De Nencatacoac a San Lucas!
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católicas: tres mantas “despintadas” y una blanca, todas para el adorno del altar, cuatro
mantas pintadas (tres viejas y una nueva), un lienzo de un Ecce Homo, un lienzo viejo de
Nuestra Señora de los Ángeles, un frontal de guadamecí con una imagen de Nuestra Señora,
dos lienzos pequeños cada uno con una pintura de un crucifijo y dos retablos de Nuestra
Señora
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. La iglesia de Tenjo, en 1603 contaba con una manta grande pintada que servía de
cielo del altar y doce mantas pintadas (sin notas sobre sus temáticas o diseños), un lienzo sin
marco de Cristo crucificado acompañado de Nuestra Señora de las Angustias y san Juan y
otro lienzo de “figuras”
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. En este punto, se debe recalcar que estas revisiones eran hechas
por funcionarios de la Corona, lo relacionado con las imágenes y ornamentos religiosos no
era tarea exclusiva de religiosos.
Durante 1602, el oídor Luis Henríquez visitó Soatá encontrando “varias mantas pintadas
para adornar el altar”, y en el templo de doctrina de Busbanzá halló dos mantas coloradas
que servían de cielo de altar y otras dos, también coloradas, a los lados del altar, acompañadas
de estampas, guadamecíes, un retablo, reposteros e imágenes de bulto. Continuando con las
visitas de ese año, Henríquez fue a Ceniza y en su iglesia encontró diez mantas de pincel
coloradas y negras que adornaban el altar, cinco mantas de pincel con las que estaba hecho
un cielo para el altar, un frontal negro de manta y un frontal de manta pintada. La iglesia de
doctrina de Iza tenía entre sus bienes dos medias mantas blancas, dos mantas de pincel, cinco
mantas blancas, dos de ellas en el altar, y una manta colorada, a las que se sumaban pinturas
religiosas sobre lienzos e imágenes de bulto. En Paipa, hubo un gran adorno del cielo y del
altar conformado por catorce mantas coloradas y blancas acuchilladas, y en el caso de la
doctrina de los indios de Támara tenían una ornamentación textil que se consideró como
“un cielo de manta de pincel bueno”, según el inventario de 1602. En otros listados se
especificaron las imágenes pintadas, como el Cristo pintado en una manta que tenía la iglesia
de Tabio en 1638. Algunos inventarios dan la idea de conjuntos formados por las pinturas y
las mantas, es el caso de Tenjo, cuyo templo en 1638 tenía “un lienzo con la hechura de un
Cristo con Nuestra Señora de las Angustias y san Juan… Otro lienzo por guarnecer de
figuras…Una manta grande pintada que sirve de cielo del altar. Doce mantas pintadas que
están a los lados del lienzo del dicho”
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.
Además de cielos, las mantas sirvieron de frontales y vestimentas litúrgicas. En 1596, la
visita de Egas de Guzmán al pueblo de Pesca registró una manta pintada que servía de frontal,
una manta para debajo de los manteles de altar, dos mantas pintadas para los lados del altar,
una cruz de madera dorada con su manga pintada con flocadura y, nuevamente, un cielo de
mantas pintadas para el altar. En 1601, la misma población registraba un cielo de manta pero
con caídas de tafetán de colores y con borlas, quizás era el mismo pero la descripción fue
más precisa. En 1600, el oídor Luis Henríquez inventarió dieciocho mantas pintadas que
servían de dalmáticas para los jóvenes cantores de Cáqueza
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; años atrás, la visita de 1594, en
esta misma población, comprobó la existencia de una manta blanca que era usada como cielo
del altar mayor, más cuatro guadamecíes viejos que servían de ornato del altar, una imagen
de Cristo en un lienzo sin marco, un retablo pequeño del descendimiento de Cristo de la
cruz, un retablo de madera con un lienzo con la escena del prendimiento de Jesús y un lienzo
de la pasión de Cristo
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. Entrado ya el siglo XVII, las mantas se siguen adaptando como
partes de objetos litúrgicos; el inventario de la iglesia de Cocuy y Panqueba, de 1635, da
noticia de otro frontal formado por telas de diferente procedencia, por un lado un terciopelo
de China de color verde
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, fondo en raso de seda, flecos de seda azul, aforrados por una
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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Visita a Fómeque, 1600, AGN, Colonia, Visitas Cundinamarca, t. 4, ff. 291v – 292r.
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Visita a Tenjo, 1603, AGN, Colonia, Visitas Cundinamarca, t. 6, ff. 14rv.
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Romero, 2008: 450, 1811, 1942, 2371, 2513, 3333, 2824, 2830, 729, 730, 874, 875.
38
Romero, 2008: 251, 2567, 241.
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Visita a Cáqueza, 1594, AGN, Colonia, Visitas Cundinamarca, t. 2, ff. 926v – 927r.
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Para el tema de objetos asiáticos en pueblos de indios cundiboyacenses, ver: Romero / Ruíz, 2010: 111 –
130.