Ucoarte. Revista de Teoría e Historia del Arte, 14, 2025, pp. 74-80, ISSN: 2255-1905
ANTONIO DEL CASTILLO: UNA NUEVA PINTURA
DE LA ESCALERA DEL CONVENTO DE SAN PABLO
DE CÓRDOBA EN FINLANDIA
JOSÉ MARÍA PALENCIA CEREZO
Director del Museo de Bellas Artes de Córdoba (2013-2024)
Fecha de recepción: 08/04/2025
Fecha de aceptación: 22/09/2025
Resumen
Se da a conocer en este trabajo una pintura que representa a San Pedro mártir de Verona
en el museo Villa Gyllenberg de Helsinki (Finlandia), así como su autoría por parte del
pintor cordobés Antonio del Castillo Saavedra y su pertenencia al conjunto de las
pinturas que decoraron la escalera del convento cordobés de San Pablo el Real hasta
1836.
Palabras clave
Antonio del Castillo, Escalera del convento de San Pablo, Córdoba, Pedro de Verona,
Villa Gyllenberg.
ANTONIO DEL CASTILLO: A NEW PAINTING OF THE STAIRCASE
OF THE CONVENT OF SAN PABLO DE CÓRDOBA IN FINLAND.
Abstract
This work presents a painting depicting
Saint Peter the Martyr of Verona
in the
Villa Gyllenberg Museum in Helsinki (Finland), as well as its authorship by the
Cordoban painter Antonio del Castillo Saavedra and its belonging to the group of
paintings that decorated the staircase of the Cordoban convent of San Pablo el Real
until 1836.
Keywords
Antonio del Castillo, The staircase of the convent of San Pablo, Córdoba, Peter of
Verona, Gyllenberg villa.
Antonio del Castillo: una nueva pintura de la escalera del convento de San Pablo de Córdoba en Finlandia
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Como es conocido, el Convento
dominico de San Pablo de Córdoba, fue
fundado por Fernando III el santo a raíz
de la conquista de la ciudad a los árabes a
partir de 1236, siendo uno de los focos
principales de la cultura local, hasta su
efectiva desaparición con la invasión
napoleónica de 1812 y la posterior
desamortización eclesiástica de 1835.
Sabemos que el núcleo principal del
mismo, remodelado por el arquitecto
Juan de Ochoa a partir de la segunda
mitad del siglo XVI, con con una
monumental escalera que, como fue lo
habitual en los conventos españoles de la
orden de predicadores, fue decorada, a
partir de 1650-55, con un ciclo pictórico
relativo a las órdenes dominica y
franciscana, del que se encarel taller
del principal pintor local del momento:
Antonio del Castillo Saavedra (Córdoba,
1616-1668).
Aunque no se ha conservado ningún
documento relativo a esta empresa, por
el testimonio que sobre él dejó escrito
Antonio Ponz1, además de por las obras
que del mismo nos han llegado y que se
conservan fundamentalmente en el
Museo de Bellas Artes de Córdoba y en
el Museo de Bellas Artes de Bilbao,
podemos tener una idea muy cercana a la
realidad de cómo fue, y de su disposición
aproximada.
Según Nancarrow y Navarrete Prieto,
fue el encargo más importante de toda la
carrera profesional de Castillo, para el
cual tomó como denominador común el
tema de la oración, la predicación y el
estudio como base del apostolado de los
dominicos, con ocho santos escogidos
entre las dos principales órdenes
mendicantes del momento -dominicos y
franciscanos-, con lo que se pretendía
que las controversias ideológicas exis-
tentes entre ambas, quedasen eclipsadas2.
1 Ponz Piquer, 1778: 50.
2 Nancarrow / Navarrete Prieto, 2004: 170.
Fig.1. Antonio del Castillo. San Pedro Mártir de Verona.
Museo Villa Gyllenberg. Helsinki. Foto Villa Gyllenberg.
José María Palencia Cerezo
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Se desconoce al mentor de este programa, que escogió a los fundadores, Santo Domingo
de Guzmán
3
y San Francisco de Asís
4
, sentados y con sus típicos atributos; dos tlogos,
Santo Tomás de Aquino
5
y San Buenaventura
6
, que figuraban de pie y de cuerpo entero, y
cuatro santos predicadores, los dominicos San Vicente Ferrer
7
y San Pedro
Mártir y los
franciscanos San Antonio de Padua y San Bernardino de Siena, éstos de medio cuerpo y
formato colosal. Pero solamente uno de estos santos de medio cuerpo San Vicente
Ferrer- era conocido hasta el presente.
