Ucoarte. Revista de Teoría e Historia del Arte, 12, 2023, pp. 141-158, ISSN: 2255-1905
UNA ALEGORÍA DEL MONTE CARMELO EN UNA
PINTURA DE LUIS JUÁREZ
VÍCTOR CRUZ LAZCANO
Universidad Iberoamericana (México)
Fecha de recepción: 11/06/2023
Fecha de aceptación: 08/09/2023
Resumen
Uno de los portentos marianos que caracterizó a la orden de los carmelitas fue la entrega
del escapulario a san Simón Stock. Este privilegio distinguió a la orden de las demás
otorgándole prestigio. A consecuencia de ello, este episodio fue reproducido en pinturas
a lo largo y ancho del mundo católico, como parte de un discurso legitimador. En la
capital novohispana se pintó a inicios del siglo XVII una alegoría al respecto. En este
trabajo se abordan los elementos que se representaron en ella para lograr un
acercamiento al imaginario carmelitano de su tiempo en donde el discurso que la
sustenta fue ideado.
Palabras clave
Luis Juárez; arte novohispano; Monte Carmelo; escapulario; devociones carmelitanas
AN ALLEGORY OF MOUNT CARMEL IN A PAINTING
BY LUIS JUAREZ.
Abstract
One of the Marian portents that characterized the Carmelite order was the conveyance
of the scapular to Saint Simon Stock. This privilege distinguished the order from others
by giving it special standing. Consequently, this act was reproduced in paintings
throughout the Catholic world as part of a legitimizing discourse. In the capital of New
Spain, an allegory about it was painted at the beginning of the 17th century. I contend
that the elements of this painting achieve an approach to the Carmelite imaginary order
of the time when the discourse that sustains it was devised.
Keywords
Luis Juárez; New Spanish art; Mount Carmel; scapular; carmelites, carmelite
devotions, Our Lady of Mount Carmel, La Bruna.
Una alegoría del Monte Carmelo en una pintura de Luis Juárez
Introducción
La tradición dentro de la orden del Carmen atribuye a un privilegio exclusivo
otorgado a los carmelitas por la propia Virgen María la devoción en el uso del
escapulario. Esto es: La promesa de la salvación ofrecida en el o de 1251, en
Inglaterra, a Simón Stock (1165-1265). Este portento otorgó identidad y legitimidad a
la orden del Carmen frente a las otras en un momento histórico en el que el Papa
Honorio IV (c. 1210-1287) los había reconocido como mendicantes, equipandolos
con franciscanos y dominicos en 1286.
1
El prodigio fue difundido ampliamente pues
prometía a los devotos que lo portasen la pronta liberación de los tormentos del recién
creado purgatorio.
2
Por consiguiente, a lo largo de los siglos, este acontecimiento se
reprodujo iconogficamente en pinturas, esculturas y grabados. De esta manera llegó
a la Nueva España en donde el pintor Luis Jrez (ca. 1585-1639) fue el encomendado
de dar forma y color a un lienzo de gran formato. Mediante este trabajo se sugiere un
acercamiento al significado de esta pintura, a como al discurso, que desde el punto de
vista de la historia cultural, incid en su creacn.
Luis Jrez
Fue uno de los pintores más connotados del siglo XVII novohispano. Es probable
que haya nacido en 1585. Fue el iniciador de una dinastía de pintores.
3
Y aún cuando
no se ha llegado a un acuerdo en cuanto a si su origen es peninsular o mexicano, se
sabe que contrajo matrimonio en la primitiva catedral de xico el 24 de junio de 1609.
4
Fue el pintor del arco que se erigió por parte del Ayuntamiento de la ciudad de México
para la entrada del virrey García Guerra en 1611.
5
Dentro de sus pinturas destacan las
representaciones de los ángeles y arngeles que han sido su sello particular. Murió en
1639 y fue enterrado en la iglesia de San Agustín de xico.
6
Los carmelitas le encomendaron numerosas obras para sus templos y conventos.
Entre ellos unos lienzos para un altar del templo del Carmen de la antigua Valladolid
novohispana (1635).
7
Fue también quien pintó una serie de pinturas con forma de arco
de medio punto con escenas de la vida de Santa Teresa de Jes
8
y un altar para el
convento de San José de las carmelitas descalzas de xico.
9
Pintó tambn para los
conventos de Atlixco, ciudad de xico y San Ángel, en donde se conservan algunas
de sus obras. Destaca la pintura que representa a Cristo en el Huerto de los Olivos y
que pertenecía al convento de San Sebastián de México.
10
Y entre toda su obra sobresale una alegoría figurada en el Monte Carmelo que se
conserva en el Palacio de Minería como parte del Patrimonio Universitario de la
Universidad Nacional Aunoma de México y que por la relevancia de su discurso, con
seguridad provenía de un espacio destacado de la clausura carmelitana, como lo fue el
convento de los carmelitas descalzos de la capital novohispana.
1
Jotischky (2002): 46-47.
2
Cruz Lazcano (2019): pp. 221-223.
3
VV.AA. (2006): 41.
4
Ruiz Gomar (1987): 73.
5
Toussaint (1990): 97.
6
Toussaint (1990): 97.
7
Ruiz Gomar (1987): 274-276.
8
Hasta ahora hemos tenido noticia de cuatro pinturas, aunque con seguridad se pintaron s. Por su formato podemos
aventurarnos a afirmar que se ubicaban en un claustro de un convento de la orden, por lo que su mero podría ser de
doce y en correspondencia con los grabados que se tomaron como modelo.
