Ucoarte. Revista de Teoría e Historia del Arte, 2, 2013, pp.115-116. ISSN: 2255
SERRANO ESTRELLA, FELIPE (COORD.): Puer natus est nobis: nacimiento e infancia de Cristo en el
arte, Jaén: Fundación Caja Rural De Jaén, 2010.
ISBN: 978-84-614-5960-5
ISMAEL AMARO MARTOS
Universidad de Jaén
D
El catálogo de la exposición Puer Natus Est Nobis —«Un
niño
nos ha nacido» (Is 9, 5)—, llevada a cabo en las
galerías altas de la S. I. Catedral de Jaén, viene a ser el
muestrario de las más bellas obras giennenses vinculadas
al
nacimiento y la infancia de Cristo. El libro ofrece al
lector una visión complementaria de los primeros años de
la vida de Jesús, basándose en obras de arte en las que no
sólo aparecía representado el hijo de Dios. Sus padres, sus
abuelos, y otros tantos personajes, contribuyen a la
contextualización de la infancia del Mesías, y así queda
reflejado en el presente catálogo.
El profesor Felipe Serrano Estrella reconoce las lagunas
informativas que la Biblia deja sin resolver en torno a este
tema. Para su subsanación, los Evangelios Apócrifos dieron
lugar a la creación de algunos temas desarrollados en los
diferentes escritos que los componen. A su vez, la
iconografía se ha ido enriqueciendo de numerosas
adhesiones reunidas durante la Edad Media y Moderna.
Gran parte de los temas incorporados surgieron de la
hagiografía la Leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine,
que recoge la vida de santos y mártires. En
ocasiones estos
personajes de la Iglesia tuvieron visiones del Niño Jesús;
eso provocó la creación de prototipos iconográficos que
dieron fe de estos encuentros celestiales, recogidos algunos de ellos en
la exposición catedralicia.
Si «Cristo es imagen de Dios invisible» (Col 1, 15), las representaciones que de él se hicieron
pretendieron
alcanzar la apariencia ideal de la divinidad. Para la construcción de estas imágenes, los
artistas no pudieron
mimetizar tal belleza inalcanzable, sino que imitaron su mundo cercano,
aspirando a conseguir tan platónica
perfección. Gracias a esta exposición se han podido rescatar estas
magníficas obras de arte, muchas de ellas
desconocidas hasta el momento por encontrarse
custodiadas en monasterios. Además, su participación ha
permitido la restauración de muchas de las obras, la activación de un plan de conservación que permita protegerlas
en un futuro y, por supuesto,
la puesta en valor de las mismas.
De acuerdo con la articulación del catálogo, fueron varios los actos que compusieron esta
exposición.
El primero llevó por título El Niño nacido y adorado, y en él se exhibió el grueso teórico
del discurso expositivo.
La narración de la muestra pretendió mostrar una visión del nacimiento y la