevó a efecto. En dicho documento concedió poder a su mujer y
a su cuñado para cobrar 860 ducados de vellón que le debía Andrés López, maestro hornero,
30
Carta de dote de Sebastián García Muñoz a Teresa Pimentel, 6 de marzo de 1655, AHPC, Protocolos notariales,
sección Cádiz, oficio 4, leg. 859, 1654-1657, ff. 40r-42v.
31
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 404-405.
32
Codicilo de Teresa Pimentel, 30 de enero de 1662, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio 5, leg. 972,
1662, ff. 36r-36v.
33
Donación del doctor Juan García Baeza, 20 de agosto de 1665, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio
2, leg. 347, 1665, ff. 439r-442v.
34
Obligación de Jacinto Pimentel con José Ruiz del Villar, 28 de septiembre de 1668, AHPC, Protocolos notariales,
sección Cádiz, oficio 4, leg. 864, 1666-1669, ff. 628r-628v. Dicha deuda aparece también en el testamento del
escultor.
35
Poder y licencia de Andrés Gres a Ana Pimentel, 7 de julio de 1673, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz,
oficio 20, leg. 4.926, 1673, ff. 319r-230v.
99
El escultor Jacinto Pimentel (h. 1600-1676): nuevos datos para su biografía
y su mujer, que eran parte de la dote que concertó con Jacinto Pimentel. Nuestro escultor,
en su testamento, declaró que al negociar el matrimonio entre ambos, fue su esposa, María
Guerrero, quien le prestó la cantidad de 400 ducados y medio para pagar la dote de su nieta,
ya que él no disponía de dinero.
El hallazgo del testamento de Andrés Gres, fechado en 1694, nos ha proporcionado más
datos acerca de él y de su familia. Era hijo de Andrés Gres y Andrea Gres, naturales de
Villafranca de Niza y de Cádiz respectivamente
36
. Andrés era el segundo de cinco hermanos,
según se deduce del testamento de su padre, también llamado Andrés
37
. De sus hermanos,
llamados Juan, Andrea, Luisa y Bernarda, tan solo hemos podido localizar el testamento de
esta última, redactado en 1679, dándose a conocer el nombre de su esposo, Claudio Julián, y
el de sus hijos, Nicolasa, Teresa, Margarita y Andrés Julián Gres
38
. En dicho documento se
afirma que la estirpe de los Gres formaba parte de la nación francesa, mandando ser enterrada
en la capilla de San Luis de los Franceses del convento de San Francisco de diz, junto a
sus familiares
39
.
Volviendo a Andrés Gres hijo, en su testamento dispuso ser enterrado en la capilla de San
Diego del convento de San Francisco de Cádiz. También informa de que cacon Ana María
Muñoz Pimentel veintiún años atrás, trayendo esta como dote la cantidad de 4.000 pesos en
metálico. Junto a ella tuvo seis hijos, llamados José, Sebastián, Juan, Francisco, Tomás y
Matías, todos ellos menores de edad a la fecha de la redacción del testamento. Igualmente,
notifica que era poseedor de varias hectáreas de olivares y viñas que le dejó su padre en
herencia, dejándolo todo ello a su esposa como curadora de sus hijos.
Nuevos datos sobre María Guerrero, tercera esposa de Jacinto Pimentel
Tras la muerte de Andrea Sánchez de Morales, Jacinto Pimentel casó por segunda vez con
Ana Núñez Sidón el 18 de abril de 1638, en la iglesia de Santa Cruz de Cádiz. Esta, que era
viuda de Juan García Juliano, mayordomo de la cofradía gaditana del Cristo de la Humildad
y Paciencia, murió a mediados de la década de los cincuenta sin dejar descendencia a nuestro
escultor
40
. Poco después del óbito de esta, Jacinto volvió a contraer matrimonio, esta vez con
María Guerrero. Hasta la fecha, la información que se tenía de la tercera mujer del escultor
era muy limitada. Enrique Hormigo y José Miguel Sánchez Peña publicaron su acta de
defunción, acaecida el 19 de septiembre de 1683, conservada en el Archivo Parroquial de
Santa Cruz de Cádiz
41
. Sin embargo, no dieron a conocer más datos al respecto, tan solo que
debió contraer matrimonio con Jacinto Pimentel en torno a 1659, momento en el que su
segunda esposa, Ana Núñez Sidón, aparece por primera vez como difunta.