9
Amerlink (1995): 479.
10
Couto (2003): 91.
142
Víctor Cruz Lazcano
143
La alegoría de la entrega del escapulario a Simón Stock en el Monte Carmelo
Este lienzo es de formato casi cuadrado: mide 274 x 250 cm. Es una representación
alegórica puesto que combina un hecho considerado como "histórico" en donde cuatro
miembros de la orden del Carmen aparecen como testigos con un segundo discurso de
carácter críptico (fig. 1).
11
Como se ha apuntado, este hecho legendario fue la entrega del
escapulario por parte de la Virgen al padre general de la orden, Simón Stock; un hecho
que tradicionalmente se considera que sucedió en Cambridge, Inglaterra el 16 de julio de
11
Agradezco a Omar Escamilla su ayuda para la elaboración de este trabajo.
Fig. 1. Luis Juárez. La virgen entregando el escapulario a Simón Stock. Siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 274
x 250 cm. Dirección General del Patrimonio Universitario; Palacio de Minería, UNAM.
Ciudad de México, México.
Una alegoría del Monte Carmelo en una pintura de Luis Juárez
144
1251.
12
El propio fraile nos dejó el relato del suceso: “Se me apareció [la Virgen] con grande
acompañamiento, y teniendo en sus manos el hábito de la orden, me dijo: éste será privilegio
para ti y todos los carmelitas. El que muriese con él no padecerá el fuego eterno.”
13
Y los
testigos del portento son san Alberto de Sicilia (1204-1307), san Ángel Mártir (1185-1226),
san Eliseo y san Elías. La escena se desarrolla en el mítico Monte Carmelo.
Después de la exclaustración decimonónica, la pintura apareció “tras un reentelado y torpe
restauración" en la biblioteca de la Facultad de Leyes. Luego, al trasladarse la facultad a la
Ciudad Universitaria, la pintura llegó a la nueva biblioteca, para pasar posteriormente a la
Facultad de Arquitectura pues era necesaria una nueva restauración. Allí permaneció en un
almacén y otras dependencias, hasta que, por instancias de Xavier Moyssén y el entonces
director del Instituto de Investigaciones Estéticas, Jorge Alberto Manrique, la obra fue
restaurada a su estado actual y pasó a la Facultad de Ingeniería para formar parte del
Patrimonio Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México en el Palacio de
Minería en donde se resguarda actualmente.
14
En la parte superior de la pintura podemos distinguir a la Virgen María que aparece
sentada en señal de majestad (fig. 2). Con el brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús mientras
que con la mano derecha ofrece el escapulario a Simón Stock, quien se muestra postrado de
hinojos con la antigua capa barrada característica de la orden, y que después fue cambiada
por la blanca en el siglo XIII.
15
Sobre la testa de María aparecen dos ángeles portando una
12
Esta representación tuvo cierto auge dentro de la clausura conventual pues era uno de los privilegios
especiales que distinguían a esta orden de las demás. Para el coro de la iglesia del noviciado de Pastrana,
Guadalajara, se encomendó una serie de cinco pinturas de mediano formato que representaban las "mercedes"
o bienes espirituales concedidas por Dios. Y entre esos prodigios se contaba la entrega del escapulario a Simón
Stock. Alegre Claraval (dir.) (2018): 199.
13
José de Santa Teresa (1678): 213.
14
La historia de esta pintura ha sido documentada por Xavier Moyssén en Ruiz Gomar (1987): 249.
15
Fue en el capítulo general del 22 de junio de 1287 que se ratificó este cambio. Andrew Jotischky propone que
el cambio de hábito se debió a un afán de brindar uniformidad a la orden, puesto que la capa barrada suponía
muchos problemas en su confección además de su elevado costo. Jostischky (2002): 48.
Fig. 2. Luis Juárez. La virgen entregando el escapulario a Sin Stock (fragmento) Siglo
XVII. Óleo sobre lienzo. 274 x 250 cm. Dirección General del Patrimonio
Universitario; Palacio de Minería, UNAM. Ciudad de México, xico.
Víctor Cruz Lazcano
corona y alrededor de ellos un rompimiento de gloria pletórico de cabezas de querubines. Ella viste
una nica roja con manto azul. En el plano terrenal, del lado derecho encontramos a los
legendarios fundadores de la orden del Carmen: Elías y Eliseo, ambos con una piel a manera de
capa. El profeta lleva la espada flamígera y un libro, mientras que su discípulo, quien tiene puesta
su vista en el espectador, lleva un bastón (fig. 3).
Del lado izquierdo de la pintura aparecen Alberto de Sicilia y Ángelo Mártir, cada uno con sus
atributos: al primero lo distingue la vara de lirios que apelan a su pureza virginal y al segundo los
elementos de su martirio, una espada clavada en el pecho y una cimitarra incrustada en su cabeza.
San Alberto lleva además un libro (fig. 4). San Ángelo rtir nació en Jerusalén y se un a los
primitivos carmelitas en el Monte Carmelo. En 1218 viajó a Roma en una comisión para obtener
la aprobación papal de la regla de vida de su comunidad. Predi por diversas ciudades. Estando
en Sicilia, cuando predicaba, fue herido de muerte por órdenes de Berengario, un encumbrado
personaje de Licata a cuya amante el protomártir haa convertido al cristianismo.