Todos ellos se conservan en el Museo de Bellas Artes de rdoba desde la
desamortización de Mendizábal, excepto el San Buenaventura, que lo hace en el Museo de
Bilbao tras su llegada al mismo en 1913 procedente de varias colecciones particulares
cordobesas. A raíz de la catalogación s reciente de estas pinturas en 2016, - con motivo
de la celebracn en Córdoba del IV centenario del nacimiento del pintor-, y dada la
diferente calidad que presentaban unas y otras delatando la actuacn de diferentes manos,
ya apuntamos la posibilidad de que en el encargo hubiese intervenido, dentro del taller del
pintor, algunos ayudantes y otros pintores, como Pedro Antonio Rodríguez, que pudo
haber sido pariente de Castillo y pintaba de manera muy similar a la del maestro, aunque
sin llegar a alcanzar su maesta
8
.
Estos ocho santos se completaban en la escalera con el lienzo s grande y principal
de su caja, donde se representaba San Fernando presentando a san Pablo la fundación del convento
de dominicos de Córdoba
9
también conocido como Aparición de san Pablo a san Fernando; al que
se oponía Santa María Magdalena y santa Catalina
10
, las dos santas predilectas para la orden
dominica, representaciones igualmente conservadas en el Museo de Bellas Artes de
rdoba.
Al total de los tres santos, cuyo paradero era hasta ahora desconocido, ha de restarse
el lienzo que efigiaba a San Pedro de Verona
11
, primer mártir de la orden dominica española,
ahora localizado en la Villa Gyllenberg de Helsinki. (Fig.1)
Se trata de un museo privado dependiente de la fundación de Signe fström (1896
1977) y Ane Gyllenberg (18911977), gestada en 1948 y dedicada a la investigación
médica, que ades conserva, en la casa en que ambos vivieron en sus últimos tiempos,
las colecciones artísticas del matrimonio. La importancia del arte en la fundación crec
cuando, en 1966, este banquero fis, decid donar a la misma su importante colección
de arte para ponerla a disposición del público, lo que también dio lugar a la construccn
de un espacio museístico conectado a la casa particular del matrimonio. Dicho espacio se
empezó a concretar a partir de 1955 y fue inaugurado en 1980 según diseño de los
arquitectos Ålander, Arkihtitoimisto, Packan y Korsström, siendo arquitecto jefe Per-
Mauritz Ålander, que había sido discípulo de Alvar Aalto.
3
Museo de Bellas Artes de Córdoba. Óleo sobre lienzo.199,5 x 161 cm. Invº CE2087P.
4
Museo de Bellas Artes de Córdoba. Óleo sobre lienzo. 199 x 154,5 cm. Invº CE2088P.
5
Museo de Bellas Artes de Córdoba. Óleo sobre lienzo. 225 x 115 cm. Invº CE2290P.
6
Museo de Bellas Artes de Bilbao. Óleo sobre lienzo. 255 x 36 cm. Invº 69/57.
7
Museo de Bellas Artes de Córdoba. Óleo sobre lienzo. 128 x 79 cm. Invº CE2197P.
8
Véase la catalogación de estas obras en Nancarrow, 2002: 39-48; Revenga Domínguez, 2016: 77-78 y Palencia
Cerezo, 2016: 172-185.
9
Museo de Bellas Artes de Córdoba. Óleo sobre lienzo. 401 x 311,5 cm. Invº 2085P.
10
Museo de Bellas Artes de Córdoba. Óleo sobre lienzo. 178 x 232 cm. Invº CE2086P.
11
Villa Gyllenmberg. Óleo sobre lienzo.165 x 79 cm. Invº G-211-215.
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Ane Gyllenberg había comprado la pintura que nos ocupa en 1935, concretamente a
Gösta Herman Stenman (1888- 1947), principal marchante finlans del momento, que
fue dueño de una galería en Helsinki, aunque luego emig a Estocolmo, quien, a su vez,
lo había adquirido en Londres, probablemente a finales de la década de 1920 o principios
de 1930. Entonces ya estaba atribuido a Antonio del Castillo12.
La apreciación de la pintura no deja lugar a dudas de su pertenencia al ciclo dominico
cordobés. La misma ha sido recientemente restaurada, habiéndosele realizado también
todo tipo de pruebas de laboratorio, siendo su radiografía muy parecida a la que presenta
alguno de los lienzos cordobeses, poniendo de manifiesto la inexistencia de otras pinturas
en capas subyacentes, ni repintes importantes sobre la capa superficial. (Fig.2)
Su iconografía y disposición indican que el mártir veros formó pareja con el San
Vicente Ferrer cordobés; y sus dimensiones actuales (165 x 79 cm.) evidencian que el lienzo
que representa al predicador valenciano (128 x 79 cm.), fue cortado por su base en
alrededor de treinta centímetros de altura, en momento indeterminado antes de su llegada
al museo, al igual que sucedió con el de Santo Tomás de Aquino.