Gracias a la lectura del testamento de María Guerrero, inédito hasta ahora, conocemos
muchos detalles no solo de ella, sino también del último trayecto de la vida del escultor. Este
documento se firmó el 12 de marzo de 1659, aunque la susodicha murió tiempo después que
Jacinto. En primer lugar, ofrece testimonios que nos permite identificar a más miembros de
su familia
42
. Fue hija de Pedro Guerrero y Elvira García, naturales de Cádiz, quienes le dieron
dos hermanos más, llamados Francisca, viuda de Gabriel López de Salcedo; y Juan, vecino
de El Puerto de Santa María. También sabemos que tenía una sobrina llamada Ana de Reyna,
36
Testamento de Andrés Gres, 25 de octubre de 1694, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio 23, leg.
5.305, 1693-1694, ff. 71r-72v.
37
Testamento de Andrés Gres, 2 de julio de 1659, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio 16, leg. 3.724,
1658-1660, ff. 291r-292v.
38
Testamento de Bernarda Gres, 9 de mayo de 1679, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio 11, leg.
2.111, 1679, ff. 636r-637v.
39
Sobre la capilla de la nación francesa en Cádiz: Sancho de Sopranis: 289-327, 338.
40
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 391.
41
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 400.
42
Testamento de María Guerrero, 12 de mayo de 1659, AHPC, Protocolos notariales, sección Cádiz, oficio 5, leg.
970, 1659-1660, ff. 44r-48v.
100
Francisco José Martín López
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vecina de Jerez de la Frontera, aunque no esclarece de quién era hija. Paralelamente, en el
testamento de nuestro escultor, se hace alusión a un tal Francisco Guerrero, que era maestro
pintor, y a una sobrina suya, llamada Antonia, que no sabemos si eran familiares de su esposa.
Casó por primera vez con Octavio Chicoli, quien redactó testamento, según declara ella,
el 26 de febrero de 1655 ante el escribano público Rafael de Miranda. María fue designada
como albacea testamentaria y heredera universal de todos sus bienes, entregándole a
Salvadora Gerónima, hija de su marido difunto, de 3 años de edad, 150 ducados de su propio
caudal.
María afirmó que contrajo matrimonio con Jacinto Pimentel a mediados de 1656, un año
después del fallecimiento de su anterior esposo. Esto nos permite ajustar la fecha del
casamiento, así como la muerte de Ana Núñez Sidón. Resultan de interés las declaraciones
de María a propósito de su matrimonio con Jacinto. Dice que él no aportó bienes capitales,
mientras que ella sí lo hizo, incluyendo una relación de ellos en el mismo testamento.
Hace referencia a unas casas que Jacinto Pimentel compró a María de Mesa con su dinero.
Esta recalcó que la administración de esta propiedad era suya, y no pasaría a manos de su
esposo hasta que ella falleciera. Para cuando eso ocurriera, María impuso la condición de que
su marido debía cederle una habitación a su hermana Francisca, que era anciana y viuda.
También estableció unas rentas para la contratación de servicio de cuidados tanto para su
hermana como para su marido, designando a su esclava negra, llamada Catalina, para tales
fines.
A tenor de lo expuesto, intuimos una situación delicada en la última etapa de la vida de
Jacinto Pimentel, pues lo encontramos sin posibilidad de aportar bienes dotales a su tercer
matrimonio. Si durante la primera mitad de la década de los cincuenta veíamos a un escultor
capacitado para retribuir las dotes de sus tres hijas, en la segunda mitad lo encontramos
insolvente. El motivo de este cambio lo encontramos en su propio testamento: “La dicha mi
muger, de su propio caudal, me a sustentado y alimentado sienpre desde que nos casamos
porque, con mi mucha hedad y enfermedad que en su poder he tenido, no e podido trabaxar
ni ganarlo, de lo qual le estoy muy agradesido”.