16
San Alberto de
Sicilia nac en la provincia de Tpani y a esa Virgen fue consagrado por promesa de sus padres,
entrando al convento carmelita de aquella ciudad. Durante su vida obró varios milagros. Fue
predicador y provincial de la orden. Mur en su celda acompado por su comunidad.
17
Ha sido
de los primeros santos venerados por los carmelitas y alcan el título de Pater ordinis o Padre de la
Orden.
18
Ambos personajes han experimentado un amplio culto dentro de la orden del Carmen.
Con frecuencia ambos aparecen en las portadas de los libros de la orden. Resulta irremediable traer
a la memoria la pareja de pinturas de estos santos del pincel de Antonio de Pereda y Salgado que
se conservan en el Museo del Prado en Madrid y que provienen de un convento carmelita.
19
16
Joseph de Santa Teresa (1678): 181-203.
17
Joseph de Santa Teresa (1678): 395-418.
18
Abundis Canales (2007): 197.
19
"Museo Nacional del Prado". En: <https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/san-alberto-de-
sicilia/969e4da3-6093-4897-a5b6-c4f290f54267>, (5 de julio de 2023).
145
Figs. 3 y 4. Luis Juárez. La virgen entregando el escapulario a Simón Stock (fragmentos). Siglo XVII.
Óleo sobre lienzo. 274 x 250 cm. Dirección General del Patrimonio Universitario;
Palacio de Minea, UNAM. Ciudad de México, xico.
Una alegoría del Monte Carmelo en una pintura de Luis Juárez
La orden de los hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo
La orden del Carmen, también conocida como de los hermanos de la Bienaventurada
Virgen María del Monte Carmelo, fue la única congregación religiosa de carácter
contemplativo que se fundó en los Estados Latinos de Oriente o Estados Cruzados en los
primeros años del siglo XIII. Se encontraban normados por la regla que san Alberto, patriarca
de Jerusalén (ca. 1149-1214), les había otorgado y que fue aprobada en 1226 por el Papa
Honorio III (†1227). Posteriormente emigraron a Europa tras la conquista musulmana de
Tierra Santa. Entre 1241 y 1250 los carmelitas se diseminaron desde Chipre hacia Sicilia,
Inglaterra y la Provenza. Una vez ratificada su existencia como orden mendicante se
dispersaron por buena parte de Europa. En la segunda mitad del siglo XIII, la orden mostró
un crecimiento notable que muy pronto se dividió en doce provincias.
20
En el siglo XVI en España, la orden experimentó una reforma abanderada por Teresa de
Jesús dando paso a la conformación de la rama masculina y femenina de los descalzos.
21
Así los primeros carmelitas reformados llegaron a la capital de la Nueva España en 1585
(fig. 5).
Los carmelitas eran muy conscientes
de la necesidad de llenar el vacío de
información sobre sus orígenes y
pudieron hacerlo a través de la
elaboración de su historia. La falta de
pruebas históricas de la existencia de
una observancia carmelitana en Tierra
Santa dio como resultado la
construcción de un discurso identitario.
Mientras que otras congregaciones
como los franciscanos, dominicos y
agustinos contaban con la figura de un
fundador perfectamente reconocida,
los carmelitas encontraron en el
personaje veterotestamentario de Elías
al suyo. Al posicionarse con este hecho
como la orden más vetusta, adoptaron
a otros personajes de la Antigüedad que
con-formaron su árbol genealógico.
Con ello, la figura de Elías se convertiría
en una suerte de «padre» más que
«fundador» pues habría transmitido,
mediante su ejemplo, “una fecunda
simiente vital”.
22
Elías fue tomado como el mítico
fundador de los carmelitas. Sus orígenes
se remontan a los textos veterotesta-
20
Joaquín Smet atribuye este crecimiento a la revisión que tuvo la regla de la orden en 1247 que permitió que
los carmelitas se integraran a la "corriente religiosa y vital del tiempo". Al finalizar el siglo, y a escasos 60 años
de haber llegado al continente europeo llegó a contar con 150 casas divididas en doce provincias: Tierra Santa,
Sicilia, Inglaterra, Provenza, Toscana, Francia, Alemania Inferior, Lombardía, Aquitania, España, Alemania
Superior y Escocia e Irlanda. Smet (1987): 39.
21
Mucho se ha cuestionado desde tiempos de vida de la santa si debía ser considerada reformadora o fundadora.
Más allá de disquisiciones estériles, nos referimos hacia su persona tal y como se le consideraba en el periodo
que comprende este estudio y que compete al imaginario carmelitano de los siglos virreinales; y es el término
de reformadora. Moriones (1990): 669-684.
22
Geagea (1989): 471.
146
Fig. 5. Anónimo. Patrocinio de la Virgen del Carmen. Siglo XVII. Óleo
sobre tabla. 163 x 188 cm. Museo de El Carmen. Ciudad
de xico, México.
Víctor Cruz Lazcano
147
mentarios, en especial a Reyes. "Corriendo los años de la creación del mundo tres mil y
setenta y tres, y antes del nacimiento de Cristo, novecientos y ochenta [...] nació Elías para
ser el sol de Israel y después lucero hermoso de toda la Iglesia cristiana [...]".
23
Se le ha
considerado natural de Tesbis de donde toma su gentilicio de tesbita. En el imaginario
carmelitano se creía que había fundado algunas comunidades de seguidores. De entre ellos
destaca Eliseo a quien ungió como su discípulo. John Bacanthorpe o Bacon (1290-1346?),
reconocido como el Doctor Resoluto fue quien en sus escritos se empeñó en presentar a Elías
como “el perfecto modelo de la vida contemplativa”. “Los carmelitas serían discípulos,
seguidores y sucesores suyos en virtud de su «imitación»: es decir, por su empeño en
reproducir y asimilar su estilo de vida contemplativa.”
