
Portada de Santa María de Deba (Gipuzkoa): sobre la transmisión de modelos y los referentes de prestigio
esta entrada, según yo -propone el ilustrado-, de fines del siglo XIII”33. Esta primera
opinión será la que sitúe la portada en un tiempo más antiguo, a partir de aquí, las fechas
irán haciéndose cada vez más cercanas.
Para López Vallado, a quien referíamos al inicio, la obra es de fines del siglo XIV o
principios del XV34. Por su parte, Lizarralde considera que las obras del tímpano, aunque
bien pudieran parecer formas propias del siglo XII, gracias a “algunos detalles
decorativos”35 se pueden datar en el siglo XIV, contemporáneas al resto de la portada.
La explicación que Lizarralde ofrece para este desfase temporal en la morfología de las
formas se justifica por ser un “arte adormecido en el arcaísmo”36. Weise, por su parte,
basándose en la inscripción realizada por los repolicromadores de la portada, retrasa su
fecha de ejecución hasta el siglo XVII37. Esta inscripción realmente no se refiere a la
ejecución de la obra, sino que más bien alude al repinte de la portada.
Arrázola, junto con Azcárate, considera que la portada es de finales del siglo XV o
principios del XVI, y que el tímpano y el apostolado pertenecerían propiamente al siglo
XVI38. Las cartelas que portan los apóstoles son características de este último siglo, según
los autores. Uno de ellos, identificado como san Pedro, presentaría además en su pedestal
el nombre de “PETRUS” en caracteres góticos. Asimismo, se propone el nombre de un
escultor que posiblemente estuvo trabajando en la portada: Joan Martínez de Arrona.
Este artífice trabajó en las bóvedas y en el coro bajo de la iglesia en 1554, donde se le
nombra como escultor imaginario, además del sagrario de la parroquia de Zumaia en 1566.
Por tanto, según Arrázola, cabe la posibilidad de que fuese el encargado de tallar las
imágenes de los apóstoles y las del tímpano.
Para Lahoz, existen dos posibilidades para su datación. La primera opción plantea que
el proyecto y la ejecución de la portada se realizasen simultáneamente a finales del siglo
XV. La segunda alternativa propuesta por la historiadora defiende una diferencia
cronológica entre la proyección de la portada y su posterior ejecución. Las dos
posibilidades parten del hecho de que la ejecución efectiva corresponde a los años finales
del siglo XV, justificada a través de la datación de ciertos motivos iconográficos39. La
primera opción, según Lahoz, conllevaría “admitir la pervivencia de un esquema de
portada (…) excesivamente retardatario”, lo que no encajaría dentro del esquema de la
evolución estilística40. Por tanto, es la segunda suposición la que adquiere más peso para
la investigadora: un proyecto planteado a finales del siglo XIV o comienzos del siguiente,
y que, finalmente, sin saber el motivo de este retraso, se materializaría a finales del XV.
Pero, aunque esto fuese cierto, todavía queda por resolver la cuestión fundamental de
por qué la parroquia siguió optando por una portada diseñada 100 años antes, teniendo
en cuenta la agencia activa de los encargados de la consecución de la portada, como luego
veremos, alejados de cualquier idea de pasividad o desinterés. Operar con un esquema
donde la idea de estilo no admite otro tipo de temporalidad que no sea la del “estilo de
33 Vargas y Ponce, 1900: 191.
34 López del Vallado, 1921: 911.
35 Lizarralde 1920: 10.
36 Ibid.
37 Citado en Pérez Suescun, Fernando / Rodríguez López, María Victoria, 1996: 399.
38 Arrázola, 1969: 197.
39 La posición y actitud ligeramente inclinada de Isabel en la escena de la Visitación “supone una solución
intermedia entre la genuflexión frecuente de los modelos italianos y flamencos del siglo XV”. Lahoz, 1997: 23.
40 Sobre la teoría evolucionista en la histórica del arte en Ackerman, 1962: 230-237. Para una idea alternativa de
la idea de evolución histórico-artística Riegl, 1992: 18-22.
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