Por todo lo dicho, el escultor comenzó la década de los sesenta con un estado de salud
poco conveniente para desempeñar su oficio. Esto podría justificar que su última obra
documentada date del año 1660, pudiendo ser de las últimas aceptadas por el autor
43
. Pero la
incapacidad de Pimentel también puede explicar otros fenómenos, como su escasa presencia
en los archivos de protocolos notariales de estas décadas. A partir de 1660 decrecen
considerablemente los documentos expedidos por él o hacia él, tan solo en contados casos
en el que firmó como testigo en causas de algunas de sus hijas.
Volviendo al testamento de María Guerrero, encontramos mandas de cobro de deudas a
varios particulares que nos hacen pensar que se dedicaba al préstamo de dinero. Se deja
constancia de que María vendía esclavos y prestaba dinero a marineros que iban de partida a
las Indias, actividad que, a nuestro parecer, pudo dedicarse su primer esposo, recayendo en
ella la responsabilidad de solventar dichos negocios tras su fallecimiento. Sea como fuese,
María Guerrero no fue una mujer de origen humilde o de pocos recursos, sino con un
interesante patrimonio, tanto líquido como de propiedades, que le permitió mantener a un
anciano e impedido Jacinto Pimentel. Otro testimonio de su holgada economía es la riqueza
de su ajuar doméstico y de adorno personal, cargado de piezas de joyería y platería, suntuosos
vestidos y telas brocadas, y cuadros grandes de temática religiosa.
En resumidas cuentas, María Guerrero, al tiempo de casar con Jacinto Pimentel, era una
viuda adinerada y sin hijos que supuso un alivio para el escultor durante la última etapa de su
vida. María acogió a Pimentel en su casa junto a su nieta Ana María Muñoz hasta que esta
casó con Andrés Gres. También deducimos su buena relación con las hijas del imaginero, ya
que en su testamento aparecen como destinatarias de algunas de sus prendas.
43
Hormigo Sánchez/Sánchez Peña, 2007: 220.
El escultor Jacinto Pimentel (h. 1600-1676): nuevos datos para su biografía
Conclusiones
El escultor Jacinto Pimentel, pese a que en dos de sus tres matrimonios no obtuvo
descendencia, gozó de una amplia prole formada por 3 hijas, 11 nietos y 9 bisnietos, siendo
el género femenino el predominante en su progenie. A través del estudio de su genealogía
podemos intuir algunos aspectos de la personalidad de Jacinto, tales como su implicación
familiar, casando tres veces a su primogénita, asegurando el futuro de sus dos nietas pequeñas
tras la muerte de sus progenitores, o la elección de buenos maridos para propiciar la
supervivencia de sus hijas. En contraposición a lo que sucedía usualmente en las familias de
artistas, Jacinto Pimentel no casó a ninguna de sus hijas con escultores o pintores, sino con
cirujanos, boticarios y comerciantes.
Igualmente, gracias a la investigación de sus relaciones familiares hemos podido sacar las
siguientes conclusiones. En primer lugar, el escultor inició una etapa de decadencia a partir
de 1660, visible en sus testimonios y en los de su tercera esposa en sus respectivos
testamentos. Una enfermedad física, no especificada en los documentos consultados, hizo
que Pimentel abandonara el oficio artístico y residiera en casa de su esposa, dependiendo de
ella hasta su muerte. Esta podría ser la razón por la cual no existen documentos expedidos
ni dirigidos al imaginero a partir de esa fecha.
En segundo lugar, el descubrimiento del testamento de María Guerrero García nos ha
permitido conocer más datos suyos y su papel en la última etapa vital del escultor. Hasta
ahora, solo se conocía su nombre, aportando en este estudio su condición de viuda adinerada
y sin descendencia que acogió al anciano y enfermo Jacinto. Por otro lado, no hemos podido
localizar qué ocurrió con las herramientas del taller o si existió un sucesor en su oficio de
escultor. Tan solo sabemos que le dejó a su nieto Francisco Segundo los libros que tenía en
su morada, sin especificar nada más.
En definitiva, en este trabajo hemos intentado completar en la medida de lo posible el
vacío de conocimiento que existe en la biografía de este maestro de la escultura gaditana del
siglo XVII. Aunque hemos podido identificar a más de una veintena de familiares, aún queda
mucho por hacer en este campo, poniendo de manifiesto algunas líneas de investigación que
pudieran ser retomadas por estudiosos posteriores.
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Francisco José Martín López
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