24
Atendiendo a esta misma tradición se consideraba que Elías habría profesado los tres
votos monásticos: pobreza, obediencia y castidad y habría comunicado este grado de
perfección religiosa a sus seguidores (fig. 6).
25
Quienes, en opinión de Juan Pinto de Victoria
(O.C.): [] no parece serían verdaderos religiosos, si les faltase lo esencial de la religión que
23
Joseph de Santa Teresa (1678): 365-366.
24
Geagea (1989): 470.
25
Pinto de Victoria (1626): 92.
Fig. 6. Maestro de Frankfurt. Santa Ana visita los
ermitos en el Monte Carmelo con sus padres
Emerenciana y Estolano. (Altar de Santa Ana,
procede del convento carmelita de Frankfort).
Ca. 1495. Temple sobre madera. 91.5 x 52.5
cm. Historisches Museum Frankfurt.
Fotograa: Horst Ziegenfusz.
Una alegoría del Monte Carmelo en una pintura de Luis Juárez
son los tres votos.
26
Elías, renunciando a los placeres de los sentidos, habría abrazado el estado
virginal buscando emular la pureza de los ángeles.
27
Se le consideraba el fundador del estado
monacal. Al correr de los años la figura de Elías fue tomando fuerza en la conformación del linaje
carmelitano, sobre todo con la reforma teresiana, en donde la santa abulense pugnaba por el regreso
a la forma de vida primitiva de los ticos primeros tiempos de la orden. El sentido profético de la
figura de Elías se encuentra en su misión de salvaguardar la pureza de la fe y el culto monoteísta.
Este aspecto, el activo, fue tomando fuerza tras la renovación inocenciana de la Regla en 1247 y
con las reformas que hiciera Teresa de Jesús. Así la insistencia excesiva que se había tenido en el
aspecto s íntimo de Elías, más místico, se complementó con el sentido profético.
28
Esta historia profética de la orden fue cuestionada a lo largo de los os en diferentes momentos.
Como ejemplo tenemos que en la rispidez de la Reforma y Contrarreforma, en 1588, se publi el
primer tomo de la obra Annales Ecclesiastici por parte de la Iglesia Romana en respuesta a la obra
protestante Ecclesiastica Historia o Magdeburger Centurien publicada entre 1559-1574. El autor de
aquella, sar Baronio (1538-1607), hablaba de “superstición judía en el Monte Carmelo, en
referencia a los orígenes míticos de los carmelitas. En 1621 apareció una obra de Joannes de la
Court (O.C.D.), quien fuera prior de los carmelitas descalzos de Amberes desde 1610 hasta su
muerte en 1622.
29
En ella, el fraile refutaba a Baronio.
30
Y este discurso que se vio reforzado con la
publicación de diversas obras de distintos autores, quedó asentado en la propia portada del libro
(fig. 7). En el pequeño grabado del frontispicio podemos encontrar a Elías, representado con su
sempiterno atributo que es la espada flagera. Se encuentra en el Monte Carmelo junto a un co
o venero identificado como la Fuente de Eas. En el fondo, del lado izquierdo, se aprecia una
pequeña construcción que se refiere al primer templo que se erigió en honor a la Virgen María.
26
Pinto de Victoria (1626): 93-111.
27
Daniel a Virgine Maria (1680): 254.
28
Geagea (1989): 474.
29
Como se verá más adelante, uno de los grabados en los que se basó la composición de Luis Juárez estaba
dedicado a este fraile carmelita.
30
Jean de la Croix (1969): 180.
148
Fig. 7. Anónimo. Elías en el Monte Carmelo. En
Ioannem de la Court, 1621, Het Boeck
Ioannis Den vierenveertichste
Fig. 8. Anónimo. Primera capilla del mundo
cristiano a la B. V. Maa en la cima del
Monte Carmelo. En: Johannes Baptista a
S. Alexio (OCD). 1772. Compendium
historicum… p. 84
Víctor Cruz Lazcano
El Monte Carmelo
"Este Santo Monte, es el principio de la Tierra Santa, en la parte septentrional de el mar
[...] es muy ameno, todo verde, y lleno de árboles, en la cumbre de pinos, y encinas, y en sus
faldas, de olivos y laureles, abundantes de aguas. [...] hay un lugar amenísimo [...] en donde
hay veinte y cuatro cavernas, que parece fueron iglesias; [...] A las raíces orientales del Monte,
hay una gran fuente, [...] y algunos la llaman fuente de Elías; [...]."
31
El Monte carmelo forma parte de una pequeña sierra que se ubica en el actual estado de
Israel cerca del Puerto de Haifa, en el Mar Mediterráneo, de donde recibe la humedad
necesaria que provoca una profusa vegetación que ha sido mencionada en los textos del
Antiguo Testamento (fig. 8). Se eleva alcanzando una altura de 546 metros sobre el nivel del
mar y es un lugar sagrado para distintas religiones. El Carmelo es considerado un jardín que
se distingue por su belleza; para los carmelitas la Virgen María es Decor Carmeli, la hermosura
del Carmelo.
El monte es el lugar natural de ascensión espiritual para los místicos. Así el Carmelo se
equipara a la subida del Sacromonte hacia el Gólgota. Un camino de perfección que retrató
san Juan de la Cruz en su alegoría del encuentro del alma con Dios y santa Teresa de Jesús
en su periplo del castillo interior o Las moradas.
