Hoy, el documental, como formato creativo que mira a la realidad, vive un periodo de plenitud. Tanto que, observando su evolución, ya podemos hablar de posdocumental para definir su estado actual, resultado de la constante renovación sobre forma y contenido y que nos invita a teorizar sobre estas transformaciones tanto en lo epistemológico como en lo estético. Además, este proceso coincide con un cambio drástico de las estructuras de producción y distribución en los últimos años, ya que las plataformas de video bajo demanda han cambiado la forma de consumo de contenidos audiovisuales. En ese sentido, solo analizando el caso de España, 12,4 millones de hogares cuentan con al menos un servicio de streaming (Galindo, 2022).

Como vemos, el documental está afectado por un cambio sustancial en su contexto de producción y distribución, sumando las citadas plataformas a la televisión y los festivales especializados.

Tradicionalmente, las funciones del relato televisivo se organizan en torno a cinco grandes núcleos (Buonanno,1999: 66) como son la función fabuladora, la función formativa, la función de construir modelos, la función de referencia social y la función de identidad cultural. En ellos el documental ha tenido una fuerte presencia. Con el cambio de paradigma en el modelo de consumo, esto no ha cambiado. Las plataformas de streaming han generado un nuevo nicho de exhibición y se han configurado como estudios de producción que están influyendo en la forma de articular los contenidos. Solo en el caso español, “en apenas tres años [2019-2022] la industria […] ha multiplicado por cuatro la producción audiovisual en plataformas internacionales como Netflix, HBO o Amazon Prime Video en un verdadero boom que por el momento no parece que vaya a ser ni un espejismo ni la flor de un día” (Diario Vasco, 2021). En este contexto aparecen múltiples interrogantes sobre las nuevas fórmulas narrativas y estéticas, los nuevos contextos de producción, las hibridaciones con la ficción, la convivencia entre distintos formatos, pero también sobre los temas en los que el documental pone su mirada, ​​a medio camino entre el documental, el reporterismo, el docudrama y las series ficcionales. Así, el formato “es el desarrollo concreto de una serie de elementos audiovisuales y de contenidos, que conforman un programa determinado y lo diferencia de otros” (Saló, 2003: 13), que en el caso del documental interacciona con otras expresiones de creación mediática, transgrediendo sus límites y experimentando sobre nuevas fórmulas narrativas.

También nos cuestionamos las situaciones de dependencia de estos nuevos agentes de financiación y cómo están impactando en el formato documental en un momento de su historia en el que encara un proceso de madurez con múltiples registros. En el contexto de difusión televisiva encontramos, tradicionalmente, distintos intentos clasificatorios relativos a la no ficción que definen o identifican ficción narrativa con intencionalidad o apariencia documental, ficción documental o falso documental, documental dramatizado, documental televisivo o clásico, documental de metraje encontrado o documental de archivo. Sobre todas estas cuestiones se plantean debates que son objeto de este monográfico.  

Si la irrupción de la televisión, hace más de tres décadas, implica “la presencia en las pantallas de cantidad de documentales de todo tipo, el documental cinematográfico para su supervivencia profundiza en los factores propios del cine: calidad de imagen, gran tamaño de pantalla, riqueza de sonido estereofónico y sobre todo espectacularidad” (Cebrián Herrero, 1992: 423). Ante este nuevo cambio de escenario aparece un apasionante campo de estudio para observar las distintas metamorfosis del documental.

Como hemos mencionado, a este contexto de exhibición se suman hoy las plataformas de vídeo bajo demanda. Estas, a su vez, impactan en diversos públicos a nivel global, desde las que apuestan por contenidos de audiencia generalista como Netflix, Disney+ o Amazon Prime hasta otras que atraen a un público más selecto y minoritario como pueden ser Filmin, Retina Latina o algunos portales institucionales en distintos países. En estos el documental también encuentra un canal de difusión sobre todo en su enfoque social, teniendo en cuenta que “la mayoría de las veces el interés del cine documental se encuentra precisamente en el descubrimiento de aspectos absolutamente desconocidos de la realidad (...). El problema de referente cinematográfico -ya sea para el film de ficción o para el film documental- se traslada de lo que podríamos considerar la ‘realidad existente’, a la realidad aceptada como verosímil por el espectador: la veracidad” (Rodríguez Merchán, 1995: 166-167). 

Todo este escenario se desarrolla en convivencia con el nutrido y consolidado contexto de festivales que suponen un estimulante foro de discusión y confrontación teórica, algo que está en la esencia misma del documental. De hecho, algunas plataformas como Filmin, aprovechan la realización de algún festival para crear una colección que aglutine diversos productos audiovisuales.

Se tendrán en cuenta, sin perjuicio de considerar otras que los/as autores/as puedan aportar, las siguientes líneas de investigación:

  • Series documentales
  • Temáticas y enfoques del documental contemporáneo
  • Cine documental y plataformas de vídeo bajo demanda
  • Discusiones teóricas sobre el documental actual
  • Posdocumental
  • Teoría de la creación documental
  • Nuevos contextos de exhibición
  • Nuevos contextos de producción del documental
  • Festivales de cine documental
  • Documental institucional
  • Plataformas institucionales de promoción del cine documental

Canal de YouTube. https://youtu.be/IBjSXZ4IlTI

Bibliografía

Buonanno, M. (1999). El drama televisivo. Barcelona, Gedisa.

Cebrián Herreros, M. (1992). Géneros informativos audiovisuales: radio, televisión, periodismo gráfico, cine, vídeo. Ciencia 3: Madrid.

Galindo, C. (2022, 26 de octubre de 2022). “Siete de cada diez hogares españoles están suscritos a una plataforma de vídeo en ‘streaming’”, El País. https://elpais.com/economia/2022-10-26/siete-de-cada-diez-hogares-espanoles-estan-suscritos-a-una-plataforma-de-video-en-streaming.html

Diario Vasco (2021). “El streaming supone ya el 25% del mercado televisivo”, El Diario Vasco. https://www.diariovasco.com/culturas/tv/streaming-supone-mercado-20210306084541-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

Rodríguez Merchán, E. (1995). “Realidades y ficciones. Notas para una reflexión teórica sobre el documental y la ficción”, Revista de Ciencias de la Información; 10; 166 -167.

Saló, G. (2003). ¿Qué es eso del formato? Cómo nace y se desarrolla un programa de televisión (estudios de televisión). Madrid: Gedisa.