Álvaro Cabezas García
estas páginas donde se encuentran las mayores novedades desde el punto de vista del interés teórico por el
tratamiento de su figura como escultor de apreciación mayoritaria. Roda Peña recoge los
testimonios que
hicieron los escritores foráneos con respecto a su obra: Cook, Ford, Stirling-Maxwell, Dodge, Hoskins, Passavant,
Boutelou, Hoefer en el siglo XIX; y Haendcke y Dieulafoy en el siglo XX,
además de toda la bibliografía en
español, que alcanzó un desarrollo extraordinario en torno al escultor a partir del último tercio de la centuria
pasada y que eclosionó al albur de las celebraciones
que tuvieron lugar en 2007, con motivo de las actividades
culturales del proyecto Andalucía Barroca
que promovió la administración autonómica. A continuación, el
profesor Roda traza el “Perfil
biográfico de Pedro Roldán” —dividiendo su extensa existencia por etapas
artísticas—; las “Facetas de su personalidad artística” —con interesantes e innovadores planteamientos como su
vertiente como
retratista, el crucial asunto de los materiales y técnicas empleados, el trascendental tema de
los integrantes de su taller y los epígonos de su estilo, así como la hasta ahora escasamente tratada
vinculación de Roldán con la arquitectura, diseño y construcción de retablos—; y por último, “Los
encargos
escultóricos”, que se presentan concretados según las necesidades a cubrir por los
comitentes: cabildos
catedralicios, órdenes religiosas, fábricas parroquiales, hermandades y cofradías,
alto y bajo clero, nobleza y
particulares. Con todo ello no queda aspecto sin tratar en la cuantiosa
producción roldanesca.
Por consiguiente, las aportaciones de este trabajo son numerosas. En primer lugar, consigue rebasar las
pretensiones que llevaban aparejados los estudios que se habían publicado hasta el
momento sobre Roldán.
En segundo lugar, reúne todo el conocimiento sobre el autor desde variados enfoques acompañado de una
exhaustiva y no siempre disponible bibliografía, que puede conocerse
a través de las precisiones del autor a la hora
de recurrir a su auxilio para futuras investigaciones. En
tercer lugar, el catálogo se ofrece absolutamente
actualizado, libre de errores tradicionales y diáfano
en cuanto al polémico asunto de las atribuciones, tratadas
aquí con realismo y verosimilitud. En cuarto lugar, el habitual estilo de escritura del profesor Roda —que
sirve con puntualidad a una
lectura intensa, pero espléndida en matices y consideraciones intelectuales—, está
acompañado por una larga relación de buenas fotografías que muestran muchas obras que permanecían inéditas
en lo
visual, como las de ubicación más inaccesible.
José Roda Peña, que tiene más de media docena de libros, más de un centenar de artículos y un buen
número de capítulos de libros publicados, ha conseguido con esta obra dedicada a Pedro
Roldán, ofrecer
la mejor versión de sí mismo y la más trascendental de sus aportaciones
historiográficas. Pedro Roldán,
escultor (1624-1699) es un estudio que cierra el ciclo de muchos anteriores y abre la puerta a tantos otros que
están por llegar para regocijo de la Historia del Arte
como disciplina científica.
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