El primer oratorio y el primer convento del Carmelo
En el fondo de la escena de la pintura
de Luis Juárez podemos apreciar la primera
ermita del Carmelo situada en las
inmediaciones de la fuente de Elías (figura
8). Diversos relatos se han generado en
relación con estos dos elementos. Se
consideraba que los religiosos ermitaños
los primitivos carmelitas habían erigido un
oratorio a la Virgen desde los primeros
tiempos del cristianismo. Y si bien unos
autores afirmaban que estaba en la cima del
Monte Carmelo en donde la tradición
señalaba que Elías había visto aquella
nube,
32
otros más lo situaban en el lugar en
que ellos habían visto tomaba asiento esta
Señora [María] cuando con sus padres, con
otras doncellas y con otros vecinos subía de
Nazaret al Carmelo” (fig. 9). La fecha de la
construcción algunos la suponían en el año
36 d.C. Sin embargo, otros autores
afirmaban que el templo se había edificado
a la muerte de la Virgen en el año 48, pues
estando la Madre de Dios en Jerusalén, en
su lecho de partida para el cielo”, algunos
ermitaños de la orden la habían visitado.
Mediante este relato se situaba a los
carmelitas como testigos de un suceso
trascendental para la doctrina católica, tanto
de Oriente como de Occidente, que es el
31
Pablo de la Cruz (1685): 23-24.
32
La visión de la nubecilla o nubecula parva, que después del agostamiento anunciaba la llegada de las lluvias y
que fuese relatada en el texto veterotestamentaio de Reyes 18:44 fue interpretada como una prefiguración de la
Inmaculada Concepción.
149
Fig. 9. Luis Juárez. La virgen entregando el escapulario a
Sin Stock (fragmentos). Siglo XVII. Óleo
sobre lienzo. 274 x 250 cm. Direccn
General del Patrimonio Universitario;
Palacio de Minea, UNAM. Ciudad de
xico, xico.
Una alegoría del Monte Carmelo en una pintura de Luis Juárez
dogma de la Asunción. Lo que se tenía por cierto es que los primeros padres pertenecientes
a la orden se habían quedado en el Monte Carmelo predicando y enseñando la fe de Jesucristo
y la Inmaculada Concepción. Esto último consta del decreto que los santos apóstoles
hicieron en el concilio que tuvieron en Jerusalén donde en honra de esta soberana señora, y
siendo aún viva, determinaron y asentaron esta verdad de su Inmaculada y siempre pura
Concepción, [].
33
Esta misma tradición otorga a la Virgen María según la sentencia de
varios autores la distinción de ser monja profesa de la orden de Elías, pues desde tiempos
muy remotos se habían conformado comunidades femeninas que se habían retirado a hacer
vida eremítica en montes, cavernas y desiertos en el Medio Oriente y norte de África.
34
Aquel primitivo oratorio, construido junto a la fuente de Elías que fue el lugar en donde
el profeta suplicó al Señor la lluvia preanunciada por la nubecilla, sustituía al antiguo
“semnión”
35
o casa de oración que se había erigido para perpetuar aquella visión profética
(fig. 10). En palabras de Nilo Geagea: "Dicho oratorio habría sido como el centro de
gravedad de la vida interior de aquellos lejanos discípulos del profeta Elías. Además habría
favorecido, hacia afuera, la divulgación del título mariano. Precisamente para distinguirlos de
otros Institutos, más o menos cercanos a ellos, la gente habría empezado a llamarlos debido
al nombre de su oratorio «hermanos de la Santísima Virgen María»."
36
En otra versión, Laurencio Ángelo Espín (O.C.) nos relata que se construyeron cuatro
oratorios en el Monte Carmelo: el primero consagrado a la Virgen “que habría de parir” y
construido por el propio Elías en el lugar de la visión de la nubecilla; el segundo “dedicado
al santo profeta Elías después de su rapto”; el tercero “consagrado a María Santísima, sabido
ya su nombre, y viviendo en carne mortal”; y el cuarto, construido en el año 83, también
dedicado a la Virgen después de su Asunción que se edificó sobre el que levantara Elías; es
decir el semnión primitivo.
37
Juan de Hildesheim (1375)
38
en el siglo XIV, nos habla de un legendario convento
carmelita que se habría erigido en las cercanías de la Puerta Dorada de Jerusalén, sobre el
33
Gara Calahorra (1756): 507.
34
Ron (1707): 24 r.
35
El término semnión, ahora en desuso, procede del griego Σέμνιον y se refiere a una construcción de carácter religioso,
es decir un oratorio. Aparece en muchos de los escritos carmelitanos, es por ello por lo que me permito utilizarlo.
36
Geagea, (1989): 252-253.
37
Espín (1677): 1-16.
38
Juan de Hildesheim (OC), (1375) estudió en Avón bajo la dirección de san Pedro Tomás; en un tiempo en el que
la orden enfrentaba una fuerte oposición escribió la obra Defensorium Ordinis Fratrum glorissimae Dei Genetris Mariae de
Monte Carmeli, per modum dialogi. Escrita a manera de diálogo en donde de manera férrea discute como defensor
150
Víctor Cruz Lazcano
lugar del legendario encuentro de san Joaquín y santa Ana. De acuerdo con este autor esta
construcción debía sugerir la idea de que en el lugar donde fue concebida María deberían
encontrarse sus hermanos”.