Vestidos con el hábito propio de la orden, ambos presentan sus típicos atributos, pero
a diferencia del primero, que es mirando hacia la tierra y señalado con el dedo índice
libre de su mano derecha con la otra porta un libro bajo el brazo - , animando a que se
oigan las trompetas del cielo; la pintura de Helsinki que efigia al personaje cuya vida
12 Como confirman las catalogaciones s recientes que se han hecho de la colección, habiendo resultado
inútiles todas las investigaciones realizadas hasta el momento para averiguar las circunstancias de la obra antes
de la llegada a manos de Stenman. Véase Nylund, 2017: 198. Agradezco a su responsable, Lotta Nylund, el
haberme facilitado, a través del Museo de Bellas Artes de Córdoba, toda la información sobre la misma. Mi
agradecimiento también al director del Museo de Bellas Artes de Córdoba por haberme permitido su estudio y
difusión.
Fig. 2. Imagen que contiene pruebas UV-Vis-NIR y rayos X del cuadro, preparatorias para su restauración.
Cedida por Villa Gyllenberg.
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trascurr entre 1205 y 1252 desde la ciudad que le da nombre hasta el bosque de
Barlassina en las proximidades de Séveso, asesinado cuando volvía de Como a Milán en
sus predicaciones contra lostaros-, mira hacia el cielo. (Fig.3)
Fig.3. Antonio del Castillo. San Vicente Ferrer. Museo de Bellas Artes de Córdoba.
Foto A. Holgado.
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Es de destacar la calidad dibujística y lujo de los dos atributos que presenta, el cuchillo
clavado en su corazón y el hacha sobre la cabeza, recuerdo de su martirio por Pietro da
Balsamo, llamado también Carino, en crimen que al parecer fue urdido por el obispo hereje
Daniele da Giussano y algunos señores milaneses. En este sentido, es muy probable que
estos atributos fuesen realizados por el propio Castillo, frente a la probable actuación del
taller en el resto de la obra. Al igual que sucede, por ejemplo, en el Santo Domingo e Guzmán
sentado del museo cordobés, cuyo atributo del perro con la vela encendida y reflejada en
una esfera armilar de cristal, es también de calidad muy superior al resto de la composición.
Un cuadro éste en el que, finalmente, hay que hacer notar la presencia del artista
cordobés en el rostro del santo, que recuerda en mucho a la imagen que se tiene por propio
autorretrato, y que Castillo dejó patente en varias de sus obras, como La negación de San
Pedro que existió en el Santuario de la Fuensanta, o El nacimiento de San Francisco de Asís, que
ejecutó hacia 1663 para su altar del claustro del convento franciscano cordobés, hoy
conservado también en el Museo de Bellas Artes de Córdoba.
Con todo ello hemos querido dar a conocer la existencia de esta obra a la comunidad
científica, poniendo de manifiesto, finalmente, que de este importante conjunto pictórico
cordobés solo quedarían por localizar los lienzos relativos a los franciscanos San Antonio de
Padua y San Bernardino de Siena, que es probable que se conserven también todavía en algún
lugar hasta el momento desconocido.
José María Palencia Cerezo
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Bibliografía
García de la Torre, Fuensanta /Navarrete Prieto, Benito (Coords.) (2016): Antonio del Castillo,
en la senda del naturalismo. Córdoba: Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Nancarrow, Mindy (2002): “Pinturas de Antonio del Castillo en el Museo de Bellas Artes de
Córdoba”, Goya. Revista de Arte, 286, pp. 39-48.
Nancarrow, Mindy/Navarrete Prieto, Benito (2004): Antonio del Castillo. Madrid: FAHAH.
Palencia Cerezo, José María (2016): Fichas catalográficas de las obras San Fernando presentando
a san Pablo la fundación del convento de dominicos de Córdoba, Santo Domingo de Guzmán, San
Francisco de Asís, Santo Tomás de Aquino, San Vicente Ferrer y Santa María Magdalena y santa
Catalina de Alejandría; procedentes del Convento de San Pablo y conservadas en el Museo
de Bellas Artes de Córdoba. En Palencia Cerezo, José María (Coord.), Antonio del Castillo
en el Museo de Bellas Artes de Córdoba. Córdoba: Consejería de Cultura de la Junta de
Andalucía, pp.174-185.
Ponz Piquer, Antonio (1778): Viaje de España: en que se da noticia de las cosas más apreciables y
dignas de saberse…, tomo VII. Madrid: por D. Joaquín Ibarra, impresor de cámara de S.M.
Revenga Domínguez, Paula (2016): “Antonio del Castillo: arte y oficio de un maestro
singular”. En Revenga Domínguez, Paula/ Palencia Cerezo, José María (Coords.), Antonio
del Castillo en la ciudad de Córdoba. Córdoba: Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía,
pp.65-83.
Nylund, Lotta (Ed.) (2017): Signe and Ane Gyllenberg Foundation‘s Art Collections. Helsinki: Signe
& Ane Gyllenbergs Stiftelse.