39
Este argumento también lo encontramos en el Cronicon, una
obra anónima del siglo xiv de carácter histórico y que fue incluida en el famoso Speculum
antiquum Ordinis de 1507.
40
El autor distingue que, aunque el instituto del Carmelo haya tenido
por fundador a Elías, no se trata de una congregación eliana, sino mariana:
Los hijos del Carmelo [...] son «hermanos de María», la Madre de Cristo, la Madre de Dios.
Ella es su especial abogada: a su patrocinio recurren sin cesar; a su protección se encomiendan
en las más difíciles circunstancias, como ocurrió al secarse la fuente de Elías. A su nombre
dedicaron su primera fundacn en Jerusalén, junto a la Puerta Dorada donde la Virgen habría
sido concebida; y en su honor erigieron, en el año 83 de nuestra era, una capilla en el Monte
Carmelo, considerándose dichosos de poder «servirla» y felices de poder propagar su culto
41
.
Al contemplar la pintura descubrimos que en la parte más baja de la composición se figura
una cartela con roleos o cueros recortados y que revela la inscripción: DVM FLVET VNDA
MARIS CVRRETQVE PER AETHERA PHOEBVS. VIVET CARMELVS
CANDIDVS ORDO MIHI (Mientras fluyan las olas del mar y el sol domine en el aire, vivirá
para mi la inmaculada orden del Carmen) (fig. 11).
42
Esta inscripción se desprende de la
revelación que hizo la Virgen al carmelita san Pedro Tomás (1308-1366), patriarca de
Constantinopla, acerca de que su orden duraría hasta las postrimerías del mundo. El portento
sucedió cuando estaba el santo en un momento de tribulación y elevó sus plegarias a la Virgen
para que intercediese por el futuro de los carmelitas. Y ella le respondió: "Que durará hasta
el fin la religión del Carmelo, porque también suplicó por ella a mi Hijo su primer patrón
frente a un opositor las relaciones del Carmelo con Elías y María. Fue incluido por Daniel de la Virgen en el
Speculum de 1680.Geagea (1989): 203.
39
Geagea (1989): 208.
40
Cathaneis (1507).
41
Geagea (1989): 274.
42
Agradezco a Sofía García su ayuda con esta traducción. Esta composición ha sido atribuida a Juan Bautista
Mantuano. "Portodimare Ter". En: <http://portodimareter.blogspot.com/2016/07/dum-fluet-unda-maris-
quella-lapide.html>, (19 de junio de 2022).
151
Fig. 11. Luis Juárez. La virgen entregando el escapulario a Sin Stock
(fragmentos). Siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 274 x 250 cm.
Direccn General del Patrimonio Universitario; Palacio de
Minería, UNAM. Ciudad de xico, México.
Una alegoría del Monte Carmelo en una pintura de Luis Juárez
Carmelo, porque también suplicó por ella a mi Hijo su primer patrón Elías en la
Transfiguración, y lo alcanzó."
43
El relato de la Transfiguración lo encontramos en los
evangelios de Mateo 17, 1-6, Marcos 9, 1-8 y Lucas 9, 28-36. Es por ello por lo que en el
imaginario carmelitano se ha contemplado el regreso de Elías para las postrimerías. Él sería
testigo del final de los tiempos en donde sufriría la derrota por parte del anticristo quien lo
crucificaría.
La composición de este lienzo, a primera vista parece fundamentada en un grabado de
Theodore Galle (1571-1633) que, según el Rijksmuseum (quien conserva una copia), fue
hecho entre 1593 y 1633 (figura 12).
44
Sin embargo, Moreno Cuadro nos da noticia de un
antecedente gráfico a esta estampa de Galle en una portada aparecida en 1590 (figura 13). En
ella aparecen los mismos personajes de la pintura de Juárez, pero se incluye además al Papa
Juan XXII quien concediera la bula sabatina que implicaba algunos privilegios para la orden.
De este grabado se desprendieron otras versiones que propiciaron la creación de más
pinturas en el ámbito monacal de la Corona española.
45
El mismo autor sugiere que el
grabado de Galle, que incluye la figura de Teresa de Jesús, la reformadora de la orden,
43
Joseph de Santa Teresa (1678): 51-52.
44
"Rijksmuseum". En: <https://www.rijksmuseum.nl/nl/collectie/RP-P-1908-2129>, (18 de enero de 2022). La
estampa de Galle está dedicada a Jean de la Court, prior de los carmelitas de Amberes desde I610 hasta I622, o de su
muerte. Y al no consignarse alguna nota necrogica, podamos considerar que se fecharía en un lapso anterior a ese
año. Jean de la Croix (O.C.D.) (1969): "La Glorification de l'Eucharistie de Rubens et les Carmes". En The Metropolitan
Museum Journal, v. 2, New York, p. 184.
45
Moreno Cuadro (2016): 113-116.
152
Fig. 12. Theodoor Galle. Entrega del escapulario a
Sin Stock. 1593-1633. Grabado. 26 x
18.3 cm. Amberes. Rijksmuseum.
Amsterdam, Países Bajos.
Fig. 13. Animo. Entrega del escapulario a Simón Stock.
En: Constitutiones fratrum ordinis Beatissimae dei
Genetricis Mariae de Monte Carmeli. 1590.
Valentiae, Petrum Patricium.
Víctor Cruz Lazcano
procede de otro de Ioan Ziernko Leopohen
46
(ca. 1575-ca. 1629).
47
Por lo tanto, sería factible
que esta versión parisina de 1610 hubiera sido la que inspiró la tabla de Luis Juárez.
48
Es
necesario llamar la atención al hecho de que en ambos grabados, tanto el de Ziernko, como
el de Galle, representaron a la Virgen del Carmen de acuerdo con el modelo de La Bruna,
que, como se verá más adelante, es considerada la más antigua representación de la
carmelitana y que el pintor Luis Juárez, quizá por petición del comitente, cambió por una
representación más convencional de María. Y de igual manera el pintor cambió de plano a
los fundadores de los carmelitas. Puso primero a Elías y atrás a Eliseo, cuando en los
grabados aparecen al revés.
La Bruna
Los hermanos del Monte Carmelo encontraron en la figura de la Madre de Dios a su
hermana y madre. Y esta prerrogativa y cercanía con la Virgen los distinguió del resto de las
demás órdenes mendicantes. Siempre han tenido a la figura de María como objeto central de
su carisma. En la actual basílica de Nuestra Señora del Carmen de Nápoles, Italia los
carmelitas resguardan como su mayor tesoro la representación de la Virgen que ha sido
conocida como La Vergine Bruna o La Bruna (la morena) que según la tradicn de la orden
fue traída del monasterio del Monte Carmelo en el siglo XIII cuando los carmelitas emigraran
hacia Europa (fig. 14). Ha sido considerada por algunos, obra del pincel de san Lucas,
49
mientras que otros han dado a esta imagen un origen en la escuela toscana del siglo XIII.
50
Lo cierto es que el tráfico de este tipo de iconos de Oriente a Occidente fue habitual durante
la Edad Media y con frecuencia sellaban contratos de Estado, eran un valioso botín de
guerra y una cuantiosa dote para la fundación de monasterios”.
51
46
Este grabador de origen polaco fue también conocido como Jean Le Grain. Trabajó en Pas entre 1615 y 1629. "The
British Museum". En: <https://www.britishmuseum.org/collection/term/BIOG51980>, (27 de junio de 2023).
47
Moreno Cuadro (2016): 116-118.
48
No hemos podido dar con la procedencia de este grabado y en las publicaciones de Moreno Cuadro aparece
en baja resolución, por lo que no fue factible hacer una comparación a cabalidad entre el grabado y la pintura.
49
Filocalo Caputo (1636): 5-16.
50
Smet (1987): 360.
51
Smet (1987): 441.
153
Fig. 14. Anónimo. La Bruna. ¿Siglo XIII? Óleo sobre madera. Basílica
de Santa Maria del Carmine Maggiore. Nápoles, Italia.
Una alegoría del Monte Carmelo en una pintura de Luis Juárez
En su aspecto formal se corresponde al estilo artístico desarrollado en los territorios de
Oriente por lo que su origen podría concordar con la tradición y pudiese proceder de algún
primitivo cenobio de la Iglesia del Este. El color moreno de la tez de la Virgen corresponde
con el gusto oriental y hace alusión a un verso del Cantar de los cantares, de Salomón, que dice:
Soy morena, pero hermosa, muchachas de Jerusalén.(Cant, 1:5).
52
En esta representación mariana, el Niño que está en brazos de su Madre, toma con su
mano izquierda el manto de la Virgen, mientras que con la derecha le acaricia amorosamente
la barbilla. Corresponde con una tipología representativa de este tipo de obras conocida
como Panagia Eleúsa
53
(del griego Eλεούσα, que significa ternura)
54
. Es de llamar la atención
que la virgen no porte el hábito de la orden que desde esos siglos era parte primordial de la
identidad de los carmelitas.
55
En la pintura, sobre el manto azul, podemos distinguir una
estrella que caracteriza a la Madre de Dios o Theotokos y que se repite en diversas
representaciones marianas. También se ha querido interpretar en esta estrella la Stella Maris
(estrella del mar) que es un himno tradicional de los carmelitas y cuya autoría se ha asignado
a san Simón Stock.
56
Esta devoción de La Bruna se difundió de
manera importante en Europa después de obrar
ciertos milagros en la peregrinación que hizo a
Roma en el año de 1500 (fig. 15).
57
La imagen fue
llevada a esa ciudad por los curtidores del barrio
aledaño al convento napolitano y fue expuesta
por un tiempo en la basílica de San Pedro. Con
ello logró una relevante impronta en las
devociones marianas en el orbe católico. Su
popularidad fue tal que, en el siglo XVII, Juan
Bautista Lezana (O.C.) (1586-1659),
58
el célebre
teólogo, jurista e historiador carmelitano que
residía en ese tiempo en aquella ciudad, le otorgó
el segundo lugar en popularidad, después de
Nuestra Señora de Loreto, entre las imágenes
más famosas de María en Italia.
59
Existe un
grupo de madonnas bizantinas, que se cree habían
sido traídas de tierra Santa por los primeros
carmelitas que emigraron en el siglo XI. Destaca
entre ellas la imagen venerada en la iglesia de
Santa María de Traspontina, fundación
carmelitana en Roma, que fue la primera de la
orden en ser coronada por el capítulo vaticano
de 1641. Su composición formal corresponde
con la de La Bruna. El mismo Juan Bautista
52
Smet (1987): 447.
53
Vassilaki (2000) 43.
54
Belting (2009): 46.
55
El hábito del Carmen no solo aportaba distinción a la orden, sino que a través del tiempo su convirtió en una
referencia cromática y un elemento de protección que garantizaba la vida eterna después de la muerte. Cruz
Lazcano (2018): 82-87.
56
En otra de las tradiciones han visto en la torre del monasterio del Carmelo la estrella que ilumina el camino
a los peregrinos a Jerusalén. La misma Stella Maris. Martínez Carretero (2012): 777.
57
Martínez Carretero (2012): 776.
58
Existen discrepancias en cuanto a la fecha de nacimiento del fraile. Aunque al parecer Velasco (1993): 229 es
el único que nos dice que nació en Madrid en 1583. Villiers De Saint-Etienne. (1752): 772 afirma que fue en
1586; al igual que otros autores.
59
Smet (1987): 360.
154
Fig. 15. Animo. Regina Carmelitana, Refugum
Peccatorum (La Bruna). Ca. 1500-1530.
Grabado. 51.2 x 40.2 cm. British Museum.
Londres, Reino Unido.
Víctor Cruz Lazcano
Lezana atestigua que en 1648 había muchos exvotos alrededor de la Virgen en
agradecimiento por los favores recibidos.
60
Este modelo de Virgen del Carmen que seguía la disposición formal de La Bruna se
difundió ampliamente en los territorios italianos y se dispersó por otras provincias de la orden
de los carmelitas. Sin embargo, en el ámbito de la Corona española fue escasamente
reproducido.
61
Tal vez por ello es que no se utilizó en el lienzo de Luis Juárez.
A manera de conclusión
El discurso apologético hacia los orígenes míticos de la orden de los carmelitas quedó
manifestada en la composición del grabado de Ioan Ziernko Leopohen que luego fue
retomado por el pintor Luis Juárez. Es también una respuesta a los ataques y
cuestionamientos que esos orígenes míticos de la orden habían sufrido desde la Edad Media.
En Nueva España, y en ámbito de la monarquía hispana, en diferentes tiempos, se cuestionó
la veracidad de los antecedentes carmelitanos y sus privilegios. Podemos suponer que el
lienzo que nos ocupa debió de encontrarse en un lugar preponderante dentro de un convento
del Carmen. Y presumiblemente en un espacio donde su intencionalidad discursiva fuese
percibida por los receptores. Resulta sugerente que se encontrase en el altar principal de la
iglesia del convento de San Sebastián de México. Siguiendo con esta idea, tal vez ocupó el
emplazamiento del cubo de la escalera o la parte preminente de la capilla de los novicios.
Esto en el caso de que efectivamente hubiese estado en ese complejo conventual.
La Madre de Dios en el Carmelo novohispano fue representada con el bito fusco
prácticamente desde los primeros años. Sin embargo, podemos ver en la pintura del Palacio
de Minería que aun cuando en la estampa la disposición formal de la Virgen y el Niño son
claramente las de La Bruna, el pintor novohispano se inclinó por una representación "clásica"
de María, desvestida totalmente del modelo de ternura de la Panagia Eleúsa; la muestra con
una túnica color de rosa y manto azul. Esto presuntamente atribuible al comitente. Es
probable que el gusto hispano y novohispano, a diferencia de lo que sucedió en otras
latitudes, se decantara por una imagen de la Virgen más cercana a la realidad, apartándose del
modelo arcaizante derivado de La Bruna que se mantuvo en otras provincias del Orbe.
El proceso de consolidación de la iconografía de la Virgen del Carmen se dio de la mano
del camino que la orden emprendió desde su mítica salida del Monte Carmelo ante la invasión
musulmana de sus lugares hacia su asentamiento en el continente europeo. Y si bien en un
principio la carmelitana no era fácilmente identificable como tal, con el transcurso de los
años se logró consolidar en un arquetipo que dio a la congregación su identidad.
Resulta interesante ver como este proceso sucedió mayormente en territorios de la Italia
actual en donde se dio preponderancia al prototipo derivado de La Bruna que se mantuvo en
otras provincias. Mientras que en España ya para el siglo XVII inconfundiblemente se le
representaba portando los hábitos característicos del Carmelo con el manto blanco que se
había asociado a su Limpia Concepción. Aunque convivía con representaciones arcaicas
como la Virgen de Trapani o la Soterraña que en su origen eran inminentemente carmelitanas.
Tambien en su representación se incluyeron características tomadas de la iconografía
inmaculista como la luna menguante bajo sus pies o la corona de doce estrellas entre otros
atributos. Siempre existió una simbiosis plástica e iconológica entre esas dos advocaciones
marianas la carmelitana y la Inmaculada Concepción cuyas insignias hablan de un origen
común.
La relevancia de representar a la Virgen del Carmen con el hábito de la orden ha sido tal,
que en la actualidad es difícil pensar que hubiese sido de otra manera. El color del hábito es
60
Smet (1987): 362.
61
Lo podemos encontrar en algunas pinturas, como en una que se resguarda en el Museo Nacional de Arte de
la Ciudad de México. En el monasterio de San José de Carmelitas Descalzas de Medina del Campo se conserva
una escultura de la Virgen María del siglo XVII que si muestra el hábito carmelitano, además de repetir la
tipología de La Bruna. VV. AA. (2014): 150-151.
155
Una alegoría del Monte Carmelo en una pintura de Luis Juárez
156
incluso una referencia cromática en el lenguaje cotidiano. La imagen de la Virgen del Carmen
con hábito pardo convivió en los muros de los conventos y templos con otras advocaciones
marianas, pero su utilización logró imponerse y trascender la barrera del tiempo.
Víctor Cruz Lazcano
157
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